24
Jun 11

Justicia, no venganza

En 1982 fue constituida la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca para coordinar las guerrillas que intentaban, mediante recursos como secuestros, asesinatos y terrorismo, instaurar la dictadura del proletariado de acuerdo con los modelos soviético, cubano y maoísta.

Hacia 1981, la guerrilla vivía una euforia que la llevaba a creer que el triunfo estaba cerca; y para aquel movimiento era crucial obtener la participación de los campesinos, que en su mayoría son indígenas. Sin aquello, nunca conseguirían fuerzas armadas para enfrentar al Ejército constitucional.

El Ejército Guerrillero de los Pobres obtuvo respaldo de parte de la población, mientras solo se trataba de charlar sobre la lucha de pobres contra ricos y proporcionar alimentos. Empero, cuando la guerrilla embarcó a los campesinos en enfrentamientos armados, la cosa cambió. En parte porque la guerrilla llegó a la gente con ideas ajenas a sus tradiciones; y porque la guerrilla pasó a exigir alimentos –en vez de solicitarlos–, a reclutar por la fuerza, y a castigar a quienes consideraba como sus enemigos, o espías.

Lo que estoy contando aquí, puede ser corroborado en Guatemala, la historia silenciada, por Carlos Sabino.

Porque la Constitución le encomendaba al Ejército la tarea de mantener la paz, este combatió a la guerrilla. Y cometió desmanes. El Ejército estaba compuesto principalmente por indígenas; y los campesinos se vieron entre dos fuegos. La guerrilla nunca consiguió una oleada insurreccional, actuó con insolencia, e involucró a civiles. Indígenas en las poblaciones, e indígenas en el Ejército, todos quedaron atrapados.

El Ejército aprendió de sus experiencias contra la guerrilla y elaboró planes para evitar que aquella tuviera éxito en sus propósitos totalitarios. Aquellos planes eran contra la guerrilla, no contra los indígenas; porque indígenas eran todos. Los de uno y otro lado. El que la mayoría de la población fuera indígena es un asunto hazañoso*; y el problema a resolver era el de evitar el triunfo de la guerrilla totalitaria. El problema era político, no étnico.

Al final, la guerrilla fracasó, sus patrones en Moscú cerraron la tienda y en La Habana estaban en la miseria. Álvaro Arzú les sirvió, en la mesa, lo que no pudieron obtener por la fuerza y ahora sus dirigentes ocupan puestos clave en toda la administración pública.

Y todo esto viene al caso por la captura del general (R) Mario López Fuentes, oficial que merece ser tratado con justicia, y no ser víctima de una venganza; ni de un espectáculo con propósitos políticos.

Esta columna fue publicada en El Periódico.

* Las cuestiones hazañosas pueden variar en cada versión de los relatos.  Los asuntos nodales, son elementos fundamentales de la Historia; y los asuntos nomológicos, son abstracciones y leyes que subyacen en un conjunto de historias diferentes.  El marxismo-leninismo y el maoismo son cuestiones nomológicas;  el hecho de que hubo un enfrentamiento armado que duró 36 años es nodal; pero las étnias de las víctimas, su sexo, o sus edades, son cuestiones hazañosas.  Esta diferencia entre asuntos hazañososnodales nomológicos, por cierto, es de Alfredo López Austin .


01
Feb 10

Memoria de la tragedia en la embajada de España

El 31 de enero de 1980 yo estaba en Primer año de Derecho; y a la universidad llegó la noticia de la espantosa tragedia en la embajada de España. Como todos, en Guatemala, vi las escenas de aquella catástrofe en en noticiario Aquí el Mundo.
Unos años después, cuando yo era productor en aquella organización noticiosa, pude ver las imágenes sin editar y pude ver todo aquel horror. No era fácil ver aquellas escenas, no es fácil sacárselas de la cabeza, y no es fácil recordarlas. Es que no se trata de una película de terror; se trata de lo que lo que los seres humanos son capaces de hacer.
Comparto, con ustedes, algunos párrafos acerca de La catástrofe de la embajada, tomados de Guatemala, la Historia silenciada, tomo II, por el sociólogo e historiador Carlos Sabino.
La embajada de España en Guatemala, sería ocupada por una treintena de personas el día 31 de enero y, después de confusos sucesos, se produciría un incendio en el recinto al que se habían desplazado, con sus rehenes, los ocupantes de la sede diplomática. El saldo serían 36 muertes.
Un grupo de campesinos provenientes de El Quiché, llegó a la ciudad de Guatemala a comienzos o mediados de enero…los campesinos exigían al gobierno “la exhumación de cadáveres de campesinos secuestrados…por el ejército…perseguían demostrar que los cadáveres no eran de guerrilleros sino de sus compañeros indígenas”.
El grupo de campesinos que viajó a la capital no se identificaba directamente con ninguna organización ni tenía un liderazgo formal o visible, pero en sus filas destacaba-por varias razones- la figura compleja de Vicente Menchú…
Los campesinos que llegaron a Ciudad de Guatemala se alojaron primero en el Instituto Belga-Guatemalteco…de donde los sacó la policía, y luego en la USAC…poniéndose allí en contacto con estudiantes que pertenecían al Frente Estudiantil Revolucionario Robin García, la organización de masas que tenía el Ejercito Guerrillero de los Pobres en el medio estudiantil.
Estudiaron la posibilidad de invadir la oficina que la Organización de Estados Americanos tenía en Ciudad de Guatemala, aunque abandonaron la idea por lo bien resguardado que estaba el local…se decidieron a tomar la Embajada de España para, ocupándola y permaneciendo en ella, llamar la atención sobre sus reclamos.
No eran los indígenas venidos del Quiché, “campesinos que no hablaban más que su lengua, y que por primera vez visitaban una gran ciudad”, los que planearon estas acciones y definieron el procedimiento para tomar la embajada…y procedieron a participar en la acción guiados por Vicente Menchú, el único del grupo que discutió estos temas con los estudiantes….la gente del FERG, y sus contactos en otras organizaciones, segurameten apreciaban que la protesta de lso campesinos les resultaría favorable a sus fines.
Los estudiantes que participarían directamente en la acción, todos pertenecientes al FERG, serían cuatro.
La decisión de dirigirse a la Embajada de España no parece haber sido casual. Este país había enviado un nuevo embajador a Guatemala…Maximo Cajal…vinculado al partido socialista…en la prensa local, antes incluso de que arribara al país, se lo había calificado como un hombre conflictivo y de simpatizante del régimen cubano de Fidel Castro. Como para confirmar todo esto el embajador, en un gesto poco usual, decidió viajar al Quiché, el lugar donde precisamente era más intensa la acción guerrillera y la represión del ejército…y regresó a Guatemala tres días antes de la toma de la embajada.
El jueves 31 de enero, a las 11 de la mañana, concurrieron a la embajada tres importantes personalidades que se disponían a tener una reunión con el embajador Cajal. Ellos eran Eduardo Cáceres Lehnhoff, ex vicepresidente de la república…Adolfo Molina Orantes, ex ministro de Relaciones Exteriores…y Mario Aguirre Godoy, jurista. Minutos después de la hora en que llegaron los abogados mencionados se presentaría a la embajada el grupo de los tomistas, penetrando en la sede y comenzando la ocupación…¿Fue esta circunstancia una simple coincidencia o resultó, como muchos piensan, deliberadamente orquestada por el embajador Cajal para crear una situación de mayor alcance mediático y, por lo tanto, de muy amplia repercusión internacional?
Hacia la una de la tarde las tropas especiales de la policía comenzaron a prepararse para pentarar en la sede española y se comenzaron a vivir momentos muy tensos, mientas centenares de personas, desde el exterior, comentaban lo que estaba sucediendo…hasta las tres de la tarde aproximadamente la policía fue controlando cada vez más completamente el local.
En el interior, los ocupantes se aprestaban a resistir. Se habían concentrado ya en el segundo piso…y con sus machetes, sus botellas con gasolina -los llamados cócteles molotov- y una que otra arma de fuego tenían completo el control de los rehenes.
En ese momento pudo escapar…Mario Aguirre Godoy. Aguirre afirma que “deben habar transcurrido veinte o veinticinco minutos” antes de que oyera “una explosión y disparos” que provenían del interior de la embajada.
Cajal relata de un modo parecido…”cuando la puerta estaba prácticamente hecha astillas dieron un empujón final y, en ese momento, algunos de los ocupantes sacaron revólveres o pistolas -no me fijé muy bien- y tres o cuatro cócteles molotov. Un poco antes habían intentado arrojar uno, no había estallado y tiraron una cerilla que yo apagué con el pie, sin que tomaran ninguna represalia contra mí”…
El hecho es que , pocos instantes después, ocurriría la decisiva explosión, sonarían unos tiros, comenzaría un voraz incendio y el señor Máximo Cajal podría escapar milagrosamente. En pocos instantes, y ante la desesperación de quienes asistían impotentes a la horrorosa escena…todas las personas que habían sido empujadas al fatal cuarto morirían quemadas, o por obra de los disparos.

20
Nov 08

La historia de todos los guatemaltecos pobres

Con Menchú compartíamos amigos en el Ejército Guerrillero de los Pobres, la organización a la cual pertenecía Rigoberta, dice Elizabeth Burgos en el prólogo del libro que ocupa esta entrada.  Burgos relata que Me llamo Rigoberta Menchú había sido concebido como parte de una campaña política de denuncia, no como un documento antropológico, o literario.  
Para quienes no lo saben, Burgos fue quien redactó Me llamo Rigoberta Menchú, y a así me llamó la conciencia.
El libro de Burgos obtuvo un premio importante en Cuba, de parte de la Casa de las Américas, organización creada para ganerse la adheshión y mantener bajo su influencia estético.revolucnionaria a los intelectuales latino-americanos.  Así se le otorgaba al testimonio el mismo rango que los demás géneros literarios; género que además se adaptaba como ningún otro a los propósitos cubanos de expansión de la revolución en toda América Latina.

En el prólogo citado, Burgos cuenta algunas intimidades del EGP, de su relación con el régimen de Fidel Castro, de su relación con Menchú…y, ¡por supuesto! se refiere al libro del que forma parte: Rigoberta Menchú y la historia de todos los guatematlecos pobres.

Es una gran cosa que esta investigación esté disponible en español porque trata de una leyenda viva.  En la obra de David Stoll, el autor compara el texto de culto (el libro de Burgos), con el testimonio local de la aldea natal de Menchú, y la reconstrucción de su historia va hasta el corazón de los debates sobre la corrección política y las políticas de identidad y provee una ilustracion dramática del renacimiento de lo sacrosanto en la academia posmoderna.
Burgos dice que si Rigoberta Menchú supo llegarle al corazón de un amplio espectro de la opinión pública internacional, al contrario parece que hasta ahora no ha sabido despertar el afecto entre los suyos.  Y eso, digo, ayuda muchísimo a explicar los resultados que obtuvo en los pasados comicios chapines, en los que obtuvo 3.09% de los votos válidos a nivel nacional (compartidos con Nineth Montenegro); y en Uspantán, su lugar de orígen, alcanzó sólo 2.78% de los sufragios válidos.
El libro de Stoll es una herramienta valiosa para entender a Rigoberta Menchú y a una buena parte de la dirigencia indigenista; así como sus relaciones con la exguerrilla, con sus patrocinadores en los Estados Unidos de América y en Europa, así como con el establishment y con la progresía chapines.
El doctor David Stoll es antropólogo y autor de otros libros como Entre dos fuegos en los pueblos ixiles de Guatemala; y Repensando el protestantismo en América Latina, entre otros.  
El libro ya está a la venta en las más destacadas librerías guatemaltecas; y el original en inglés está en Amazon; en tanto que la traducción la puede comprar aquí.

22
Jun 07

¡Uuuuuuuuuuuuuuuuuy!

Pablo Monsanto, trayectoria: Integró grupos insurgentes desde 1962, y fue comandante guerrillero.

Miguel Angel Sandoval, trayectoria: Se inició en la lucha revolucionaria como dirigente estudiantil del Instituto Nacional Central para Varones. Cofundador del EGP.


23
Dic 06

Sonrisas de Navidad

¿Qué es lo mejor de la Navidad? Yo digo que son las sonrisas; y las mejores de todas esas son las de los niños.

Yo estaba por decir que los mejor son los tamales y el relleno del pavo, o los regalos, los turrones y los stollens; pero no, estoy convencido de que lo mejor de la Navidad son las sonrisas de los niños.

A mí, por ejemplo, me emociona y me conmueve la carita de asombro y la sonrisa inocente de mi sobrina cuando toma en sus brazos el Niño Dios de mi madre y explora su textura. Y le pide a uno que se calle porque el Niño está dormido.

A pesar de que he visto la escena igual, durante años, yo no cambio por nada el momento en que mis sobrinos abren sus regalos en la Nochebuena. Es emocionante ver sus caras de sorpresa y sus sonrisas de alivio al ver que el Niño, o Santa les ha traído lo que tanto esperaban; o algo que ni siquiera imaginaban en sus sueños más salvajes.

Pero mejor aún, ¿qué hay de la carita sonriente de un niño a la espera de ver cómo reacciona usted frente al regalo que él le ha hecho? O la sonrisa de un niño que no esperaba recibir regalo alguno, por quién sabe que soledad, que pobreza, o que enfermedad.

Usted dirá que soy un cursi; pero aquí, y haciendo cálculos, los mejores recuerdos de mis navidades siempre han involucrado sonrisas. Desde sonrisas inocentes, hasta sonrisas pícaras, pasando por sonrisas de complicidad y sonrisas de sí, yo también siento algo de nostalgia, pero me aguanto como los machos.

Desde que yo era niño mis instantes favoritos de la Navidad son: el momento en el que el árbol y el nacimiento están concluidos y se encienden las luces, el proceso de selección de obsequios, cuando veo la mesa puesta, cuando pruebo el relleno del pavo, mi desayuno navideño con (por lo menos) un tamal negro y uno colorado, y aunque esto ya no ocurre, ni podría volver a pasar, el momento en que mis padres subían al cuarto y nos levantaban a mis hermanos y a mí para avisarnos que Santa ya había venido. Todo ello iluminado con sonrisas estupendas.

Hay sensaciones navideñas que uno sólo puede experimentar cuando es niño, y por eso es triste cuando quiérase, o no, se pierde la alegría navideña vinculada a la niñez. Alguien a quien yo quiero mucho está ahora en ese proceso. Ha dejado de ser niño y está por convertirse en hombre. Ojalá que, si lee estas líneas, pueda entender que la Navidad, a final de cuentas, no está afuera de uno ni en las cosas, sino que está en la capacidad de uno de sentir alegría por la felicidad ajena, que está en ver sonrisas y en hacerlas propias, que está en sentirse infinitamente bendecido por la gente que le es leal, que le tiene cariño y que lo ama, a pesar de los defectos, de las manías y hasta de los agravios que uno ha cometido.

¡Que Dios los bendiga a todos y que cientos de sonrisas de amor llenen sus navidades!

2. ¡Felicitaciones a Zona 0!: El martes vi, en el noticiario Zona 0 de Canal Latitud, un reportaje extraordinario sobre la toma de la embajada de España ocurrida en 1980. El reportaje no sólo cuenta con vídeos escalofriantes de aquella desgracia; sino que muestra evidencias y testimonios reveladores.

En el reportaje uno ve personajes siniestros en una obra de espanto protagonizada por el Ejercito Guerrillero de los Pobres, por miembros del Frente Estudiantil Robin García y por dirigentes de organizaciones campesinas afines a la guerrilla. Todo ello con la sospechosa participación del embajador Cajal y a costa de muchas vidas inocentes. Eso sí, con la ayuda de autoridades que procedieron sin medir consecuencias y sin intención alguna de negociar.

Muchos jóvenes no conocen esa historia y es una lástima que los vídeos originales del noticiario Aquí el Mundo ya no existan; por eso sería bueno que Zona O volviera a transmitir ese reportaje que tiene mucho que enseñarles a los guatemaltecos que no vivieron el horror.

3. Más felicitaciones: A quienes fueron responsables de la decoración de la Plaza España. ¡Puchis, muchá, está hermosísima!

Publicada en Prensa Libre el 23 de diciembre de 2006