Cuando los conquistadores españoles dispusieron salvar las almas de los salvajes que habitaban el Nuevo Mundo, antes de barrer con ellos les leían un documento llamado El Requerimiento. Conocí aquel escrito ominoso en mis clases de Historia en la universidad y anoche me topé con él porque estoy leyendo Empires of the Atlantic World, por J.H. Elliot; y ve tu como es la vida. Hoy, una publicación de la candidata presidencial Patricia de Arzú, del Partido Unionista, me recordó el texto.
Dice El Requerimiento que, de parte del rey, don Fernando, y de su hija, doña Juana, reina de Castilla y León, domadores de pueblos bárbaros…os notificamos y os hacemos saber, como mejor podemos, que Dios nuestro Señor, uno y eterno, creó el cielo y la tierra, y un hombre y una mujer, de quien nos y vosotros y todos los hombres del mundo fueron y son descendientes y procreados, y todos los que después de nosotros vinieran….Así que Sus Majestades son reyes y señores de estas islas y tierra firme…y luego sin dilación, como fueron informados de los susodichos, obedecieron y recibieron los varones religiosos que Sus Altezas les enviaban para que les predicasen y enseñasen nuestra Santa Fe…Si así lo hicieseis, haréis bien, y…os recibiremos con todo amor y caridad, y os dejaremos vuestras mujeres e hijos y haciendas libres y sin servidumbre, para que de ellas y de vosotros hagáis libremente lo que quisieseis y por bien tuvieseis, y no os compelerán a que os tornéis cristianos…Y si así no lo hicieseis…os certifico que con la ayuda de Dios nosotros entraremos poderosamente contra vosotros, y os haremos guerra por todas las partes y maneras que pudiéramos, y os sujetaremos al yugo y obediencia de la Iglesia y de Sus Majestades, y tomaremos vuestras personas y de vuestras mujeres e hijos y los haremos esclavos, y como tales los venderemos y dispondremos de ellos como Sus Majestades mandaren, y os tomaremos vuestros bienes, y os haremos todos los males y daños que pudiéramos…”
De este texto me acordé cuando leí que dice la candidata que Estoy convencida de que el único que puede transformar a nuestro país es Dios y la forma de hacerlo es a través de esa generación nueva que hoy debemos formar…Yo no voy a descansar hasta que todos los niños y jóvenes de Guatemala reciban a Dios en su corazón como su único salvador. Este texto puedes verlo en la página 11 de Prensa Libre de hoy.
Da miedo la increíble Patricia de Arzú; y menos mal que los electores no la toman en serio. Ahora la cosa está en averiguar si los candidatos a diputados, del Partido Unionista, comparten el objetivo de su candidata presidencial.