Sandra Evita Torres, coordinadora del Consejo de Cohesión Social, no asistió a la citación que le formuló la diputada Roxana Baldetti. La Primera Dama no envió excusa por su inasistencia; y por esa inasistencia podría ser procesada.
sandra torres
14
Abr 10
Sandra "Evita", ¿le quita el sueño a "Espadita"?
13
Abr 10
¿El fetiche lácteo de Colom?
06
Abr 10
Solidaridad selectiva, solidaridad electoral
El equipo de la diputada Nineth Montenegro desencriptó el documento que detalla la clientela del programa Mi Familia Progresa, del Consejo de Cohesión Social que dirige Sandra Evita Torres. Al cotejar el listado, con el padrón electoral, resulta que ciento por ciento de los recipientarios del programa está empadronado.
Mientras que en San Marcos, la administración socialdemócrata de Los Colom está entregando la ayuda a 40 mil 678 familias que representan Q98 millones 434 mil 500; en departamentos como El Progreso, localizado en
el corredor seco solo cubren a 2 mil 192 familias, con una entrega a febrero 2010 de Q524 mil 850.06
Abr 10
Diputadas oficialistas atacan a opositoras
Ahora que leí de cómo es que un grupo de diputadas de la oficialista Unidad Nacional de la Esperanza arremetió contra Nineth Montenegro, Rosa María de Frade y Roxana Baldetti, me acorde de una frase del diputado Jorge Skinner-Klee: Estas pasaron muy rápido del delantal a la toga.
27
Feb 10
¿Colom se irá a trabajar lejos? ¡¿Qué tan lejos?!
Me gusta mucho el tema internacional. Para dejar tranquilo al próximo gobierno me gustaría trabajar en un lugar lejos. Eso dijo Alvaro San Nicolás Colom en el Liceo Guatemala y tres cosas se puede sacar, fácilmente, de esa frase presidencial:
26
Feb 10
¿Que podredumbre hay detrás de Mifapro?
El programa Mi familia progresa ya le costó dos ministros a la administración de Los Colom. Ana de Molina, la primera, da la impresión de que se fue cuando destapó la olla y vio lo que había adentro. Ahora se fue Bienvenido Argueta -el hombre de la sonrisita insolente- que tuvo que pagar con su hueso la lealtad que les tiene a Alvaro San Nicolás Colom y a Sandra Evita Torres. ¿Dónde lo irán a poner ahora, para recompensarlo?
12
Feb 10
El poder, Los Colom y Les Luthiers
El trono lo quiero para posarme sobre el, y satisfacer mis deseos, los mas sublimes y los mas perversos, en cambio a Maria la quiero para …. caramba, !que coincidencia!
Estos versos, de El rey enamorado, de Les Luthiers, son lo que vino inmediatamente a mi mente al ver, en el noticiario Hechos Guatemala, con el periodista José Eduardo Valdizán, que Alvaro San Nicolás Colom le prometió a su Sandra Evita, hace ocho años, que podría hacer lo que quisiera en el gobierno.
Tanto Enrique VI -el personaje del drama que da origen a estas meditaciones- como San Nicolás, entienden que el trono o el poder, son para satisfacer deseos sublimes y perversos, según uno; y para hacer lo que se quiera, según el otro. La mentalidad totalitaria cree que se llega al poder para usarlo sin límites y para hacer con él lo que se desee, para bien, o para mal.
La mentalidad totalitaria no reconoce límites para el poder y ve a la ley como un obstáculo que le impide hacer uso pleno del poder que, en aquel contexto, le ha sido dado para hacer y deshacer a su antojo. La filósofa Hannah Arendt sabía que esta mentalidad es peligrosa para los gobernados y por eso advirtió que a lo que aspiran las ideologías totalitarias no es a transformar el mundo exterior o a transmutar revolucionariamente la sociedad, sino a transformar la propia naturaleza humana. ¿Cómo iba a ser de otra forma? Si es para mal, la mentalidad que cree que el poder es para usarlo plenamente y sin límites, o para hacer con él lo que se quiera, lo usa para su propio beneficio, para el de sus cómplices y para el de su clientela; y si cree que es para bien, la mentalidad totalitaria usa el poder para transformar a la sociedad -e incluso transformar la naturaleza humana- para que se ajusten a lo que esa mentalidad cree que deberían ser la sociedad y las personas. La mentalidad totalitaria, constructivista y racionalista, cree que el poder es para hacer lo que se quiera hacer en el gobierno.
Cuando estemos en el poder puedes hacer lo que quieras en el gobierno, es una promesa peligrosa. Se empieza con manejar fondos con completa discrecionalidad y al amparo de secreto; pero, ¿dónde se termina?