03
Dic 10

Hoyo de la zona 2, mejor foto de 2010

De acuerdo con los lectores de la revista National Geographic, la mejor foto de 2010 fue la del agujero en la zona 2, en la ciudad de Guatemala.  La selección incluye especies raras de animales, una pelea entre un elefante y un cocodrilo y otros hoyos abiertos en la tierra, en lugares como Alabama e Islandia.

Durante los años 70 recibíamos National Geographic en la casa y yo la esperaba como agua de mayo; luego la dejamos de recibir durante los 80 y tengo la impresión de que para los años 90 la revista se había vuelto miltitante e insoportablemente politicamente correcta.  Así que perdí el interés en ella.  Claro que aún trae información y fotos valiosísimas; pero es muy cansado separar el grano de la paja.

Gracias a mi cuata, Susette por  la pista


22
Sep 10

IDEA: ¿Qué harías pudieras prever desastres?

Hay información en Jóvenes por Guatemala.

07
Sep 10

¿A quién se le reclaman los muertos?

Los chapines, a duras penas nos estábamos sobreponiendo a la lluvia de arena que nos ofreció el Volcán de Pacaya y al agua y lodo que nos ofreció la tormenta Agatha; cuando se dejó venir una temporada lluviosa de dimensiones bíblicas. Y con ella, se vino la destrucción de la precaria infraestructura de puentes y carreteras que, en muchos casos era de utilería. Pero peor aún, los muertos por deslaves se cuentan por docenas.

¿A quién se le reclaman los muertos?

Todas las carreteras destruidas tienen algo en común: fueron construidas por el estado; y voy a atreverme a decir que, generalmente, con más criterios políticos que económicos. Es sabido, también, que generalmente la construcción de carreteras se asigna entre socios, amigos y parientes de los funcionarios que tienen la capacidad de asignarlas. No es extraño, tampoco, que los trazos de las carreteras, el corte de los taludes, la calidad del asfalto, y otros detalles técnicos no sean la primera prioridad de los constructores, ni de quienes asignan la construcción.

Luego, como ocurre cuando algo es de todos (y entonces no es de nadie), como con los bienes llamados públicos, la responsabilidad también es de nadie. En ausencia de consecuencias para los encargados del mantenimiento de los bienes públicos, estos no tienen incentivos para actuar responsablemente. Por eso es que cuando llueve, llueve y llueve, a pesar de que se sabe que en ciertas carreteras el riesgo de deslaves es grande, nadie toma la decisión de cerrarlas. Total, dirán los encargados, si se mueren 22, ó 40 habitantes de Nahualá, o de Santa Catarina Ixtahuacán, ¿qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué responsabilidad enfrentan el director general, o el ministro del ramo? Ninguna. ¿Quién se atreverá a demandar a los responsables de dejar abierto el paso en carreteras peligrosas, o a los responsables de trazos y taludes mal calculados? ¿Nadie?

En cambio, si las carreteras fueran construidas y administradas por el sector privado, y las empresas administradoras fueran responsables civil y penalmente por obras mal hechas en las que murieran, o resultaran dañadas vidas humanas, o las propiedades ajenas, los administradores tendrían incentivos para:

1. No construir, ni administrar carreteras que pudieran generarles demandas y querellas.
2. En caso de desastres naturales, cerrar el uso de las carreteras que pudieran generarles demandas y querellas, y asumir el costo del cierre.

3. Seguramente pagaría un seguro tanto para la obra, como para los usuarios.

¿Y la gente? La gente podría demandar y querellarse en caso de irresponsabilidad en la construcción y en la administración de las carreteras. Hay más posibilidades de ganarle un juicio a una empresa privada que al estado; pero, peor aún, el estado es inembargable y si se llegara a ganar el caso, las responsabilidades civiles no las pagarían los responsables, sino nos tributarios.

Es cierto que esa cultura no existe entre nosotros y es cierto que podría resultar complicado; pero en todo caso, una familia destruida por un deslave a causa de la irresponsabilidad de constructores y administradores del sector público está total y absolutamente indefensa; en cambio, una destruida por la irresponsabilidad de constructores y administradores del sector privado tendría una oportunidad. La de buscar justicia en los tribunales sin tener que enfrentarse al estado, a sus políticos y a sus funcionarios.

Y aveces no hay que llegar a tanto. Por ejemplo, las empresas privadas que prestan servicios públicos, ¡por mucho!, son más susceptibles a la opinión pública que los monopolios estatales que anteriormente prestaban esos servicios. De hecho, ustedes quizás no recuerden, pero estos monopolios eran totalmente indiferentes frente a las quejas de sus clientes, como ahora lo es el estado frente a las pérdidas –en términos de vidas y bienes– por parte de las víctimas de la irresponsabilidad del estado. Seguramente haya minutos de silencio, y las usuales muestras demagógicas de duelo aparente, ¡pero no habrá consecuencias! Y por eso, hasta que no cambiemos el sistema de incentivos y de responsabilidad, los desastres naturales inevitables, seguirán causando víctimas perfectamente evitables.


He, aquí, un magnífico artículo sobre este tema, en inglés.

03
Ago 10

Y…¿por qué no cantó Arjona?

El concierto benéfico que Ricardo Arjona anunció, para ayudar a las víctimas de la tormenta Agatha fue cancelado por razones de fuerza mayor. Y a mí me da curiosidad, de cuáles serían esas razones de fuerza mayor; digo, porque que bonito era eso de que tamaña estrella, como es Arjona, culminara una gira con algo tan generoso como donar las ganancias para quienes perdieron todo a causa de aquel fenómeno natural.

Y así como es de bonito el gesto, también es lastimoso que se haya quedado en gesto y que no haya pasado a más. Por eso me come la curiosidad. Además, me si yo fuera responsable de los conciertos frustrados y del buen uso que se le fuera a dar al producto de los mismos yo me hubiera preguntado que cuál iba a ser el canal por medio del cual las ganancias iban a ir a parar a quienes les habían sido ofrecidas.
¿Podrían, Arjona y su gente, haber elegido cómo se iba a canalizar la ayuda? Muchas organizaciones privadas voluntarias de servicio son obligadas a canalizar su ayuda por las vías oficiales; ¿se habrá enterado de esto Arjona? Puede que sí, y puede que no. Por eso es que a mí me da curiosidad saber cuáles fueron las razones de fuerza mayor que obligaron a Arjona y a su gente a echarse para atrás y tomar la decisión de ya no hacer los conciertos que habían ofrecido.

14
Jun 10

El barril sin fondo del desperdicio

Un nuevo paquete fiscal con el supuesto propósito de agenciarse de fondos para la reconstrucción, luego de los daños ocasionados por la tormenta tropical Agatha, está preparando la administración socialdemócrtata de Los Colom. Alvaro San Nicolás Colom amenazó con impulsar un impuesto inmediato mediante el cual gravará las transferencias bancarias y los depósitos bancarios.
Empero, si bien es cierto que los daños causados por Agatha son descomunales; y que mucha gente está pasando muchas penas. Más que una oportunidad para drenar recursos y distraerlos para el desperdicio, la mala administración y la corrupción, Los Colom deberían pensar en cómo hacer para que fluya el capital y haya un marco institucional propicio para la generación de más y mejores empleos.
En vez de ver cómo trasladan más recursos del sector productivo al sector…del desperdicio, quizás deberían hacerse a un lado. Luego de que San Nicolás amenazó con el nuevo paquetazo, hoy se conoce otro ejemplo indignante de a dónde es que va a parar el dinero de los tributarios: Sólo la directiva del Congreso, en 2008, hizo chinche con unos Q1,674,894.95 -en supuestos gastos de representación- y estos recursos valiosos fueron a parar a bares y restaurantes, así como a otros gastos sospechosos.
Yo sospecho que gastitos de caja chica como aquellos, y como los de la pititanga roja, son mucho mucho más comunes de lo que nos imaginamos. Sospecho que si hubiera menos corrupción, desperdicio y mala administración entre quienes ostentan el poder, habría menos miseria en el país…y habría menos tragedias, a causa de aquella miseria. Y entonces, no habría necesidad de castigar a la gente con más impuestos (y con menos oportunidades de empleo).

14
Jun 10

Estudiantes llevaron ayuda a El Rancho

Mama tengo hambre, ¿no tenés un huevo por ahí?, preguntó el niño; y su madre le respondió: ¿Y de dónde, m´hijo? Esta conversación la escuché mientras caminaba, con un grupo de estudiantes de la Universidad Francisco Marroquín, por una de las calles más afectadas por la tormenta tropical Agatha, en El Rancho, departamento de El Progreso. Junto a El Rancho corre el río Motagua.

Hoy salimos a las 7:00 a.m. con un camión que los estudiantes casi llenaron con cajas y cajas de alimentos, agua y ropa que recibieron de donaciones a lo largo de dos semanas. Al llegar a El Rancho nos instalamos en la casa de la familia Pérez De León que generosamente la ofreció para distribuir la ayuda. En lo que llegaba el camión fuimos a conocer la población y a ver de cerca los daños.

Ahí fue que nos topamos con este drama humano que expresan el niño y la madre a quienes les escuché la conversación citada arriba. Mucha gente no tiene que comer, muchos perdieron sus casas y sus cosas. Ahí están, sumergidos en el lodo que se está solidificando, viviendas, camas, armarios, ropa, muebles, juguetes, aparatos eléctricos y sueños.

Ahí se ve el lodo resquebrajándose cuando se seca, y ahí se ve la ominosa línea marrón que, en las paredes, marca el nivel que alcanzó el agua durante la inundación. Por todas partes se ven ramas, troncos y escombros arrastrados por la descomunal crecida.

Ahí está la gente, algunos limpiando lo que pueden, reparando lo que es posible reparar y secando la ropa que pudo ser rescatada.

Cuando llegó el camión -proporcionado por el Alcalde de San Agustín Acasaguastlán y coordinado por el Secretario Municipal- los estudiantes bajaron las cajas y se dispusieron a ordenar su contenido en mesas provistas por nuestros anfitriones, la familia Pérez De León. Una fila de gente empezó a formarse a medida que se corría la voz en el vecindario por medio de teléfonos móviles. Una vez los chicos tuvieron listas las provisiones y la ropa, la cola empezó a fluir mientras íbamos llenando las bolsas plásticas.

Y cuando uno mira toda esa necesidad, da mucha rabia saber que si bien los desastres naturales son ineludibles, las tragedias como la que vive la gente -que no tiene ni un huevo- sí son evitables porque son consecuencia de la miseria.

Y en medio de todo, uno nota cómo hay gente industriosa que está pasando penas, pero que está limpiando y reparando, en tanto que hay otro tipo de gente que sólo se ha sentado a esperar que le llegue la ayuda.

Los daños materiales por Agatha son inmensos; pero más vastos y profundos son los daños que han sufrido los sueños, la dignidad y las vidas de la gente. Uno piensa que si bien ayuda como esta es muy valiosa e importante en el corto y mediano plazo; más importante aún es acabar con la cultura de esperar a que nos vengan a resolver los problemas y establecer un marco institucional que permita la proliferación rápida de más y mejores oportunidades de trabajo productivo. Sólo así se combate la miseria que es la verdadera causa de la tragedia.

¡Muchas gracias a los chicos y chicas que me permitieron acompañarlos en esta experiencia!

07
Jun 10

¿Que el cambio climático, qué?

El ministro de Finanzas de la administración socialdemócrata, Juan Alberto Fuentes, salió con la finta de que Guatemala es un país vulnerable ante el cambio climático y con que muestra de ellos son los embates ambientales que la han afectado. La erupción del Pacaya y la tormenta Agatha entre otros, supongo. Y por eso, dice Fuentes que el estado debe adquirir seguros para proteger cosas como el Palacio Nacional y el Centro Cultural Miguel Angel Asturias, entre otras.


Aparte de que el asunto sería muy caro (asegurar la presa de Chixoy podría costar unos $1200 millones, según Mariano Rayo, presidente de la Comisión de Economía del Congreso), y aparte de pensar que este es un negocio como otro y que podría implicar quién sabe cuánto en comisiones para las partes involucradas, ¡¿qué disparate es ese de traer a cuenta el cambio climático?!

¡Como si durante siglos y siglos no hubieran habido erupciones, terremotos, tormentas, inundaciones y deslaves! Yo creo que los funcionarios como Fuentes se pasan de listos, y quieren darnos atol con el dedo. ¿Desde cuando es que las erupciones, terremotos, tormentas, inundaciones y deslaves necesariamente tienen relación directa con el cambio climático? Desde Pangea, y antes, el mundo está en constante cambio; ¿sería el cambio climático el causante de la desgracia en 1541? A lo mejor sí porque lo único constante en la Historia de la Tierra, es el cambio.

El 11 de septiembre de 1541 un alud de lodo y piedras que vino del Volcán de Agua sepultó la entonces capital de Guatemala y a sus habitantes, incluida doña Beatriz de la Cueva, La Sinventura, viuda del conquistador Pedro de Alvarado. Debido a aquel desastre (¿A causa del cambio climático?) fue que la capital fue movida de las inmediaciones de la actual Ciudad Vieja, al Valle de Panchoy en donde hoy se encuentra La Antigua. Y, por cierto, con Agatha, los actuales habitantes de Ciudad Vieja sufrieron mucho por el agua, el lodo y las piedras.

He aquí, fragmentos de un relato acerca de aquel desastre: Hacía dos días que Beatriz había asumido la gobernación de Guatemala, pero al igual que todos en Santiago, tuvo que pasarlos encerrada en su casa. Achubascada la atmósfera, fuertes ventarrones arremolinaban ahora las lluvias, y el agua y el lodo que llenaban las calles las hacían intransitables…a medida que avanzaba la noche arreciaba el viento, embistiendo el palacio con tal fuerza que aveces parecía sacudir sus bases; la lluvia azotaba paredes y ventanas como lanzada por una mano gigantesca y maligna, y tronaba casi incesantemente; pero cada vez que se producía una pausa en la furiosa tormenta, Beatriz podía oír aullar al mismo perro. Ahora sus aullidos eran más vehementes, más ansiosos, más inquietantes…”¿Esta…esta es una tempestad muy fuerte!”, pensó, procurando no perder la calma….encontró a su ama de llaves en el pasillo. Tenía los ojos dilatados por el terror; venía en busca de Beatriz para avisarle que algo funesto estaba sucediendo afuera; bajaban torrentes de agua de la montaña, arrasando las chozas que se encontraban a su paso….De pronto, un ruido que más bien parecía una explosión, las sacudió a todas; procedía de las habitaciones de Beatriz, y al ir a la puerta vieron que el viento había arrancado una ventana; el agua estaba entrando a chorros por el hueco que quedaba, llegando hasta el vestíbulo en que se encontraban….En cuestión de pocos minutos reinaba el caos en la planta baja; las aguas se llevaban muebles, espejos, puertas y ventanas rotas y su nivel iba creciendo con velocidad alarmante. Afuera se oían tremendos crujidos; el agua y el viento arrancaban de cuajo árboles enteros que luego chocaban contra los muros del palacio al ser arrastrados por la corriente…la casa se estremeció; una de sus paredes se vino abajo y un raudal turbulento de agua y lodo se precipitó dentro de la casa…y la turbia corriente arrebataba también a nueve mujeres cuyas bocas se llenaban de agua al abrirse y pedir auxilio

Maca Barret. El caballo rojo. Editorial José de Pineda Ibarra, Guatemala, 1962. Pp. 407-415

La foto es de los volcanes de Agua, Fuego y Acatenango desde la ciudad de Guatemala. Fuego es el que está echando humo.

05
Jun 10

El Pacaya se deja ver

Al fin se dejó ver el Volcán de Pacaya, luego de los desastres que ocasionó durante la noche del jueves 27 de mayo pasado.
Ahí se ve tranquilo y como si nada; el cono viejo a la izquierda y el cono McKinney a la derecha. La foto de arriba muestra cómo se veía a eso de las 5:00 p.m. y la de abajo lo muestra a eso de las 7:00 a.m.

02
Jun 10

El secreto del hoyo en Ciudad Nueva

La Coordinadora Nacional de Desastres le advirtió a Tu Muni, ¡hace dos meses!, sobre la vulnerabilidad en la que viven los vecinos de Ciudad Nueva. Lo políticos socialistas y sus burócratas -tanto en Conred, como en Tu Muni- sabían que algo estaba pasando en el área, pero no informaron a la población potencialmente afectada y se guardaron la información para sí.
Cuando se abrió el hoyo del barrio San Antonio, no estaba en la cola de un venado suponer que si había un agujero, posiblemente podía estarse formando por lo menos otro. Pero una cosa es prever con base en suposiciones, que tener información y ocultarla de modo que las víctimas potenciales de un daño, no pudieran tomar medidas preventivas .
Mi cuate, Roberto, que vive en Brownsville, Texas, cerca de la frontera con México y en el Golfo de México, cuenta la siguiente historia: Cuando un huracán se acerca a la costa, en el Golfo, del lado de los Estados Unidos de América inmediatamente fluye la información al respecto. Se dan las alarmas de huracán y las tiendas locales rápidamente organizan La gran venta de huracán. La gente está informada del peligro, va a las tiendas y compra su kit de huracán (baterías, alimentos, medicinas, y otras cosas útiles), refuerza puertas y ventanas en sus casas, se pone a resguardo y hay pocas víctimas si el huracán pega duro. En cambio, del lado de México, los políticos y sus burócratas reciben la información acerca del huracán y se la guardan. No confían en la población y se la quedan en secreto. Entonces, la gente no puede tomar decisiones, no puede tomar medidas preventivas, no sabe a dónde acudir en busca de información, el huracán pega duro y el resultado es que hay muchas víctimas y muchas pérdidas materiales.
¿Es eso lo que pasó con la información que tenían la Conred y Tu Muni? Los vecinos de Ciudad Nueva -y de otras áreas que están en peligro potencial- tenían y tienen derecho a conocer la información necesaria para tomar decisiones; pero esta información les fue negada. ¿Les seguirá siendo negada?
El alcalde capitalino, Alvaro Arzú, ya hizo una posible relación entre el agujero de Ciudad Nueva y el colapso de un colector de aguas servidas. Y siendo que Tu Muni es la responsable del mantenimiento de la red de colectores, ¡y siendo que ocultó información que les hubiera sido útiles a los vecinos!, ¿La municipalidad indemnizará a las víctimas?
Cuando ocurrió el hoyo de San Antonio, nadie asumió la responsabilidad de indemnizar a los damnificados. ¿Va a ocurrir eso, de nuevo? En una sociedad cívicamente madura la gente no tendría miedo, ni pena de exigir una indemnización cuando el gobierno (central, o municipal) ha incumplido con sus obligaciones de mantener seguro y confiable un servicio público (que insiste en proveer); y menos cuando el gobierno (central, o municipal) ha ocultado informacion que le hubiera sido útil para defenderse de daños potenciales. ¿Qué pasará entre nosotros?
La foto, de este drama humano, la tomé el domingo en Ciudad Nueva; y en este enlace hay información actualizada al respecto.

02
Jun 10

Hoyo de Ciudad Nueva en"The Daily Beast"

Los residentes de Ciudad Nueva, un vecindario de clase media cercano al Centro de la ciudad de Guatemala, pensaron que habían tenido una mala mañana de viernes cuando se levantaron y encontraron sus autos, calles y patios traseros cubiertos por la ceniza tóxica escupida por el cercano Volcán de Pacaya. Pensaron que las cosas no se podían poner peor en la mañana del sábado, cuando el país fue golpeado por la tormenta tropical Agatha. Entonces, a las 8:00 p.m. de la noche del sábado, un hoyo aparentemente sin fondo se abrió en la tierra y se tragó un trozo de su vecindario. Así se lee en un reportaje titulado Will Sinkholes Swallow this City?, publicado en The Daily Beast, por el periodista Constantino Díaz-Durán.
En el reportaje, Constantino muestra el drama que viven los habitantes de Ciudad Nueva, y cita a vecinos de aquel barrio y a Yours Truly.
La foto la tomé en domingo, en Ciudad Nueva.