Mientras que el Comité Técnico del Banco de Guatemala analiza “los mecanismos para detener el alza inflacionaria”, los banqueros se oponen a un alza en las tasas de interés; y la Junta Monetaria espera las recomendaciones del banco central para modificar la tasa líder.
En el fondo, lo que ocurre es que los técnicos (con ayuda de los medios de comunicación, o al revés) confunden las causas con los efectos cuando tratan el tema de la inflación y el del encarecimiento del costo de vida. Usted, sin embargo, ya sabe que el alza generalizada en el nivel de precios no es lo mismo que la inflación. Sabe que la inflación es una de las causas principales del encarecimeinto de la vida; pero sabe que no son lo mismo.
Usted sabe que el elevado precio internacional de los combustibles es una causa del alza generalizada en el nivel de precios; sabe que el subsidio cambiario para los exportadores, que mantiene caro el dólar, también contribuye a que los combustibles sean costosos; sabe que los impuestos a los combustibles tambien encarecen la gasolina y el diesel, y que todo ello hace que el transporte y los bienes y servicios sean innecesariamente más caros.
Como usted conoce las causas, también sabe cuáles son los remedios: la eliminación de aquel subsidio y la eliminación de aquél impuesto.
Usted sabe que la inflación, propiamente dicha, es causada por el aumento de la cantidad de dinero en el mercado, por encima de la demanda. Sabe que la única entidad que “mete” dinero en el mercado es el banco central. Usted conoce las causas y también sabe cuál es el remedio: que el Banco de Guatemala deje de meter dinero (o sea, que deje de inflar).
Usted sabe, por supuesto, que reparar una política monetaria irresponsable, mediante una política monetaria sana, requiere de tiempo; y sabe que para que no salga más caro el caldo que la gallina, antes que meterse a manipular las tasas de interés, lo que las autoridades monetarias deben hacer es explicarle a la gente que ya han detenido “la maquinita” y que ya han dejado de robarle poder adquisitivo a los quetzales.
Es mejor informar a las personas acerca de la verdad; que engañarla con políticas cortoplacistas y perjudiciales.

