30
Ene 08

Algo bueno, que puede ser mejor

Junto a la inaceptable y absurda propuesta de que sean prohibidas las encuestas electorales 30 días antes de los comicios, ayer fue presentada en el Congreso una iniciativa para reducir el tamaño del Parlamento. Es evidente que anda en el ambiente la necesidad de reducir el número de diputados y la sensibilidad ciudadana, por lo que he oído, no es hostil a esa idea.

Si a usted le llama la atención esta aquella propuesta, ¿qué tal si de una vez reformamos todo el sistema para garantizar, no sólo algo superficial como el número de diputados, sino algo que de verdad tenga impacto en el futuro del país? Por favor vea la propuesta de ProReforma.

Recuerde que una definición de locura es esperar resultados diferentes cuando se hace lo mismo de siempre.


08
Dic 07

Punto de inflexión

Los electores y los tributarios guatemaltecos tuvimos una experiencia gratificante. A fuerza de acciones individuales de repudio, conseguimos que los diputados echaran marcha atrás en su desvergonzada pretensión de asignarse indemnizaciones, entre aquellos representantes que no habían resultado reelectos para la próxima legislatura.

¡Y ahora no hay que soltar la presa! Aquellos políticos a los que les conviene que los chapines actuemos como súbditos y no como ciudadanos, perpetúan y refuerzan la idea de que la ciudadanía se vive sólo cada cuatro años en el día de los comicios. Sin embargo, en una república en la que el poder está sujeto a la ley, y en la que la soberanía reside en los ciudadanos, aquella se ejerce –o debería ser ejercida– todos los días, por todos los interesados.

Aquellos políticos también alimentan la idea de que la autoridad debe ser obedecida, y la de que las personas son parte de una gran maquinaria o de un gran organismo al que están obligadas a servir; aún a costa de sus derechos individuales, o de sus aspiraciones.

Es un hecho que políticos que llegan al poder para salir de pobres, o los que llegan al poder para imponer sus valores y sus programas, no se someten a la majestad de la ley por voluntad propia. Sin un adecuado ejercicio de la ciudadanía por parte de las personas individuales que pagan impuestos y que tienen que trabajar duro para conseguir esa plata, los políticos no tienen incentivo alguno para no desperdiciar aquellos recursos, si ni siquiera lo tienen para apropiarse de ellos.

Por eso es que fueron importantes las miles de llamadas telefónicas que ustedes hicieron a los programas radiales de opinión; y por eso es que fueron importantes los miles de correos electrónicos enviados a las secciones de opinión de los diarios, o directamente a los diputados. Por eso fue importante el personaje que se fue a parar al estacionamiento del Congreso, y protestó contra el abuso con un cartel y dando la cara.

Los diputados se recetaron aumento salarial e indemnización con el dinero que usted produce con su trabajo personal. Y lo justo es que usted decida si quiere darles ese dinero, o no. Mediante el presupuesto del estado, el Ministerio de Finanzas y los diputados están piñatizando el dinero que usted produce y les entrega cuando se ve obligado a pagar impuestos. Y lo justo es que usted decida si quiere darles ese dinero, o no. Y usted puede dárselos porque al fin y al cabo usted es el que trabaja duro para ganarse esa plata, pero la cuestión es: ¿Tenemos derecho a obligar a otros a trabajar para que los que viven del presupuesto del estado tengan una vida cómoda?

Los ciudadanos guatemaltecos hemos llegado a un punto de inflexión importante. Ahora sabemos que tenemos el poder para cambiar el rumbo de las cosas. Sabemos que podemos ejercer poder político, o al menos influencia política, si nos comportamos responsablemente y nos rehusamos a “bendecir” con nuestra inacción, los abusos de los políticos rapaces.

Los guatemaltecos acabamos de pasar por una experiencia de ciudadanía intensa. Y, como los venezolanos, y como aquel hombre que detuvo los tanques en la Plaza de Tienanmen, ahora sabemos que el poder de uno es sí tiene impacto.

Para los chapines, es el momento de definir nuestra futura relación con quienes ejercen el poder político. ¿Vamos a ser súbditos sumisos y obedientes; o vamos a ser ciudadanos conscientes, de pensamiento independiente y de acción decidida? ¿Vamos a admitir el despojo y el uso de la fuerza en las relaciones con el poder; o vamos a exigir el respeto a los derechos individuales y a la igualdad de todos ante la ley?

Y como no se trata sólo de quejarse y de criticar (que no está de más), ¿por qué no tomamos en serio la empresa de fundar un estado en el que sean posibles la paz y la prosperidad? ¿Por qué no dejamos de depender de la arbitrariedad y fundamos un estado de derecho? Para eso, le invito a que explore la propuesta de http://www.proreforma.org.gt//. Ahora sabemos que uno a uno, sí podemos tener impacto en el ejercicio del poder.

Publicado en Prensa Libre el sábado 8 de diciembre de 2007,


06
Nov 07

Los primeros anuncios de Colom

  • Antes de tomar posesión de la presidencia, Alvaro Colom se irá de gira para visitar a 13 presidentes de la región. No es por fregar, pero, ¿quién pagará ese viaje si Colom todavía no ha sido investido como presidente? A mí esto me recuerda aquel periplo que se echó Vinicio Cerezo por Europa. ¿A usted no?
  • El Presidente electo convocó a la oposición a consensuar agenda sobre gobernabilidad. La idea es discutir el presupuesto de 2008, y la continuidad del Ietaap. Yo digo que cuando se discuta el presupuesto lo que tiene que arreglarse primero es la calidad del gasto. No deben discutirse ingresos, si antes no se hace una limpia total y evidente de todo el gasto innecesario que hay en el presupuesto. En cuanto al Ietaap la respuesta de los sectores políticos responsables y de los grupos de interés responsables debe ser una: ¡No! No se discuten más impuestos hasta que no sea saneado el gasto.
  • Colom tiene el propósito de convertir a Guatemala en un país socialdemócrata con rostro maya y olor a tamal de maíz. Yo digo que ya nos fregamos. Le salió lo de ingeniero y lo de sacerdote maya. Léase bien: Colom tiene la intención de convertir a Guatemala en lo que a él le da la gana. A mí me fascinan los tamales; pero no estoy seguro de su sea aceptable eso de imponerse así como suena. Porque, ¿cómo piensa Colom convertir a Guatemala en un país socialdemocrata con olor a tamal? Si fuera por medio de la persuasión, pues bien; pero…¿y si piensa usar la fuerza de la ley para ello? ¿Y si piensa imponer su deseo sobre las minorías indefensas?
  • El Presidente electo dice que no promoverá una reforma constitucional. Y menos mal que ProReforma no necesita del apoyo presidencial. Ojalá que todo se quede en no promoverla, y que por lo menos no la obstaculice.
  • Dice Colom que cambiará la deuda interna cara, por deuda externa barata. En esta propuesta yo veo dos cosas: el peligro de que en el largo plazo salga más caro el caldo que la gallina; y que esas deudas baratas, con organismos internacionales, luego se pagan con creces cuando hay que mostrarse servil ante los funcionarios que vienen a decirnos qué hacer. De hecho, ya dijo que conformará un Grupo Consultivo de países amigos.
  • ¿Quiere empezar a inquietarse de verdad? Colom dijo que escuchará las sugerencias de los sindicalistas para cuando nombre a los ministros de Educación y Salud. Yyo digo: ¿Le encargaría usted la educación de sus hijos a Joviel Acevedo? El que escuche a los emprearios para cuando tenga que nombrar ministro de Agricultura no mejora la situación. Un gobierno corporativista en el que sean necesarios los consensos entre grupos de interés, no es una buena idea.

03
Nov 07

¡Vaya, pues!

1. Por fin llega el día de la segunda vuelta electoral; pero para mí, viene como el día en el que tuve que sacarme las muelas cordales.

Luego de mucho darle y darle; luego de leer todos los días los reportes de los diarios acerca de las ideas, las promesas y las actitudes de los dos candidatos; luego de echarles un ojo a lo que dicen que son sus planes de gobierno y luego de meditarlo bien; he confirmado lo que ya me temía: En el largo plazo, y para la generalidad de los guatemaltecos, no importa mucho quién de los dos gane.

Ninguno se ha comprometido a respetar absolutamente la vida, la libertad y la propiedad de los chapines. Ninguno ha prometido que eliminará el impuesto a los rendimientos del capital. Ninguno ha anunciado que liberará a los guatemaltecos del monopolio del seguro social, o de esos lastres que son la educación y la salud burocratizadas.

Yo, por candidatos como los que hay, no voto con gusto. Por otro lado, y a la larga, el problema no son los candidatos; porque el problema de Guatemala no tiene tanto que ver con las personas que llegan a la administración; sino con el sistema en sí mismo. Tenemos un sistema que no garantiza ni el respeto a los derechos individuales de todas las personas, ni la igualdad de todos ante la ley.

Desde las elecciones pasadas yo he votado nulo. La razón de esa forma de elección es que, aunque mi sufragio nulo no tiene valor jurídico, esa forma de voto sí manda un mensaje político: El de un franco rechazo al sistema; acompañado por la manifestación de mi derecho a no ser obligado a elegir entre dos opciones que no quiero, ni merecen mi confianza.

En esta ocasión, sin embargo, en mi papeleta no voy a poner algo como Mejor cambiemos el sistema o Denme candidatos que valgan la pena. Con sabor a bilis en la boca y con mucha dificultad, voy a poner una X sobre la casilla de una de las opciones.

Primero, porque he llegado al convencimiento de que uno de los dos candidatos, con todo y sus roscas y sus clientelas, es ligeramente peor que el otro. Francamente, en eso tuve que elegir entre cuáles sinvergüenzas son tolerables y cuáles no. Y me consuelo al parafrasear a Chumi Chumez: ¡Estoy harto, quiero ineptos nuevos! Segundo, porque le tengo respeto a uno de los candidatos vicepresidenciales; en tanto que al otro, niente.

Como elector, y como tributario, estoy totalmente claro de que con mi sufragio seré cómplice de un absurdo en el corto plazo. Pero tengo ganas de decir Se los dije, cuando la próxima administración nos arrastre por el mismo camino de servilismo con las burocracias internacionales, por el mismo camino de incoherencia, y por el mismo camino de confusión por el que nos ha arrastrado la administración que se va.

¡Vaya, pues!, mañana voy a ir a poner mi X en una de las casillas; pero que conste que más que nada es porque lo que se perfila en la otra casilla me para el pelo. Eso sí, mi compromiso con cambiar el sistema –que es lo que verdaderamente generará más bienestar y desarrollo para los guatemaltecos– sigue firme. Por eso es que mi opción real se halla en ProReforma.

2. Bloguear no es un crimen. ¿Recuerda usted a Kareem? El es un joven bloguero egipcio que se encuentra en prisión por algo que muchos guatemaltecos han derramado sangre para que todos tengamos y conservemos. Está preso por ejercer su libertad de expresión. Kareem ha criticado a la administración egipcia y a su presidente y por eso ha sido encarcelado. Bajo la presión del fundamentalismo y de la tiranía, su padre ha renegado de él. Este viernes 9 de noviembre, en muchas ciudades del mundo, habrá expresiones de solidaridad con Kareem.

Si desea contribuir a su liberación, y a la defensa de la libertad de expresión, dele una llamada telefónica al embajador Maher Baddar al 2333-6296. Por favor pídale que su gobierno respete la vida y la integridad de Kareem y que lo libere.

Publicado en el diario Prensa Libre el sábado 3 de noviembre de 2007


04
Ago 07

Si cree que votar por su candidato preferido es un desperdicio…

Si usted cree que votar por su candidato preferido es un desperdicio; porque no está en los dos primeros lugares de las encuestas, aunque sea la mejor de las opciones. Si por esa razón usted se siente obligado a votar por alguno de los que encabezan. A ustred le interesa el sistema electoral de rondas simultáneas.

El sistema actual de votaciones, en Guatemala, desanima a las personas para que voten por el candidato de su preferencia; y las incentiva a “apostarle” a los candidatos que encabezan las encuestas. Lo peor de todo es que a muchos electores no les queda más remedio que “votar en cotra”, o sea darle su voto a un candidato no porque confíe en él y en su programa, sino para evitar que quede el otro.

Por eso es que el ganador de las elecciones chapinas, no es el ganador de la confianza de los electore chapines. Por eso es que la legitimidad del candidato ganador es cuestionada, por sus propios electores, desde el primer día que ejerce sus funciones públicas. Al ganador no se le vota por ser el mejor, sino porque el otro es peor. Se le vota porque el otro es peor.

El equipo de ProReforma, con juntamente con el Centro de Estudios Económico Sociales (CEES) trabajan en la propuesta de un sistema de rondas simultáneas para los comicios.

Este sistema les permite, a los electores, no sólo marcar cuál es su candidato favorito en la papeleta; sino que, también, le permite ordenar al resto de los candidatos en orden de preferencias, en el caso de que su primera opción no resultara favorecida por la mayoría de electores.

De esta forma el voto no se desperdicia porque el ganador resulta electo en una sóla ronda instantánea de votaciones; y la gente tiene la oportunidad de votar de acuerdo con sus valores y sus ideales, y no en respuesta a sus temores.

El sistema, además, elimina las componendas políticas necesarias para una segunda vuelta y la supresión de esta resulta en un ahorro sustancial de recursos para los tributarios.

Pronto sabremos más de esta propuesta que, aunque ingeniosa, no es “la invención del agua azucarada”. El sistema de rondas simultáneas se usa en Australia, para las elecciones de la Casa de Representates; Irlanda, para las elecciones presidenciales; Londres, para elegir alcalde; y en Papua Nueva Guinea, Malta y Fiji, para la elección de distintos funcionarios públicos.

Si quiere saber más acerca de este sistema, o de la propuesta de ProReforma, un grupo de jóvenes se reunirá este jueves 9 de agosto en el restaurante Nais de la 12 calle de la zona 10 a las 7:00 a.m.


17
Jun 07

ProReforma: para los que se dan cuenta de lo que está pasando

El subdesarrollo económico y social de Guatemala se debe a la existencia de un Estado presidencialista que no proteje los derechos individuales. El objetivo del Proyecto ProReforma es la prevalencia del Derecho que fomenta la economía de libre mercado y disminuye la corrupción. Asimismo, promueve la certeza jurídica, el respeto de los derechos y la disminución de la discrecionalidad de los funcionarios. Su principal reforma consiste en la creación de un sistema bicameral diferenciado, otros métodos de elección para ambas cámaras y la reducción de diputados en el Congreso: http://newmedia.ufm.edu/pagina.asp?nom=proreforma


13
May 07

¿Es usted un ciudadano normal, o todavía piensa?

Aquí, en Guatemala, circula un correo electrónico que invita a las personas a cambiar el país, entre otras cosas, mediante el pago de impuestos. Y yo sugiero que vayamos más allá. Sugiero que cuestionemos los tributos y el uso que se les da. Sugiero que cuestionemos el sistema entero. Sugiero que cuestionemos si queremos una sociedad basada en la competencia por privilegios, o una basada en la cooperación voluntaria y pacífica.

Sugiero que el ciudadano deje de verse a sí mismo como súbdito y se vea como cliente; en el sentido misesiano de que el cliente es el soberano.

La ilustración fue tomada de Etiqueta.


02
Abr 07

El devorador

1. Cuando Francisco de Goya pintó a Saturno, pintó a la deidad con los ojos desorbitados mientras devoraba a uno de sus hijos. Saturno, el padre de Júpiter, se comía a sus hijos.

Yo iba a decir que así es la administración Berger, una administración que termina devorando a sus “hijos”. Iba decir que siendo Marco Tulio Sosa un ministro de primera, terminó siendo devorado. Iba a decir que María del Carmen Aceña está siendo devorada porque su jefe ha pactado con la dirigencia magisterial, incluso al margen de la legalidad. Iba a decir que ha devorado a Carlos Vielmann, ex ministro de Gobernación.

Sin embargo, aunque algo hay de aquello, el problema es más de fondo. Debería ser obvio que no es un problema de personas, sino que es uno de sistema. No es sólo Berger, como no lo fueron sólo Portillo, Arzú, De León, Serrano, ni Cerezo. No era Vielmann, como no será Torrebiarte.

Muchos de los mencionados eran personas capaces y tenían las mejores intenciones; pero fracasaron horriblemente. Construimos un sistema democrático; pero, ¿podemos garantizar con él que haya paz y prosperidad?

Mi hipótesis es que tenemos una administración cuyo principal cometido es, por medio de el presupuesto del estado, trasladar los recursos que toma de una parte de la población a los intereses de otra parte de la población. Esa administración de privilegios es una tarea innoble que consume enormes energía y recursos.

En consecuencia la verdadera misión del gobierno, que es “salvaguardar la propiedad, la libertad y la convivencia pacífica”, ha caído en la incuria. La administración de privilegios ha debilitado la capacidad del estado para cumplir su objetivo, y es urgente reformar el estado de modo que tenga la fuerza y la autoridad suficientes para cumplir aquella misión.

En ese contexto la reforma no debe tener más propósito que el de proteger los derechos de las personas, para que todos vivan y se dediquen a las actividades que escojan libremente, siempre que no violen derechos ajenos, en la convicción de que solamente así se puede lograr la prosperidad anhelada y la acción comunitaria sana.

El gobierno, cuando lo hay, debe atender con prioridad el orden público, y debe reforzar y hacer cumplir prontamente la justicia. Debe velar porque se cumplan los contratos y porque se respete la propiedad. No debe pretender, ¡nunca!, ser el protagonista en las actividades económicas de las personas particulares, y menos aún establecer medidas para garantizarles beneficios a sectores particulares a expensas de los demás.

Un estado con aquellas características, y cuyos funcionarios estén sometidos a la Constitución y a las leyes, es la solución al “endémico desastre nacional” del que no nos libraron ni la coalición de cuatreros y exguerrilleros de Portillo, ni la alianza de empresaurios y exguerrilleros de Berger. ¿Por qué? Porque el problema no son las personas, sino el sistema. ¿Es posible cambiar el sistema? Sí, pero usted debe involucrarse directamente. ¿Y es posible involucrarse sin se devorado? Sí. Por favor visite www.proreforma.org.gt; ahí hay una buena sugerencia para hacerlo. ¡Animo!

2. La Encuesta de Prensa Libre, muestra que los chapines no le dan importancia a la elección de diputados y que, en cambio, le dan una relevancia desmedida a la de Presidente. Este es un error, y es un atavismo.

El elector chapín todavía piensa en el Presidente como en El Patrón, El Reformador, o el Benemérito de la Patria; y espera de él que sea la salvación nacional. Se olvida que, desde el Congreso, también se puede rescatar el sistema…o terminar de hundirlo. Por favor, vote cruzado y piense bien por qué diputados va a votar.

3. Mañana empiezan los festejos de la Semana Mayor; que es mi temporada favorita en Guatemala. Tiempo de bacalao, de miel de garbanzos, de jocotes marañones, de empanadas, de curtido con queso de Zacapa, de pan de yemas, de pescado seco envuelto en huevo y de moyetes.

Publicada en Prensa Libre el sábado 21 de marzo de 2007


02
Mar 07

Para la reforma del Estado

He oído y leído muchas veces, talvez demasiadas, que no hay nada que hacer; que el país está corrompido; que nadie hace nada por rescatar las instituciones; que hay desesperación y desencanto. Pues bien…como soy pesimista moderado, nunca he creído que estemos tan mal que no podamos rescatarnos a nosotros mismos. Porque si no fuera así, ¿qué sentido tendría escribir una columna semanal, o un blog a diario?

Que hay gente como Manuel F. Ayau y el grupo que promueve ProReforma, es prueba de que no todo está podrido y de que sí es posible rescatarnos a nosotros mismos.

Por eso me alegró que ayer fuera presentado públicamente el proyecto. Prensa Libre informó que “el Grupo ProReforma, integrado por profesionales, anunció ayer el inicio de una campaña cívica de recolección de firmas para pedir cambios en el Estado, mediante consulta popular, que incluyen reducción del número de diputados. Manuel Ayau, presidente de esta agrupación, comentó que buscan enmendar la Constitución Política de la República y fortalecer los organismos Ejecutivo y Judicial. ProReforma colocará quioscos de información y recolección de firmas en los centros comerciales y universidades, a partir de la fecha, pues el objetivo es entregar a inicios de la próxima legislatura (2008) las cinco mil firmas de apoyo al proyecto de iniciativa, para que se impulsen los cambios sugeridos”.

Si usted es de los que no se quedan con los brazos cruzados, o de los que sólo critican, seguramente le interesará involucrarse en este proyecto. La dirección es www.proreforma.org.gt/

!Animo!


15
Feb 07

Comentario de un lector

Con respecto a la entrada de las aplanadoras, y del lector César Rivera, recibí la siguiente nota:

Para mí, el concepto de una aplanadora no es bueno o malo en sí. Lo realmente grave es que tengamos que esperar durante cuatro años para hacer cambios. Los norteamericanos (the founding fathers) se dieron cuenta de ello e incluyeron en su constituciòn tres medidas para evitar ese inconveniente.
a. Un representante o diputado para un distrito electoral específico.
Sólamentede esa manera, cada poblaciòn puede saber quien es exactamente quien tiene la responsabilidad de representarlos y a quién deben pedirle cuentas.
b. Eleccion del total de diputados distritales cada dos años. Una especie de referendo a mitad del perìodo presidencial. Esto garantiza el dinamismo del sistema.
c. Elección de senadores a cada seis años renovable en un tercio cada dos.
Esto garantiza la estabilidad y madurez de los funcionarios.
Desde este punto de vista, da la impresiòn que al tomar como modelo la ConstituciónAmericana las elites Latinoamericas tomaron solo la parte que les convenìa.
En resumen, muchas cosas cambiarìan si el Congreso o el TSE se tomara la responsabilidad histórica de dividir el país en un número de distritos electorales exactamente igual al nùmero de diputados distritales y establecer elecciones a mitad del perìodo presidencial. Sòlo asì los partidos tendrìan presiòn para democratizarse.


Gracias por escribir, don César. Le agradará saber que ya habemos un montón de personas trabajando para cambiar coherentemente el sistema. Por favor, vea ProReforma. Saludos