16
Nov 17

Conversemos sobre “Himno”

¿Te apuntas a conversar sobre la novela Himno, de Ayn Rand? El equipo de The New Intellectual organizó una conversación sobre esta distopía clásica y tuvo la gentileza de invitarme para conducirla en su club de lectura.  ¿Nos vemos este domingo 19 de noviembre? La cita es de 2:00 a 4:00 p.m. en la librería Sophos, 4a. avenida 15-59, zona 10, Plaza Fontabella, segundo piso.

Tres de mis párrafos favoritos de Himno dicen:

  • Son mis ojos los que ven y la visión de mis ojos le confiere belleza a la Tierra. Son mis oídos los que oyen y mis oídos le dan su canción al mundo. Es mi mente la que piensa y el juicio de mi mente es el único faro que puede encontrar la verdad. Es mi voluntad la que elige y la elección de mi volulntad es el único mandato que debo respetar.
  • Se que la felicdad es posible para mí en esta Tierra. Mi felicidad no necesita de un objetivo supereior para justificarse. Mi felicidad no es el medio para algún fin. Ella es el fin. Es su propio objetivo. Es su propio propósito.
  • No le pido a nadie que viva para mi, ni yo vivo para n adie.  No codicio el alma de nadie, ni mi alma debe ser codiciada por nadie…no daré mi amor sin motivo a cualquier oportunista que lo reclame. Elegiré a mis amigos entre los hombres, ni esclavos ni amos.  Elegiré sólo a los que me gusten, a ellos amaré y respetaré, sin mandarlos ni obedecerlos.

Debido a la corrección política que crece como un cáncer entre nosotros, y debido a la amenaza que implican el pensamiento único y la historia única sobre la libertad de expresión este otro párrafo debería llamarnos la atención:

  • Nuestros hermanos están en silencio porque no se animan a decir los pensamientos que pasan por sus mentes. Porque todos deben estar de acuerdo con todos y, como no pueden saber si sus ideas son compartidas por los demás, entonces temen hablar.

Himno es una distopía medieval del futuro en el que los individuos están privados de su nombre, de su independencia, de sus valores y de su dignidad.  En ese mundo, el protagonista Igualdad 7-2521 es capaz de descubrir el amor y el conocimiento…es condenado por decir: Yo soy. Yo pienso. Yo quiero.

¿Nos vemos?


03
Jun 17

“Una historia patriótica de España”, por J.M. Marco

Esquilache pagó caro su afán reformista.  Los madrileños se sublevaron contra un extranjero que venía a imponer costumbres ajenas y que consideraban un depredador fiscal.  La frase es de Una historia patriótica de España, por mi amigo, José María Marco, libro que recién terminé de leer.

El libro se lee como se lee uno de aventuras.  No sólo porque José María sabe llevar al lector con una pluma hábil, sino porque la historia de España está llena de andanzas, visicitudes, avatares, coqueteos y devaneos…como en una buena aventura. Seguramente  las historias de muchos países son así; pero hay que saber contarlas para que no sean sólo anécdotas, y para que no sean aburridas.

¿Por qué elegí aquella frase para empezar estos comentarios? Porque las rebeliones contra depredadores fiscales siempre son inspiradoras.

En el libro me disfruté de cuatro capítulos en particular: el de La Reconquista: España en Occidente; el de La España Americana; el de La España de la Ilustración; el de La España Liberal y el de El siglo XX. Del liberalilsmo a la democracia. Por cierto, el que la de José María sea una historia patriótica, no quiere decir que sea una historia condescendiente.  Como historia, la de José María es, como explica Ludwig von Mises, un estudio sobre la acción humana (o sobre las acciones humanas).  Luego, no es una recopilación aleatoria de datos, ni expone una visión determinista.

El libro fue publicado en 2011 y su autor no tuvo tiempo de ver y reseñar la vergonzosa administración de Mariano Rajoy,

La historia de España, por otra parte, a ratos tiene algo que enseñarnos a los hispanoamericanos.


21
Abr 17

Domingo de liberación de libros

¡Por cuarto año consecutivo¡ Convocatoria para liberación de libros 2017 por conmemorarse el Día Internacional del Libro, este domingo 23 de abril.

La idea es que escojas un libro de cualquier clase, de cualquier título, de cualquier género que desees liberar para que otra persona tenga la oportunidad de encontrarlo y leerlo.

Escribe lo siguiente en la primera página del libro:

Este libro es libre, cuando lo encuentres es tuyo… léelo, y cuando lo termines, déjalo nuevamente en otro lugar para que otra persona lo encuentre y pueda leerlo igual que tú.

Después déjalo en algún lugar público (parque, restaurante, café, parada de buses, mesa, panadería, universidad, escuela, u otro) donde pueda ser encontrado.

Liberar un libro es compartir una experiencia maravillosa y quizá lograr que alguien descubra la magia de leer.  El domingo liberaré Himno, por Ayn Rand.

¿Te apuntas a participar?

Gracias a mi amiga, Carmina, por la pista.


20
Nov 16

Diálogo de conversos, por Rojas y Ampuero

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¿Qué harías si tuvieras que rehacer tu vida?  Quizás recoger los pedazos y armarla de nuevo.  En Diálogo de conversos, Mauricio Rojas y Roberto Ampuero conversan en torno a su evolución política desde el marxismo militante en los años 60 a las ideas liberales clásicas que hoy cultivan y difunden.

Las experiencias de ambos no son de escritorio, ni de hotel de cinco estrellas. Ninguno de los dos fue parte de la gauche caviar. Ambos lucharon -donde se lucha- y le vieron de cerca el rostro al socialismo, primero atraídos por sus cantos de sirena y luego repelidos por sus verrugas y sus ojos legañosos.

Uno se engancha fácil en la lectura de esta conversación; especialmente en las primeras tres cuartas partes del libro, llenas de momentos desgarradores intelectual y sentimentalmente.  Mientras leía el Diálogo entre conversos yo pensaba de cuando en cuando: Cuántas vidas de jóvenes chapines se hubieran salvado -de muertes inútiles y yermas- si hubieran leído a Rojas y a Ampuero en los años 60, 70, y 80.  Y de cuando en cuando me preguntaba: ¿Les hubieran creído a Rojas, o Ampuero cuando les advirtieran que el partido mentía, manipulaba y buscaba un activismo suicida?

Haz clic aquí para ver una charla que Mauricio Rojas ofreció sobre este libro.

De paso, Jorge Bergoglio acaba de referirse a la relación entre el cristianismo y el comunismo; y Mauricio Rojas, en Diálogo de conversos, nos ofrece estas meditaciones: me gustaría desarrollar un poco  más la cuestión religiosa, ya que de ella depende, en gran medida, la universalidad del marxismo, es decir, su capacidad de apelar a un sentimiento que es connatural al ser humano con independencia de su tradición cultural.   La gran propuesta del comunismo moderno es la instauración de un paraíso terrenal que, en todo sentido, rescata la promesa esencial de toda la tradición judeocristiana acerca de un reino celestial donde se realiza el sueño de una comunidad absoluta, en la que no existe ni lo tuyo ni lo mío, ni envidia, luchas entre los seres humanos, enfermedad o pobreza.  En suma, donde se vive la plenitud del reencuentro con el Creador y la salida definitiva de la precariedad y el dolor a nuestra condición terrena.

El orden celestial es, sin la menor duda, un orden comunista donde todo se comparte y nadie podría llegar a imaginarse que allí existe la propiedad privada o cualquier cosa que nos separe a los unos de los otros.  Esa es la gran expectativa en que se funda nuestra tradición religiosa y por ello su actualización marxista-comunista no podía dejar de remecer poderosamente nuestro imaginario colectivo.  Al mismo tiempo, no es difícil otra vida está presente en prácticamente todas las culturas y es fácilmente reconocible en el Valhalla nórdico, el Hanan Pacha de los incas, el Nirvana budista o el Reino Celestial chino.

Food for thought, ¿verdad?


04
Oct 16

Sacrificio ritual en Iximché

161001-iximche-sacrificio-ritual-luis-figueroaNo recuerdo una vez que haya visitado Iximché y no lo haya disfrutado. Iximché es la antigua capital de los cakchiqueles, en Tecpán.  

Haz clic en la foto para ver más fotos.

Iximché fue el primer sitio arqueológico mayense que visité, cuando estaba en Cuarto grado de Primaria.  El aire, allá es limpio y puro y la luz es clara.  La gente siempre es muy amable- Entras a la ciudad y con un poco de imaginación la puedes ver en plena actividad.  Está viva en sus plazas, sus templos y sus palacios.  ¿Cuándo se pone mejor? Cuando hay actividad en en el espacio ritual de aquel sitio.

Desde 2001 que no veía una de estas prácticas.  La gente congregada alrededor del fuego.  Las velas, huevos, flores, bebidas y otros objetos propios de la parafernelia ritual bien dispuestos.  En el momento más impresionante de aquellos ritos, los sacerdotes toman un gallo y lo degüellan.  Si eso no te impresiona, acto seguido el cuerpo decapitado es soltado en la suelo y ves como el cuerpo sin cabeza corre de aquí para allá y en círculos sin ton, ni son, hasta que cae agotado, sin vida alguna. Luego el shamán esparce la sangre del gallo sobre los objetos rituales que serán quemados para elevar entre el humo las oraciones de los peticionarios; y la sangre del gallo también es esparcida en los restos del templo que está junto al lugar del fuego.

Fascinantes, también, son las palabras que salen de la boca del sacerdote. Invocaciones a Nim Ajau, a numerosos santos, a un licenciado y al emperador, entre otras que no recuerdo, o igual no entiendo.

Una visita a Iximché siempre te deja algo.  Cuando menos te deja la experiencia de un lugar pacífico y encantador; y cuando tienes más buena fortuna, te deja un contacto con un mundo cultural diferente, primigenio y fascinante.


27
Jul 16

¡A leer El señor Presidente!

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Escucha el podcast aquí.

Hoy se me cruzó en el camino El señor Presidente, de Miguel Angel Asturias y que me llamaba.   que me decía: Leemeeeee, leemeeeee, otra veeeeez.  Se me cruzó en la venta de libros usados que hay en el Centro Estudiantil de la Universidad Francisco Marroquín.

Al principio me resistí porque tengo otros libros que leer.  Libros que han escrito cuates míos; libros para mi trabajo; libros por placer; en realidad libros para mi trabajo y por placer que son lo mismo.  Luego recordé que no hay tal cosa como libros que tengo que leer; así como no hay cosas que tengo que hacer.  No hay nada que hacer.  Lo que hay, como explica mi cuate Fred Kofman, son demandas sobre mi tiempo y mis recursos.  Lo que sí hay son libros que elijo leer y cosas que elijo hacer. Dicho lo anterior compré El señor Presidente con el ánimo de leerlo de nuevo. Hay varios libros de mi adolescencia que quiero volver a leer: El Popol Vuh y La mansión del pájaro serpiente, por ejemplo.

Con El señor Presidente (que es un librazo con una historia conmovedora y aterradora, escrito magistralmente) tengo una historia que me causa gracia.

En Tercero básico mi profesora de Literatura me dejaba leer lo que yo quisiera, independientemente de los libros asignados por el Programa oficial.  Esto era porque yo era un buen lector y leía cosas buenas; porque me daba hueva leer los libros del Programa; porque tiendo a hacer lo que me place; y porque ella era buena onda y comprensiva, sabía que quizás era más importante seguir cultivando mi amor por la lectura y los libros que zambutirme mediante coacción.

Llegado el día de entregar el reporte de El señor Presidente la maestra no llegó a clase y la directora, doña Tere, llegó a recibirlos.  Cuando le entregué mi reporte de Sinuhé, el egipcio (una novela en la que aprendí mucho sobre los egipcios y sobre el reinado de Akenatón) doña Tere me dijo que eso no era aceptable y que tenía ese fin de semana (que era largo porque llegaba el Primero de mayo), yo debía leer el libro de Asturias y presentar el reporte el lunes.

Como era fin de semana largo me fui a Panajachel y allá leí El señor Presidente.  Allá devoré El señor Presidente porque me encantó (y lo mismo me pasó con Doña Bárbara,  que leí ese año porque doña Tere ya me tenía el ojo puesto y no le permitió a mi maestra que me aceptara otros libros).  El señor Presidente es uno de esos libros que -si eres chapín, si has visitado Guatemala, o si tienes intereses en Guatemala y su historia- seguramente vas a disfrutar; también si te interesan las dictaduras en América Latina y en el mundo.  Como dije arriba es una historia conmovedora y aterradora escrita de forma magistral.


23
Ene 16

Excursión a Iximché y a El encanto

Haz clic en la foto para ver más fotos

Iximché fue el primer sitio arqueológico maya que visité.  Lo hice con mis compañeros de colegio, en el Cuarto grado de primaria en el Colegio Guatemalteco Bilingüe como parte de la clase de Historia.  Quedé enamorado de Iximché y siempre que vuelvo me quedan más ganas de volver.  Mi espíritu aventurero y explorador se enciende.  Mi imaginación agarra velocidad.

Iximché fue la capital del señorío Cakchiquel, en el siglo XVI fue conquistada por los ejércitos de quauhquecholtecas y tlaxcaletecas comandadas por los hermanos Alvarado, a su lado se fundó la primera capital del reino de Goathemala.  En sus plazas y templos se respira el aire puro y fresco del campo y se respira, también, el recuerdo de su historia trágica. Tiene, al fondo, un lugar sagrado donde se celebran ritos y ceremonias.  Cuando llegamos tuvimos suerte: el lugar no sólo emanaba los aromas propios del bosque, sino que de entre las ascuas ascendían ascendía el aroma del copal más noble.  Yo no quería moverme de ahí.  Quería que mi cuerpo y mi mente absorbieran todo aquello

Hace dos sábados, luego de desayunar en El pedregal, en Santa Apolonia, con Lucy, Raúl y el Ale recorrimos el sitio y gozamos la visita.  Las pirámides son de menor altura que las de Zaculeu -donde recién anduvimos- pero no son menos encantadoras, ni mucho menos impresionantes.

Luego de Iximché nos dirigimos a El encanto, una finca en Tecpán.  Allí, nos abrazaron la paz, el aire frío y el aroma de miles de pinabetes.  Fue un fin de semana de caminar por el bosque, disfrutar de los amigos queridos y de buena comida y de leer junto a la chimenea -leí Marina, de Carlos Ruiz Zafón.  Esta excursión es tradicional entre mis amigos; y es tradición que mi equipo prepare la cena del sábado.  Este año hicimos pulled pork y salió delicioso.

Fue un fin de semana de Historia, lectura, bosque y muchas risas.


12
Ago 15

Conversación sobre “Objetivismo: la filosofía benevolente”

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En Objetivismo: la filosofía benevolente mi amigo y maestro, Warren Orbaugh, explica -en español- toda la filosofía de Ayn Rand así como los aportes recientes de otros objetivistas.  De modo que el libro es comprehensivo del movimiento objetivista; y reune aportaciones que se pueden encontrar separadas, pero que por primera vez se hallan en un sólo volumen ¡y en español!  Esto hace que el trabajo intelectual de tener acceso a aquellas aportaciones sea más facil.

En el libro, Warren hace sus propias aportaciones filosóficas en el campo de la estética y del arte; especialmente en el de la arquitectura.  Abunda en los diferentes tipo de arte y explica qué tipo de arte es la arqutiectura.

En la conversación que ilustra esta entrada, Warren explica cuáles son las principales objeciones a la filosofía objetivista y las aclara para los que no están familiarizados con ella.

En Objetivismo: la filosofía benevolente, Warren Orbaugh explica que hay quienes confunden el objetivismo, que es un movimiento filosófico, con el libertarianismo, pero en realidad son dos cosas diferentes.  

El objetivismo es un sistema filosófico. El libertarianismo no.  El libertarianismo consiste en una postura política: en respetar el proyecto de vida del otro, en tanto este no viole los derechos de los demás.  Varios sistemas filosóficos coinciden en sus principios con este postulado.  De tal manera que los libertarios pueden estar de acuerdo en este punto y diferir en otros principios.  El libertarianismo no responde a preguntas como ¿Cómo lo sabemos? ¿Son necesarias y posibles las respuestas a esas preguntas para defender la libertad? Los sistemas filosóficos son los que responden a esas preguntas, dice Warren en la Introducción del libro.

Un sistema filosófico es un conjunto de principios que responden a nuestras inquietudes de ¿Qué es la realidad? ¿Cómo lo sabemos? Y según las respuestas a lo anterior ¿Cómo debemos actuar? ¿Cómo debemos relacionarnos con los demás? ¿Qué es importante?, explica en Objetivismo: la filosofía benevolente.

Warren indica que uno de los principios fundamentales del objetivismo es que la razón –la facultad que integra e identifica el material que nos dan los sentidos– es el instrumento de sobrevivencia del hombre, y por tanto, el compromiso de guiarse por ella debe ser una incesante e inviolable obligación. Cada pregunta teórica debe y puede responderse usando la razón; cada acción práctica debe y puede ser guiada usando la razón.

Objetivismo: la filosofía benevolente fue publicado por Editorial EpistemeYa está disponible para Kindle.  Si disfrutas más de los libros leyéndolos físicamente puedes adquirirlo en la Marro-King, la librería que está en el Cuarto piso de la Escuela de Negocios de la Universidad Francisco Marroquín, o escribiendo a ediciones@ufm.edu


23
Abr 15

Para celebrar el Día del libro

himno-ayn-rand

Es tradición, en el Día del libro, liberar uno.  Como explica mi amiga, Carmina, el procedimiento es escoger un libro de cualquier clase, de cualquier título, de cualquier genero que desees liberar para que otra persona tenga la oportunidad de encontrarlo y leerlo.  Escribe lo siguiente en la primera página del libro:  Este libro es libre, cuando lo encuentres es tuyo léelo, y cuando lo termines, déjalo nuevamente en otro lugar para que otra persona lo encuentre y pueda leerlo igual que tú.

Después déjalo en algún lugar público (parque, restaurante, café, parada de buses, mesas, panaderías, universidad, escuelas, uotro.) donde pueda ser encontrado.

Liberar un libro, dice Carmina, es compartir una experiencia maravillosa y quizás lograr que alguien descubra la magia de leer.

Otra forma de hacerlo es por medio de Bookcrossing; práctica que hago muy de cuando en cuando.  El procedimiento es parecido, sólo que registras el libro en un sitio Web para seguirle la pista en su viaje.

Hoy liberé Himno, que es una novela distópica breve y riquísima, por Ayn Rand.  Uno de esos libros que uno se alegra de haber leído.


13
Abr 15

Adiós a Eduardo Galeano

Eduardo_Galeano_(Feria_del_Libro_de_Madrid,_31_de_mayo_de_2008)

Mira tu.  Hace un año Eduardo Galeano dijo que no volvería a leer su obra más conocida, Las venas abiertas de América Latina (1971), debido a que es pesadísima, y admitió que fue escrita sin conocer debidamente sobre economía y política. Al hablar de ese libro, Galeano explicó  cuando lo escribió no tenía la formación necesaria. No estoy arrepentido de haberlo escrito; pero fue una etapa que, para mí, está superada. Y ahora vino y se murio.  Al año.

Ceo que una de las mejores cosas que uno puede hacer, cuando se equivoca, es admitirlo y corregir; y en ese contexto creo que fue encomiable la confesión de Galeano…aún después de haber inspirado a quién sabe cuántos jóvenes a dar sus vidas (o a tomar vidas de otros) por medio de un libro escrito, así,  sin saber bien de economía y política.

Las venas… es uno de los libros de cabecera y una de las fuentes de consignas más socorridas de los revolucionarios tercermundistas. En El manual del perfecto idiota latinoamericano, aquel libro está incluido en la lista de los diez que más conmovieron al idiota latinoamericano; y yo añadiría que debe estar en la lista de los diez que más vidas de jóvenes latinoamericanos han cobrado.  Los autores de El manual… dicen que no existe un libro de su género que haya tenido tantas ediciones, traducciones y alabanzas.  No se conoce, en nuestra lengua, en suma, una obra que  -como esta- merezca ser considerada como “la biblia” del idiota latinoamericano, o por la otra punta, como el gran culebrón del pensamiento político.

La progresía ha de estar triste; y me pregunto que hicieron muchos de ellos con Las venas… ¿Las guardaron  como un recuerdo, o las repudiaron  con alguito de honradez intelectual?  Ahora bien…¿qué tal si lo del primer párrafo fue un hoax?   Las vidas arruinadas  por Las venas...y los muertos quedarían; pero la honradez intelectual se iría por el caño.

En este enlace puedes leer los cinco mitos de Las venas…por mi cuate, Adrían.

La foto es por  Mr. Tickle (Trabajo propio), CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons.