09
Feb 10

Comentarios sobre ley de cine

Tres lectores comentaron mis entradas sobre la Ley de la Industria Cinematográfica y Audiovisual que, según yo, es un caso ejemplar que ilustra por qué es que Federico Bastiat dijo que El estado es la gran ficción por medio de la cual todo el mundo trata de vivir a expensas de todo el mundo.

Las entradas son:

1. Los gorrones tendrán que doblar la cerviz; y

2. Más gorrones al ataque.

El destacado Giacomo Buonafina, cuyo trabajo en teatro y cine respeto, dice que en ningún momento se piensa utlilizar “su” dinero para hacer cine, de hecho el arte en Guatemala se ha hecho en los últimos 20 años de iniciativa privada, de la iniciativa de los artistas y productores guatemaltecos por hacer arte y no esperar que nadie nos regale ni un solo centavo… Creo que antes de hacer semejantes comentarios que solo demuestran ignorancia y falta de interés por comprender la verdadera situación, solo levantan la mano para criticar sin saber de que están hablando.

Cuando Buonafina dice su dinero, creo que se refiere a mi dinero -y por extensión al de los tributarios- porque en la entrada que origina su respuesta lo que argumento es que los promotores de la ley y sus beneficiarios lo que quieren es que se destine dinero de los impuestos para pagar su afición al cine. Buonafina dice que soy ignorante y que ellos no piden que se les regale nada; pero lo cierto es que la ley en cuestión, en su artículo 16, dice que el Instituto Nacional del Audiovisual y la Cinematografía tendrá una asignación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado. Y usted ya sabe, ¡por supuesto!, que esa plata sale del bolsillo de los tributarios.

Usted sabe que el estado tomaría su dinero y mi dinero, y lo redistribuiría políticamente para que los cineastas tengan un Instituto que se ocupe, entre otras cosas, de incentivar y promover la producción, distribución, exhibición, preservación, y difusión de las obras de quienes resulten privilegiados con el patrocinio del Instituto, y con el dinero de los tributarios destinado al Instituto. El Instituto también promovería el desarrollo de infraestructura para que los cineastas puedan hacer cine; y estimularía la calidad y la diversidad del cine que hagan los cineastas. Vea el artículo 5 de la ley en cuestión y verá todo lo que el Instituto haría por los cineastas. Vea el artículo 20 y verá que el Fondo del Audiovisual y de la Cinematografía contaría con 0.025% del Presupuesto del Estado (¿Millones de Q?) para contribuir con la producción, difusión, distribución y comercialización del cine que hagan los cineastas.

Lo haría con dinero de los tributarios; y ese dinero no se usará para centros de salud, ni para escuelas, ni para policías, ni para tribunales. Se usaría para que los cineastas puedan hacer cine. No me crea a mí, ni le crea a Buonafina, por favor lea el proyecto de ley. Buonafina dice que el dinero de los tributarios no sería usado para hacer cine; pero la ley dice otra cosa. Buonafina dice que no piden que les regalen dinero; pero la ley facultaría al estado para que tome el dinero de los contribuyentes y para que luego se lo redistribuya a los cineastas.

Buonafina dice que lo que queremos más bien es llegar a un acuerdo donde todas las partes involucradas estén contentas y que podamos proteger y regular una industria que genera muchos empleos ya en estos momentos y que cada día son más. ¿Se dará cuenta de que no hay acuerdo posible; porque una vez sea apoyada la ley, los tributarios serán expoliados sin más? ¿Se dará cuenta de que con esa ley, a los tributarios no les quedará más opción que pagar la afición de los cineastas? ¿Se dará cuenta de que proteger una industria en particular es crear un privilegio? ¿De veras cree que el estado debería proteger industrias? ¿Qué piensan los cineastas acerca de la protección de industrias, que es lo mismo que proteger los intereses de los industriales y propietarios de esas industrias’

Buonafina dice más y sale con lo de los empleos, pero ese es el mismo argumento que usan otros industriales protegidos, y ya nadie se traga ese cuento. Al final, la protección a la industria del cine, es el aseguramiento de las ganancias para los industriales del cine, sin riesgo, sin mayor esfuerzo y a costa de los tributarios.

El lector, Alberto Jiménez, también comentó una de las entradas sobre la Ley de la Industria Cinematográfica y Audiovisual. Jiménez asegura que no se trata de una ley de producción sino de fomento de la industria cinematográfica; pero eso no es cierto. Si Jimenez lee la ley va a darse cuenta de que con claridad dice que el Idecine se ocupará de incentivar y promover la producción, distribución, exhibición, preservación, y difusión del cine que hagan los beneficiados por la ley. Y a ver, ¿qué parte de incentivar, promover y producir, no se lee claro? La ley dice que el Facine servirá para otorgar contribuciones para la producción de obras audiovisuales y cinematográficas guatemaltecas. ¿A quién quiere engañar Jiménez? Y por último, ¿qué sentido tendría fomentar el cine chapín si no se produce cine chapín?

Jiménez se queja de que me opongo a que los tributarios (que él llama contribuyentes) aporten para que los cineastas chapines puedan dedicarse a lo que les gusta. Y yo reitero que sí. Yo no me opondría si eso que el llama aportaciones fueran pacíficas y voluntarias; pero lo que sí me molesta es que sean forzadas. Me molesta que los cineastas usen a sus agentes y a la fuerza que les da la ley, para extraer aportaciones de parte de los tributarios.

Jiménez asegura que descalifico el trabajo de los profesionales; pero busco y busco en mis textos originales y no encuentro nada como descalificaciones contra el trabajo de los cineastas chapines. Lo que sí digo es que los promotores de esta ley son gorrones porque, como dice el amansaburros, gorrones son los que comen, viven o se divierten a costa ajena. Cuando yo estaba en secundaria, por ejemplo, había compañeros que fumaban Alas y Delta (dos marcas populares de cigarrillos, en aquella época); y el humor chapín interpretaba que fumaban Alas costillas de otros; o Delta-baco de otros. Es evidente que eran gorrones.

Y no sigo con Jiménez porque sus argumentos son muy superficiales y falaces.

Finalmente alguien que firma como Teatristas chapines dice que nuestra industria cinematográfica se ha hecho sin recursos; y aquí hay dos falacias muy evidentes.

Primera: no hay tal cosa como nuestra industria cinematográfica, así como no hay nada como nuestra industria azucarera. La industria azucarera es de los dueños de los ingenios y yo nunca, nunca, nunca, he recibido dividendos de ingenio alguno. Si yo fuera accionista de algún ingenio podría decir nuestro ingenio y nuestra industria; pero no hay tales. Yo nunca, nunca, nunca he recibido dinero alguno por película alguna, ni premio alguno por película alguna. Si yo tuviera acciones de alguna productora de cine podría decir, con propiedad, que tengo parte en nuestra industria del cine; pero no hay tales. La industria cinematográfica, pues, es de los que hacen cine; y es un argumento falaz suponer que porque los cineastas chapines son guatemaltecos, lo que hacen es nuestro. No ganamos, ni perdemos un partido de fútbol; quienes lo ganan, o lo pierden -propiamente- son los de la selección.

Aunque estas formas colectivistas de expresarse están justificadas en el discurso metafórico y como instrumentos para ahorrar palabras, hay que tener precaución de no utilizarlas cuando se tenga la intención de explicar algo que sucede en el mundo.

Segunda: el cine chapín si se ha hecho con recursos; porque si no, no se haría. Lo que pasa es que, en muchos casos, esos recursos han sido privados, voluntarios, obtenidos de forma pacífica y, seguramente, con dificultad. Sospecho que esta última parte es la que ha movido a los cineastas a buscar opciones, y que la más fácil ha sido la de acudir a la falacia de que la industria es nuestra y a la falacia de que se hace por los empleos que genera; y que con eso se han fabricado una moral blindspot que les permite recibir dinero ajeno, tomado por la fuerza, y usarlo para objetivos que algunos de los legítimos dueños de aquellos recursos no elegirían si tuvieran la libertad de elegir.

Lo siento, muchachos, pero esta ley no está bien. Es perversa y debe ser rechazada por los tributarios y por todos los que se opongan a la multiplicación de privilegios.


08
Feb 10

La verdadera naturaleza del contrabando

Eso que engañosamente se llama contrabando, no es más que el comercio voluntario y pacífico…luego de que el estado le impone aranceles con dos propósitos inmorales: el proteccionismo, y la redistribución política de la riqueza. Por eso es muy desatinado buscar la salud de las finanzas públicas por medio de un endurecimiento de las leyes y de la aplicación de estas para perseguir eso que llaman contrabando.

El comercio internacional no es más que el comercio entre personas (individuales, o jurídicas), y no no hay diferencia alguna entre dos personas comerciando entre la zona 1 y la zona 2 de la ciudad de Guatemala, o entre el municipio de Guatemala y el de Amatitlán, o entre el departamento de Escuintla y el de Santa Rosa. Tampoco la hay entre dos personas comerciando entre Guatemala y México, o Guatemala y cualquier país del mundo.

La diferencia -aparente- es artificial porque se basa en las fronteras, que son demarcaciones políticas. El comercio entre personas de Guatemala y México está regulado, controlado, prohibido, permitido y gravado, como no lo está el intercambio entre personas de San Marcos y de Petén, porque hay políticos que así lo disponen. Nada más. Si no fuera porque los políticos establecen regulaciones y gravámenes sobre el comercio entre personas de diferentes localizaciones políticas, el llamado contrabando no sería nada más, ni nada menos, que comercio o intercambio voluntario y pacífico. Como el que hay entre las personas de El Progreso y Quiché.

El contrabando, pues, no es un delito intrínsecamente inmoral o delicta mala in se, como se dice en la doctrina del Derecho. Es un delito sólo porque está prohibido por la ley positiva o delicta mala quia prohibita. El asesinato y el robo son delitos intrínsecamente inmorales porque violan derechos ajenos como el derecho a la vida y el derecho de propiedad; pero eso no ocurre con el contrabando qua intercambio.

El delito de contrabando existe, de forma artificial porque los políticos han dispuesto que las personas no pueden intercambiar bienes, a través de las fronteras, sin entregarle una porción de sus expectativas de ganancias a aquellos que controlan las fronteras. De hecho, el delito de contrabando tiene su origen en el despojo y en la expoliación que los que controlan las fronteras ejercen contra la propiedad de quienes intercambian pacífica y voluntariamente a través de ellas. Y encima los políticos disponen que, si las víctimas de la expoliación tratan de evitar ser despojados, incurren en delito.

Este es un caso típico en el que la legislación, en vez de proteger la vida, la propiedad y la libertad de las personas sirve para violar aquellos derechos y para convertir a los ciudadanos en súbditos. Por eso es que los aranceles son inmorales; y por eso es que es desatinado buscar la salud fiscal por medio de leyes más duras contra el intercambio voluntario y pacífico a través de las fronteras.


07
Feb 10

El Cacif y la importancia de los principios

La desventaja con la que actúa la cúpula empresarial -organizada en el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras- es que no defiende principios, sino posiciones.

Cuando le entra al salario mínimo, no se opone a él porque perjudica a los desempleados y porque daña a los subempleados, ni porque afecta a los menos capacitados. De lo único que se ocupa es de hacer el procedimiento más técnico y menos engorroso. Claro que quizás es a los sindicatos a los que les correspondería hacer aquella defensa; pero, por otro lado, lo correcto es lo correcto y no debería ser patrimonio de facciones.
Cuando se ocupa de los impuestos, no se opone al impuesto sobre los rendimientos del capital o impuesto sobre la renta, porque es una forma de expoliación, ni porque castiga al ahorro e impide la formación de capital y por consiguiente obstaculiza la creación de más y mejores oportunidades de empleo, así como más y mejores bienes y servicios para todos. De lo único que se ocupa es de que las tasas no sean muy altas y de que haya la mayor cantidad posible de exenciones. Y ve pues, aquí también deberían de tener un papel protagónico los dirigentes sindicales; pero no se les ve por ningún lado.
He notado que hay Cámaras que sí entienden la importancia de los principios; pero a la hora de buscar consenso prevalece el criterio negociador de posiciones y el Comité generalmente llega a la mesa dando el piojo. La desventaja que debilita al Cacif es que no defiende principios.
¿Es posible que aquello esté cambiando? He leído que el Comité está cerrando filas y ojalá que sea alrededor de principios.

01
Feb 10

Para evitar populismo, corrupción y desperdicio

Muy atinada ha sido la actitud de las dirigencias en la Cámara del Agro y la Cámara de Industria, en el marco del pretendido paquetazo fiscal de Los Colom. ¡Antes de atreverse a pedir más dinero, los funcionarios de esta administración deben demostrar que son dignos de confianza! Los tributarios tenemos derecho a ver que la corrupción está siendo controlada; y tenemos derecho a ver que se ha acabado el uso político de los impuestos que pagamos. Tenemos derecho a ver que el desperdicio y la mala administración están bajo control, antes de siquiera discutir si es cierto, o no, que la administración necesita más dinero.


La dirigencia de la Cámara del Agro ya dijo que rechaza cualquier incremento a los impuestos. Carlos Zúñiga, presidente de esa cámara, afirmó que jamás apoyarían un incremento a los impuestos directos o indirectos. Ese punto no es negociable, dijo. La dirigencia del agro demandó reordenar el gasto público, reducir los ministerios y secretarías, privilegiar la inversión social en educación, salud y seguridad.

Por su parte, La Cámara de Industria de Guatemala le solicitó a la administración que retire su paquetazo fiscal, para generar confianza en las mesas de diálogo que impulsa. Javier Zepeda, director ejecutivo de la CIG, dijo que para dar confiabilidad al diálogo que sostienen empresarios con el Gobierno, se deberían dejar de lado las pretensiones de reforma tributaria. El Gobierno prometió la mesa limpia, pero se tiene la reforma fiscal en el Congreso. Lo que menos queremos es perder la confianza. La propuesta tributaria debe estar totalmente fuera de la discusión y del Legislativo, comentó Zepeda.

¿Qué posición tienen las cámaras de Comercio, Finanzas, Turismo, y Construcción? ¿Qué opinan los tributarios que son miembros de estas cámaras? ¿Cuál es la posición del CACIF?

25
Ene 10

El CACIF tiene oportunidad de oro

El presidente Alvaro San Nicolás Colom le pidió a la dirigencia del sector empresarial que formule una opción para el paquetazo tributario que quiere su administración. Esta solicitud le da al Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras una oportunidad de esas que pintan calvas.
Esta es la oportunidad para que, de una vez por todas, sean eliminados del presupuesto de egresos todos los privilegios, prebendas y canonjías. Todo gasto que sirva para atender las demandas de algún grupo en particular. Todo desperdicio, y toda fuente de arbitrariedad. Toda partida que no sea de verdad necesaria para el bien común, que es el bien de todos, y no sólo de la mayoría, y menos el de la minoría.
Con respecto al presupuesto de ingresos, y específicamente en cuanto al sistema impositivo, la primera pregunta que debe responderse el CACIF al hacer la propuesta es: ¿Qué queremos con estos impuestos?
Si la respuesta es obtener los recursos necesarios para enfrentar el costo de tener gobierno, lo que cabe meditar aquí es que esos recursos impositivos sólo pueden ser conseguidos si se obliga a los tributarios a renunciar a bienes y servicios que desean o necesitan, para destinar ese dinero a las exigencias del presupuesto del estado. Por eso es que los impuestos son una carga para los tributarios y por eso es que el costo de tener gobierno pesa sobre ellos.
El sistema impositivo, pues, no debe ser muy cargante para los tributarios; debe ser eficiente para cubrir el costo de tener gobierno; y debe ser sostenible. Para ello es útil tener en cuenta cuatro principios en cuanto a las características del sistema.
1. La neutralidad es uno de esos principios y se refiere a que los impuestos no deben crear ventajas, ni desventajas para actividad económica alguna de modo que los impuestos deben pesar sobre todas las actividades y todos los actores por igual, sin distinción alguna. Si va a haber impuestos, todos y todo debe pagarlos. Esto es para no afectar la manera en la que las personas valoran las cosas y evitar la asignación antieconómica de los recursos.
2. La simpleza es otro de los principios. La gente debe poder entender qué es un impuesto, por qué es que lo está pagando, cómo lo debe calcular y cómo lo debe pagar. Esto facilita la recaudación y la fiscalización y reduce la rentabilidad de la evasión.
3. La eficiencia en el largo plazo es el tercer principio y tiene que ver con la sostenibilidad. Si el sistema grava la formación de capital, obstaculiza las oportunidades de progreso y debilita la economía. Como sin inversión no hay más y mejores bienes y servicios, y tampoco hay más y mejores empleos, se dispara en el pié quien promueve un sistema impositivo que corroa la formación de capital.
4. Finalmente, el cuarto principio es que los impuestos sean limitados. Si los impuestos son demasiado elevados, no sólo frenan el crecimiento y resultan en una recaudación menor; sino que puede que los tributarios encuentren que es más rentable evadirlos. Lo cual, claro, resulta en una recaudación menor. Más, muchas veces es menos. Para el fisco es más rentable una base impositiva grande y creciente que con tasas bajas produzca suficiente para cubrir el costo de tener gobierno; que tener una base pequeña y estancada que con tasas altas sea costosa de administrar, induzca a los tributarios a evadir y encima no produzca lo necesario ni siquiera para seguridad y justicia.
Mi fuente principal y favorita para estas meditaciones es Fritz Thomas. IVA, Impuesto sobre el valor agregado y otras consideraciones a los impuestos. CIEN, Guatemala, 1983. Este es un librito altamente recomendable para comprender la naturaleza de los impuestos y sus efectos.

19
Ene 10

Sindicatos, indígenas y campesinos anti privilegios

El Movimiento Sindical, Indígena y Campesino Guatemalteco anda con la idea de mejorar la recaudación de impuestos; y para ello propuso, muy atinadamente que sean eliminadas todas las exenciones, exoneraciones, incentivos fiscales y privilegios de que gozan determinados sectores. ¡Ojalá y el movimiento sostuviera esta propuesta genial! ¡Ni un solo privilegio fiscal, para ninguno! ¡Nadie debería poder vivir a costillas de otros por medio del prespuesto del estado, ni por medio del uso de la fuerza para tomar recursos ajenos!


Sería fabuloso que el Movimiento apoyara una norma que, por ejemplo, dijera que en ningún caso el Legislativo emitirá Ley o decretos arbitrarios o discriminatorios, en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo.


El Movimiento, sin embargo, tiene otra propuesta menos afortunada; porque según su dirigencia, al elevarles los impuestos a las bebidas alcoholicas se inrementaría la recaudación y se desalentaría el exceso en el consumo de alcohol.

Lo que sucederá, sin embargo, es que si se le alzan los impuestos al guaro legal, el contrabando del mismo será más rentable, y la recaudación bajará. Eso ya lo sabía Pepe Batres y lo expresa muy bien en su célebre poema Las falsas apariencias.

Hubo simpre y habrá contrabandistas
que al gobierno defrauden sus caudales,
a pesar de los guardas, de los vistas,
los administradores, los fiscales;
inútilmente los economistas
con su ciencia y sus fórmulas legales
el medio de evitarlo van buscando:
¡Mientras más leyes hay, más contrabando!
Y yo de sopetón, sin que se entienda
que en materias que ignoro me entrometo,
a la dificultad hallo la enmienda;
y la quiero callar con el objeto
de colocarme al frente de la hacienda:
cuando la obtenga se sabrá el secreto,
que, en reserva, sin tropas y sin balas
consiste en suprimir las alcabalas.

Sucederá, también, que los trabajadores, los indígenas y los campesinos más pobres -que no pueda pagar los altos precios del guaro encarecido por los impuestos- comprará licor de menor calidad. Y seguramente habrá gente que ponga en riesgo su salud, ya de por sí precaria, al ingerir alcoholes de dudosa procedencia. El costo de esa farsa que se conoce como salud pública crecerá, y el valor de la recaudación disminuirá más en vez de crecer.


18
Ene 10

Arbitrariedad en los fondos de pensiones y el ISR

Se me había olvidado comentar esta canallada y arbitrariedad: A partir del período fiscal del 2010 la Superintendencia de Administración Tributaria no aceptará los fondos de pensiones que ofrecen las entidades financieras del país como deducibles del Impuesto a los Rendimientos del Capital o Impuesto Sobre la Renta.


Los fondos de pensiones se forman con los ahorros que la gente reponsable hace en prevención de eventualidades que les impidan ser productivos y contar con respaldo económico. Sirven para tener con qué vivir dignamente en casos de vejez, invalidez, pérdida del empleo, viudez, y circunstancias parecidas. Sirven para no tener que vivir a costillas de otros cuando se esté en penas.

Para acumular estos ahorros, la gente responsable toma en cuenta su costo de oportunidad y elige entre gastar en el corto plazo, y guardar para el largo plazo; elige entre la satisfacción inmediata y la previsión; elige entre lujos y placeres inmediatos, y necesidades, o emergencias en el futuro.

Es filosóficamente curioso, pues, que la administración tributaria de Los Colom disponga castigar con aquella disposición a la gente responsable. Demuestra ciertos principios -algo nefastos- el hecho de que la administración castigue el ahorro, la previsión y la responsabilidad.


Básicamente, el ISR toma por la fuerza los rendimientos del capital y los reasigna políticamente, muchas veces a intereses y negocios en los que los legítimos dueños de esos recursos no se los darían voluntaria y pacíficamente. Dicho esto, el ISR es un crimen. Empero, si tanta es la necedad de que ese crimen sea sancionado por el estado, al menos debería ser exactamente igual para todos (no arbitrario), y así pretender algún grado mínimo de justificación; o bien…no debería de existir del todo, para todos por igual. Lo más tonto de todo es que este castigo ocurre en un país que puntea bajo en prosperidad y en el cual la economía es débil porque el capital no fluye en él.

Hay una opción colectivista y estatista para los fondos de pensiones, pero esa es una canasta en la que como todo es de todos, nada es de nadie, y por ejemplo, tiene una cartera de Q199.5 millones en cuentas irrecuperables producto de desvíos, inversiones mal administradas y descontrol. Esa canasta de podredumbre se llama Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.

09
Ene 10

Lo "kitsch" y lo ridículo, ¿esto es competencia?

Alvaro San Nicolás Colom y Sandra Evita Torres se lucieron para la Navidad: se gastaron Q1 millon del dinero de los tributarios en 112, 500 magdalenas. El asunto sólo sería uno más de esos abusos presupuestarios que caracterizan a la administración de Los Colom; pero lo que hace de este asunto algo kitsch y particularmente rídiculo es que los citados pasteles iban en cajas ornadas con una foto de la pareja presidencial dándose un ósculo fraternal.
¿Es esto parte de una competencia que se tienen los más altos funcionarios de esta administración? En diciembre pasado, Rafael Espadita Espada, el vicepresidente, dispuso mandar a regalar pisapapeles con el escudo nacional y su nombre. Objeto y acto pretenciosos que movieron mucho a la risa.
San Nicolás y Evita hicieron lo propio y yo hubiera querido ver la cara de la gente cuando recibía su magdalena con la cara de aquellos dos personajes en la caja. También quisera saber, ¿dónde consigue la administración a la gente que tiene este tipo de ideas?
La foto es por Walter Peña, de El Periódico.

07
Ene 10

El extorsionista y la sanción de la víctima

Si no me das Q450, tomaré tu casa y tu carro, mataré a tu perro y quién sabe si hasta disponga privarte de tu libertad; así le dijo el extorsionista a la víctima que, aterrorizada fue a conseguir la plata. Cuando llegó con los Q450, el extorsionista le dijo: pensándolo bien, los conseguiste muy rápido y seguramente tienes más. Dejémoslo en Q900 y te vas tranquilo. La víctima dobló la cerviz y corrió a traer más plata.

Esta es la historia de la extorsión a la que, la administración de Los Colom, somete a las empresas telefónicas: Primero era que si no le daban Q450 millones en bonos de solidaridad; los iban a clavar con impuestos; pero ahora, al ver que las víctimas colaboran, la exigencia de bonos ha subido a cerca de Q900 millones.
…y cuando a usted le toque ser extorsionado así, ¿cómo va a reaccionar?

26
Dic 09

Engaños de fin de año

Los engaños de fin de año no son diferentes a los engaños de todos los días; pero aún así, mucha gente sigue cayendo en ellos. Veamos tres:

1. La administración no tiene dinero y por eso hay que subir impuestos: ¡Falso!, la administración aparentemente no tiene fondos para seguridad, para justicia, para educación, ni para salud; pero los burócratas y políticos si tienen presupuestos para fiestas y regalos. El engaño está en que dinero sí hay, lo que pasa es que lo malgastan y los desperdician en frivolidades.
2. Alvaro San Nicolás Colom elevará el salario mínimo: ¡Falso!, lo que hará el presidente es elevar el salario nominal que reciben aquellos que puedan conservar sus empleos; pero lo reducirá a cero para aquellos que los pierdan. Elevará el salario nominal, o sea la cifra que reciben los que tengan sueldo; pero su salario real -o sea, el poder adquisitivo de aquella cifra- no se verá incrementado. Esta engañifa es particularmente cruel y cínica.
3. La proliferación de armas incrementa los homicidios: ¡Falso! Las armas no matan a nadie, quienes matan son las personas que las usan. El incremento de homicidios se debe a que está clarísimo que no hay seguridad para las víctimas potenciales, que no hay justicia para las víctimas y que no hay consecuencias penales para los victimarios. Está clarísimo que el crimen paga. Y la abundancia de armas es una consecuencia de la demanda de las mismas. Hay muchas armas porque los homicidas las necesitan para hacer lo suyo; y hay muchas armas porque las víctimas potenciales necesitan protegerse. Si no se distingue la causa del efecto, este engaño sólo distrae de lo que es importante.