05
Abr 24

¿Quién controla tu cuerpo?

 

La maquinaria estatista se salió con la suya y el Congreso de la República aprobó el Decreto 5-2024, que contiene la legislación para la disposición y trasplante de órganos, tejidos y células humanas.  

Al anunciar esta nueva regulación el sitio de noticias del Congreso indicó que Los legisladores conmovidos por el contenido humanitario de la ley, aprovecharon para contar sus experiencias personales. ¿Cómo iba a ser de otra forma, si el tema es de un contenido emocional elevado? Y esa característica siempre ha hecho muy difícil la conversación objetiva sobre el asunto.

Para estar claros, el trasplante es la implantación de un órgano (o tejido) que funciona bien en un organismo que tiene deficiencia en ese mismo órgano (o tejido). 

La foto la tomé de https://bit.ly/3vFa4aE.

Al explorar el contenido de la nueva normativa llama la atención que, se descarta definitivamente la posibilidad de recibir gratificación, remuneración, o pago alguno para la donación de órganos, tejidos, o células.  Con esa medida no sólo se viola el concepto de “la propiedad de uno mismo”, sino que se perpetúa al cuello de botella que hay en la disponibilidad de órganos para quienes los necesitan desesperadamente para salvar sus vidas, o por lo menos para mejorar su calidad de vida.

Llama la atención el tema de la confidencialidad absoluta impuesta por la legislación ya que…te cuento: el hermano de un amigo donó semen en su juventud.  Hizo un análisis de su saliva para explorar su genealogía y descubrió que tiene un hijo (¡Sorpresa!) Y ahora padre e hijo se llevan muy bien (Por suerte). Mi punto es, ¿qué confidencialidad puede haber cuando las herramientas de la modernidad escapan al alcance efectivo de la normativa? ¿Puede, esa regulación, evitar que uno descubra familiares desconocidos?

El ente rector de la legislación, el encargado de que se cumplan las normas de incondicionalidad, legalidad, seguridad, confidencialidad e igualdad, va a ser el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.  El mismo ministerio que tiene el Cementerio General de la ciudad de Guatemala hecho un asco y el mismo ministerio que ha permitido el saqueo de aquel camposanto.  La misma cartera que tiene en el abandono los hospitales y el mismo que quién sabe qué “chinche” hizo con el negocio de las vacunas durante los encierros del 2020. El mismo ministerio que a veces no tiene ni antiácidos para los tributarios que los necesitan.

Adivinas si para estas alturas de la lectura estás pensando que la nueva legislación va a ser otra sangría para los tributarios y va a ser un nacedero de burocracia.  Va a haber un Consejo Nacional de Trasplantes, un Registro Nacional de Trasplantes, un Consejo Técnico Consultivo y todo eso (incluidas la corrupción y la mala administración) no lo van a pagar los interesados, sino que lo van a pagar hasta los tributarios más pobres. La nueva legislación empodera caciques de los trasplantes. ¿Por qué es que estos consejos y registro van a ser moralmente diferentes al resto de la administración pública que se gasta 40% del presupuesto del estado en corrupción?

Se pueden importar órganos, tejidos y células del extranjero (y vaya uno a saber si hubo pago, o no); pero no se pueden exportar órganos, tejidos y células chapinas hacia otros países con fines de lucro. 

Es razonable, eso sí, que no se permita la donación de personas incapaces, o inconscientes; que las de presos sólo sean posibles en circunstancias específicas y que las de menores de edad en vida. Estos tres grupos son muy vulnerables.  Es razonable, también, que la legislación chapina no haya ido a los extremos de convertir a todos los ciudadanos del país en “donantes” de órganos en forma tácita, salvo que -expresamente y en vida- hubieran manifestado por escrito su oposición. Si la “donación” es así de forzada, ya no sería donación.

Detalles más, detalles menos, lo que me interesa en estas meditaciones es la propiedad de uno mismo.

Una de las teorías más aceptadas acerca del orígen de los derechos individuales es la de que eres dueño de tu propia vida (y de tu propio cuerpo, y de tu propia mente); y negar ese principio implica que otro, u otros tienen tienen más derechos sobre tu vida (o tu propio cuerpo, o tu mente), que tu mismo.  ¡Pero ninguna otra persona, o grupo de personas debe ser  dueña de tu vida; ni tu eres dueño de las vidas de otras personas!

Es muy convieniente, para cualquier ideología colectivista acabar con la idea de que las personas son dueñas de sus cuerpos y de sus vidas.  Al fin y al cabo, ¿qué es el colectivismo sino la ideología según la cual,  las personas no tienen derechos; ya que su cuerpo, su personalidad y su trabajo le pertenecen al grupo, comunidad, colectivo, o sociedad?  Dejas de ser el propietario de tus riñones, tu corazón, tu hígado, tus córneas y demás, porque los políticos estatistas y colectivistas (y sus clientelas y patrocinadores) ya dispusieron que en qué condiciones puedes donarlos.

Como están las cosas y hecho a un lado el contenido emocional de esta legislación, la nueva normativa consolida la estatización del cuerpo humano, les carga a los tributarios costos que no les deberían corresponder, fomenta el cuello de botella para aliviar a los que necesitan órganos, politiza las donaciones y trasplantes, y expone el tema a la corrupción propia de la administración política.

Columna publicada en República.


02
Abr 24

Excursión a El Soch, segundo día

 

¡Amanecimos en El Soch!…y amanecer allá es un deleite por sí mismo. Luego de una noche reparadora emergimos pasadas las 8:00 a. m. que es tardísimo para la vida de campo; pero muy bueno para tres viajeros aventureros.

Vista de el basamento principal frente al rancho de don Julio y doña Nohemí, en El Soch.

Dimos un paseo por las inmediaciones de la catarata, nos habituamos a los sonidos de las caídas de agua y de la selva y Raúl recogió frambuesas que creían a la vera del camino.  

1. Tierra de arroyos y cascadas. 2. Tierra de florifundias. 3. Raúl cosechó frambuesas. 4. Tierra de pacayas. 5. Tierra de macadamias. 6. Tierra de flora exuberante.

Por supuesto que despertamos con hambre y con ganas de visitar el sitio arqueológico, y adentrarnos en la selva.  Luego de disfrutar un desayuno de doña Mimí y luego de la larga sobremesa, nos bañamos Lissa, Raúl y yo a guacalazos con agua entibiada gracias al fuego del poyo.

Luego, don Julio -con toda la paciencia del mundo- nos condujo a los basamentos y al campo de juego de pelota que está a un paso de perico, frente a su rancho. El sitio arqueológico es lo que nos había llevado a aquellas tierras misteriosas y encantadoras y ¡al fin estábamos ahí!

Vista de las estructuras que están a inmediaciones del rancho de don Julio y doña Nohemí.

Gracias a que don Julio y doña Mimí han protegido ese asentamiento maya, al aproximarse a las estructuras uno siente como si fuera un explorador del siglo XIX que descubre una ciudad antigua en la jungla vírgen.  Las piedras silenciosas contrastan con la algarabía de la selva.  La humedad y el frescor envuelven el ambiente. Lissa, Raúl y yo tuvimos la certeza de estar en un lugar especial, no solo por la parte de su historia que se remonta al período clásico temprano, sino por su historia reciente que invita a meditar sobre el valor del patrimonio histórico, el valor de la naturaleza y el valor de la familia en un contexto de guerra como la que vivió Guatemala en los años 80.

La historia de El Soch, pues, está íntimamente ligada a la de Guatemala y junto a las plataformas del complejo escuchamos ias historias fascinantes y conmovedoras que nos compartió don Julio y que son materia para otra entrada en Carpe Diem, un día de estos. En cuanto a la historia prehispánica del sitio, Melvin Guzmán, de la Universidad del Valle de Guatemala escribió la tesis titulada Sitio arqueológico El Soch, El Quiché, Guatemala: análisis del posicionamiento estratégico del sitio para el control de un área geográfica.

Vista lateral del basamento principal en El Soch.

Nuestro segundo día en El Soch incluyó no sólo un paseo por las estructuras cercanas al rancho de don Julio y doña Nohemí, sino que nos adentramos en la selva entre la vegetación propia del lugar y las pacayas que son uno de los productos que se cultivan en la finca.  Allá también hay macadamias, cardamomo y caña.  En la finca corren arroyos y hay nacimientos de agua encantadores. ¿Sabes? Como esos que se ven en las películas y son descritos en la poesía. El rumor del agua, el canto de las aves y el paso del viento hacen de esas caminatas experiencias para todos los sentidos. 

Tengo un gusto particular por las macadamias porque cuando mis hermanos y yo éramos niños, mi papá nos encargaba que organizáramos la celebración del aniversario de bodas de él y mi madre.  El nos dejaba cava y algunos tentempiés y, cuando él y mi madre volvían (de quién sabe dónde) ¡Sorpresa! los niños habíamos puesto la mesa y los esperábamos para celebrar.  Cada año, las veces que hicimos esa fiesta, había macadamias incluidas y en aquel tiempo, en los años 70 sólo las había importadas de Hawaii y a nosotros nos parecían unas de las cosas más deliciosas que comíamos.

El segundo día en El Soch tuvo la particularidad de que cayó neblina y fue fresco y húmedo en contraste con el día anterior en la carretera y cuando nos aproximamos a Chicamán.

El sábado fue un dia de niebla y llovizna suave, que invitaron a bajar revoluciones.

Fue chistoso que al hacer inventario de mi ropa para el viaje me di cuenta de que me faltaría una camisa, así que ese sábado aproveché para lavar la camisa del día anterior.  

El efecto florifundia hizo de las suyas y dormimos en la tarde para despertar sólo a tiempo para hacer un debriefing en el porche de la cabaña; y para caminar en la tranquilidad de la tarde/noche y luego dirigirnos al rancho para conversar y cenar. ¿Qué hubo de cena? Lasaña de carne y berenjenas que llevó Lissa y estuvo deliciosa. ¿Y de postre? Moyetes de Tres Genaraciones.

@luisficarpediem

Arroyos y cascadas en El Soch #elsoch #chicaman #arroyos #cataratas #quiché #roadtrip #turismo #selva #luisfi61 #sitioarqueologicoelsoch

♬ sonido original – Canciones con letra bonita✨

¿Sobra decir que volvimos a dormir como tiernos?


02
Abr 24

Crispación en redes sociales

Como hay gente para todo luego de que en TikTok escribí que las palomas son las ratas del aire, un anónimo me escribió para amenazarme con que ya valí

Se los comparto porque ¿ya notaron que no sólo en redes sociales virtuales, sino en todo el ambiente hay mucha crispación? Mi hipótesis, sin ningún fundamento científico, es que, después de los encierros, la incertidumbre y el miedo de 2020 mucha gente elevo como cuatro rayitas sus niveles de intolerancia y propensión a la violencia.

Lo cierto es que estudios han informado de mayores niveles de angustia psicológica y síntomas de depresión y ansiedad en comparación con los niveles de antes del 2020. Las restricciones de aquel año también han afectado la conexión social, con informes de mayor aislamiento social y soledad asociados con una mayor angustia psicológica.

En fin, si valgo ya saben por dónde empezar a buscar.


01
Abr 24

Excursión a El Soch, primer día

¿Cuál era nuestro destino? El Soch, un sitio arqueológico localizado en una finca privada El Recuerdo, en el municipio de Chicamán, Quiché.  ¿Por qué? Porque nos encantan los sitios arqueológicos y porque nos encanta la selva.  Lo que no sabíamos es que este viaje iba a ser diez veces maravilloso no sólo por el sitio y porque se halla en la frontera con la legendaria Zona Reyna, sino que lo iba a ser en el plano humano.  

Cataratas frente a nuestra cabaña en El Soch.

El viernes 22 de marzo a las 5:30, Raúl y yo pasamos a por nuestra amiga, Lissa en cuya casa terminamos de cargar el carro.  A las 6:00 íbamos con rumbo a Pachalum, Quiché porque, de acuerdo con Via Michelin hay una ruta entre esa población y Chicamán pasando por Cubulco.  Lo cual era muy conveniente porque nos ahorraba bastante tiempo y kilómetros y porque no conocíamos Cubulco.

1. El carro cargado. 2. El camino a Pachalum es tierra de palos de pito. 3. David, de la panadería Mireya nos muestra el pan antes de ser horneado. 4. Panela en Pachalum. 5. Uno podría hacer fotos y fotos de la arquitectura vernácula de remesas. 6. La naturaleza en la carretera.

 

Todo bien…llegamos a Pachalum donde un policía municipal de tránsito nos facilitó muchísimo estacionarnos y desayunar.  Comimos en la Panadería Mireya, donde David, el panadero nos mostró cómo hacen el pan y nos trató de conseguir información sobre Cubulco.  Lo único que yo sabía es que es es tierra de zompopos de mayo y de palo volador.  Lo primero lo se por mi cuata, Dulce y lo segundo porque cuando en 2019 viajamos a Joyabaj, en la moreria de doña Mercedes Melecio conocimos a unos caballeros de Cubulco que iban a devolver trajes que habían rentado para su festividad patronal.

Luego de visitar el mercado de Pachalum, donde compramos frijoles blancos y delicioso pinol para preparar pollo, en casa, nos despedimos de esa población y agarramos camino a Cubulco.

Esa población está en la sierra de Chuacús, en Alta Verapaz, y allá hace mucho calor.  Visitamos la iglesia que tiene mucho encanto y donde fuimos recibidos muy bien por los trabajadores que la están restaurando.  Paseamos por lo que fuera el convento y comimos alguito en el parque de la población.  Y nos dispusimos a preguntar que por dónde se va a Chicamán.

…y ahí se complicó la cosa.

Un vecino cubulense nos dio la mala noticia.  Resulta que el puente que cruza el río Negro, entre Cubulco y Chicamán está destruido y no hay paso.  Resulta que tendríamos que volver a Pachalum y agarrar rumbo a Santa Cruz del Quiché vía Joyabaj. Eso no sólo significaba desandar el camino, sino que seguramente no llegaríamos a Chicamán ese viernes.  

A esas alturas pensé que es una tradición de nuestras excursiones perdernos, o agarrar por caminos difíciles.

En fin, el buen vecino y su esposa exploraron Google Maps en su teléfono y nos encontraron otra ruta: De Cubulco a Uspantán pasando por Yerbabuena y Canillá y eso era buena noticia.  La mala noticia es que es por caminos de terracería.  Con los sentidos de aventura y del humor que nos acompañan en nuestros viajes nos dispusimos a continuar.

Entre polvareda y polvareda subimos y bajamos cumbres, pasamos por parajes preciosos, algunas veces con árboles frondosos y otras veces como desiertos llenos de cactus enormes como saguaros.  En tramos largos no se veían casas, ni un alma.  Algunas veces nos topábamos con semovientes.  Pasamos por Chinillá y Xepatzac (de lo cual nos enteramos por anuncios que prohiben la caza); y pasamos por la aldea Ojo de Agua. Vimos una siembra de pitayas y nos dispusimos a bajar rumbo al puente que -en esta locación- nos permitiría cruzar el río Negro, rumbo a Uspantán.

¡Y llegamos a río! Pero…es un puente que está medio despedazado.  Le faltan sus bordes protectores y le faltan pedazos. Se ve que el río no ha sido gentil con él. Pero vemos, desde arriba, que pasan autos por él.  Decidimos que hay que pasarlo, sí, o sí porque la opción sería regresar.  Como a mi me gustan este tipo de retos le pedí el timón a Raúl, puse el auto en posición frente al puente, les dije a Lissa y a Raúl ¡Agárrense! y nos dejamos ir.  Lissa dijo: ¡No parés!…y cruzamos el puente. Buen adrenalinazo luego del sopor que traíamos al bajar de la cumbre por caminos casi desiertos. Continué al volante porque Raúl había conducido diez horas, porque ya eran las 16:00.  

1. La naturaleza en la carretera. 2. Nomenclaturas entre las ventas. 3. ¡Cuidado con las reses! 4. Hubo que hacer una pit stop. 5. Tierra de saguaros. 6. Kilometros y kilómetros de soledad, calor y polvo. 7 ¡Al fin signos de vida humana. 7. Llegamos al puente…pero estaba dañado…y lo pasamos. 9. Y seguimos por carreteras de terracería, sin ver autos, ni casas, ni gente.

 

A diez días de distancia, el desvío y el puente en cuestión ahora son anécdotas y aventuras que enriquecieron la excursión que, si no fuera por las conversaciones y la buena compañía, hubiera sido más que pesada y tensa.

Desde el río Negro comenzamos a subir rumbo a Uspantán a donde llegamos a las 17:26.  Esto es importante porque tenemos la regla de no conducir de noche así que tomamos la decisión ejecutiva de continuar hacia Chicamán y El Soch con la esperanza de llegar a las 18:00 justo al empezar a oscurecer. Y a la aldea El Soch llegamos a las 18:05. 

Ahí buscamos el camino para el sitio arqueológico a donde llegamos empolvados como shecas. Ahí dormiríamos en una cabaña que nos tenía preparada don Julio García; y cenaríamos con él y su esposa, doña Nohemí para empezar nuestra visita de cuatro días. ¿Te acuerdas que dije que esta excursión iba a ser diez veces maravillosa en el plano humano. Esto fue por don Julio y doña Mimí y su familia.

1. Una siembra de pitayas. 2. Ya vamos llegando. 3. ¡Al fin Uspantán! 4. Ya casi, ya llegamos a la aldea El Soch. 5. Don Julio nos esperaba en la cabaña. 6. Cenamos y conversamos tan rico. 7. De postre: la melcocha hecha por doña Mimí. 8. Vista desde nuestra cabaña. 9. Nuestra cabaña, de noche.

Don Julio -lo averiguaríamos luego durante las largas conversaciones que tuvimos durante cuatro días- es un héroe de la protección del patrimonio cultural, y del patrimonio natural.  Los héroes actúan para proteger la vida y lo hacen con gran habilidad. Los héroes son posibles; y porque hacen posible la vida humana, merecen ser protegidos.  Hace años, mi amigo Andrew Bernstein explicó que aunque los  héroes cometan errores y tengan flaquezas, y la cultura enferma en la que vivimos se enfoque en aquellas flaquezas y errores, las personas racionales debemos dimensionar esos errores y flaquezas y estilizar la grandeza en los héroes.  Andy. recordó que los artistas románticos siempre estilizan; y un héroe, explicó, es un individuo de elevada estatura moral y habilidades superiores que -de forma audaz- persigue valores en condiciones de dificultades extremas.  Don Juliio y doña Mimí, al proteger El Soch y sus alrededores, encajan en la descripción de Andy…con el añadido de que tienen corazonotes así de grandes.  Todo esto lo iríamos descubriendo durante el tiempo que nos permitieron compartir su mesa y gozar de su conversación y de conocer ese lugar encantador en el que nos encontramos.

Pues llegamos a la cabaña, don Julio nos ayudó a descargar y notamos que frente a la cabaña encantadoramente sencilla…sencilla, había cataratas que nos arrullarían cada noche.  A ello se le sumaban la selva, numerosos pacayales y…quién sabe cuántos arbustos de florifundias.  Blancas, rosadas y amarillas, esas flores son célebres por sus propiedades somníferas y recordé que mi madre contaba que, cuando era niña, mi tío Rony le había puesto unas bajo su almohada a modo de broma.  

Una vez acomodadas nuestras cosas en la cabaña -en la que no hay agua corriente, ni energía eléctrica, pero sí camas cómodas- fuimos a conocer a doña Mimí que, generosamente, nos preparó la cena.  Huevos, frijoles y plátanos…y queso preparado por sus cuñadas que viven en la finca vecina y a quienes tendríamos la dicha de conocer al día siguiente. ¿Y el postre? Melcocha preparada por doña Mimí con panela producida en el trapiche de la finca, con las cañas cultivadas ahí mismo.  Por cierto que mientras escribo estas líneas estoy chupando caña de El Soch.

Casi indescriptiblemente cansados caminamos a la cabaña, hicimos nuestras abluciones, nos dimos las buenas noches y experimentamos lo que dimos por llamar El efecto florifundia. Dormimos como tiernos y luego te cuento como fue nuestro primer día completo en aquel paraíso remoto, legendario y fascinante.


31
Mar 24

La fiesta de Easter fue diferente

 

¿Vas a creer? Hoy almorzamos fiambre. Tradicionalmente, en casa, almorzamos fiambre el sábado de Dolores (¿O es sábado de Ramos?). Esto es porque en casa de mis padres era costumbre almorzar aquel platillo el día en que llegábamos al mar para pasar allá la temporada de estas festividades (¿O son conmemoraciones?).

Este año, como nos fuimos de aventura a el sitio arqueológico de El Soch, Chicamán, en Quiché, diferimos el almuerzo tradicional para hoy que se celebra la fiesta de Easter, combinada con el equinoccio de primavera.  El fiambre lo compartimos, Raúl y yo con mi madre y mi hermana, así que estuvo festivo.

¡Fiambre!…ese fue el almuerzo de hoy.

De la aventura en El Soch te voy a contar luego.

Para la temporada tuvimos pan de Santa Cruz del Quiché, que trajimos de la maravillosa panadería Zuly en aquella ciudad.  Si algún día andas por allá te recomiendo la cazueleja y el bizcocho, panes que descubrimos gracias al consejo de la familia García Urizar, en El Soch. También gozamos tortas de pan de yemas, de El panadero de La Vienesa, originario de Totonicapán y que puedes conseguir en los bajos del Edificio el Centro en la zona 1 de la ciudad de Guatemala.

Pan de la Panadería Zuly y de El panadero de La Vienesa.

El rey de la fiesta, por supuesto, es el bacalao a la vizcaína que preparamos de acuerdo con nuestra interpretación de la receta de mi abuela, Frances.  Este año, el viernes lo compartimos con nuestros amigos, Sergio y William que nos ofrecieron no sólo su compañía genial,y su anfitrionía impecable sino su bacalao delicioso, precedido por una caponata con pasas que estuvo riquísima, y un gazpacho de remolachas que merecía ovación de pie.  El sábado tuvimos la dicha de almorzar donde don Roberto y Miti, acompañados por buenos recuerdos, amigos queridos y las celebérrimas enchiladas de Miti. 

El bacalao es alabo y el lenguado es alabado. Les Luthiers.

Mies en place para el bacalao a la vizcaína.

Este año no hubo garbanzos en dulce porque se pasmaron.  Es la primera vez que se nos pasman y mi tía abuela, La Mamita, siempre nos advertía que eso podía ocurrir.  Yo lo atribuyo a que, como viajamos, no los pudimos pelar nosotros y fueron refrigerados, de modo que eso estropeó el proceso.  En fin…no nos quedamos con la gana porque Raúl había preparado un poquito hacía poco menos de un mes.

Los garbanzos se me pasmaron.

Hubo tortilla de flores de izote y refresco de jocotes marañones endulzado con miel de dulce de mangos.

Tortilla de flores de izote, bocatto di cardinale.

La fiesta de Easter

Debido a la excursión a El Soch se me olvidó comprar huevos de pascua y conejos; así que el postre para el fiambre de hoy fue la deliciosa, pero deliciosa panela elaborada por don Julio en aquel sitio arqueológico y el último pedacito de melcocha elaborada por doña Mimí, esposa de don Julio. 

Eso no impide que recordemos la importancia de esta fiesta:

La de Easter o Pascua es una fiesta de fertilidad, luz y vida; y en casa solemos celebrar esta fiesta antigua con chocolates, mazapanes y el emblemático conejo.

Desde la finca El recuerdo, en El Soch, la Luna nos mostró al conejo.

Desde hace milenios es motivo de fiesta el inicio de la temporada en la que las noches son más cortas, en la que hay más horas de luz y cuando la primavera devuelve la vida y la fertilidad, de ahí que la fiesta coincide con el equinoccio de primavera.

Los colores de esta fiesta antiquísima son los del amanecer y los de la vida suave, agradable y tibia propia de la primavera, cuando hay vida y hay luz.  Mi abuela, Frances, solía estrenar ropa en esta fiesta y los colores que usaba eran los propios de la celebración.  También solía preparar almuerzos muy ricos, que normalmente incluían algún pay. Hoy, nosotros, comimos fiambre.

El lenguaje de los colores  es importante porque los de Easter contrastan notablemente con los de la semana santa, que son el negro y el morado.  El negro es el color de la muerte, de lo oscuro, de la soledad, del vacío de la noche, de la tristeza y del mal; y el morado (violeta, o púrpura) es el color del poder, de la magia y de la fe (vis a vis la racionalidad); es el color del confesionario y por consiguiente de la culpa, en contraste con la responsabilidad y es el de algunos ritos funerarios.

Cuando yo era chico, el conejo (animal que es imposible no relacionar con la fertilidad) llegaba a la playa, a Panajachel, y a donde estuviéramos porque mis padres llevaban huevos de chocolate, o de almendras.  Sin que los niños nos diéramos cuenta, mis padres y tíos ocultaban los huevos en el jardín y en el momento oportuno nos decían que el conejo había llegado y que saliéramos a buscar los huevos. Cuando  crecimos, a los mayores se nos enviaba a alguna habitación lejos del jardín y -aunque ya sabíamos quienes escondían los huevos, y que no había tal conejo- igual gozábamos mucho al buscar y encontrar sus dulces y preciados obsequios.

Aquella tradición es de origen germánico y precede al cristianismo; pero también las culturas de Mesoamérica tienen conejos benefactores involucrados en sus leyendas.   En la Luna llena, donde en occidente vemos la cara de un hombre (o la de Jakie Gleason), los pueblos de Mesoamérica ven un conejo igual que los chinos. En la próxima Luna llena sal a ver a Selene y verás al conejo.

¿Y cómo fue a parar ese animalito allá?

Según una leyeda de Chiconamel, en Veracruz, México, un dios ocasionó un diluvio universal; y un hombre y su familia se salvaron de ahogarse porque se escondieron en un cajón, siguiendo el consejo que les dio un conejo.  El dios se enteró de los sobrevivientes cuando estos encendieron fuego para asar pescados; y entonces castigó al conejo que,  por haber salvado a los hombres, fue condenado a alumbrarlos y fue transformado en la Luna. Esto lo leí en Imágenes de la mitología maya, por Oswaldo Chincihlla.

Desde tiempos muy antiguos, el conejo era un símbolo de la fertilidad asociado con la diosa fenicia Astarté, a quien además estaba dedicado el mes de abril.  En recuerdo de aquella diosa, a la festividad de pascua se la denomina Easter, en algunos paísesEsto es porque también era la festividad de la primavera para honrar a la diosa teutónica de la luz, a quien se conocía en el mundo anglosajón como Easter.  Para el siglo VIII los anglosajones ya habían tomado dicho nombre para la fiesta que celebramos en este día.  Asarté es Ishtar y esta, en el cielo en esta temporada, es Venus el lucero brillante que ves al atardecer. No sorprende que Venus también fuera conocido como Lucifer, el traedor de luz, alegoría propia del inicio de la primavera.

…y como corresponde, en esta temporada nos disfrutamos mucho las tradiciones populares.

@luisficarpediem

No te olvides de que conmemoraciones y fiestas familiares nos las pueden quitar de un plumazo; con sólo asustarte un poco y con sólo amenazarnos con multas y cárcel #tradicion #familia #semanasanta #luisfi61 #libertad #conmemoracion #noolvides

♬ Mendelssohn-Overture to Fingals cave – 广州交响乐团

¡Por supuesto que no celebro dioses, ni diosas, pero sí los conceptos que representan aquellos mitos: la fertilidad, la vida, y la luz.

Actualización: Nuestro cuate Esdras nos alegró con morelianas de la panadería La Confianza, de Coatepeque y panes de Semana Santa, de su familia. Mi cuñado, Coki, nos deleitó con pan de queso.  Las Canillonas nos cosiguieron mangos variados.

Panes variados y mangos variados.

Hoy el almuerzo/cena fue bacalao que hicimos en casa y de postre caña de El Soch.

Bacalao a la vizcaína hecho en casa.

Caña de azúcar, de El Soch.

¿Asi, o más alegre?


22
Mar 24

¡A celebrar la vida y las tradiciones!

 

Los equinoccios son los momentos del año en los que el Sol está más cerca del ecuador.  Los rayos del Sol nos pegan más directo y de ahí el calor tan tropical que estamos viviendo.  Yo soy team frío; y el calor me fastidia; pero… ¿ya viste que ahora el Sol sale más temprano? En latitudes más al norte el hecho de que la luz vuelve, luego de las noches largas de invierno, es lo que ese celebra en estos días. Es el inicio de la primavera, que es tiempo de fecundidad y de vida.

¿Viste que ya están en flor las jacarandas, los matilisguates, los nazarenos y los paloblancos? Guatemala es una explosión de colores en esta temporada.  En la casa de mis padres, esos colores anunciaban que se acercaba el tiempo de ir a la playa; y para mí, en la adolescencia, era el tiempo de ir a Panajachel, gracias a la generosidad de mi tía Adelita.

Atardecer de marzo, con rayos crepusculares.

En mi casa, la temporada del equinoccio de primavera comienza con los aromas del corozo y de los jocotes marañones que me encantan en refresco. Sigue con los mangos en miel, que a en casa nos gusta preparar con canela, y toques gentiles de clavo de olor, pimienta gorda y pimienta negra.

Es el tiempo para preparar y comer dulce de garbanzos (como los preparaban mi tía abuela, La Mamita, y mi tío Rony); y es el tiempo de disfrutar de la miel de garbanzos (con frutas, o sin ellas) al estilo de la costa sur.

A medida en que avanzan las conmemoraciones propias de la temporada, la música y las tradiciones son explosiones de la riqueza cultural chapina.  Con rasgos en común, no es lo mismo pasar la semana entrante en la ciudad de Guatemala, que en el altiplano, en oriente, o en la costa. 

Una de mis tradiciones favoritas, que me era desconocida hasta hace poco más de 20 años era la de hacer pan en estos días.  En casa no lo hacemos, pero lo encargamos con mucho cuidado, sobre todo para comerlo con los garbanzos, o sólo para remojado en leche.

En estos días las mesas chapinas más tradicionales se engalanan con salporas, moyetes, torrejas, encurtido y empanadas. ¡Amo las empanadas! Ahora las más comunes son las de leche; pero de cuando yo era niño recuerdo muy bien las de hierbas y las de salmón que a hora no se encuentran.  En el mejor de los casos consigues de atún.

De hoy en ocho muchas familias almorzarán pescado seco envuelto en huevo con verduras, un plato que no siempre preparamos en casa; pero que nos gusta mucho.  El rey de los platos, sin embargo, es el bacalao a la vizcaína; y es mi costumbre compartir la receta que hacemos en casa, luego de contar dos que tres anécdotas familiares.

Mi abuela, Frances, y mi tía abuela, Janet solían discutir acerca de si la receta de su madre, mi bisabuela, llevaba los tomates asados, o no.  Mi abuela decía que sí, y La Baby, decía que no.  En casa los asamos.

En casa hacemos la receta de mi abuela, Frances, pero le añadimos un toque de chiles guaque y chiles pasa asados porque nos gusta mucho el toque que le dan a la salsa.  Cuando le dijimos a mi abuela que hacíamos eso, nos echó una mirada de desaprobación porque ella era muy puntillosa cuando se trataba de preparar las recetas familiares.

Mi abuelita Juanita hacía el bacalao con cebollitas de cóctel y aunque sale muy chulo y rico así, yo prefiero rodajar finamente las cebollas y me gusta usar cebollas moradas.

Dicho lo anterior aquí a la receta del bacalao, sin cantidades porque, en casa, siempre lo hacemos a ojo de buen cubero.

El día anterior a la preparación lavas bien el bacalao de la mejor calidad posible, lo cortas en cubos y los dejas remojando en agua.  A mí me gusta cambiarles el agua por lo menos cuatro veces a lo largo del día y dejarlos en la noche en agua fresca.  El objetivo es remover toda, toda la sal posible.  Un bacalao salado no es agradable y es un desastre.

Al día siguiente asamos los tomates, chiles guaque y pasa.  Licuamos esos ingredientes y ya tenemos la salsa.  En una olla freímos ligeramente los cubos de bacalao, removemos el agua excesiva, añadimos la cebolla rodajada y el ajo picado. Agregamos aceite de oliva de forma generosa y sumamos la salsa.  Este es el momento de añadir aceitunas rellenas de chiles pimientos, tiritas de chiles morrones, o del piquillo, y alcaparras (mejor si son de las pequeñas y bien lavadas para quitarles la sal) Dejamos hervir todo aquello, checamos la sazón (sal, pimienta y un toque de azúcar moreno) y añadimos más aceite de oliva.  Nos gusta la salsa ligeramente aceitosa para remojar el pan en ella. Y es importante que la salsa obtenga un color rojo profundo e intenso.  Que no se vea una salsa pálida*. 

El bacalao lo almorzamos de hoy en ocho, siempre en la mejor compañía de amigos y familia.  Antes lo disfrutaba con vino tinto, pero ahora me gusta con cerveza y siempre con el mejor pan posible.

¡Hoy empieza la temporada más chapina de todas! 

@luisficarpediem

Comidas y ventas callejeras tradicionales durante las procesiones de esta temporada en Guatemala #comidacallejera #tradiciones #procesiones #semanasanta #guatemala #semanasanta2024 #luisfi61

♬ Maricumbia – Cover – Banda del Maestro Luis Adolfo Pirir Ávila

En casa, por cierto, ayer celebramos el cumpleaños 84 de mi madre, Nora, a quien le deseo una vida feliz como se merece y le agradezco su amor, su apoyo, sus consejos y su paciencia.  Y el 1 de abril, mi padre cumpliría 83 años.  Siempre lo extrañamos y aunque celebramos su recuerdo, es una lástima que no podamos hacerlo en vivo. 

Deseo que disfrutes la temporada con las personas que valoras, deseo que tu y tus seres queridos vuelvan a casa, en abril, llenos de energía y de paz.  Deseo que disfrutes, como mejor te guste, toda la riqueza cultural que ofrece esta conmemoración.

Columna publicada en República.

*Actualización: Como se trata de intepretar las recetas y no de hacerlas literalmente; este año no le pusimos chiles guaque y pasa para volver a la receta original de mi abuela.  Para darle el toque ligeramente dulce que nos gusta usamos cebollas moradas y funcionó muy bien. Te cuento salió delicioso, como se esperaba. 


15
Mar 24

“Pi Day”: de nerdos y cocineros, una jornada para reflexionar

 

Ayer fue el Día de Pi y merece atención por dos motivos: primero, se cumplen cuatro años del inicio de los encierros forzados del 2020 en el contexto del covid; y segundo: en esta fecha se celebran el cumpleaños de Albert Einstein y la muerte de Karl Marx.

Es, pues, un día para celebrar la razón y la ciencia, para no olvidar la maldad del colectivismo y para recordar no sólo a los 100 millones de muertos que costó el marxismo; sino, también, a las víctimas del autoritarismo casi totalitario que vivimos entre 2020 y 2021.

Amy y Sheldon, de The Big Bang Theory en el Día de Pi. La foto la tomé de Facebook.

¿Por qué fue el Día de Pi?, porque ese número, Pi, es 3.14 y ayer fue el 14 del tercer mes. ¿Viste? Es cosa de nerdos, pero tiene mucha gracia porque la palabra Pi -en inglés- se pronuncia pay, de modo que el día también es de interés para los cocineros.  Suele celebrarse mediante la preparación de un pay, y en casa, cuando nos acordamos y tenemos tiempo, preparamos uno.

Hace cuatro años -en el Día de Pi- vimos hacerse realidad una advertencia de J. D. Tucille: Los políticos son seres humanos y están sujetos al temor, incluido el miedo a ser rechazados por electores afectados por el pánico y que buscan que los funcionarios `hagan algo´. Por lo tanto, su instinto de explotar una crisis complementa su inclinación a calmar a los temerosos haciendo esfuerzos, incluso contraproducentes, para asegurar al público que todo estará bien. Hay un dicho viejo y perverso en la política que dice: Nunca desperdicies una buena crisis.

En aquel contexto hubo quienes celebraron que gracias al coronavirus y a que se había reducido el número de traslados habían caído las emisiones de CO2 y había mejorado la calidad del aire.  Poco les faltó para especular, como observó un tuitero que sigo: ¡Imaginaos lo que podríamos conseguir resucitando la viruela o la peste bubónica!

El 2020 fue un año de maldad, irracionalidad y bobería.  ¿A qué ya habías olvidado que hubo quienes publicaron las listas de las personas que estaban aisladas -algunas con policías- a causa del virus chino? ¿Te imaginas la vulnerabilidad en la que fueron puestas aquellas personas?

@luisficarpediem

Ayer fue el Día de Pi y merece atención por dos motivos: primero, se cumplen cuatro años del inicio de los encierros forzados del 2020 en el contexto del covid; y segundo: en esta fecha se celebran el cumpleaños de Albert Einstein y la muerte de Karl Marx. Es, pues, un día para celebrar la razón y la ciencia, para no olvidar la maldad del colectivismo y para recordar no sólo a los 100 millones de muertos que costó el marxismo; sino, también, a las víctimas del autoritarismo casi totalitario que vivimos entre 2020 y 2021 #diadepi #piday #encierros #alberteinstein #karlmarx #pay #luisfi61 #autoritarismo #totalitarismo @República.

♬ Typing Keyboard – Annisa Dian Rachmadani

¿Te acuerdas de que la Administración estableció un monopolio para detectar el covid?, porque nada hace crecer tanto al gobierno como una crisis. Crecer no quiere decir sólo en tamaño, sino también en alcances y en poder.

En España, por ejemplo, el jefe de la Guardia Civil, dijo que ese cuerpo policial estaba trabajando en minimizar las críticas al gobierno.  En China, ¿cómo no?, el régimen de Pekín impuso restricciones sobre la publicación de investigaciones académicas sobre el origen del SARS-CoV-2.

El 2020 fue el año de locales comerciales vaciados y en alquiler.  Fue el año en el que muchísimos meseros, por mencionar un oficio, sólo uno, se quedaron sin trabajo y sin como llevar el pan a las mesas de sus familias. ¿Cómo sería en Guatemala?…pero en Argentina, ocho de cada 10 jóvenes desarrollaron síntomas de depresión en aquel año oscuro y seguro que después.

El del covid es un virus respiratorio, ¿te acuerdas de que a muchas personas no las dejaron acompañar el entierro de sus seres queridos, ni verlos? ¿Te acuerdas de que el virus respiratorio era combatido con pediluvios que se mantenían inmundos, cuando no estaban secos? Ah, ¿te acuerdas de los termómetros que nunca estaban calibrados y que señalaban que estabas más frío que un sapo? ¿Qué costo debe haber tenido a los pobres chatíos que tomaban temperaturas con termómetros inútiles? ¿Olvidaste a la gente que usaba la mascarilla…pero debajo de la nariz? ¿Y a los que le llevaban abierta de los lados?

En la oficina celebramos el Día de Pi con un pay de pollo.

Cualquiera de aquellas califica como bobería, pero; ¿cuál se lleva el premio de será la peor? ¿Te acuerdas de la chica que leía sola, en una banca y al aire libre? ¿Te acuerdas de cómo la bulearon los talibanes del encierro y de la tristeza? Los ayatolas del aislamiento le dijeron de todo, con maldad y con encono.

Las vacunas no fueron forzadas en Guatemala, pero casi, casi; y, por lo menos, había para escoger.  Los encierros tampoco fueron tan severos como en otros países donde hubo menos oposición racional a las imposiciones.

El 2020 y parte del 2021 fueron tiempos de grandielocuencia moral y de falsear la realidad para verse bien.  Fueron tiempos de crisis bien aprovechados por los pipoldermos para repartir dinero, generar inflación y testear su capacidad para asustar y para ampliar sus poderes coercitivos.

Hoy, al día siguiente del Día de Pi, es una ocasión propicia para no olvidar…y para reflexionar.

Columna publicada en República.


12
Mar 24

Perdonar deudas al INDE es un juego peligroso

Acabo de leer que 13 empresas eléctricas municipales le deben poco más de Q3 mil millones al Instituto Nacional de Electrificación y que esa deuda por energía eléctrica ha crecido 77% en 10 años. Las tres que más deben son las de Quetzaltenango, Puerto Barrios y la de Zacapa. 

Un diputado ha propuesto que esas deudas sean perdonadas; pero eso es muy mala idea.  ¿Por que? Porque las municipalidades que le deben plata al INDE tomaron las decisiones políticas libres y voluntarias de contratar servicios que no pueden, o no quieren pagar.  Es como si tu contrataras energía eléctrica para tu casa y luego no pudieras, o no quisieras pagarla. ¿Qué crees que pasaría si no pagas la factura de la luz de tu casa?

Luego, la condonación de aquellas deudas fomentaría la irresponsabilidad. ¿Y cuál es la función de la responsabilidad? Pues invitarnos a prever las consecuencias de nuestras decisiones y acciones para que podamos decidir si estamos dispuestos, o no a enfrentar las consecuencias de nuestras acciones.  

¿Qué tipo de incentivo crees que se crea cuando les dices a las municipalidades que si aguantan lo suficiente con no cumplir con sus obligaciones contraídas libremente, pueden zafarse de ellas?  

Adicionalmente a eso, ¿quién paga las pérdidas del INDE por el impago de las municipalidades? Las pagas tu, por medio de los impuestos que te quitan los pipoldermos. Porque ya sabes, el INDE no va a hacer ahorros en sus operaciones porque los ingresos no le alcancen.  Eso lo haces tu en tu casa; pero no los políticos y burócratas en las municipalidades, en las entidades descentralizadas, ni en ningún rincón de la administración.

Eso de que los pipoldermos no paguen las deudas que les imponen a los tributarios no es de ahora.  El gobierno (o sea los políticos y burócratas que administran el presupuesto del estado) le debe al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (o sea a las personas que cotizan en ese monopolio estatal del seguro social) unos Q61 mil millones. 

¿Te das cuenta de que los pipoldermos que exige que cumplas con las cargas y obligaciones que te imponen, no cumplen con las que ellos mismos se imponen? 

Hace poco vi un meme que decía algo así como: Si le mientes al gobierno es delito; pero si el gobierno te miente es política.  Esa aberración es posible porque hay quienes creen que la ética para el gobierno es diferente a la ética para la gente; pero también porque el gobierno (los pipoldermos) tienen poder. 

…y todo esto está mal, ¿verdad?


11
Mar 24

¡Empezó la temporada de mangos!

Con mangos en dulce es que, en casa, empieza la temporada de esas frutas deliciosas.  Los mangos los preparamos en un almíbar con canela, pimienta gorda, clavos y pimienta negra.  No es la receta tradicional, pero es la que nos gusta.

Su color es espectacular, y además me encanta comerlos despacio y disfrutar su pulpa, su sabor y su aroma inconfundible, y cuando ya queda solo la semilla siempre, siempre recuerdo que mi tía abuela, La Mamita, hacía peces con las pepas secas de los mangos que comíamos.  Las aletas dorsales salían de los pelos de las semillas; y con cartones de colores hacía las aletas pectorales, las colas, los ojos y las bocas de los peces.  A los niños nos gustaban mucho esos peces.

El aroma y el sabor de los mangos en dulce, así como los de los jocotes marañones y el dulce encanto de los corozos son anuncios inequívocos de que hay que sacar los shorts y las sandalias, porque llegó llegó la época de calor a Guatemala.

En Guatemala hay variedad de mangos y seguramente no me voy a acordar de todos y seguro que no conozco todos, pero se me vienen a la mente: mango de pita, mango de mico, mango pico de loro, mango Tommy y mango Ataulfo.

¿Sábes qué tengo añales de no comer? Pay de mango. Mi abuela, Frances, lo hacía delicioso y aunque no encuentro la receta si recuerdo que lo hacía con los mangos a punto de estar maduros, ni verdes, ni maduros.  Seguramente se puede hacer con la misma receta del pay de ruibarbo, ¿por qué no? A lo mejor me animo en esta temporada.

Esta temporada, también tiene que ser de mango chutney, porque el que hicimos hace años ya se está terminando. 


08
Mar 24

Del miedo a la esperanza, reflexiones sobre predicciones fallidas

 

El mundo se quedará sin petróleo en 10 años, sentenció la U. S. Bureau of Mines en 1914.  El mundo se quedará sin petróleo en 13 años, advirtió el U. S. Department of Interior, tanto en 1939, como en 1950. El mundo se quedará sin petróleo y sin otros combustibles fósiles en 1990, espetó Paul Erlich en 1973. Ese mismo personaje; pero en 2002, movió las fechas fatales para 2030 y 2050.

Pero mira lo que ha pasado, a pesar de que el consumo de petróleo ha crecido en el mundo, también han crecido las reservas del oro negro.  Esto es porque se ha multiplicado los yacimientos tradicionales y no tradicionales de petróleo; y porque han mejorado sustancialmente las tecnologías de extracción, producción y aprovechamiento del petróleo y de sus subproductos.

Lo cierto es que a pesar de la bola de cristal de Erlich y de las de los burócratas, la disponibilidad de petróleo ha crecido y por ningún lado se ve que vaya a acabarse.

¿Por que qué me llamó la atención este tema? Porque estoy leyendo con mis estudiantes Progreso y sentido común, el capítulo III de Los fundamentos de la libertad, de Friedrich A. Hayek; y la semana pasada leímos El poder creador de la civilización libre, el capítulo II de ese mismo libro. Podría compartir mucho de esos capítulos pero te dejo cuatro ideas, por lo pronto: La mayoría de las ventajas de la vida social, especialmente de las formas más avanzadas que denominamos `civilización´, descansa en el hecho de que el individuo se beneficia de más conocimientos de los que posee y que El desarrollo del conocimiento y el desarrollo de la civilización son lo mismo únicamente cuando por tal conocimiento significamos algo que incluye todas las adaptaciones humanas al medio que nos rodea y al que han sido incorporadas las experiencias pasadas. También que sería más correcto pensar en el progreso como un proceso de formación y modificación del intelecto humano; un proceso de adaptación y aprendizaje en el cual no sólo las posibilidades conocidas por nosotros, sino también nuestros valores y deseos cambian continuamente.  Finalmente, la idea de que sólo los totalitarios saben claramente como quieren lograr los resultados de sus particulares ideas de progreso, mientras que el mundo libre sólo puede mostrar sus logros pasados, dado que por su misma naturaleza, es incapaz de orecer cualquier `plan´detallado.

Aquellas reflexiones vienen a cuenta porque en 1970 se estimaba que habría otra edad de hielo en diez años.  En 1980 se leía que la lluvia ácida destruiría todas las cosechas en la próxima década. En los 90 el enemigo era la destrucción de la capa de ozono que tenía sólo 10 años de vida. En 2000 la historia iba por la próxima desaparición de los cascos polares.

En algún momento de los años 90 tuve la dicha de conocer y entrervistar a Julian Simon, autor de The Ultimate Resource, de The State of Humanity y de Its Getting Better All The Time, obras en las que -con data- desmanteló los mitos cataclísmicos que difundían los Erlichs y las Gretas de todos los tiempos.  Ni hay menos bosques, ni las aguas están más contaminadas, ni las materias primas son cada vez más caras, ni la gente trabaja más, ni se derritieron los polos, ni se acabó el petróleo.

Eso sí…en muchos países hay impuestos para contrarrestar las predicciones apocalípticas y cada vez hay más regulaciones para controlar las vidas de las personas en función de las cábalas siniestras y pedantes del World Economic Forum y otros espacios parecidos.

Para apreciar el valor del progreso humano, valor que damos por sentado porque suele ser pedestre y cotidiano, te invito a que googlees: Hans Rosling: The Magic Washing Machine, TED Talk y que visites con frecuencia humanprogress.org.  un espacio que expone que la evidencia de académicos individuales, instituciones académicas y organizaciones internacionales muestra mejoras dramáticas en el bienestar humano en gran parte del mundo. En las últimas décadas, estas mejoras han sido especialmente sorprendentes en los países en desarrollo. Desafortunadamente, a menudo existe una gran brecha entre la realidad de la experiencia humana, que se caracteriza por mejoras graduales, y la percepción pública, que tiende a ser bastante negativa sobre el estado actual del mundo y escéptica sobre las perspectivas futuras de la humanidad.

Es un gran recurso para poner en perspectiva mucha de la negatividad y del pesimismo que rondan por todas partes.

Columna publicada en República.