23
Dic 13

Pájaro y volcanes

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Esta caja de música me la obsequió mi bisabuela, Mami,  a finales de los años 70; y ella contaba que se la habían regalado cuando ella cumplió 15 años -en la primera década del siglo XX.

En realidad no es una caja de música propiamente porque el sonido que emite es el de un pájaro.  Es maravilloso que todavía funcione y ¡me encantó esta foto con el Volcán de Agua!


22
Dic 13

Mi bisabuela y sus hijos en 1940

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Mi sobrino, Andrés, anda escarbando cajones y mandando correos en busca de sus raíces; y en esas estaba cuando una genealogista de Arizona, descendiente del hermano de mi bisabuelo, Federico, le envió esta foto.

Al frente están mi abuela, Frances; y luego mi tía abuela, Adelita; mi bisabuela, Adela (Mami); mi tía abuela, Janet (Baby) y mi tío abuelo, Emilio.  Atrás, mis tíos abuelos Jorge y René.  Frances era la madre de mi padre.

Esta foto no la conocíamos ninguno de los familiares en Guatemala y ve como son las cosas que fue a aparecer a miles de kilómetros de aqui.  ¡Que maravilla es la tecnología que permite estos descubrimientos!

Me encanta la foto, tan 1940 y todos elegantes y jóvenes.


04
Dic 13

La abui a su regreso de Hawaii

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El 20 de julio de 1926, y a la edad de 10 años, mi abuela Frances Chacón Schuman regresó de Hawaii luego de haber pasado allá 4 años con su abuela Edwina “Minnie” Hart.

La ilustración muestra el manifiesto de pasajeros extranjeros del S.S. Lurline, el barco que la llevó de Honolulu a San Francisco donde la esperaba su madre, Adela.

Frances, La abui, tenía muchos recuerdos queridos del tiempo que pasó allá.  Su abuela le enseñó a hacer pays, por ejemplo.  También recordaba con cariño cuando iba a la escuela caminando por la playa y recordaba que su refacción escolar eran tentáculos crudos de pulpo que sazonaba con sal mezclada con chile seco y cabezas de camarón secas.  En casa todavía hacemos la mezcla de sal, chile y camarones para sazonar sopas y otros platillos.  Mi madre, nuera de Frances, todavía hace los pays en la tradición de La abui; su madre, Adela y su abuela Minnie.

Gracias a mi sobrino, Andrés, que encontró el documento.


18
Nov 13

Más sobre la Guatemala de los 40

Chichicastanango y los alrededores del lago de Atitlán se aprecian en este vídeo que forma parte de una serie del Penn Museum.  Contiene imágenes hermosas y de muy alta calidad en las cuales puedes apreciar la Guatemala de 1947.

Elegí publicar este vídeo, de la serie,  porque en el minuto 13:15 hay imágenes del hotel Casa Contenta, que era propiedad de mi bisabuela, Adela S. de Morales.  Algo se aprecia la arquitectura propia y característica de sus bungallows encantadores y algo se aprecia de sus jardines exuberantes.

El video es muy rico en imágenes de personas y de actividades de la vida diaria. Mercados, ritos, vestimentas, chachales, la carnicería en la que se despacha carne envuelta en hojas, . ¡Me encantan las escenas de la barbería en Chichicastenango!

Gracias a mi sobrino, Andrés, por la pista.


07
May 13

El “quilt” de mi tatarabuela

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El domingo en la noche mi madre me obsequió este quilt hawaiiano que hizo mi tatarabuela, Minnie.  La abuela de mi abuela y bisabuela de mi padre murió en 1938 así que, como mínimo, el quilt tiene 75 años; pero mi abuela, Frances, lo recordaba de su niñez, y ella volvió de Hawaii ca. 1927, de modo que no sería raro que esta pieza tenga cerca de 86 años.  Se le notan, claro, pero igual lo usaré en ocasiones especiales.

Los quilts hawaiianos se distinguen por sus grandes diseños simétricos y por sus patrones aplicados radialmente.  Generalmente los motivos son diseños botánicos estilizados.  Las puntadas, parejas y firmes, siguen los contornos del diseño de las aplicaciones.  El arte hawiiano de hacer quilts se deriva de los kapa moe, que son textiles nativos para cubrir las camas, influidos estos por los misioneros y los materiales  que llegaron en el siglo XIX.

El diseño de un quilt es algo personal y las mujeres, con frecuencia, creaban ciertos diseños basados en algo que habían observado, o en un evento significativo.  Los sueños eran considerados como fuentes de inspiración.  Cada quilt recibía un nombre que reflejaba la inspiración de la cual había surgido.  Debido a esta tradición de diseños individuales, numerosos quilts hawaiianos únicos han sido hechos a lo largo de los años.

Afortunadamente este de mi tatarabuela sobrevivió y me pregunto si tendría un nombre y de dónde sacó ella el diseño.

Edwina Minnie  Nihoa Hart y su primer esposo Emil Schuman fueron padres de mi bisabuela, Adela.  Mi abuela, Frances, se crió con Minnie y vino a Guatemala cuando tenía 12 años.  Frances era mi abuela paterna y le obsequió a mi madre, Nora,  el quilt de su abuela.  Esta es una foto de Minnie:

Minnie Hart


23
Nov 11

“La nariz del Papa”

Ahora que estaba sobando el pavo para mañana, y preparando el relleno, me acordé de que a esta parte de la anatomía del ave, mi bisabuela -Adela- le decía La naríz del Papa.


07
Jun 11

Exotismos en el mercado de Samayac

Cuando voy a alguna población, una de las cosas que más disfruto es la visita al mercado local.  Por supuesto que eso hice en Samayac, que es tierra de brjujos, de jabón de coche y de cuero.

Encontramos jabón de coche que, aunque ya no se hace de grasa de cerdo, sino de res, todavía conserva sus color y olor desagradables.  Empero, la gente asegura que conserva sus propiedades benéficas para la piel y para el cabello.  En casa de mi bisabuela, Mami, había jabón de coche; y estoy seguro de que -más de una vez- me lavaron la cabeza con una de esas bolas en aquel baño que tenía una tina enorme y que olía de forma tan particular.

Encontramos puros para Maximón y copal en bolitas negras que, según el vendedor, se usa en ritos satánicos.

También encontramos, frijoles-arveja que yo nunca había visto.  Compramos una libra para la casa y anoche los cocinamos. Ya les contaré cuando me los desayune.


13
Abr 11

Recuerdos del hipódromo

Alguna vez, seguramente a finales de los años 60, fui a ver carreras de caballos al hipódromo. Exactamente al Hipódromo del sur, en donde se hallaba la tribuna de la foto.

Fui con mis padres y estoy seguro de que en la visita estuvo involucrado mi tío abuelo, Jorge, que había sido jockey. Mi bisabuela, Adela, había criado caballos de carreras y el tío Jorge había sido uno de sus jockeys. El nombre de una de las yeguas más famosas de mi Mami era Lucky Lester, y todavía guardo una licorera que el presidente Jorge Ubico le dio a mi bisabuela, en esa tribuna, luego de una carrera.

La tribuna se halla abandonada ahora, y no creo que tenga uso práctico alguno ya que la nueva terminal del Aeropuerto La Aurora fue construida sobre la vieja pista.


16
Feb 11

Los templos de Minerva

Mi bisabuela, Adela, y su amiga Clara Schippers en la carroza. Haz clic en la foto para ver más fotos.

Los templos de Minerva eran el escenario principal para las Fiestas de Minerva o Minervalias, con las que el presidente Manuel Estrada Cabrera celebraba a la juventud estudiosa.   Desde su creación -en 1899- las fiestas de Minerva eran la máxima celebración de carácter nacional y había templos a la diosa romana de la sabiduría en muchos departamentos del país.  El de la ciudad de Guatemala era el más suntuoso y fue dinamitado durante la administración de Jacobo Arbenz, cuando el alcalde de la ciudad era Juan Luis Lizarralde.  Los de Quetzaltenango, la ciudad natal de Estrada Cabrera, y de Barberena están muy bien cuidados y los visité recientemente.

Se que quedan en pie los de Barberena, Chiquimula, Huehuetenango y Salamá, pero esos no los conozco (Ah, si, si he estado en el de Barberena); y también lo hubo en Totonicapán, La Antigua, y Cobán.

Las Minervalias incluían deportes, arte, ciencia y tecnología. Según reportes de la época, no parecían sólo fiestas de propaganda para exaltar la persona del señor presidente, sino que eran una expresión “culta y civilizada” del progreso y del régimen.

Para entender los alcances de aquella expresión, de verdad te recomiendo Minerva y el positivismo en Guatemala: una visión histórica reveladora.


14
Feb 11

Lo sublime de los tejidos indígenas

Haz clic en la foto para ver más fotos

Durante mi visita de la semana pasada a Xela, una de las mejores experiencias que viví fue la visita al Museo Vibo´z, de don Oscar Boj.  En ese lugar encantador, don Oscar mantiene viva la excelencia y la tradición de los mejores textiles indígenas.

Antiguamente, su padre, don Víctor Boj, tenía ahí un taller con entre 12 y 14 telares; pero ahora sólo hay dos que se mantienen ocupados todo el tiempo en la producción de textiles de altísima calidad.  Don Oscar está involucrado en esta actividad desde que tenía 10 años de edad y ayudaba en las tareas a su padre y al equipo que trabajaba en el taller.

Vibo´z es un museo interactivo en el que don Oscar, con pasión y con paciencia, le cuenta a uno los detalles más íntimos de la producción de cortes, huipiles, sobrehuipiles, servilletas, tzuts y otras piezas importantes del vestuario tradicional indígena.

En Vibo´z uno puede vivir la complejidad, la profundidad y la belleza de los equipos, los materiales y los diseños.  Y si uno ya sentía admiración por estos textiles antes de visitar este espacio, cuando uno sale de él esa admiración adquiere caracteres sublimes.

Los textiles indígenas me hay llamado la atención desde niño, en parte por haber pasado muchas de mis vacaciones en Panajachel; y en parte porque tanto mi bisabuela, Adela, como mi abuela, Frances, integraban piezas indígenas a sus vestidos occidentales.  Ayer mismo fui a visitar a mi tìaabuela, Adelita, y tenía puesto un bellísimo huipil en el que predominaba el color morado.   Nunca fui ajeno a los colores variados de sus diseños, ni a la rica  iconografìa que incluye quetzales, aves diversas, flores, cuerpos celestes y una extraordinaria abundancia de formas.

Mis amigos y yo pasamos un rato muy agradable aprendiendo acerca de los textiles y don Oscar nos permitió hacer uso de su equipo y tener la experiencia de producir canillas de hilo.

Vibo´z queda cerca del Puente de los Chocoyos, en Xela; y seguramente cualquiera del vecindario lo puede guiar a ese lugar hermoso, cuando usted ande por Quetzaltenango. A don Oscar también se lo puede encontrar en la Casa No´j, frente al Parque Centroamérica en aquella ciudad.