De cuando en cuando, para ponerle perspectiva a la devoción que algunos intelectuales chapines le tienen a la dictadura en Cuba, comparto (en Twitter) realidades sobre el día a día de quienes -sin ser turistas, invitados del régimen, ni miembros de la nomenklatura- deben hacer sus vidas en la isla prisión.
Por ejemplo, el hecho de que las misiones médicas cubanas presentan rasgos inequívocos de ser trabajo forzoso, como consecuencia de políticas deliberadas del régimen de La Habana.
El gobierno usa la narrativa falsificada de contrarrevolución para tratar de tapar su obra de miseria, falta de electricidad y crisis humanitaria. Las farmacias cubanas mantienen anaqueles vacíos; y en tres hospitales han muerto más de 64 bebés, por sépsis. Hay cubanos escapados en casi en todas partes rumbo a los EE. UU. Suelo acompañar esas observaciones con comentarios como: La vida en el paraíso socialista y revolucionario; La salud en el paraíso socialista y revolucionario; o La migración en el paraíso socialista y revolucionario.
De cuando en cuando saltan representantes de la progresía chapina y otros defensores de la tiranía cubana y comentan: ¡Trabajo forzado el que había en tiempos de Ubico! En Guatemala la salud es peor. Los guatemaltecos migran más. En fin…¿Lo captas? Los comentaristas no suelen dar información que desmienta los hechos sobre la vida en Cuba; sólo dicen, con una caradura que sorprende: ¡Pero Guatemala es peor!
Aunque lo fuera, que no lo es, Guatemala no se vende como paraíso (como no sea por sus montañas y sus lagos). No se vende como paradigma socialista, ni como arquetipo revolucionario. Guate no exporta (por la fuerza) su modelo de nada. En el mundo no hubo jóvenes que dieron sus vidas por imponer un régimen como el de Guate. Ningún dictador chapín estuvo en el poder 49 años, ni designó a su sucesor. Los chapines migran, no escapan -¡y regresan!- cada vez que pueden. En Guate nos falta mucho y hay mucha pobreza; pero para salir de ahí el modelo no debe ser el infierno socialista y revolucionario que tiene a su pueblo en la miseria, la escasez, el trabajo forzado, y bajo la bota.
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Columna publicada en elPeriódico.