Los primeros años del siglo XXI nos enseñan que los socialistas llegan al poder democráticamente con el voto de la mayoría, alteran el orden institucional y constitucional democráticamente, alargan sus períodos presidenciales democráticamente y extienden sus regímenes democráticamente. La máxima democrática es que los intereses colectivos prevalecen sobre los derechos individuales.
¿Cómo consiguen servirse con la cuchara grande? Aprendieron de sus errores y mediante cuatro instrumentos. He comentado la educación estatal, la prensa complaciente y activista, el miedo y hoy comento la neolengua.
La neolengua (al estilo de 1984, de George Orwell) es palabras, o frases construidas con fines políticos, con el objetivo de dirigir y controlar el pensamiento del hablante, y cimentar el pensamiento único. Incluye el uso abundante de palabras y frases comadreja (sin contenido) o anti-conceptos. Las necesidades son presentadas como derechos; la democracia se impone sobre la república; la justicia social sustituye a la justicia; la corrección política sustituye a la libertad de expresión; la verdad alternativa y la verdad interina sustituyen a la verdad; el conflicto sustituye a la cooperación social; el estado de derecho democrático sustituye al estado de derecho; lo que se entiende por justicia se persigue desde el Organismo Legislativo y no desde el Organismo Judicial; la riqueza cultural es aplastada por la apropiación cultural; no se distingue la legislación, de la ley; neoliberalismo es casi cualquier cosa que no sea colectivismo y así podemos seguir.
Milton Friedman explicó que una marea de opinión, una vez que fluye fuertemente, tiende a barrer sobre todos los obstáculos todas las opiniones contrarias y los socialistas lo han entendido bien. De hecho, los cuatro instrumentos explorados a lo largo de cuatro semanas (que no son los únicos) sirven para crear la marea democrática que les permite perpetuarse en el poder a costa de la república y de los valores que esta representa, además del estado de derecho y los derechos individuales.
Columna publicada en elPeriódico.
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