Por favor, permítanme unas sugerencias: el tráfico en esta temporada se pone pesado; ¿qué tal si contribuimos a hacer la experiencia menos desagradable? ¿Qué tal si sacamos del cajón las palabras por favor y gracias?
En estos días mucha gente va entre el tráfico como si estuviera en Los juegos del hambre, pero no tiene que ser así. Por ejemplo, si uno ya sabe que el tráfico va a ser denso, no está de más salir 15 minutos antes de lo acostumbrado. Si uno sale con tiempo extra, habrá menos tensión a la hora de enfrentar un posible embotellamiento y, si hay menos tensión, habrá menos incentivos para ponerse agresivo.
Sugiero que seamos generosos y amables. Si vamos sobre una avenida con la vía y hay personas en las bocacalles que quieren entrar a la avenida con sus vehículos, ¿por qué no dejar pasar a una, o dos dependiendo de las circunstancias? Si hacemos eso ayudamos a otros, hacemos un pequeño acto de bondad y educamos a otros.
¡Vivos los quiero! El tráfico demanda nuestra atención. Si se nos va el pájaro causamos atrasos y entorpecemos el flujo de vehículos. Si alguien nos da el paso, aprovechemos la oportunidad y digamos gracias. No nos quedemos parados en los cruceros de calles. ¡No texteemos! Textear y hablar por el teléfono son actividades distractoras y peligrosas. La mara que maneja y textea, o habla por móvil arriesga su vida y las de los demás, y les causa atrasos innecesarios a otros.
Por favor, usemos los carriles que nos corresponden. Si vamos a cruzar a la izquierda, usemos el carril izquierdo, y si va a seguir recto, usemos el carril del centro. Si vamos vivos podemos planificar con tiempo.
Si bebes, no manejes y si manejas no bebas, así decía un eslogan sabio de la radio en los años ochenta. ¡Es criminal conducir con tragos de más! Hace unos días, en el bulevar Los Próceres un sujeto se atravesó como bólido y si yo hubiera ido tres o cuatro metros adelante en mi ruta, su auto hubiera embestido el mío y no estuviera compartiendo estos pensamientos. Mi padre murió por conducir con tragos de más. Por favor, no lo hagas.
¡Felices fiestas! Seamos prudentes y saquemos del cajón las palabras por favor y gracias.
Columna publicada en El periódico.