14
Jul 08

El Cardenal en pantallas de plasma

La Catedral de la ciudad de Guatemala cuenta con pantallas de plasma.

Rodolfo Quezada, el cardenal mediático, ya tiene la mejor tecnología para que su imágen y sus curiosas homilías ambientalistas se luzcan en el recinto catedralicio.

La ex guerrilla y Su Eminencia están unidos en la causa de obener una moratoria contra las empresas mineras que operan en Guatemala; y -desde el púlpito- Quezada hace campaña contra la minería cada vez que puede. Ahora podrá hacerlo a todo color, y podrá apantallar a su rebaño.


05
Jun 08

Lo tuyo, ¿es tuyo? La Iglesia en Santa Cruz

Indígenas cakchiqueles de Santa Cruz Balanyá exigieron el retiro de la Iglesia Católica del lugar y la devolución de las propiedades que aquella organización supuestamente ha usurpado.

Los santacruceños han empezado acercamientos con la Iglesia Episcopal Anglicana y ya no quieren a la iglesia romana en la población.

El caso es que las propiedades que reclama la Cofradía del Sagrado Sacramento son ocupadas y fueron registradas por la Iglesia Católica, a pesar de que presuntamente les habían sido donadas a la citada cofradía. Empero, los cofrades no pudieron probar su derecho en los tribunales.

Es interesante ver como es que la organización que dirigen Rodolfo Quezada y Alvaro Ramazzini es celosa cuando se trata de su propiedad; y cómo es rechazada cuando la gente se da cuenta de que su discurso populista es sólo del diente al labio.


16
May 08

La industria del misal en acción

“¿Acaso no sabían que en este país los dogmas están cargados de explosivos, y que si uno no danza a los ritmos eclesiásticos corre el riesgo de ser arrojado a la hoguera?”, eso dice hoy, Raúl de la Horra; y no se por qué me recordó la homilía de Rodolfo Quezada el domingo pasado.

 

“Aprovechó para hacer un llamado a los fieles para que, a pesar de la crisis económica, no se olviden de dar su aporte económico a la Iglesia”, dijo el purpurado, cuya organización no paga impuestos, pero les pide a sus miembros que no dejen de sacrificarse por ella. ¿Se irán a la hogura los que no dan su aporte?

 

El Príncipe de la iglesia abordó el que parece ser su tema favorito y agitó el petate del muerto cuando dijo que “la explotación minera solo traerá más pobreza al país, ya que acabará con los mantos acuíferos y provocará enfermedades en la población”.

 

La industria del misal está en acción y no descansa. Primero pidiendo el apoyo económico de los pobres; y luego obstaculizando su desarrollo.

17
Abr 08

¿Cómo dice que dijo, Eminencia?

El Buen Pastor se manifestó acerca del encarecimiento de la vida en Guatemala. Rodolfo Quezada, arzobispo metropolitano y cardenal, dijo que “es una situación preocupante y, por ello, hago un llamado a todos los sectores para encontrar una solución, aunque no total, sino significativa a este problema de pobreza y limitación”.

Y digo yo, ¿por qué es que el cardenal mediático pide una solución que no sea total? Supongo que es sólo un enredo de palabras; y no es que realmente Su Excelencia no desee lo mejor para los guatemaltecos. Sin embargo, lo que se lee de las declaraciones arzobispales, en Prensa Libre del 14 de abril, está lleno de aquel tipo de frases vacías: “El gobierno debe apresurarse a tomar las medidas necesarias para paliar esta crisis”, dice Quezada; pero claro, el purpurado no menciona cuáles. Y a lo mejor, ni debería.

Y luego, sólo para evidenciar lo vacío del discurso, uno puede reflexionar: si la administración tomara las medidas (misteriosas) para paliar la crisis, ¿por qué es que Quezada no pide que esas medidas sean una solución sea total.?


17
Feb 08

Yo no fuí, fué Teté

Rodolfo Quezada, cardenal guatemalteco, opinó que la pena de muerte no resolvará el grave problema de inseguridad que vive el país y generará más violencia. Dijo que la pena capital es un invento del diablo. Consideró que su organización debe defender siempre la vida y rechaza la pena de muerte*.

El dirigente católico dijo que la pena capital no es disuasiva y aseguró que “en los lugares donde todavía existe, siguen los asesinatos”.

El principal argumento del Príncipe de la Iglesia pierde todo sustento cuando uno lee La pena de muerte es disuasiva, columna de Luis Enrique Pérez en la que el periodista expone cuatro estudios científicos que claramente prueban que efectivamente, la aplicación de la pena capital si disuade a delincuentes potenciales.

Y bueno…¿qué decir de la segunda parte del razonamiento cardenalicio? ¡Claro que la delincuencia va a existir a pesar de que haya prohibiciones y penas para su comisión! Si el problema no es que haya delincuentes, lo grave es que no enfrentan las consecuencias necesarias de su conducta criminal. Por eso, más importante que la existencia de la pena de muerte en el Código Penal, es que se cumpla dicha pena luego de que es impuesta por los tribunales de justicia. De nada sirve la existencia de una pena que todos saben que nadie va a tener la entereza de aplicar.

¿Saben qué me extrañó, y no debería parecerme raro? Desde mi punto de vista, la mejor objeción contra la pena de muerte es que, como la vida es el valor supremo, nadie debe estar facultado para violarla; ni siquiera en ejercicio de las facultades judiciales del Estado, en cumplimiento de la búsqueda de la justicia. Y al Cardenal se le escapó este detalla importante.

Y no me extraña, por supuesto, porque Quezada es dirigente de la misma organización que no dudaba en quemar en la hoguera a filósofos y mujeres sencillas, sólo porque no estaban de acuerdo con sus dogmas, o porque “eran brujas”.

A manos de la Inquisición “El detenido era encarcelado en una cárcel especial. Se secuestraban sus bienes para su mantenimiento y los gastos de su proceso. Incomunicado, el reo ignoraba a menudo por completo los cargos que se le imputaban. El proceso consistía en una serie de audiencias en que se escuchaba a los denunciantes y al acusado. Este último contaba con un abogado que no la defendía sino meramente le amonestaba a que confesase sus culpas, o le asesoraba en cuestiones de procedimiento. Para obtener la confesión se podía utilizar la coacción; ya sea mediante la prolongación de la prisión, ya sea por la privación de alimentos, o bien, en útlimo lugar, por la tortura”.

“La condena podía ser leve o vehemente. En el primer caso el castigo podía ser una multa, una reprensión y llevar un sambenito para que la gente supiese que había sido penitenciado por el Santo Oficio y prestase atención a lo que decía por si volvía a cometer herejía. En el segundo caso, era, según la fórmula, relajado al brazo secular, esto es, entregado a la jurisdicción ordinaria para su ejecución. Si el reo a ajusticiar se arrepentía, se le ahorcaba, si era de baja condición social, o se le degollaba si era de condición social alta; si no abjuraba de sus errores, se le quemaba vivo“.

La organización de la que Quezada es un dirigente de primera línea quemaba, degollaba y ahorcaba a sus condenados; pero en su sabiduría infinita (o en su hipocresía) no lo hacía de propia mano, sino que los entregaba a la justicia ordinaria, para no mancharse las manos. A modo de Yo no fuí, fue Teté, la Iglesia mandaba a matar, pero no ejecutaba las penas. Y santos en paz. O quizás no.

En una cosa tiene razón el Cardenal chapín: otra de las objeciones válidas para la pena de muerte es que los tribunales se pueden equivocar; como se equivocó su organización cuando mandó a quemar a Giordano Bruno, cuando quemó y atormentó a brujas y hechiceras (aunque no fueran tantas como se cree), o cuando intimidaba y condenaba a Galileo Galilei.

No estoy a favor de la pena de muerte porque creo que la vida humana debe ser intocable y porque se pueden cometer errores; y por esas razones debe ser abolida. Sin embargo, mientras esté vigente y mientras los tribunales la hayan impuesto, aquella debe ser aplicada.

*Prensa Libre, página 3, del 16 de febrero de 2008. No pongo el enlace porque no está funcionando http://www.prensalibre.com.gt/


16
Ene 08

Opinión de doña Myriam

Una amable lectora se refiere a mi entrada titulada El buen pastor.

“Respecto a su artículo del día sábado 12 de enero en su Columna CARPE DIEM. No se si pertenece a la iglesia católica o si su interés en los sermones del Cardenal Quezada obedecen a cumplir con una función periodística o llenar su espacio asignado en la columna de Prensa Libre. En la actualidad hay todavía católicos que piensan como usted, sin embargo hoy el católico que se quedó resagado y no evoluciona es porque no quiere. Las parroquias e iglesias ofrecen cursos, charlas, folletos para el que quiere saber más sobre su religión. Para ser un buen católico debe conocerse quién fué y que hizo Jesús. Muchos se sienten atraidos por novelas como el Codigo Da Vinci, y no consultan el Libro de libros que es la Biblia. Tenemos que saber que Dios nos manifestó su amor enviándonos a Jesucristo para enseñarnos cómo salvarnos. Jesús vino a denunciar las injusticias para que las personas cambiaran y se convirtieran en colaboradoras para instalar el reino de Dios con nosostros.Nuestra Iglesia Católica se preocupa porque reconciliemos nuestra FE con nuestra VIDA. Si creemos que con celebrar la misa, y el cumplimiento de otros actos piadosos ya ganamos el cielo, estamos muy equivocados, porque estamos “cumpliendo” y “mintiendo”. Es mediante la práctica del amor fraterno y la justicia con que tratemos a los demás que verdaderamente ganaremos el cielo. Los católicos bautizados, hemos adquirido el compromiso, mediante ese bautizo, de convertirnos en “profetas” no desde el aspecto de anunciar el futuro, sino desde el aspecto de denunciar las injusticias para que el que quiera seguir a Jesús hacia el camino de Dios, cambie y se convierta.Usted, sea cualquiera que sea su religión o si no la tiene, tiene el deber, como deseador de un mundo mejor, de contribuir en su construcción para que sea: más justo y más equitativo, en donde cada hombre y cada mujer pueda desarrollar al máximo los dones recibidos por el Espiritu Santo. Usted puede hacerlo a través de su columna convierténdose en ejemplo para los demás periodistas, porque es más fácil destruir que construir, esto último es más arriesgado y solo pueden hacerlo los hombres verdaderos, aquellos que no buscan protagonismo sino el bien común.

Dios lo bendiga

Myriam Celada”


12
Ene 08

El buen pastor

Algunas veces, en medio de hechos que podrían ser noticiosos, la presencia de la Prensa ocasiona que se alteren los ánimos y que las cosas se salgan de su justa dimensión.

“Estábamos en una calle haciendo tomas de los grupos que empezaban a congregarse. La gente sólo se reunía. De repente, uno de los que estaban al frente se dio cuenta de que mi compañero y yo estábamos grabándolos y empezó a vociferar y a saltar con violencia. Agitaba un palo y se dirigió al grupo que lo seguía; y en un momento todos le siguieron en sus gritos y en sus brincos. Gritaban muy fuerte, tomaron piedras y empezaron a destrozar vitrinas y automóviles”.

Hace años, después de una serie de disturbios ocasionados por migrantes haitianos en varias ciudades de los Estados Unidos de América, tomé un curso de producción de noticias por televisión. El curso lo dieron una productora y un camarógrafo de Miami y la anécdota anterior la relató el camarógrafo para ilustrar cómo es que la presencia de las cámaras tiene “efectos secundarios” que pueden ser perjudiciales y que pueden ofuscar la conducta de las personas.

Yo creo que algo así es le pasa a Rodolfo Quezada y que por eso es que domingo a domingo dispara homilías como cañón suelto. El Cardenal sabe que la prensa está ahí para llenar segundos y cuartillas, de modo que se siente presionado para opinar. Digo esto porque tengo cuates que creen que él hace esas cosas con mala intención; y porque por un momento creí que lo hacía por ignorancia. Ahora creo que sólo es porque el pobre se siente presionado.

El domingo pasado, por ejemplo, el Príncipe de la Iglesia especuló sobre las regalías que deberían recibir las empresas mineras, sobre turismo y sobre ambientalismo.

El último día de 2007, al purpurado hizo observaciones acerca de si José y María habían sido migrantes ilegales e incursionó en los campos de la economía y del salario para dar su opinión sobre aquellos temas. El 24 de diciembre no estuvo tan mal porque habló de Nacimientos; pero el 17 ya había dado una “cátedra” de economía al hablar sobre el consumismo y el mercantilismo, e hizo cábalas sobre la naturaleza del valor.

Así puede uno irse hasta no a saber cuándo y lo que se va a notar es que Quezada se luce, frente a las cámaras, comentando hechos de actualidad y difundiendo sus peculiares hipótesis sobre los campos más diversos del conocimiento humano. Su Eminencia llena cuartillas y ocupa segundos como pocos.

Yo creo que esa avidez mediática les hace daño a su organización y a su rebaño. Si no, ¿por qué es que la mayoría de chapines cree que la Navidad es el 24 de diciembre? Para el guatemalteco promedio, el 25, que es el verdadero día de la fiesta de la Natividad, no sirve más que para recuperarse de la goma y para levantarse tarde. ¡Hasta las misas del gallo se hacen bien temprano el 24!; práctica que pareciera confirmar, de forma imprecisa y algo velada, que la fiesta es ese día.

Algo así ocurre con la festividad de la Pascua. El chapín promedio recuerda con solemnidad y a grandes costos la pasión y muerte de Jesús. Por eso es que el Viernes Santo es el la cúspide de la Semana Mayor. Tres fastuosas procesiones recorren las calles capitalinas, además de una multitud de pequeños santoentierros, de barrio. La Antigua Guatemala se pone sus mejores galas y el mensaje de llorad y arrepentíos cunde en los corazones.

¿Y qué pasa en el Domingo de Resurrección? Niente. Ese es el día en que los guatemaltecos se curan de la cruda adquirida como consecuencia de la parranda del Sábado de Gloria. El chapín promedio conmemora la muerte; y deja pasar la oportunidad de celebrar la vuelta a la vida.

En vez de hacer tantas homilías sobre política y economía, Quezada y su equipo ya podrían concentrarse en cuestiones religiosas que contribuyeran a la formación y al crecimiento espirituales de su rebaño. El prelado seguramente no saldría tanto en los medios; pero su grey se lo agradecería.

Publicada en el diarioPrensa Libre el sábado 12 de enero de 2008


08
Ene 08

La viga en el ojo ajeno

Como no creo que sea por mala intención, me inclino a pensar que las declaraciones de Rodolfo Quezada, publicadas hoy, son consecuencia de su ignorancia. El Cardenal criticó la explotación minera, pues dijo que, además de las escasas regalías que recibe el país, tiene efectos nocivos en el ambiente. Quezada hizo alusión las bellezas naturales y al potencial turístico que tiene Guatemala: Tenemos un país bello, tenemos un gran potencial turístico, y por eso tenemos que hacer todo lo posible por preservar el ambiente.

Lo que más me llama la atención es que el dirigente de una organización que no paga impuestos, ande reclamando que “otros” pagan pocos. ¿No es eso, ver la viga en el ojo ajeno?

Quienes tienen interés honesto en aprender sobre este tema, seguramente querrán leer el artículo titulado Regalías Mineras, por Ramón Parellada; y el titulado El Papa y el ambientalismo, por Carroll de Rodríguez.


15
Dic 07

¿Dormirá tranquilo?

En presencia del equipo de procónsules que se hacen pasar por embajadores en Guatemala; y bajo la presión de representantes de distintos grupos de interés, 109 diputados guatemaltecos aprobaron la nueva ley de adopciones. Y sólo uno de los asistentes tuvo la decencia de razonar su voto en contra.

Al respecto, tengo algunas preguntas:¿Cómo evitarán, los políticos chapines, que el monopolio que han creado en el Consejo Nacional de Adopciones sea diferente al que tenía Guatel, o al que tiene el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social?

¿Qué harán para que el CNA no sea un foco de inhumanidad como es el Centro de Atención Médica Integral para Pensionados?

¿Por qué es que los burócratas y políticos que medrarán en el CNA no cometerán las mismas canalladas que sus colegas, “servidores públicos”, han perpetrado en el IGSS, en el Crédito Hipotecario Nacional, en el Instituto de Previsión Militar, o en las compras de medicinas para el Ministerio de Salud, por mencionar sólo unos casos?

Cuándo dar en adopción un hijo no querido deje de ser una opción deseable, ¿cuál va a ser la siguiente posibilidad?

Dentro de cinco años, ¿quién va a tener las agallas de publicar cifras comparativas de, digamos: cuánto se tarda, ¡de verdad!, un proceso de adopción; cuánto cuesta en términos reales y cuánto cuesta en términos de “mordidas”; cuánto ha crecido el número de abortos; y cuánto cuesta el CNA por cada niño que logre ser adoptado?

¿Cómo van a ser los hospicios del Estado para los niños que no sean abortados? ¿Algún lector tiene idea de cómo era la vida de los niños los orfanatos espantosos que estaban a cargo del gobierno? ¿Van a ser como el “magnífico” hogar que Oscar Berger les dio a los “jóvenes en riesgo” en la Finca Santo Tomás?

Para ese entonces, los Berger, Rodolfo Quezada, y los embajadores de los “países amigos”, ¿cuánto tiempo tendrán de no dormir tranquilos?

Si es cierto que algunas adopciones han sido hechas de forma anómala, ¿por qué es que no hay notarios presos? ¿Quién los encubría? ¿Cómo reaccionará la fiscalía ahora que las adopciones estarán en manos exclusivas de un grupo selecto de consejeros nacionales?

He aquí algunos hechos que son convenientemente omitidos cuando se discute este tema:

Nueve de cada diez casos de adopción son para los EUA. De aquellos, el 96% son niños a quienes sus padres los entregan voluntariamente, lo que se comprueba por medio de dos pruebas de ADN. El otro 4% es de niños declarados en abandono, lo cual lleva un proceso judicial largo.
De 150 denuncias de “sustracción de menores” que tenían las autoridades hasta agosto de 2007, se comprobó que sólo 5 de ellas eran verdaderas. El resto era de padres separados que quitaban los niños a la madre, o de madres que habían dado sus hijos en adopción y que luego se arrepentían y los declaraban como que se los habían robado.

Rosa María de Frade, ex vocera de la Presidencia, declaró en el programa de radio Todo a Pulmón que no estaba comprobado que fueran ciertas las denuncias de que se robaban niños para darlos en adopción.

A los de la Casa Quivirá se les acusó de “traficar con menores robados” y se les cerró el hogar y se les “confiscaron más de 40 niños”. Se hizo un gran aspaviento al respecto pero al final, todo resultó ser un espectáculo para los medios de comunicación. Para ahora, ya varios de esos niños han terminado el proceso de adopción ¡que estaba en regla!, y el resto se los han tenido que ir devolviendo al hogar porque los procesos no estaban viciados. Pero más importante aún es que, si los niños eran robados, ¿dónde están las madres que los están reclamando?

¿Por qué es que el monopolio de las adopciones en manos de los burócratas y políticos que siempre criticamos por corruptos e ineptos, es bueno? ¿Le confiaría usted un hijo a esa gente? ¿Qué va a hacer, usted, al respecto? ¿Dormirá tranquilo, hoy en la noche?

Publicada en el diario Prensa Libre el sábado 15 de diciembre de 2007


12
Dic 07

Con la esperanza en manos de burócratas

Los diputados guatemaltecos aprobaron la nueva ley de adopciones. Y al respecto, tengo algunas preguntas:

¿Cómo evitarán, los políticos chapines, que el monopolio que han creado sea diferente al monopolio que tenía Guatel, o al monopolio que tiene el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social?

¿Qué harán para que el Consejo Nacional de Adopciones no sea un foco más de inhumanidad como es el Centro de Atención Médica Integral para Pensionados?

¿Por qué es que los burócratas y políticos que medrarán en el CNA no cometerán las mismas sinvergüenzadas que cometen en el IGSS, en el Crédito Hipotecario Nacional, en las aduanas, o en las compras de medicinas para el Ministerio de Salud, por mencionar sólo unos casos paradigmáticos?

Cuándo dar un hijo no deseado en adopción deje de ser una opción deseable, ¿cuál creen que va a ser la siguiente posibilidad?

Dentro de cinco años, o menos, ¿quién va a tener las agallas de publicar cifras comparativas de, digamos: cuánto se tarda, de verdad, un proceso de adopción; cuánto cuesta en términos reales y en términos de “mordidas”; cuánto ha crecido el número de abortos y cuánto cuesta el CNA por cada niño que logre ser adoptado?

Para ese entonces, los Berger, Rodolfo Quezada, y los embajadores de los Estados Unidos de América, los Países Bajos y España, van a poder tener el sueño tranquilo?

¿Cómo van a ser los hospicios del Estado para los niños no deseados que no sean abortados? ¿Van a ser como el legendario Elisa Martínez? ¿Algún lector tiene idea de cómo era la vida de los niños en ese lugar y en los otros hospicios que estaban a cargo de las “buenas gentes” que dirigían esos lugares espantosos? ¿Van a ser como el “magnífico” hogar que Oscar Berger les dio a los “jóvenes en riesgo” en la Finca Santo Tomás?

¿Por qué es que el monopolio de las adopciones en manos de los burócratas y políticos que siempre criticamos por corruptos e ineptos, es bueno? ¿Le confiaría usted un hijo a esa gente? Para muchos niños cuyo sueño es tener una familia, la esperanza ahora está en manos de esa gente. ¿Qué va a hacer, usted, al respecto?

La foto de la vergüenza es por Erlie Castillo, de Prensa Libre