21
Jun 12

¿Estos son los futuros maestros?

Si es cierto eso que una foto vale más que mil palabras, esta imágen no nos defrauda.  ¿Que nos muestra esta foto?

Vemos que mientras que muchos de los ocupantes de institutos normalistas dan la cara y asumen la responsabilidad de sus actos, hay ciertos dirigentes que se tapan la cara, que se ocultan y que operan en el anonimato.   Vemos que algunos de esos dirigentes están vinculados con movimientos revolucionarios que usan iconografía correspondiente a ideologías totalitarias y criminales cuyos muertos se cuentan por millones; tal es el caso de la imágen del Che Guevara, por ejemplo.   Vemos que los alumnos y los estudiantes ya están algo creciditos.

Estos dirigentes deberían recordar que estudian (si es que estudian) en planteles estatales sostenidos con dinero de los tributarios; y que está desperdiciando esos recursos.  Deberían recordar que hay compañeros suyos que sí quieren estudiar, y que los están perjudicando directamente.  Aunque claro, eso no tiene importancia desde la perspectiva de los que operan encapuchados y tienen por héroe a un asesino.

La foto es de El periódico, por Luis Soto.


20
Abr 12

“Un sueño de primavera”

Cuando se busca información sobre la Revolución de Octubre lo común es encontrarse con libelos que la atacan o que la defienden; verdaderamente escasos son los trabajos que se ocupan de analizarla en su exacta dimensión de acontecimiento histórico, de respuesta humana a una crisis determinada y como elemento aglutinante de gran variedad de ideas, de pasiones y de intereses creados.

Esta observación de Ramiro Ordóñez Jonama, en su libro enriquecedor Un sueño de primavera, es oportuna y valiosa porque, la historia estudia la acción humana, tal y como explica Ludwig von Mises en Teoría e historia. La historia no es solo una colección de datos, sino un relato acerca de las valoraciones y las motivaciones de sus actores; en contextos específicos.

En su libro, Ramiro hace tres contribuciones inestimables para entender aquella Revolución: la primera, es que pone al descubierto docenas de mitos que se repiten acerca de la gesta de 1944; pero no solo los expone, sino que, con los pelos de la burra en la mano nos muestra –con evidencias y no con meras opiniones– cuándo es pinta, y cuándo no. Además, el autor tiene gracia para hacerlo, gracia que yo ya había notado cuando leí su Primer suplemento de la biblioteca genealogía guatemalteca, en el que hizo lo mismo frente a las ligerezas de algunos autores de aquella especialidad.

La segunda, es que logra relatos coherentes y amenos –porque tiene el don de la pluma–, que nos facilitan entender a las personas y a sus vivencias de aquel pasado, no tan lejano. Pasado que no solo nos sirve para encontrarle sentido a nuestro presente; sino que, tiene que ver con el porvenir.

Un sueño de primavera tiene una tercera utilidad valiosa: con elegancia y acuciosidad da pie para la polémica sana y sanadora. Para la polémica que limpia y aclara. No basada en falacias de una y otra clase, sino en datos comprobados, sin duda como consecuencia de horas y horas de investigación, cotejo y verificación.

Si no te incomoda descubrir que el emperador no tiene ropa y si te molesta que el relato del pasado sea manipulado para servir a un proyecto ideológico que necesita justificarse, y que busca alcanzar por otras vías lo que no pudo conseguir por medios violentos, Un sueño de primavera no te va a decepcionar.

Esta columna fue publicada en El Periódico.


18
Dic 11

¡Muere dictador socialista Kim Jong-il!


Kim Jong-il, el dictador socialista de Corea del Norte se murió.  Como su padre, de quien heredó el poder, este tirano dedicó su vida a cultivar las virtudes socialistas y la causa de la revolución.

El vídeo que acompaña a esta nota es del funeral del padre de Kim, Kim Il-sung; y si las cosas siguen como son, lo que veremos en el funeral del hijo será -como en el caso del padre- la humillación completa de una nación.  El lugar más triste que he visitado en toda mi vida, según mi cuate Tom G. Palmer.

¿Para cuándo están Fidel y Chávez a quienes ya les vuelan encima los zopilotes?


20
Oct 11

La otra perspectiva de Arbenz y La Revolución

Hoy, que de forma ilegítima la administración de Los Colom/Espada le está rindiendo homenaje a la memoria de Jacobo Arbenz Guzmán, vale la pena explorar otra perspectiva de este personaje.  Esto es lo que escribí hace algún tiempo al respecto:

Uno de mis sobrinos pequeños, por decir el lobo que aulla, dice “el lobo cabulla”.  Anda por ahí con eso de el looooobo cabuuuuuulla y aunque uno le dé razones, la cosa no pasa de ahí. Esa actitud de no me confundan con hechos, porque ya tengo mis propias ideas, es tierna en un infante; pero no le luce a todos.

Se parece a la actitud de los apologistas de Jacobo Árbenz  y de la Revolución guatemalteca. El soldado del pueblo era algodonero, estaba casado con una rica heredera salvadoreña, vivía en un chalet en la Reforma y usaba corbatas Countess Mara (US$ 95 c/u actualmente). Pero esto no lo leyó usted en los panegíricos, ¿o sí?

Leo que la Liberación, que triunfó en junio de 1954, acabó con la primavera democrática de Guatemala.  Pero veamos qué clase de invierno era aquel otoño.

El primer gobierno de la Revolución le tendió una trampa a Francisco Javier Arana, candidato de oposición. Arana fue asesinado en una emboscada y eso allanó el triunfo electoral de Arbenz.  Eso es como si Portillo hubiera mandado a matar a Berger; y, como consecuencia, Colom hubiera ganado la elección. Y que encima, algunos anduvieran diciendo que este último había triunfado en elecciones democráticas y limpias. Haga cuentas.

Cuando el régimen revolucionario no estuvo de acuerdo con una importante decisión de la Corte Suprema de Justicia, en cuanto a la inconstitucionalidad de su reforma agraria, ¿qué hizo? ¿Se sometió al Estado de Derecho? No. Destituyó a la Corte.

Durante el segundo gobierno de la Revolución Jaime Rosemberg y Rogelio Cruz Wer, jefes de la Policía de la época, eran temidos porque aterrorizaban a la población por medio de capturas ilegales y torturas.  Que no le extrañe.  Las capturas ilegales y las torturas son características distintivas de las revoluciones como las que querían (y añoran) los fans de la Revolución.  Fue el mismísimo Juan José Arévalo en Carta política al pueblo de Guatemala con motivo de haber aceptado la candidatura y otros escritos, quien dijo que, en el gobierno de Arbenz, la policía fue obligada a practicar torturas repugnantes y a cometer crímenes contra la vida de los adversarios políticos.  En ese mismo documento, Arévalo habla de millones de dólares depositados en bancos de Suiza a nombre de personas particulares, habla de pérdida de contacto con el pueblo, y habla de amigos palaciegos que no ejercían función alguna en la administración, todo ello durante la adminstración de Jacobo Arbenz.

En uno de sus desmanes, la Revolución mandó a dinamitar el Templo de Minerva que adornaba el barrio de Jocotenango. Sólo porque sí.

Digamos que la Revolución hubiera prevalecido. ¿Qué hubiera ocurrido con los chapines? Pues hubiera pasado lo que les pasó a los europeos orientales, a los camboyanos, a los mozambiqueños y a los nicaragüenses, entre otros: que hace diez años, o ahora mismo, tendríamos que estarnos sacudiendo a los dictadores revolucionarios por asesinos, corruptos e ineptos.

Vaya un día de estos a la Hemeroteca Nacional y busque las proclamas que los revolucionarios de los 70 y 80 hacían publicar cuando secuestraban a alguien. Vea con sus propios ojos que lo que querían era instaurar la dictadura del proletariado. Lea, después, acerca de lo doloroso que fue, para muchos pueblos, sacar del poder a dictadores (Ceaucescu, Mengistu, Pol Pot y otros) como el que nos querían imponer los revolucionarios chapines.

Leí que la dimisión de Arbenz, le dio paso a 36 años cruentos.  Pero eso no tiene sentido. En primer lugar, porque la guerra de casi cuatro décadas la libraron los revolucionarios para reimponer su dictadura (lea los documentos de la guerrilla) y porque ya vimos que la primavera democrática nunca existió.

En segundo, porque la contrainsurgencia fue una reacción frente al terrorismo y al intento de imponer un régimen totalitario (no me crea a mí, lea los documentos de la guerrilla).

En tercero, porque los revolucionarios no se van así nomás; sino que tras de sí, dejan pilas de cadáveres.  Más de 35 millones en China, casi 62 millones en la URSS, más de 725 mil en Etiopía, unos 73 mil en Cuba, unos 5 mil en Nicaragua, y un total de ¡169 millones de muertos en el mundo!, entre 1917 y 1987.

Si te interesa este tema, te recomiendo:

Todo esto no lo oyes en los discursos oficiales, ni lo lees en los libros de historia oficiales, ¿o sí?


01
Jul 11

Sandra y Diego Rivera

Aprovechando el desmantelamiento de las tropas en Afganistán podrían instalarse bases de soldados estadounidenses en Guatemala para intensificar la guerra contra las drogas. Como quien dice mandame unas shecas, aquello opinó Sandra Evita Torres, la excandidata oficialista a la Presidencia de la República. La aspirante socialdemócrata dijo que yo aceptaría que vinieran soldados o bases militares de Estados Unidos, precisamente ahora que se están retirando de Medio Oriente sería una buena oportunidad.

Lo irónico y ¡hasta cínico!, es que, el año pasado, Evita y su exmarido, el presidente Alvaro Santa Clos Colom, se gastaron Q1.5 millones del dinero de los tributarios en organizar la exhibición ¡Oh Revolución!, en la que expusieron murales del mexicano Diego Rivera y la guatemalteca Rina Lazo. En los cuadros llamados Gloriosa Revolución Venceremos, los artistas citados denunciaban la intervención norteamericana en la supuesta Primavera chapina.

Supuesta digo, porque en aquel tiempo se hicieron los experimentos de enfermedades venéreas con locos y presos; porque en aquel tiempo se amordazó a la Prensa; porque el candidato de la oposición fue asesinado misteriosamente; porque en nombre de La Revolución, Rogelio Cruz Wer y Jaime Rosenberg perseguían y torturaban; porque los gobiernos revolucionarios usaban chiquilines o turbas para intimidar a la población.

A los Colom/Torres les gusta legitimarse mediante el uso y abuso de la iconografía y la retórica de La Revolución; pero ahora, con sus declaraciones en Induexpo, Evita se vio muy mal. Da la impresión de que los dólares y las tropas para la guerra perdida contra las drogas le parecen una buena oportunidad.

Con razón es que Alfonso Bauer Paiz, ministro de Trabajo y Economía durante el gobierno revolucionario de Jacobo Árbenz, calificó de farsa el hecho de que la administración de los Colom/Torres exhibiera la obra de Rivera y Lazo.

Por cierto que el candidato Otto Pérez Molina también estuvo a favor de que vengan tropas estadounidenses. Los únicos sensatos fueron Eduardo Suger y Harold Caballeros que se expresaron a favor de despenalizar las drogas, idea que comparten expresidentes de Brasil, Colombia, México y Suiza, Kofi Annan, Richard Branson, George Shultz, Paul Volcker y otros personajes.

Esta columna fue publicada en El Periódico.


10
Jun 11

La revolución de 1944 en vivo

Mis amigos Carlos Lizama, Moises Sabbaj y Tuto De León, cuentan sus vivencias durante la revolución de 1944 en una agradable conversación que organizó el Museo Popol Vuh.

Durante mi adolecencia y mi niñez tuve la oportunidad de escuchar varios relatos acerca de los inicios de aquella étapa histórica de Guatemala; y dos de mis favoritos eran los que contaba el doctor Lizama, y los que relataba mi tía abuela La Mamita.

Esta conversación es parte de una serie.  Esta otra, sobre los avances tecnológicos en Guatemala, y esta es otra sobre historias de barrios.


09
Abr 11

Experimentos y venéreas, ¿quienes eran los políticos?

Ayer nos enteramos de que Juan Manuel Funes, jefe de la División de Control de Enfermedades Venéreas del Servicio Público de Salud, a principios de 1940, fue quien sugirió llevar a cabo experimentos con guatemaltecos.  Carlos Salvadó, director del Hospital Nacional de Salud Mental, invitó al grupo investigador a trabajar con sus pacientes.

Es interesante saber quiénes eran los técnicos responsables de aquellos experimentos; pero…¿por qué es que nunca se termina de exponer qué funcionarios políticos de la Revolución tenían conocimiento de estos experimentos?  Siendo que eran experimentos que involucraban a extranjeros y a soldados, sin duda que el Ministro de Salud, el de Relaciones Exteriores y el de la Defensa tendrían que haber sabido algo. ¿Lo sabía el presidente Juan José Arévalo?


10
Mar 11

¿”Espadita” quiere el dinero de las enfermedades venéreas?

Rafael Espadita Espada quiere la plata que eventualmente sería pagada como resarcimiento por los experimentos con enfermedades venéreas que se realizaron, en guatemaltecos, durante el gobierno revolucionario de Juan José Arévalo.

Espadita , vicepresidente de la administración socialdemócrata, anunció que la indemnización se la quedará el Estado y que esta será usada para crear un instituto sobre ética e investigación.  ¡Hágame usted el favor!  Dicha pretensión es ilegítima y raya en la sinvergüenzada porque los experimentos no fueron en el Estado, sino en personas individuales con nombres, caras y familias.  En un acto de alarde típicamente colectivista las víctimas serán ignoradas, y los pipoldermos no le darán el dinero a las víctimas, sino que se lo quedarán ellos para que siga creciendo la piñata.

Por eso es que ahora, el Vicepresidente, ha puesto el grito en el cielo porque abogados particulares están ayudando a las víctimas individules a obtener indemnizaciones.  Dichas acciones -por demás legítimas y legales- podrían estropear las posibilidades de que los políticos en el poder se queden con ese dinero.

Seguramente los abogados quieren su comisión; pero aunque eso sea cierto, es infinitamente mejor que el dinero llegue a las víctimas directas y no que se quede por ahí perdido en manos de burócratas y políticos que lo aprovecharán para quién sabe qué.

La indemnización, si se consigue, debe ser para las víctimas y no para Espadita, su supuesto Instituto y sus burócratas.


09
Mar 11

Resarcimiento para las víctimas, no para los políticos

Aparentemente todavía hay víctimas, vivas, de los experimentos con enfermedades venéreas que se realizaron en Guatemala en tiempos de La Revolución.  Presuntamente un grupo de abogados habría contactado a un grupo de hombres de edad avanzada, de San Agustín Acasaguastlán y a sus familias, y supuestamente ellos fueron conejillos de indias en tiempos de Juan José Arévalo, cuando hacían el servicio militar y el ministro de la defensa era Jacobo Arbenz.

Si se probara que aquellas personas fueron parte de aquellos experimentos, cualquier resarcimiento o indemnización debe ser para ellas (o sus herederos) y no para los políticos y burócratas como pretende Rafael Espadita Espada.

Las víctimas de aquellos experimentos fueron personas individuales y específicas con nombres, caras, historias propias y familias.  Para ellos debe ser cualquier resarciminento, no para que se diluya en ese colectivo oscuro y anónimo que es el estado.


23
Feb 11

Kadhafi, Ortega y…¡sorpresa!: Fidel

Quienes levantan sus armas contra Libia son merecedores de la muerte, dijo Muamar Kadhafi.  El dictador libio también amenazó con limpiar el país casa por casa de quienes se opongan a su liderazgo. Tomaré mi fusil y derramaré hasta la última gota de mi sangre, añadió.  Kadhafi llamó a capturar a las ratas.

Trecientos muertos, poco más o menos, son la evidencia de que Kadhafi está hablando en serio.  Y sus amenazas ocasionaron la renuncia de numerosos de sus diplomáticos y la de su Ministro del Interior. Libia fue excluida de la Liga Arabe.

Y ahora, adivine usted, quién se sumó a la solidaridad con el dictador libio: ¡Fidel Castro!  Ya Daniel Ortega había hecho lo propio…y claro, ¿quién faltaba si no Fidel?  Para más señas, en 1998 Kadhafi le dio a Castro  el Premio Internacional Al-Kadhafi de los Derechos Humanos, valorado en $ 250,000. ¡Hágame, usted, el favor!  Y…adivine usted quien, también recibió dicho premio: ¡Daniel Ortega!