01
Sep 17

Morales y Velásquez no son relevantes

Como debemos actuar mientras vivamos, una sociedad irracional y paralizada está lista para ser tomada por cualquiera que esté dispuesto a determinar su curso. La iniciativa pude venir de dos tipos de personas: las que están preparadas para asumir la responsabilidad de afirmar los valores racionales, y las que persiguen lo contrario.

Esa frase ha rondado mi cabeza desde que estalló la crisis política que desvela a los guatemaltecos.  Superficialmente, la crisis es un enfrentamiento entre el presidente Morales y el jefe de la CICIG, Velásquez.  No falta quienes creen que hay que tomar partido por uno, u otro personaje, y olvidan, o ignoran, o quieren que no se discuta el hecho de que lo que está en peligro es algo más valioso: los principios que determinan el curso de este país…y el de nuestras vidas.

El miércoles, que entre las fotos de los manifestantes que apoyan a Velásquez vi una efigie del Che Guevara –que se suma a las banderas de Codeca, el CUC y Winaq en otras manifestaciones– tomó forma el primer párrafo de arriba.  ¿Qué principios representan Guevara y aquellos a quienes no les da pudor asociarse con él? Estas son frases suyas: Los jóvenes deben aprender a pensar y actuar como una masa. Para enviar hombres al pelotón de fusilamiento, la prueba judicial es innecesaria…esta es una revolución. Y un revolucionario debe convertirse en una fría máquina de matar motivado por odio puro. Descubrí que realmente me gusta matar.

Es cierto que pronunciar un juicio moral es una responsabilidad enorme; pero, ¿cómo se puede dormir tranquilo sin advertir que –a estas alturas de la historia– pedir “la revolución” y alinearse con banderas del Che no es un error de conocimiento, sino maldad?

La alternativa que tenemos enfrente es entre los valores que representan el Che, Codeca, CUC, Winaq, Semilla, Somos y otros actores similares; y la esperanza de una sociedad en la que se respeten absolutamente los derechos individuales de todos por igual, sin privilegios.  Opto por esta última.  ¿Y tú?

El párrafo primero es paráfrasis de ¿Cómo se puede tener una vida racional en una sociedad irracional?, por A. Rand.

Columna publicada en elPeriódico, la foto la tomé de Facebook.


05
Sep 14

Septiembre

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El 2 de septiembre, en la boda de Jim Taggart, Francisco d´Anconia le explicó a Hank Rearden el valor moral del dinero; y un año después la empresa d´Anconia Copper fue nacionalizada.  Francisco desapareció y dejó a todos pasmados y aterrorizados.  En una valla, Francisco dejó un mensaje: Tu lo pediste, hermano.

El 2 de septiembre de 1946 fue el día en el que Ayn Rand comenzó a escribir La rebelión de Atlas, de donde salieron los hechos que relaté arriba. Si ya leíste la novela los reconociste rápido; pero si no la has leído, ojalá que la frase El valor moral del dinero te pique la curiosidad y te animes a leerla.

D´Anconia dice del dinero: Comerciar por medio de dinero es el código de los hombres de buena voluntad. El dinero se basa en el axioma de que cada hombre es dueño de su mente y de su esfuerzo… El dinero te permite obtener por tus bienes y tu trabajo lo que ellos valen para los hombres que los compran, pero no más….El dinero exige de ti el reconocimiento… de que el lazo común entre los hombres no es el intercambio de sufrimientos, sino el intercambio de bienes. El dinero exige que vendas, no tu debilidad a la estupidez de los hombres, sino tu talento a su razón; exige que compres, no lo peor que ofrecen, sino lo mejor que tu dinero pueda encontrar. Y cuando los hombres viven a base del comercio –con la razón, no la fuerza, como árbitro final– es el mejor producto es el que triunfa, la mejor actuación, el hombre de mejor juicio y más habilidad, y el grado de la productividad de un hombre es el grado de su recompensa.

El 2 de septiembre aparece dos veces más en la novela: en la primera escena, cuando leemos por primera vez: ¿Quién es John Galt? Y esa es la fecha en la que Hank y Dagny Taggart descubren el motor que revolucionará la energía en el mundo.  ¡Además, en septiembre es mi cumpleaños!

Estas meditaciones septembrinas son apropiadas porque las calles están tomadas por dirigentes y seguidores que creen que es moralmente aceptable tomar valores por la fuerza y exigirlos mediante el chantaje.  Un poco del discurso de Francisco no les cae mal a ellos, ni a quienes los subestiman.

Columna publicada en El periódico, la ilustración la tomé de Facebook.


02
Nov 11

Fiambre 2011, !que delicia!

No es por nada; pero el fiambre nos sale delicioso en casa y este año no fue la excepción.

Tengo la impresión de que la celebración del fiambre es el Thanksgiving chapín; porque en est ocasión se celebra la vida -quizás de forma torcida por medio del recuerdo de los muertos- y se celebran la abundancia, y los frutos del trabajo y del emprendimiento.  Ese plato majestuoso, que es el fiambre, sólo puede ser posible como consecuencia de aquellos valores.  Además, como en el Día de Gracias, esta fiesta chapina se celebra y se comparte con la familia y amigos.

A mí, el fiambre me trae recuerdos gratísimos de la infancia, de la adolescencia y de toda la vida.  Mis primeros recuerdos del fiambre eran los de la cocina de mi abuela, Frances; los de la costumbre de mandar a regalar platos de fiambre y recibirlos; el fiambre que me hizo mi madre, sin embutidos, cuando tuve hepatitis; las caras de las personas cuando veían el tamaño del plato que yo me servía; el hecho de que en casa de mi abuela y en la de mis padrs cada quién adornaba su plato como prefería; la primera vez que hicimos fiambre en mí casa; la cara de mi madre cuando aprobó la sazón de ese primer fiambre que hicimos en mi casa; el año en que no pudimos hacer fiambre en mi casa y varias amigas y amigos nos mandaron platos de los suyos; y docenas de recuerdos más.

Hubo un año en el que no se conseguían pepinillos dulces en toda Guatemala, y mi prima, Rita me mandó varios frasquitos -desde Texas- y todavía tengo dos frasquitos sin abrir.  Hubo un año en el que no hubo chiles chamborotes.   El año pasado no conseguí lengua salitrada en ningún lado; pero este año sí.  Este año, por cierto, el perejil colocho estaba más escaso que tulipanes en enero.  La elaboración del fiambre aveces presenta sus dificultades.

Con todo y todo, y lo digo con mucho orgullo, en casa siempre nos sale riquísimo y hermoso el fiambre.  Y este año el postre fue un pan de calabazas magnífico, acompañado por helado de chico, hecho en casa.  Y luego, nuestra cuata, Tonita, trajo moyetes. Mmmmmmm, lehaim!


27
Sep 10

Las pelis del fin de semana

El fin de semana lluvioso y gris no estuvo tan mal gracias a las buenísimas pelis que vimos:

1. The White Ribbon o Das Wiesse Band. Si a usted le interesan el tema de la maldad y el de la responsabilidad de los propios actos, esta película le va a dar bastante en que pensar.  Se desarrolla en la Alemania rural de entre 1913 y 1914, y muy atinadamente es una peli en blanco y negro.  Mientras la veía, me acordé que si el sintoismo fue el sistema de valores que hizo posible el imperialismo y el militarismo que desencadenó el involucramiento de los japoneses en la II Guerra Mundial; los valores y las supuestas virtudes que atestiguamos en The White Ribbon son los que prepararon a los alemanes para necesitar, buscar y elegir a Adolf Hitler y al nacionalsocialismo.

2. The Class o Entre les murs.  Esta peli explora las relaciones intensas entre un maestro de francés y sus estudiantes de distintos orígenes culturales.  Es una película que me puso muy, pero muy tenso no sólo por las situaciones que muestra, sino por los dilemas que plantea.  Expone, muy bien, los problemas que, para la búsqueda de la excelencia, representa la educación estatizada y obligatoria.  La peli, además, está hecha como si fuera un documental y a ratos uno de verdad tiene la sensación de que está viendo un aula de verdad, no una película.

3. Eulogy.  Esta comedia, de estupendo humor negro le puso el toque lite al fin de semana.  Con un final sorpresivo y personajes bien desarrollados, y si usted no se intimida por el humor inteligente y audaz, esta peli no lo va a decepcionar.

4. Chéri.  Esta peli se desarrolla -minutos menos- en la misma época que The White Ribbon; pero en un ambiente diametralmente distinto:  en París de La belle époque.  Llena de color y de art nouveau, no cuenta una historia particularmente retadora; pero los diálogos, ¡ah, los diálogos!, son ingeniosos y dignos de atención.  Como cuando Madame Pelux le dice a Lea de Doneval: Hueles bien.  ¿Has notado que la piel ligeramente fláccida retiene mejor el aroma del perfume?


Las tres primeras son de Take One, la tienda de vídeos en Futeca de la zona 14; y la cuarta la vi en la tele.  Las cuatro son muy recomendables.


01
Jun 10

“Dear John” en el cine

Dear John fue la peli que fui a ver el domingo en Magic Place. Y fue buena opción por tres razones principales:

1. Me relajó luego de los acontecimientos de entre el jueves y el sábado.
 
2. Me gustó mucho por el uso de las cartas y el correo de verdad. Y esto es porque a mí me gusta escribir cartas. Me gusta tomar el papel y la pluma…y escribir. Cuando estudiaba en la University of Maryland yo escribía a casa todas las semanas. Ya fuera en el campus, o en algún rincón en Washington, D.C.  escribía tres cartas. Disfrutaba mucho, no sólo de escribir las cartas, sino de cerrar los sobres y de irlos a dejar al correo. Creo que el uso de cartas es algo que no debería abandonar. Es, quizás, un arte que debería cultivar. Y es muy recomendable para relajarse y para ordenar las ideas, así como para conservar y compartir recuerdos e impresiones
 
3. La tagline de la Dear John es: Is duty enough reason to live a lie? y esa es la razón de fondo por la cual me gustó la peli; porque cuestiona el concepto del deber. Esa idea del deber es causa de mucho sufrimiento y de mucho sacrificio . En la peli, los protagonistas se sacrifican por otros: él por el estado, y ella por otros que la necesitaban. Ambos renuncian a lo que de verdad valoran para entregarse al deber….y a la mentira. Cada vez que tomamos decisiones irracionales, cada vez que sacrificamos lo que valoramos, y cada vez que falseamos la realidad, ponemos en riesgo nuestra felicidad y nuestras vidas.
 
Cada vez que actuamos de forma altruista, estropeamos nuestras vidas (y/o las de otros); y ahora, no es común que el cine y el arte pongan en evidencia esa realidad. Por eso me gustó mucho Dear John.

23
Sep 09

El clamor por la dictadura

Hoy me topé con la siguiente opinión de una lectora de diarios; y me pareció que valía la pena comentarla porque en el fondo es un clamor por la dictadura. Estoy seguro de que en otras sociedades, muchas personas deben haber pensado así, pocos meses antes de que se empezara a incubar -en serio- la posibilidad de un gobierno dictatorial, o autoritario. La opinión dice así: Aunque a muchos no les gustó el discurso que dio el alcalde Alvaro Arzú, él tiene razón, con disciplina crecieron y crecimos muchos y nos fue bien, ahora lamentablemente por la intervención de las instituciones de Derechos Humanos, se nos han ido de las manos autogobernarnos y el poder educar a nuestros hijos. El retomar una educación cívico militar e inculcar valores morales y de urbanidad en colegios y escuelas ayudaría a nuestros jóvenes a querer Guatemala, a respetarla, a ser honestos y honorables, pues los maestros serían un pilar fundamental para guiarlos. Muchos reniegan la sola idea del militarismo, pero lamentablemente, a como está la situación de violencia en Guatemala, se hace necesario el orden y la disciplina que la Policía Nacional Civil no es capaz de darnos. Urge incluir en el pensum de estudios moral y urbanidad.


La lectora habla de disciplina, de inculcar valores y de orden, nunca habla de libertad. Es tierra fértil para la dictadura una sociedad que aprecia más el orden y la disciplina que la libertad.

Es interesante cómo la lectora lamenta que se nos haya ido de las manos el poder educar a nuestros hijos; pero cree que los maestros serían un pilar fundamental para guiarlos. ¿Cuáles maestros?, pregunto. ¿Los de Joviel Acevedo?

Habla de inculcar valores morales y de urbanidad; de incluir en el pensum estudios de moral. Y uno se pregunta, ¿qué valores? Siendo que un valor es cualquier cosa que alguien quiere tener, o conservar, ¿a qué valores se refiere? ¿Distinguirá la lectora, y quienes comparten sus ideas, entre valores y principios? ¿Querrá que sean inculcados valores, o principios?

Como habla de el pensum, y no de los pensa, ¿este será monopólico y centralizado? ¿Será uno sólo? ¿Tendrían los padres la opción de elegir qué principios se les inculcarían a sus hijos? ¿Serán los de la lectora, los de Arzú, los de Acevedo? Y si los padres no estuvieran de acuerdo…¿podrían rehusarse a que a sus hijos se les inculquen valores y principios que ellos no comparten y que hasta podrían considerar perversos?

De verdad…pero de verdad…¿cree usted que una sociedad modelada al estilo militar sería una mejor sociedad? We don´t need no thought control, fue la frase que se me viene la mente cada vez que pienso en la propuesta del alcalde capitalino.

14
Jul 09

Póngale atención a China

Hoy leo que los planes chinos de ser una superpotencia económica a mediados de este siglo -al centrarse sólo en el desarrollo económico- han sufrido un gople duro con los disturbios de Urumqi, mismos que confirman el descontento de las minorías que se atisbó en Lhasa en 2008. Esto lo leí en Prensa Libre de hoy, página 38, pero no está en su sitio Web.

Muchos empresarios, académicos, periodistas y expertos se han fascinado con los éxitos económicos de China, como cuando había mucha gente fascinada con los éxitos del Nacionalsocialismo en la Alemania de 1930; y por los de los socialistas soviéticos en 1920. Eso les ha permitido hacer negocios y celebrar con la dictadura de Pekin, al mismo tiempo que se hacen los locos con el hecho de que aquél régimen es una dictadura como cualquiera.
Lo que ocurre ahora en Urumqui debería llamar a la reflexión a los fanáticos de la China Continental, cuya política pone en evidencia, ¡como si hiciera falta!, que la prosperidad económica no es sostenible fuera de un marco de respeto a la vida, la libertad y la propiedad de todos, y fuera de un marco de igualdad ante la ley, de todos. Como la libertad es una, no es sostenible un estado de libertad económica, divorciado de uno de ausencia de libertad política. Y esto es porque en última instancia todo es un problema ético y la raíz es una misma.
Los que apuestan a que China es el futuro deben seguir con atención lo que está ocurriendo allá, porque nos dará una lección valiosa acerca del valor de la libertad, por sobre los éxitos económicos, tecnológicos, e industriales, al margen de una ética de la vida.

10
Jul 09

¡Una corporación con principios!

En la OCON 2009, la conferencia de John A. Allison, CEO de la BB&T Corporation ha sido de las mejores. Allison impresiona con la claridad de sus ideas, y además es un comunicador muy hábil e ingenioso.

Si usted quiere leer algo sobre la filosofía de esta extrordinaria corporación lea aquí. BB&T se describe como una compañía que está definida por sus valores; y entiende que estos son hábitos prácticos que les permiten a los individuos vivir, ser exitosos y alcanzar la felicidad.
¡Nada de mumbo jumbo posmoderno! ¿Quién dice que los Howard Roarks, los Hank Reardens y los John Galts no existen? Ojalá hubiera más líderes empresariales así, y más corporaciones así.
BB&T alcanzó titulares, por su adhesión a sus princicipios, cuando anunció que it will not lend to commercial developers that plan to bulild condominiums, shopping malls and other private projects on land talken away from private citizens by government entities using eminent domain. En esa ocasión, Allison dijo que la idea de que el gobierno puede tomar la propiedad de los ciudadanos para uso privado, es simplemente mala. Uno de los derechos más básicos de todo ciudadano es el de conservar lo que es suyo, añadió, al explicar que como institución dedicada a ayudar a sus clientes a alcanzar el éxito económico y la seguridad financiera, no vamos a ayudar a ninguna entidad o compañía que mine esa misión y que amenace la propiedad.
Allison sabe que estamos en un punto de inflexión en cuanto al futuro de la civilización occidental; y comparto con él la idea de que por eso es importante elegir consciente, y deliberadamente, los principios que permitan alcanzar los valores que compartimos en Occidente.
Hasta ahora, mis conferencias favoritas han sido la de Allison, la de Greg Salinieri, titulada Atlas Shrugged on the Role of the Mind in Man´s Existence y la de Harry Binswanger, titulada The Objective vs, The Intrinsic and the Subjective. En las clases, mis preferidas han sido la de John Lewis sobre los griegos arcáicos, la de Sandra Schwartz sobre opera; y la de Ellen Kenner sobre el principio de visibilidad psicológica. Dentro de un rato iré a la de Edwin Locke sobre introspección, que también me está pareciendo muy rica.
¿Un buen consejo de Allison? Nunca comprometas tus principios.
Por cierto que Allison me recordó a otro Roark. Este es TJ. Rodgers a quien tuve el gusto de conocer y entrevistar en 1999. Rodgers se hizo notable cuando, en 1996, la hermana Doris Gormely, de las Hermanas de San Francisco, en Filadelfia, le envio una carta animándolo a contratar mujeres y minorías en el consejo directivo de su empresa. Rogers le contestó concienzudamente explicándole el valor de la meritocracia en términos de prácticas de contratación de personal; y con ello abrió un debate intenso acerca de la corrección política y las preferencias de etnia y sexo en los negocios.

06
Jun 08

No tiene la culpa el loro…

Como las elites guatemaltecas están acostumbradas a negociar sobre posiciones, y no sobre principios, los pipoldermos ya les tomaron la medida. Cuando los políticos quieren imponer tributos, o queren avanzar en la invasión de la esfera de acción privada de los individuos, lo que hacen es ofrecer un impensable, o un absurdo, y negociar a partir de ahí.

Eso es lo que está pasando ahora que la administración socialdemócrata salió con la historia de reactivar un decreto de la era de los militares, por medio del cual se pretende obligar a los finqueros a dedicar 10% de sus tierras a la siembra de granos básicos. Retrógrada y surrealista, como es, tal normativa es el punto de partida en el cual los “representatnes de los sectores” llegarán al diálogo para regatear posiciones y no a defender principios.

No llegarán a cuestionar si es legítimo y moral que el gobierno tome recursos ajenos por la fuerza para atender y privilegiar a intereses particulares; ni a cuestionar que los pipoldermos tengan la facultad de violar los derechos a la libertad y a la propiedad; sino que llegarán a negociar porcentajes, tasas y excepciones para esa norma y/o para cualquier pretensión impositiva que esté maquinando la administración.

Yo digo que si un proceso viola los derechos individuales de una sola persona. ¡Una sóla!, el deber de cualquiera que valore la vida, la libertad y la propiedad, es obstaculizar ese proceso. Su deber moral es desactivarlo y ponerlo en evidencia; no negociar posiciones.

En todo diálogo y en todo proceso político, los “representantes de los sectores sociales” deberían recordar algo que escribió la filósofa Ayn Rand en Capitalism: the unknown ideal (Capitalismo: el ideal desconocido). En el capítulo denominado La Anatomía del Compromiso, Rand describió algunas reglas acerca de trabajar con principios en la práctica, y acerca de la relación de aquellos con objetivos concretos.

1. En todo conflicto entre dos hombres (o dos grupos) que comparten los mismos principios básicos, gana el más consistente.

2. En toda colaboración entre dos hombres (o grupos) que se apoyan en diferentes principios básicos, es el más maligno, o irracional, es el que gana.

3. Cuando los principios básicos opuestos están abierta y claramente definidos, eso obra en ventaja del lado racional; y cuando no están claramente definidos, sino que están ocultos o difusos, eso obra en ventaja del lado irracional.

No hay, ni puede haber, nada de malo en defender la libertad individual frente al colectivismo. Y si uno está en un “diálogo”, imbuido en un “proceso”, no hay nada de virtuoso en acceder a las demandas del poder y a las exigencias de los grupos de interés por el sólo hecho de no ser un intransigente. Los derechos a la vida, a la libertad y a la propiedad no se pierden de golpe; sino que se pierden cada vez que alguien accede a ceder un pequeño “pedazo”, para que no se rompa el diálogo, y para que no se interrumpa el proceso, en defensa de sus interéses.

Los pipoldermos no tienen la culpa de aprovecharse así de las elites, porque no tiene la culpa el loro, sino el que le enseña a hablar.