Eduardo Galeano, uno de los escritores colectivistas y socialistas más influyentes de los siglos XX y XXI, dijo que no volvería a leer su obra más conocida, Las venas abiertas de América Latina (1971), debido a que es pesadísima, y admitió que fue escrita sin conocer debidamente sobre economía y política”. Al hablar de ese libro, Galeano explicó cuando lo escribió “no tenía la formación necesaria. No estoy arrepentido de haberlo escrito; pero fue una etapa que, para mí, está superada.
Las venas… es uno de los libros de cabecera y una de las fuentes de consignas más socorridas de los revolucionarios tercermundistas. En El manual del perfecto idiota latinoamericano, aquel libro está incluido en la lista de los diez que más conmovieron al idiota latinoamericano; y yo añadiría que debe estar en la lista de los diez que más vidas de jóvenes latinoamericanos han cobrado.
Los autores de El manual… dicen que no existe un libro de su género que haya tenido tantas ediciones, traducciones y alabanzas. No se conoce, en nuestra lengua, en suma, una obra que -como esta- merezca ser considerada como “la biblia” del idiota latinoamericano, o por la otra punta, como el gran culebrón del pensamiento político.
Dicho lo anterior, creo que una de las mejores cosas que uno puede hacer, cuando se equivoca, es admitirlo y corregir; y en ese contexto creo que es valiosa la confesión de Galeano. ¿Qué harán los socialistas del tercer mundo con sus copias de Las venas…? ¿Las guardarán como un recuerdo, o repudiarán la honradez intelectual de su autor? Digo…porque tiene bastante de honradez intelectual admitir que uno se equivocó y que hizo algo sin conocimientos suficientes. Ya lo dice el dicho: Errar es de humanos; y enmendar es de sabios. Sería fascinante que más de algún devoto de Las venas…hiciera algo por lo menos parecido a lo que acaba de hacer su maestro.
Sospecho, sin embargo, que aquello no ocurrirá. Aquellas ideas obsoletas serán recicladas, y repelladas para volver a ser usadas en aulas y en barricadas. Y las preguntas son: ¿A qué costo? y ¿Quiénes pagarán?
Columna publicada en El periódico y la ilustración es de brasil247.com