11
Abr 14

La temporada más chapina

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Cuando me preguntan, a los visitantes extranjeros les digo que esta es la mejor y la peor temporada para visitar Guatemala.  Es la peor por las muchedumbres y porque la calidad de los servicios es desbordada por las multitudes; pero es la mejor porque Chapinlandia se luce con sus colores, sabores, aromas, sonidos y texturas.

Muchos chapines se entregan al misticismo en esta temporada; pero casi nadie escapa al ambiente veraniego. La playa y las montañas llaman.  Llaman los shorts y las sandalias.  Y si te dan ganas de atender al llamado a la meditación, te recomiendo: ¿Cómo obtuve las ideas que tengo? ¿Para qué sirven? ¿Las sostengo, o sólo digo sostenerlas? ¿Creo que la realidad existe, o que es una ilusión? ¿Tengo derecho a exigir que otros se sacrifiquen por mí y tienen los otros el derecho a exigir que me sacrifique por ellos?

¡Momento!…tampoco es que tengas que andar tan solemne.  ¿Qué tal unos molletes? ¿Qué tal un refresco bien helado de jocotes marañones, o de tiste, o de pepita?  ¿Te animas a probar el chinchivir (cuyo nombre viene de ginger beer?  Para mí esta temporada sabe a pan de yemas de la Costa sur, remojado en miel de garbanzos de aquella región.  Sabe al dulce de garbanzos con miel cristalina que hacían mi tía abuela La Mamita y hace mi tío Rony.  El mismo que hacemos en casa y que ya me está sacando surpiros.

Esta temporada me sabe a empanadas de leche y a añoranza por las empanadas de hierbas y las de salmón que ya no se consiguen. Me sabe a uno de mis platos favoritos en todo el universo-mundo: el bacalao a la vizcaína acompañado por arroz blanco, pan francés de horno de leña y un buen Carmenere.  Así, con su salsa de color rojo intenso y profundo gracias a una combinación generosa de buenos tomates y buen aceite de oliva.

La temporada me sumerge en una riqueza inmensa y cándida de costumbres y tradiciones.  Me da algo de añoranza por vacaciones y recuerdos en compañía de mi familia y amigos.  Me induce a caminar por calles animadas, de noche y en compañía de  personas a las que amo y con las que comparto valores.  Hoy comienza la parte más intensa de la temporada más chapina.

Columna publicada en El periódicola foto es un fragmento de una alfombra de aserrín.


24
Mar 14

Foto por Luisfi en Siglo 21

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Para ilustrar un anuncio de un curso sobre platillos de la Semana Mayor, el diario Siglo 21 usó una de mis fotos de ese delicioso postre chapín.

No es la primera vez que un diario usa una de mis fotos para ilustrar una de sus páginas.  En marzo de 2013 la Revista D  usó la misma foto para el mismo plato.

Quienes leen este espacio saben que el de garbanzos es uno de mis dulces chapines favoritos y que me encantan no sólo su sabor, su aroma y su olor; sino su textura y su color.  Por eso siempre fotografío las dos versiones que hacemos en casa: la de mi tía abuela, La mamita, que es la que han usado Siglo 21 y Revista D; y la de la Costa Sur.

Este año, durante la temporada, sin duda habrá dulce de garbanzos en mi casa y seguramente haré más fotos.


12
Ene 14

Lo mejor del pavo viene después

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Medio en broma y medio en serio, digo que para mí el pavo de las fiestas de fin de año es sólo un vehículo para obtener los subproductos que deja. Más que la carne del ave, en sí, a mí me gusta el relleno. Y el que hacemos en casa, con pan, menudos, vino blanco, mantequilla, castañas, champiñones, apio, cebolla y salvia, es mi favorito. Me encanta comerlo durante la cena, en Nochebuena, y al día siguiente sólo, o en sandwich con gravy.

Al día siguiente, también, hacemos ensalada de pavo con lo que queda de la carne. En casa de mis padres esa era la costumbre y a mí me gustan mucho hacer sandwichs con ella. En la foto hay uno de esos sandwichs. La ensalada, por supuesto, tiene el sabor intenso y complejo de la carne de pavo que ha sido horneada para ser -por sí misma- la estrella de una cena estupenda.

Cuando yo estudiaba en la University of Maryland solía almorzar en la Students´ co-op porque era barato, divertido y sabroso. Mi almuerzo preferido era un sandwich con queso cheddar ahumado y ensalada de pavo, con pan de cebollas. Así que para recordar aquellas experiencias gratas, ahora hago mis sandwichs de ensalada de pavo, de esa forma. La ensalada la preparo con la carne picada, cebolla, un toque de aceite de oliva, un toque de salsa inglesa y mayonesa.

Otro subproducto maravilloso de la cena de Nochebuena es el caldo de huevos hecho con los huesos del pavo. Ese todavía no lo he preparado, pero en un descuido y que tenga tiempo, y lo hago con mucha alegría.


05
Ene 14

Convite dominguero

Hoy hubo convite en mi barrio.  Las calles de la villa de Guadalupe amanecieron alegres con el convite de Esquipulitas.

Por las calles y a ritmos variados bailaron personajes como El capitán América, algún Minion, el gato de Shrek,  Mario Bros, El pájaro loco, Silvestre, Pepe Le Piu, y otros.

Me divierten los convites y por Q10 este cortejo se detiene y los integrantes bailan una pieza. El primer convite que vi fue en Panajachel cuando yo tenía unos 6 años. Recuerdo que no me lo esperaba y que me impresionó mucho lo grandes y cabezones que se veían los personajes. Recuerdo que seguí al cortejo hasta la cocina del Hotel Casa Contenta en donde nos dieron gaseosas y pastel.


01
Ene 14

Fuegos artificiales del Año Nuevo


No me canso de ellos.  Me los gozo en la Nochebuena y me los gozo durante la bienvenida al Año Nuevo.  Son los fuegos artificiales que los chapines queman durante aquellos festejos.

Los de la Nochebuena son más abundantes e impresionantes; y eso se explica porque mientras que esa festividad es un asunto familiar en el que la mayoría de la gente se queda en su casa; la del Año Nuevo es una fiesta en la cual muchos guatemaltecos prefieren salir de la ciudad, o del país.  Con menos gente en la ciudad, parece evidente que hay menos fuegos artificiales.

Con todo y todo el espectáculo de luces y colores no decepciona a nadie.  La gente se luce con la quema de pólvora que tanto nos gusta por estas latitudes. En realidad no hay Navidad, ni Noche Vieja chapina sin cohetes, ni juegos pirotécnicos.


28
Dic 13

Facta non verba….perlas presidenciales

Las siguientes son perlas extraídas de las declaraciones de Otto Pérez Molina, vertidas ayer:

Los informes de gobierno son para el pueblo, no para los diputados. Y el pueblo no quiere estar oyendo datos y cifras, ni que uno le esté hablando sobre la criminalidad.

El pueblo quiere música, alegría y espectáculo y nosotros se lo vamos a dar.

Los informes de gobierno son para el pueblo, no para los diputados. Y el pueblo no quiere estar oyendo datos y cifras, ni que uno le esté hablando sobre la criminalidad.

Para serles sincero, los informes y los datos, por lo general, los copia uno de Wikipedia y ya no quiero caer en eso.

Habíamos pensado hacerlo en La Antigua, pero ahí está muy sucio y el alcalde Alvaro Arzú se niega rotundamente a ir a barrer otra vez.  

En Tikal hay demasiados mosquitos y en Panajachel demasiados hippies.

 El informe pasado, presentado en el Patio de la Paz del Palacio Nacional fue todo un éxito, pero tenemos que reconocer que el lugar es muy chiquito y la comida muy mala.

El barman se enfermó y tuvimos que poner a Paco Cuevas [su secretario de Prensa] a preparar los tragos y así las cosas no funcionan.

Cándido dejó de comer su tamal negro y exclamó: Dafaq!…¡Por inocente!  Je je.


26
Dic 13

La cena de Nochebuena

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No es cuento, la cena de Navidad nos salió bueníiiiiiiiiisima en casa…como siempre. Por mucho prefiero el pavo para esta cena; pero para mí el pavo es sólo un vehículo para tres cosas: el relleno, carne para hacer ensalada y huesos para hacer caldo.  Pero, con todo y todo, de verdad me disfruto un  pavo bien hecho, dorado, jugoso y lleno de sabor.  ¿Cuáles son las claves? Frotarlo bien con ajo, sal y pimienta; rellenarlo y usar bolsa.

Al pavo lo acompañó una tradicional ensalada Waldorf, un gravy que estaba particularmente bueno, y ponche de frutas que -en  esta ocasión- tuvo un estupendo toque de cardamomo de la India.

Para el relleno del pavo no cambio la receta que era de mi bisabuela, Mami, cuyos ingredientes son pan remojado en vino blanco, menudos del pavo, cebolla, apio, castañas y champiñones fritos en abundante mantequilla y sazonados con salvia, perejil (fresco del balcón de la casa), sal y pimienta.


25
Dic 13

Tamales en la mañana de la Navidad

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¿Cuál es mi desayuno navideño favorito en todo el universo mundo? ¡Un tamal negro, un tamal colorado, café con leche y algún pastel, galletas, turrón, o postre de la temporada!  Así da mucho gusto celebrar la Saturnalia.

¡Gozo tanto cuando abro las hojas de maxán y me encuentro con los colores brillantes de estas delicias de la cocina guatemalteca!  Al mismo tiempo, los aromas intensos de ambos tamales invaden mi cuerpo y mi mente y me llevan por una montaña rusa de recuerdos y alegrías.  El momento culminante  es cuando la masa gentil y el recado poderoso llegan a mi paladar.

Tengo la dicha de recordar los tamales de mi bisabuela, Mami; y los de mi tia Baby.  Y los de mi tía abuela, La mamita,  nos hacía tamales pequeños para los niños.  Cuando eramos chicos no dejaban que comiéramos la carne de cerdo que venía en los tamales comprados; y una noche, cuando me sirvieron mi tamal, retiré la carne.  Mi madre, al verme me dijo que podía comer esa carne porque esos tamales eran hechos por mi bisabuela.  Y los tamalitos de La Mamita, los recuerdo pequeños, como de 2 x 2 pulgadas, bien doblados y bien amarrados.

Los tamales de Navidad, en Guatemala, son colorados y negros.  Cada región y cada familia tienen su propia receta de tamales; pero básicamente son de masa maíz y/o de arroz y el recado se prepara con tomates, chiles y aceitunas (aveces con semillas tostadas, como pepitoria y ajonjolì) y, en el caso de los negros, con chocolate y anís. Estos últimos son los más delicados de hacer para que sean bien balanceados. También pueden ser de cerdo, pavo, pato, gallina y pollo…y anoche me enteré de que hay de res.   Eso sí a mí me gustan más los de cerdo, y los de pato.  En ciertas regiones -especialmente en la Costa Sur- no se usa el recado del altiplano, sino una especie de mole.

Los tamales tienen raices precolombinas, y fueron elevados a la décima potencia cuando se le añadieron ingrediente de Occidente. Del Nuevo Mundo son el maíz, los tomates, los chiles, y las hojas de maxán en las que son envueltos.  Los tamales negros, además, llevan chocolate. Del Viejo Mundo son las almendras y supongo que también las ciruelas.

La gracia de los tamales no está sólo en la masa y en el recado, sino en la forma de envolverlos y amarrarlos.   Son una experiencia para todos los sentido.  Un tamal que no ha sido envuelto y amarrado elegante y apropiadamente pierde algo de su encanto.  A mí, por cierto, me gustan más grandes que pequeños, y me gusta que la masa no sea muy espesa.

Hacer tamales es algo muy elaborado.    Hay que lavar y asar las hojas.  La masa tiene su propia ciencia y es cocida tres veces de tres formas distintas.  El recado lleva varios ingredientes que hay que asar y sazonar con mucho talento.  Aaaaaaah, un día de estos haré aunque sea media docena de tamales.

Desde mediados de los años 80, en casa comemos los de doña Estelita de Alburéz que son basados en  la receta de su madre enSan Martín Jilotepeque (en el altiplano), de modo que sus tamales son distintos a los de la Costa Sur y a los de Oriente, por ejemplo.  El teléfono de doña Estelita  es 2474-0260.


25
Dic 13

Fuegos artificiales en la Nochebuena


Si alguien tiene dudas acerca de cuánto es que nos gusta quemar pólvora, a los chapines, que salga a ver la Nochebuena.  Durante toda la noche, desde que oscurece, hay fuegos artificiales en la ciudad; pero a eso de las 11:45 p.m. se intensifican las explosiones de luces que alcanzan su estrellato a la media noche y no empiezan a disminuir hasta cerca de las 12:15 a.m….y luego continúan los juegos pirotécnicos hasta quién sabe que hora. Toda la ciudad se enciende.  En miles de hogares se lanzan fuegos artificiales y la cohetería anima la fiesta.  Millones de personas gozan de este espectáculo y yo, especialmente, me pongo como niño.

Cuando yo era niño no había este tipo de fuegos artificiales disponibles para los mortales.  Lo más parecido eran unas varas y luces de Bengala que a uno le parecían maravillosas.

¡Que dicha es celebrar así la Saturnalia!


24
Dic 13

Los cohetes burlados

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No hay Navidad chapina sin cohetes.  Los cohetes o petardos, así como los tamales, las manazanillas y los pinabetes son elementos propios de las fiestas de fin de año en Guatemala. Estos cohetes fueron burlados porque sus compañeros si estallaron y ellos no.

Cuando yo era niño no era muy de quemar cohetes; pero me gustaban muchísimo los volcancitos, los saltapericos, las luces de bengala, las estrellitas, los silvadores, los misiles y unas bolitas de colores que uno golpeaba contra el piso y estallaban.  Los saltapericos, por cierto, fueron prohibidos a principios de los 70 porque había mara que los confundía con dulces y se los comía…y bueno…el fósforo hacía lo suyo.  Los silvadores fueron prohibidos a principios del siglo XXI porque antes se hacían con papel enrollado y no agarraban fuego; luego los empezaron a hacer con plástico y, al agarrar fuego, caían en lugares donde podían ocasionar incendios.

En algún momento de mi adolescencia, tuve un tubo de cañería que en un extremo estaba tapado con un palo de escoba. Usaba ese tubo para poner dos cohetillos; uno viendo para adelante y otro para atrás. Luego encendía la mecha del que veía para adelante y al estallar ese expulsaba a su compañero y le encendía la mecha para que -al instante- saliera volando y estallara en el aire.

A los guatemaltecos nos gusta quemar cohetes y bombas para las festividades.  Los chapines quemamos pólvora cada vez que podemos.  Cuenta la leyenda (que leí en Noticias del imperio, por Fernando del Paso)  que en tiempos de Fernando VII . cierto mexicano visitó la corte de aquel monarca español y en algún momento de la mañana el Rey le preguntó que qué es lo que sus paisanos estarían haciendo en ese momento.  Y el mexicano contestó que seguramente estarían quemando cohetes.  El Deseado volvió a hacer la pregunta más tarde, sólo para obtener la misma respuesta.  Y a la misma pregunta, horas más tarde, volvió a contestar lo mismo.  Exactamente lo mismo durante todo el día. Lo que digo es que eso mismo se nos aplica a los chapines.  Los chapines quemamos pólvora con cualquier pretexto, a cualquier hora