28
Ene 08

Estudio en el Triángulo de las Bermudas

El estudio que la administración de Oscar Berger encargó, para obtener una “radiografía” del sistema guatemalteco de Salud costó $6.44 millones no aparece. El médico machete, Vicepresidente de la República, dice que no lo ha recibido. El ex ministro, Alfredo Privado, no da cuenta de él. El ex secretario privado, Alfredo Vila, dice que “no se puede trasladar información en dos días; senceseita mucho más tiempo”.

Aquí, medio en broma y medio en serio, uno se imagina a un puñado de gente alborotada y grintando: “¡Puchis, muchá!, ¿quién puede echarse una presentación en PowerPoint rapidito? ¡¿Quién sabe algo de los hospitales?!

Por otro lado, ¿qué clase de “estudio” pude costar $6.44 millones?


06
Ene 08

¿Para eso quieren los impuestos?

La Administración guatemalteca clama constantemente por más y más impuestos para los tributarios. Azuzada a veces por las propias dinámicas de la administración pública (local e internacional) y a veces por los grupos de interés que viven del presupuesto del estado, ministros y diputados no dudan en ampliar, y multiplicar tributos.

Pero, ¿para qué sirve el dinero? Eso ni siquiera se lo preguntan los cándidos que creen honradamente que pagar impuestos es una obligación ciudadana, moralmente ineludible.

Ayer nos enteramos de que en 2006 el Congreso compró, por Q7.7 millones, equipo de alta tecnología para que las votaciones en el pleno se hicieran de forma electrónica. Este se ha usado a medias, y ese método de sufragio se quedó sólo en la intención. Los argumentos y excusas sobran. “Es que muchos diputados se han negado a registrar su huella en el sistema”, justifican algunos. “Es que la Ley Orgánica del Legislativo no habla del sufragio electrónico”, dicen otros.
Lo cierto es que el equipo que tanto costó sólo ha servido para monitorear la asistencia de diputados y tener visible, durante las sesiones, el quórum.

¡Partida de cafres! ¿Para eso es que toman por la fuerza el dinero ajeno?


24
Dic 07

Un clavo, no saca a otro clavo

En Guatemala, como los ministerios no funcionan fueron creados los fondos de inversión social; como estos fracasaron, la administración que está por concluir creo comisionados presidenciales; y cuando esto no dieron bola…todo se quedó en papas y pan pintados.

Cuando el estado chapín fracasó en grantizar la seguridad ciudadana y la justicia; la administración abdicó a su facultad de gobernar, se refugió bajo las enaguas de la ONU y creó la CICIG.

Los chapines tenemos una tendencia nefasta a “sacar un clavo con otro clavo”. Prevalece la idea de que las leyes pueden componerlo todo y la de que para componer algo que está mál no es necesario resolverlo, sino que es mejor hacer más compleja la situación.

Tal es el caso de la ley de adopciones. Sin evidencias sólidas de que hay grupos de interés que manejan una industria de las adopciones. Sin embargo, nunca ha habido notarios presos por eso, ni hay multitudes de madres reclamando niños robados, y 95% de los niños que son dados en adopción se van a los EUA luego de pasar por pruebas de ADN y por multitud de requisitos locales y gringos.

Es más, la misma Rosa María de Frade, ex vocera de la Presidencia, declaró en el programa de radio Todo a Pulmón, que no se podía comprobar que fueran ciertas las denuncias de que se robaban niños para darlos en adopción.

Una vez le pregunté a un diplomático extranjero que si ellos tenían evidencias de los robos de niños, y lo que me contestó es que salían constantemente en los periódicos. ¿Y de dónde las sacan los periódicos? Se los dicen en las embajadas de “los países amigos”. Así, ¿cómo no? ¿Y qué se les ocurrió para resolver el supuesto problema? Monopolizar y centralizar las adopciones en un todopoderoso consejo nacional dirigido por políticos y burócratas de esos a los que ¿les encargaría, usted, el futuro de sus hijos?

Admiro a Fo, que es el mejor caricaturista periodístico desde hace muchísimos años en Guatemala; sin embargo, en esta ocasión cayó en la trampa en la que caen muchas personas. Hizo lo de Vicente y se fue por donde se va la gente. Si a usted le interesa el tema de la adopción, le recomiendo que lea sobre el tema sin prejuicios.

La cultura de sacar un clavo con otro clavo, a la que hice alusión arriba se nota hoy en un reportaje sobre viajes no justificados, gastos sin liquidar, excesos, sobrevaloraciones y otras anomalías en las federaciones deportivas de Guatemala.

La Contraloría General de Cuentas es la llamada a controlar las ejecuciones presupuestarias de aquellas piñatas; y sin embargo, como eso no ocurre con efectividad, ¿qué se le ocurre a Mayra Palencia, de la Cámara de Comercio de Guatemala? Que haya entidades que puedan “anticiparse” a estas anomalías y que detecten dónde hay mal manejo de recursos. Ella se refiere a las unidades de control interno.

¿Nota usted lo que pasa? Para el chapin promedio el problema no es ni el arca abierta, ni el uso del dinero ajeno tomado por la fuerza para atender intereses particulares. El problema es que no hay suficiente fiscalización. Talvez no sean suficientes dos instancias de fiscalizacion; talvez deberían haber tres, o cuatro. O quizás la ONU debería nombrar una comisión fiscalizadora internacional para Guatemala.

Yo digo que si dos, o tres presidentes de federaciones van a parar al prisión, así sí van a disminuir los robos descarados en las federaciones deportivas; de la misma manera en que si dos, o tres notarios de esos que falsificaban documentos para dar niños en adopción hubieran ido a parar a Pavón, menos tinterillos, hubieran recurrido a esas trampas.


15
Dic 07

¿Dormirá tranquilo?

En presencia del equipo de procónsules que se hacen pasar por embajadores en Guatemala; y bajo la presión de representantes de distintos grupos de interés, 109 diputados guatemaltecos aprobaron la nueva ley de adopciones. Y sólo uno de los asistentes tuvo la decencia de razonar su voto en contra.

Al respecto, tengo algunas preguntas:¿Cómo evitarán, los políticos chapines, que el monopolio que han creado en el Consejo Nacional de Adopciones sea diferente al que tenía Guatel, o al que tiene el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social?

¿Qué harán para que el CNA no sea un foco de inhumanidad como es el Centro de Atención Médica Integral para Pensionados?

¿Por qué es que los burócratas y políticos que medrarán en el CNA no cometerán las mismas canalladas que sus colegas, “servidores públicos”, han perpetrado en el IGSS, en el Crédito Hipotecario Nacional, en el Instituto de Previsión Militar, o en las compras de medicinas para el Ministerio de Salud, por mencionar sólo unos casos?

Cuándo dar en adopción un hijo no querido deje de ser una opción deseable, ¿cuál va a ser la siguiente posibilidad?

Dentro de cinco años, ¿quién va a tener las agallas de publicar cifras comparativas de, digamos: cuánto se tarda, ¡de verdad!, un proceso de adopción; cuánto cuesta en términos reales y cuánto cuesta en términos de “mordidas”; cuánto ha crecido el número de abortos; y cuánto cuesta el CNA por cada niño que logre ser adoptado?

¿Cómo van a ser los hospicios del Estado para los niños que no sean abortados? ¿Algún lector tiene idea de cómo era la vida de los niños los orfanatos espantosos que estaban a cargo del gobierno? ¿Van a ser como el “magnífico” hogar que Oscar Berger les dio a los “jóvenes en riesgo” en la Finca Santo Tomás?

Para ese entonces, los Berger, Rodolfo Quezada, y los embajadores de los “países amigos”, ¿cuánto tiempo tendrán de no dormir tranquilos?

Si es cierto que algunas adopciones han sido hechas de forma anómala, ¿por qué es que no hay notarios presos? ¿Quién los encubría? ¿Cómo reaccionará la fiscalía ahora que las adopciones estarán en manos exclusivas de un grupo selecto de consejeros nacionales?

He aquí algunos hechos que son convenientemente omitidos cuando se discute este tema:

Nueve de cada diez casos de adopción son para los EUA. De aquellos, el 96% son niños a quienes sus padres los entregan voluntariamente, lo que se comprueba por medio de dos pruebas de ADN. El otro 4% es de niños declarados en abandono, lo cual lleva un proceso judicial largo.
De 150 denuncias de “sustracción de menores” que tenían las autoridades hasta agosto de 2007, se comprobó que sólo 5 de ellas eran verdaderas. El resto era de padres separados que quitaban los niños a la madre, o de madres que habían dado sus hijos en adopción y que luego se arrepentían y los declaraban como que se los habían robado.

Rosa María de Frade, ex vocera de la Presidencia, declaró en el programa de radio Todo a Pulmón que no estaba comprobado que fueran ciertas las denuncias de que se robaban niños para darlos en adopción.

A los de la Casa Quivirá se les acusó de “traficar con menores robados” y se les cerró el hogar y se les “confiscaron más de 40 niños”. Se hizo un gran aspaviento al respecto pero al final, todo resultó ser un espectáculo para los medios de comunicación. Para ahora, ya varios de esos niños han terminado el proceso de adopción ¡que estaba en regla!, y el resto se los han tenido que ir devolviendo al hogar porque los procesos no estaban viciados. Pero más importante aún es que, si los niños eran robados, ¿dónde están las madres que los están reclamando?

¿Por qué es que el monopolio de las adopciones en manos de los burócratas y políticos que siempre criticamos por corruptos e ineptos, es bueno? ¿Le confiaría usted un hijo a esa gente? ¿Qué va a hacer, usted, al respecto? ¿Dormirá tranquilo, hoy en la noche?

Publicada en el diario Prensa Libre el sábado 15 de diciembre de 2007


12
Dic 07

Dolor, mitos y realidades de la adopción en Guatemala

De mis amigos Jorge Jacobs y Marta Yolanda Díaz-Durán, recibí la siguiente nota que aclara la realidad de la adopción en Guatemala. Por favor, léalo; talvez “los hechos”, cambien sus percepciones.

Con mucho dolor les participamos que hoy martes (dic 11) se aprobó en el Congreso la nueva Ley de Adopciones.

Para todos los que se dejaron engañar por las mentiras y la satanización de las adopciones que han hecho grupos interesados en erradicarla, esto es una fabulosa noticia; para quienes sabemos, no sólo que la mayoría de los argumentos utilizados son mentiras y los menos exageraciones, sino también el verdadero resultado de la aprobación de esta nueva legislación, es un día de mucho dolor. Mucho dolor porque la posibilidad de una esperanza de vida mejor que tenían muchos miles de niños ahora se les ve cortada de tajo.

Para quienes conocemos a muchos de esos niños cuya casi única esperanza en la vida es que alguien se apiade de ellos y los adopte, es un día muy triste. La nueva ley pretende centralizar en una nueva institución todo el proceso de las adopciones. Que sean los burócratas de esta institución quienes decidan qué niño le dan a qué familia, que sea el “estado” quien se encarge de los niños mientras están en el proceso de adopción.

Uno de los grandes logros de la ley, según sus propios propulsores, es que hará que el proceso que ahora toma entre 4 y 9 meses dure “por lo menos 2 años”. Dicen ellos que ahora ya no será un negocio porque los padres adoptivos ya no tendrán que “comprar” al niño. Lo que no dicen es que, en los pocos casos de adopción que todavía se den, el costo va a ser muchísimo mayor que ahora, sólo que ahora el costo lo pagaremos los tributarios. Pero el problema principal no es el del costo, sino que el nuevo sistema está diseñado para reducir al máximo la cantidad de adopciones, porque para los detractores de la adopción la cantidad implica “el negocio”.

En su estrechez de mente no entienden, o simplemente no les conviene, que en Guatemala anualmente bastantes miles de niños son abusados y abandonados por sus padres y que es a ellos a quienes, en última instancia, se les está vedando la oportunidad de una vida mejor. ¿Qué va a pasar con todos los niños que ya no van a ser adoptados? ¿Pararán en los “hogares estatales”, que ni hay suficientes y los que han habido en varios casos los han tenido que cerrar por los graves abusos que se han cometido allí contra los niños? ¿Se incrementarán los abortos de niños no deseados? ¿O simplemente irán a engrosar las filas de los niños de la calle que luego sirven de carne de cañón de las maras?

Para lograr el consenso contra las adopciones, sus detractores se han valido de toda una “exitosa” campaña de desprestigio a través de la difusión de mitos.

Mito: Se roban niños para darlos en adopción. Realidad: Si bien, hay algunos casos de robo de niños, es casi imposible que estos casos sean para adopción.

La mayoría de casos (96%) de adopción es a Estados Unidos. De estos, el 96% son niños a quienes sus padres los entregan voluntariamente, lo que se comprueba a través de dos pruebas de ADN, una al inicio del proceso y otra al final. El otro 4% es de niños declarados en abandono, lo cual lleva un proceso judicial bastante largo.

De 150 denuncias de “sustracción de menores” que tenían las autoridades hasta agosto, se comprobó que sólo 5 de ellas eran verdaderas. El resto era de padres separados que quitaban los niños a la madre o de madres que habían dado sus hijos en adopción y que luego se arrepentían y los declaraban como que se los habían robado.

La misma Rosa María de Frade, ex vocera de la Presidencia, declaró en nuestro programa que no se podía comprobar que fueran ciertas las denuncias de que se robaban niños para darlos en adopción.

Se acusó, por ejemplo, a los de Casa Quivirá de “traficar con menores robados” y se les cerró el hogar y “confiscó a más de 40 niños”. Se hizo un gran aspaviento al respecto pero al final, todo resultó ser un show. Para ahorita, ya varios de esos niños han terminado el proceso de adopción que estaba en regla, y el resto se los han tenido que ir devolviendo al hogar ya que los procesos estaban en regla. Más importante aún, si los niños eran robados, ¿dónde están las madres que los están reclamando?

Se acusó de ladronas de niños y capturó a unas señoras que llevaban niños a chequeos para adopción en el edificio Geminis 10 y se hizo un gran revuelo al respecto. Lo que ya no sacaron los medios es que al otro día las dejaron libres porque todos los papeles estaban en regla y no había ningún problema con los niños. Y así podríamos seguir enumenrando caso tras caso.

Mito: La adopción no está regulada. Realidad: La adopción en Guatemala es un proceso bien regulado , en el cual hay que cumplir muchísimos requisitos, lo que por cierto es una de las razones por las cuales el proceso es bastante caro. Lo que no es, y es lo que no les gusta a los burócratas, es un proceso centralizado sino que es descentralizado. Lo que quieren con la nueva ley es centralizarlo bajo la excusa que los burócratas sabrán mejor lo que conviene a los niños.

Mito: La adopción es un gran negocio.Realidad: La razón por la que es tan caro el proceso de adopción (que por cierto los padres adoptivos pagan gustosamente) es precisamente por todos los costos en que se incurre durante el proceso de autorización (incluídas las mordidas que en muchas de las instituciones que supuestamente velan por el proceso hay que pagar). Si se quiere que sea más “barato” lo que hay que hacer es quitar trabas no poner más… Al final, el resultado, como lo dijimos antes, es que se acabarán o por lo menos se reducirán considerablemente las adopciones, con lo cual se estará afectando las vidas de muchísimos niños que ahora tendrán que enfrentar una vida mucho más dificil.

Eso es lo que nos duele. Y lo peor es que se debe a la comisión de unos pocos miserables que poco les interesa el “bienestar” de los niños sino avanzar sus agendas políticas y a la omisión de muchos que por evitar el “qué dirán” simplemente se quedaron callados.

Por este medio los invitamos a que no sean de los que se quedan callados y ven como el sistema, utilizando la excusa de la “corrección política” poco a poco va absorviendo nuestras libertades. Sino que, por los medios que tengan a su alcance, corran la voz de lo que realmente está pasando para que más gente se entere y no tan fácilmente puedan vernos a todos la cara de babosos. Y si no, por lo menos háganlo por todos esos niños que ahora quedarán más desamparados que nunca.


12
Dic 07

Con la esperanza en manos de burócratas

Los diputados guatemaltecos aprobaron la nueva ley de adopciones. Y al respecto, tengo algunas preguntas:

¿Cómo evitarán, los políticos chapines, que el monopolio que han creado sea diferente al monopolio que tenía Guatel, o al monopolio que tiene el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social?

¿Qué harán para que el Consejo Nacional de Adopciones no sea un foco más de inhumanidad como es el Centro de Atención Médica Integral para Pensionados?

¿Por qué es que los burócratas y políticos que medrarán en el CNA no cometerán las mismas sinvergüenzadas que cometen en el IGSS, en el Crédito Hipotecario Nacional, en las aduanas, o en las compras de medicinas para el Ministerio de Salud, por mencionar sólo unos casos paradigmáticos?

Cuándo dar un hijo no deseado en adopción deje de ser una opción deseable, ¿cuál creen que va a ser la siguiente posibilidad?

Dentro de cinco años, o menos, ¿quién va a tener las agallas de publicar cifras comparativas de, digamos: cuánto se tarda, de verdad, un proceso de adopción; cuánto cuesta en términos reales y en términos de “mordidas”; cuánto ha crecido el número de abortos y cuánto cuesta el CNA por cada niño que logre ser adoptado?

Para ese entonces, los Berger, Rodolfo Quezada, y los embajadores de los Estados Unidos de América, los Países Bajos y España, van a poder tener el sueño tranquilo?

¿Cómo van a ser los hospicios del Estado para los niños no deseados que no sean abortados? ¿Van a ser como el legendario Elisa Martínez? ¿Algún lector tiene idea de cómo era la vida de los niños en ese lugar y en los otros hospicios que estaban a cargo de las “buenas gentes” que dirigían esos lugares espantosos? ¿Van a ser como el “magnífico” hogar que Oscar Berger les dio a los “jóvenes en riesgo” en la Finca Santo Tomás?

¿Por qué es que el monopolio de las adopciones en manos de los burócratas y políticos que siempre criticamos por corruptos e ineptos, es bueno? ¿Le confiaría usted un hijo a esa gente? Para muchos niños cuyo sueño es tener una familia, la esperanza ahora está en manos de esa gente. ¿Qué va a hacer, usted, al respecto?

La foto de la vergüenza es por Erlie Castillo, de Prensa Libre


05
Dic 07

No hay que soltar la presa

Me uno al llamado de la diputada Mineth Montenegro para que la Corte de Constitucionalidad deje sin efecto el decreto que les concede aumento de sueldo e indemnización a sus colegas.

En este proceso, fue particularmente efectiva la participacion ciudadana en cuanto a presionar a los diputados para que dieran marcha atrás en esta sinvergüenzada. La gente participó activamente en las cartas de los lectores, en los diarios; y con llamadas a los programas de radio. Ojalá que aprendamos de esta experiencia y que tomemos en cuenta que no es un asunto que haya concluido.
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01
Dic 07

Este macho, es mi mula

La Junta Directiva del Congreso y los jefes de bloques reconocieron que hubo errores en el procedimiento de aprobación de las reformas a la Ley de Servicio Civil de ese organismo, que concedió nuevas prestaciones a los diputados, como indemnización y aumento de sueldo. Por ello, pedirán al pleno que la medida quede sin efecto.

¡Canallas! Note usted que no reconocieron que lo que hicieron fue una sinvergüenzada; sino que aludieron a errores de procedimiento.


01
Dic 07

¡Trabajemos más!

En Bolivia, una turba incendió la casa de un senador a quien se le imputaba haberse vendido al presidente Morales. Y para no ir muy lejos, aquí en Guatemala ya hemos visto escenas de pobladores quemando casas de alcaldes, estaciones de policía y juzgados.

La primera lección de estas dos noticias es que, cuando la gente se cansa, se cansa de verdad. En tanto que la segunda lección que deberíamos extraer es que ¡¿Qué fregada necesidad hay de llegar a aquellos extremos?!

Resulta evidente que a ellos no se llega de la noche a la mañana. La suma de abusos es la que desata la furia de la plebe que, dada la naturaleza de esa furia, generalmente no concluye hasta que la violencia y la destrucción (o un muerto) sacian la sed de lo que la turba entiende por justicia.

El martes pasado, la mayoría de diputados guatemaltecos aprobó concederle a sus compañeros no reelectos una indemnización; y para más infamia los representantes se subieron el sueldo. Además. Los diputados gozarán de bonos y de canasta navideña. Por concepto de indemnización, los representatnes recibirán Q38 mil cada uno, por cuatro años de trabajo.

Este abuso de los diputados coincide con el momento en el que el Congreso aprobó un presupuesto de más de Q42 mil millones, en medio de quejas de que el dinero no alcanza para prestar los servicios mínimos de seguridad y de justicia que debería ofrecer el estado; ni para cubrir las necesidades de los pobres que, supuestamente, ocupan a la administración.

Dicho presupuesto incluye aportaciones para cuanto grupo de interés puede conseguir una. Si a aquellas tajadas les sumamos la sinvergüenzada de los diputados, se confirma que el propósito del gobierno chapín es transferir la riqueza a aquellos que tienen poder político; y que la consigna para los tributarios es: ¡Trabajen más duro!, porque los que viven del presupuesto dependen de ustedes.

Estas dos últimas observaciones me llevan a preguntar: ¿Quién tiene la culpa de que los diputados abusen como abusan?

A lo largo de la historia política de Guatemala, como electores y como tributarios, los chapines hemos tenido una actitud de súbditos más que de ciudadanos. Con inocencia impresionante, nos quejamos de lo ineptos y de lo corruptos que son los políticos, pero no vacilamos en entregarles nuestros ahorros y en encargarles tareas de importancia. ¿Cómo explica usted semejante incoherencia?

A lo largo de la historia política del país, las dirigencias se han apartado de los principios y han caído en las redes de la ambigüedad y del relativismo. El intercambio de concesiones y la tolerancia de la apariencia sobre la realidad han sido las actitudes corrientes en las relaciones sociales y en las relaciones de poder. El bueno, entonces, no es el que no roba; sino el que sabe distinguir cuándo y entre quienes es aceptable tomar los ahorros ajenos por la fuerza, y cuando hay que hacerlo con discreción.

La culpa del IETAAP, por ejemplo, no la tienen tanto los políticos, los burócratas y los grupos de interés que viven del presupuesto del estado, sino aquellos que, cuando se le conocía como ISET, hicieron concesiones y aceptaron la imposición de un tributo “extraordinario y temporal”.

Si los diputados se salen con la suya en cuanto a recibir las indemnizaciones que se han recetado, y si la administración se sale con la suya en cuanto a la ampliación de la vigencia del IETAAP, la culpa la vamos a tener los electores y tributarios que permitimos que aquello ocurriera. Y un día de estos nadie va a saber ni cómo ni cuándo pasó, pero, ¡Dios no lo quiera!, la gente se va a cansar de tanto abuso. Los Chávez y los Evos, así como las quemas de casas de políticos, no ocurren en el vacío. Están precedidos por historias de abusos que fueron dejados pasar, y por élites incapaces de comprender que la vida, la libertad y la propiedad deben ser defendidas; no negociadas. Trabajemos más, pues; porque los que viven del presupuesto, dependen de nosotros.

Publicado en el diario Prensa Libre el sábado 1 de diciembre de 2007


30
Abr 07

¿Qué hacen con los impuestos?

Según mi cuate Cris, el siguiente párrafo es la traducción de uno que halló en un blog chino. El escritor objeta el uso que se le da a los impuestos que paga; y, aunque se refiere a China, es fácil aplicarlo a Guatemala.

“I want to know if my taxes becomes the most expensive alcohol–Maotai and Wuliangye at dinner; I want to know if my taxes become the fresh flowers used for all kinds of big and small meetings. I want to know if my taxes become the bricks for building the image projects? I want to know if my taxes become the fun experience for the public servants’ overseas investigations? I want to know if my taxes become the comforts of luxury cars? I want to know if my taxes were given generously as a bribe? I want to know if my taxes were wasted by state-owned companies or became an accomplice to monopolize the market price? I want to know if my taxes pay for the bad debt in the banking system… I want to know if my taxes turn into the salaries of the tax collectors who in return come to squeeze me?”
La ilustración fue tomada de Patria Libertad.