Orcos, simios y otros vándalos

 

Hay una escena en, El planeta de los simios, en la que los primates entran a una galería y destruyen los bustos y esculturas que hay en ella.  En esa escena pienso cuando imagino a los orcos haciendo su entrada al parque Isabel La Católica y destruyendo el monumento en honor a la reina castellana.

Destruccionismo en El planeta de los simios.

Monarca que, para quienes no lo saben, es precursora de los derechos humanos. Es que la leyenda negra no nos cuenta ni en tercer grado de Primaria, ni después, que doña Isabel fue de las primeras personas que se preocupó por los derechos individuales de los habitantes del hemisferio occidental.  Dictaminó, por ejemplo, que serían propietarios de las tierras quienes lo eran desde antes del arribo de los españoles. Emitió un decreto que prohibía la esclavitud.  ¡Acabó con los sacrificios humanos y con el canibalismo! El cuerpo de normas que rigió la vida en los virreinatos y otras tierras de este lado del mundo fueron el origen de lo que hoy conocemos como derechos humanos.  Aparte es que las disposiciones reales se acataran, pero no se cumplieran.  El caso es, que la memoria de Isabel no merecía el trato que recibió hace unos días.

Monumento decapitado de Isabel de Castilla. Foto de elPeriódico.

Como no merecía la violencia y no meritaba la destrucción la memoria de José María Reyna Barrios, a manos de vándalos y salvajes en octubre pasado.

Decapitación de la estatua de José María Reyna Barrios. Foto tomada de Twitter.

Aquellos actos, ya sean obras de cafres e ignaros, o sean obras de delincuentes con playeras del Che Guevara que saben muy bien lo que hacen -u obedecen muy bien a quienes sí saben lo que hacen- son actos delincuenciales.  Sus autores deben ser identificados plenamente y deben enfrentar la responsabilidad de sus fechorías.  Porque, ¿sabes qué? Lo que le ocurrió a la estatua de Isabel se va a repetir quién sabe dónde.  ¿Sabes por qué? Porque los autores de la violencia contra el monumento de Reyna Barrios quedaron impunes.  Porque no hay señas de que los autores de la violencia contra la estatua de doña Chabe sean hechos responsables.  Porque aquí y a nivel mundial, inspirados en el destruccionismo y en ideas de Antonio Gramsci y de la Escuela de Frankfurt, hay intelectuales azuzando orcos para que destruyan la memoria de occidente.

¿Qué opinas?

Columna publicada en elPeriódico.

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