01
Abr 18

Murió Efraín Ríos Montt

A Efraín Ríos Montt -y a otros como él- los guatemaltecos le debemos el hecho de no haber crecido en un país y una sociedad aplastados y corrompidos por la dictadura del proletariado y por el totalitarismo colectivista que querían establecer los dirigentes de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca.  Gracias por eso.

Empero, nunca fui fan de aquel general.  Me alegré cuando fue sustituido por Oscar Mejía Víctores porque su gobierno, entre 1982 y 1983, estuvo fuertemente marcado por el conservadurismo y por el talante mesiánico de aquellos que creen que su dios les dio el poder para hacer su obra.  A pesar de ideas universalmente valiosas como su slogan de No robo, no miento, no abuso, y a pesar de su triunfo sobre la guerrilla (con lo bueno que eso significó para quienes eran el jamón del sandwich en el enfrentamiento armado interno) nunca logró ganarse la confianza de la gente.

Para mí, Efraín Ríos Montt fue el jefe del partido que organizó el Jueves Negro y llevó a Alfonso Portillo a la Presidencia de la República.

Efraín Rìos Montt murió el 1 de abril de 2018.

Mis primeras memorias de Ríos Montt son de cuando fue candidato presidencial en 1974 por la Democracia Cristiana, y la Presidencia le fue arrebatada -de forma fraudulenta-.  En aquel entonces se decía que no había querido defender su victoria electoral para no derramar sangre, o a cambio de dinero y un puesto diplomático en España, según quien contaba la historia

Cuando volvió a ser candidato presidencial, contra viento y marea en 2003 no obtuvo más de 19.3% de los votos.  Eso sí, muchos de ellos en los distritos indígenas donde aquellos habían sido librados del enfrentamiento armado ocasionado por la guerrilla.

En algún momento bastante antes de 2003, un cuate me invitó a su casa a escuchar al entonces aspirante a precandidato presidencial.  Esa vez, en la intimidad de la casa de aquel cuate y su esposa, decidí que yo no quería nada que ver con aquel personaje.

A Efraín Ríos Montt lo odiaban y lo odian la exguerrilla y los progres.  Unos porque fueron derrotados militarmente durante su gobierno, y porque puso en evidencia su irrelevancia más allá de su capacidad de infundir terror y cometer actos violentos y delincuenciales.  Otros, porque es un símbolo del conservadurismo religioso.

En el caso del supuesto genocidio (que no hay tales), Efraín Ríos Montt nunca tuvo un juicio justo; más bien un procedimiento vengativo, mediático y manipulado por una jueza activista.  Ríos Montt fue clave para impedir que mi generación -y la tuya- creciera en una Cuba, una Venezuela, o una Corea del Norte y eso se agradece; pero ya sabes lo que dejó dicho don Jorge Ubico: Cuídense de los comunistas, y de los cachurecos.

La foto 1 es de elPeriòdico; y la 2 la tomé de Facebook.


01
Abr 18

Fertilidad y fin de las noches largas

En el trópico no se nota mucho; pero en el hemisferio norte, ¿por qué no iban a ser grandes cosas la celebración del fin de las noches largas de invierno, la del retorno de la luz, y la de la fertilidad?  ¿Por qué no iban a ser objeto de fiesta desde que el mundo es mundo?

Los colores de esta fiesta antiquísima son los del amanecer y de la vida tibia, suave y agradable propia de la primavera, cuando hay luz y vida..  Mi abuela, Frances, solía estrenar ropa en esta fiesta y los colores que usaba eran los propios de la temporada.

Los colores  son importantes porque los de la pascua milenaria contrastan grandemente con los de la semana santa que son el negro y el morado.  El negro es el color de la muerte, de lo oscuro, del vacío, de la soledad, de la noche, del mal y la tristeza.  El morado (violeta, o púrpura) es el color del poder, y de la magia y de la fe (frente a la racionalidad); es el color del confesionario (de la culpa) y de algunos ritos funerarios.

Cuando yo era niño, el conejo (inequívocamente relacionado con la fertilidad) llegaba a la playa, a Panajachel, a la casa -o donde quiera que estuviéramos-  porque mis padres acarreaban huevos de chocolate, o de almendras.    Sin que los chicos nos diéramos cuenta, mis padres y tíos escondían los huevos en el jardín y en el momento oportuno nos decían que el conejo había pasado y que saliéramos a buscar los huevos. Cuando los mayores crecimos, se nos enviaba a alguna habitación lejos del jardín y -aunque ya sabíamos que eran mis padres y tíos los que escondían los huevos, y que no había tal conejo- igual disfrutábamos de salir a buscar y encontrar los dulces.

Aquella tradición es de origen germánico y precede al cristianismo; pero también las culturas mesoamericanas tienen conejos benefactores involucrados en sus leyendas.   En la luna llena, donde otras culturas ven la cara de un hombre (o la de Jakie Gleason), los pueblos de mesoamérica (como los chinos) ven un conejo. Sal hoy en la noche y ve el conejo en la Luna. ¿Y cómo fue a parar ese animalito allá?

Según un mito de Chiconamel, del norte de Veracruz, cierto dios ocasionó un diluvio universal; y un hombre y su familia se salvaron contra la voluntad divina porque se escondieron en un cajón, siguiendo el consejo que les dio un conejo.  El dios que había ocasionado el diluvio se enteró de los sobrevivientes cuando estos encendieron fuego para asar pescados; y entonces el conejo fue castigado y por salvar a los hombres fue condenado a alumbrarlos y fue transformado en la Luna.  Esto lo leí en Imágenes de la mitología maya, por Oswaldo Chincihlla.

Gozo mucho esta fiesta porque es alegre y colorida. Desde tiempos muy antiguos, el conejo era un símbolo de la fertilidad asociado con la diosa fenicia Astarté, a quien además estaba dedicado el mes de abril.  En recuerdo de aquella diosa, a la festividad de pascua se la denomina Easter, en algunos paísesEsto es porque también era la festividad de la primavera para honrar a la diosa teutónica de la luz, a quien se conocía en el mundo anglosajón como Easter.  Para el siglo VIII los anglosajones ya habían tomado dicho nombre para la fiesta que los cristianos celebran en la actualidad.

¿Quién tiene el monopolio de las tradiciones?

Por cierto, mi seguidor de Twitter, Manuel Girón, cree que yo debería referirme a la Semana Santa cuando comento sobre las tradiciones de esta temporada.  De igual opinión es mi seguidor de Facebook Carlos Llarena.

Sin embargo, aunque la Semana Santa tuvo un papel relevante en mi formación cultural, ya no la tiene qua festividad religiosa. Eso sí, como miembro de mi familia y como guatemalteco, no soy ajeno a sus riquísimas expresiones tradicionales y culturales -sobre todo las gastronómicas, que son mi área de mayor interés-.

No veo razón alguna por la cual aquellos que no compartimos el contenido cristiano de estas fiestas, no podamos disfrutar de sus contenidos mucho más antiguos y universales.  Y creo que es importante que aquellas personas que no comparten el contenido cristiano de estas fiestas, encuentren referentes para celebrar y disfrutar de las fiestas en paz, sin ser señalados, o corregidos como si hubiera algo así como un monopolio de las fiestas, o de los valores, o de las virtudes.

¿Cómo fue que dijo Benito Juárez? Ah, entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz. Que unos celebren la Semana Santa, mientras otros celebramos el equinoccio de primavera, para mí no hay tos.  Que quienes celebran la primera publiquen y difundan sus referentes, en paz; y que nosotros podamos publicar y difundir los nuestros, en paz.  ¿Por qué no?

Gracias por seguirme, Manuel y Carlos, yo no me incomodo porque celebren la Semana Santa; y, por favor, no se incomoden porque yo celebre el equinoccio de primavera, o el solsticio de invierno, o lo que sea. Lehaim!


31
Mar 18

La alegría del bacalao

¡Con qué alegría me gozo el bacalao!  La tradición chapina es almorzar bacalao a la vizcaína durante estas fiestas; y es una de mis comidas anuales más esperadas.  Junto con el fiambre  en el día de los muertos y los by products del pavo en el fin de año.

Del bacalao no sólo me gusta su sabor, sino esa textura tan especial que ofrece resistencia al mordizco.  Por eso es que ese pescado tiene que ser de las aguas más frías posibles, para que su carne sea firme y se resista apropiadamente.

Mi abuela Frances y mi tía Baby (su hermana) tenían una disputa acerca de si la receta de mi bisabuela, Adela, era con tomates cocidos, o asados.  Frances decía que cocidos y la Baby decía que asados.  A mi me gusta usar tomates asados, debido a ese carácter amaderado que da el asado.  También me gusta añadirle chile guaque, ingrediente que no llevaba la receta de mi bisabuela.  Igual me gusta usar pimientos morrones, o chiles del piquillo, uso los que primeros vea en la góndola del supermercado.  Por supuesto que la receta lleva ajo, cebolla y aceitunas.  Y hay que usar del mejor aceite de oliva posible, en cantidades generosas.

La receta de mi abuelita Juanita, que hacen en casa de mi tío Rony, es ligeramente diferente.  Pero ella le añadía alcaparras y en vez de cebollas rodajadas usaba cebollitas de cóctel.  Nunca he hecho esa receta y me gustaría hacerla un día de estos.

Este año, en casa, hicimos el tradicional encurtido que también es propio de esta temporada, y con él acompañamos nuestro bacalao.  Con encurtido, arroz, tamalitos de viaje (preparados con mantequilla y requesón) y con buen pan francés.  Este año tenía antojo de tomarme una Hoegaarden con el almuerzo.

A mí me ha gustado mucho el bacalao desde niño.  Recuerdo que me advertían mucho contra las espinas; pero eso ya no es problema porque desde hace décadas el que compramos viene casi sin espinas y estas las remuevo todas antes de desalar el pescado. Es muy importante desalar el bacalao porque sin no lo haces, saldrá espantoso.

El bacalao a la vizcaína, me gusta igual frío, al tiempo y caliente.  Me gusta sobre arroz y me encanta remojar en su salsa -fría- bocados de buen pan francés, sobre todo en las noches calientes de esta temporada, mientras bebo cerveza, o whisky.  No se por qué me gusta tanto con whisky.

En casa nos gusta que el de hoy sea un almuerzo ceremonioso, que subraye el carácter festivo de la  ocasión en la que se comparten los alimentos, las risas y los buenos recuerdos; y como dijeron Les Luthiers: Alabado sea el lenguado, y el bacalao alabao.


30
Mar 18

Tradiciones del equinoccio

En casa de mis abuelas, en la de mis padres y en la mía –desde que tengo memoria– la tradición para hoy ha sido la de almorzar bacalao a la vizcaína. Y yo espero ese plato durante todo el año con mucha alegría y expectación.

La clave de un buen bacalao es que venga de las aguas más frías posibles, que antes de cocerlo le sea eliminada toda la sal, que se use el mejor aceite de oliva y en cantidades generosas y que se sirva sobre arroz blanco y suelto.

Para mí, una de las gracias de las vacaciones del equinoccio de primavera es la riqueza culinaria de las tradiciones chapinas.

Esta es temporada de dulce de garbanzos. En casa de mis abuelas y en la de mis padres, se preparaban los garbanzos con miel de azúcar, sazonada con canela. En mi casa preparamos esa receta y la miel de garbanzos de la costa sur –que lleva panela– y frutas como mango, papaya, plátano y otras, así como canela. Una vez se la di a probar a unos visitantes peruanos que vinieron a casa y una de ellas exclamó: ¡Esto es la vida!

En casa acompañamos la miel de garbanzos con pan de la costa sur. Pan elaborado con queso, leche y huevos caseros, horneado en horno de leña, amasado con energía y con cariño. Pan enraizado en la costumbre de compartir y en los tiempos de Naná Camota.

De esta temporada también son las empanadas de leche, las de salmón (que ahora son de atún) y las de hierbas que no consigo desde hace años, pero que todavía están en mis recuerdos. Esta temporada no sería lo mismo sin dulce de mangos y sin molletes. Molletes con lascas de almendras y miel aderezada con un toque de ron. No sería lo mismo sin encurtido y sin pescado seco envuelto en huevo y con verduras.

En esta temporada tenemos una costumbre diferente en casa. En el primer día del asueto descongelamos fiambre que ha quedado del primero de noviembre, en recuerdo de esa costumbre de mis padres. Mi madre hacia eso para no cocinar en el primer día en que llegábamos al mar, y a los niños nos gustaba mucho aquel almuerzo frío y fuera de temporada.

¿Cuál es tu comida favorita durante estos días?

La foto es de salporitas, hechas en casa de mi tío Rony.

Esta columna fue publicada en elPeriòdico.


30
Mar 18

Miel de garbanzos con pan

La costumbre, en la costa sur, es remojar el pan en la miel de garbanzos y disfrutar ambas delicias; yo remojo el pan, cierro los ojos, y me entrego a la felicidad.

La miel de garbanzos, al estilo de la costa sur, se prepara con panela (y en casa usan una mezcla de panela canche y panela oscura para darle el toque perfecto).  En casa le añaden frutas, como en la costa; los mangos, la papaya y los plátanos se cortan cuidadosamente en cubos para que se mezclen armoniosamente -en términos de tamaño, cantidad, colores, sabores y texturas- con los garbanzos.  Finalmente hierve a fuego lento, muy lento hasta que todo cale y alcancen la textura de enmielado.

La miel de garbanzos es distinta al dulce de garbanzos y ambos platillos requieren que los garbanzos no tengan piel.  La miel de garbanzos es más exuberante, como es exuberante la vida en la costa.

Este es otro de los platos tradicionales de esta temporada.


29
Mar 18

¡Garbanzos en dulce!…esta vez me costaron

Esta vez me costó hacer los garbanzos en dulce.

El primer error fue sacarlos muy pronto de la olla de cocimiento lento; me traicionó mi tradicional impaciencia.  El segundo error fue hacer la miel muy espesa; me distraje y puse una taza de azúcar de más.  ¿Resultado? Sesenta por ciento de los garbanzos no calaron y quedaron duros.  Eso sí, hicimos un segundo intento y el dulce de garbanzos salió hermoso y delicioso.

El dulce de garbanzos es mi favorito de la temporada.  La tradición empezó con mi tía abuela, La mamita y siguió con mi tío Rony.  MI madre y yo tomamos seguimos la costumbre y ahora los hacemos en casa.  En casa hacemos dos versiones: la de La mamita y la de la Costa sur, de la cual haré un relato luego.

El sabor de los garbanzos se combina deliciosa y delicadamente con la miel y la canela; y me transporta a mi niñez.  Me encantan su sabor y su aroma, su color y su textura.  Me divierte verles sus caritas de pollito a los garbanzos; y por eso es que se llaman chickpeas en inglés.  Pienso en Cicerón porque cicer significa garbanzo.

Parece increíble que en la antiguedad estas delicias fueran asociadas con la frugalidad e incluso con la rudeza.  Los griegos comían garbanzos en los banquete fúnebres, y me pregunto si es por eso que este dulce es tradicional de esta temporada chapina tan asociada con la muerte; o si bien, el hecho de que la receta de la Costa incluya frutas alegres se relacione con el aspecto más hermoso de la temporada que es el principio de la primavera y el retorno de los día soleados (frente al largo invierno del hemisferio norte).

En la ciudad de Guatemala, los garbanzos en dulce se preparan en una miel de agua, azúcar y canela. La noche anterior se dejan en agua, con un toque de bicarbonato y en la mañana se pelan laboriosamente, muy laboriosamente. Luego se cuecen y cuando están cocidos se cuelan y se apagan inmediatamente en la miel para que calen bien.

La parte dura de hacer los garbanzos es pelarlos de uno en uno y siempre le huyo a esa tarea ingrata…y anoche nos dormimos a las dos de la mañana a causa de los errores que comenté al principio de esta entrada y a causa de que hicimos un segundo batch para reponer el que se había estropeado.  Por dicha el resultado fue magnífico ya que los garbanzos salieron hermosos y deliciosos…y, rescaté 30 por ciento del primer intento.

Y estoy feliz, como una perdiz.


27
Mar 18

Dólar política y artificialmente caro

Para mantener el dólar política y artificialmente caro, las autoridades del Banco de Guatemala ¡han comprado US$ 282 millones en casi tres meses!

Así, quienes dirigen la política cambiaria han mantenido el precio de la divisa estadounidense, en términos de quetzales, US$1 por Q7.40.

Con esa política, por supuesto que benefician directamente a los exportadores, en perjuicio de quienes usan combustibles como gasolinas y diesel; de quienes importan maquinaria para producir; de quienes compran medicinas y equipo médico en el exterior; de quienes necesitan vehículos para transportar personas, o mercaderías; de quienes amortizan sus viviendas en dólares, y de cualquiera que tenga que comprar aquellas divisas para cumplir obligaciones.

Los partidarios del quetzal débil frente al dólar fuerte, dirán que aquellas intervenciones son normales porque ocurren dentro de las bandas de blá, blá, blá…pero lo cierto es que es -por donde se la mire- una intervención política y artificiosa que impide que el dólar tenga un precio real; y por lo tanto, una política que altera la economía en beneficio de unos, y en perjuicio de otros, al margen del mercado.


26
Mar 18

¿Fiambre en Marzo?

En casa comemos fiambre durante las festividades del equinoccio de primavera, ¿Por qué no?

En casa de mis padres era tradición que el primer día que almorzábamos en la playa, ese almuerzo era de fiambre. La idea era comer algo frío y que no hubiera que cocinar en ese momento.  Para que eso fuera posible, mi madre congelaba el fiambre de noviembre y eso es lo que hacemos en mi casa.

Mi amiga, Carmen, cuenta que en Taiwán el día de los muertos se celebra en la primavera; y que allá es costumbre llevar platos fríos a los cementerios.  Es lo que se hace aquí en Guatemala, sólo que durante el otoño, también para el día de los muertos.  El nombre de esa festividad es engañoso, porque en realidad es una celebración de la vida.

La vida se celebra con los frutos de la cosecha, con la abundancia, en compañía de las personas que uno ama y respeta, en el recuerdo de los que ya no están, y en la fertilidad.


24
Mar 18

¡El pan ya vino!

Ahora mismo, la sala de mi casa huele a pan y a horneado, huele a fiesta y a historias.

Es que ya vino el pan de la costa sur, que encargamos para estas fiestas del equinoccio de primavera.  Es ese pan hecho en horno de leña, con leche y huevos de vacas y gallinas conocidas. Ese pan que sabe a queso y mantequilla.  El que hace Shalvy y nos alegra mucho la temporada.

Es que este pan no es cualquiera cosa.

El pan de esta temporada, el que hacen en la costa sur, esponde a la tradición de prepararlo en casa y compartirlo. Dicha tradición no sólo tiene que ver con el hecho de que hasta pasadita la mitad del siglo XX todavía ocurría que las panaderías comerciales cerraban con ocasión de la temporada; sino con la costumbre humana y hermosa de compartir cuando hay abundancia.

Shalvy hace el pan que nos envía con huevos y leche caseras y lo hornea en tahona de leña casi exactamente como lo hacía la abuelita de su abuelita, que es de donde viene su receta.

Este pan tiene el sabor, el aroma, la textura y el color de siglos y siglos de civilización y de costumbres. A mí me gusta comerlo remojado en leche, o remojado en chocolate. Pero antes de llevármelo a la boca le dedico unos segundos a apreciar su color y su textura, y otros a apreciar su aroma que es el aroma de lo que es fiel a sí mismo.

El pan que comemos durante la celebración del equinoccio de primavera, durante la fiesta de la fertilidad, nos conecta con quién sabe cuántos siglos de tradiciones…y este año, como el año pasado, me hizo recordar estos versos de Omar Khayaám:

Here with a Loaf of Bread beneath the Bough,
A Flask of Wine, a Book of Verse – and Thou
Beside me singing in the Wilderness –
And Wilderness is Paradise enow.


23
Mar 18

¿Más impuestos? En mala hora

Con un desparpajo difícil de creer, la jefa de la Misión del FMI para Guatemala, Esther Pérez vino y dijo que Guatemala necesita subir las bases y tasas tributarias; frase que, bien traducida, significa que los habitantes de Guatemala, y sus familias, deben destinar más porcentajes de sus sueldos e ingresos para el mantenimiento de políticos y burócratas.  Significa que, en su opinión y en la del FMI –al que representa–, tú y tu familia deben disponer de menos recursos para sus necesidades, y destinar más de sus sueldos e ingresos a prioridades ajenas y a los intereses de aquellos que tienen el poder y la influencia suficientes para tomar su dinero por la fuerza.

¡Te engañan si te dicen otra cosa!  ¿Y sabes qué no te cuentan? No te cuentan que mientras más de tu dinero va a parar a las oficinas que dirigen aquellos políticos y burócratas, más de tu dinero pueden robar.  ¡Así ha sido con las carreteras, con las que se han robado los impuestos que pagas por combustibles; y así ha sido en el IGSS donde se han robado los impuestos que pagas con tus cuotas!  Así es en las municipalidades, y en los tres organismos del estado, así como en donde quiera que escarbes a lo largo y lo ancho del sector público (que, para más señas, es el sector coercitivo de la economía).

Ninguna lucha contra la corrupción va a tener éxito si los promotores del estatismo y de la expoliación legal siguen contando con la sanción de sus víctimas. Mientras que el tributario promedio siga creyendo que debe entregarle una buena porción de su sueldo y de sus ingresos a los mismos políticos y burócratas que sabe que son venales e ineptos, estos van a seguir multiplicando las posibilidades de enriquecerse a costa de los que trabajan para pagar impuestos.

Y esto es muy peligroso, no sólo porque es una forma de legitimar el robo; sino porque los guatemaltecos estamos atravesando una crisis profunda de falta de confianza e improductividad cuyos efectos a duras penas estamos empezando a ver.

Señora Pérez, ¡vayan –usted y el FMI– a freír niguas en sartén de palo!

Columna publicada en elPeriódico.