22
Feb 23

Formidables campamentos de Nutrimóvil

La desnutrición es un problema económico y social que es consecuencia de la pobreza y del subdesarrollo. Causa graves repercusiones en los niños, en los adultos, en las familias, en las comunidades y en el país. ¿Te acuerdas de que en septiembre de 2022 te conté de Guatemaltecos por la nutrición? Ayer visité el prototipo de campamento Nutrimóvil y ¡Chapó!…estoy convencido de que el ciclo de la desnutrición puede ser desbaratado.

Te comparto las fotos, pero no le hacen justicia a la ingeniería impresionante involucrada, ni al talento multidisciplinario que reúnen los campamentos, ni a la visión empresarial que les da vida.  Y mucho menos al compromiso humano que necesitan los campamentos nutrimóviles.

Cada campamento incluye clínica y laboratorio equipados, facilidades de alojamiento para el personal, tecnología para la generación de energía y el tratamiento y aprovechamiento de aguas residuales, así como facilidades para la educación de la gente.

Ayer, cuando recorría el campamento y escuchaba a quienes hacen posible el programa, y a quienes estarán en rincones remotos del país llevándolo a cabo me quedé papo, como dicen en mi pueblo. Es fascinante que cosas asi se puedan hacer.

La idea es abordar salud primaria, apoyo nutricional, tratamiento de aguas y saneamiento ambiental, fortalecimiento de la economía familiar y acceso a alimentos.  Guatemaltecos por la nutrición no es un programa asistencialista más, ni es paternalista.  Es un abordaje integral, desde distintas perspectivas y disciplinas, audaz, ambicioso y replicable.

 Como dije en septiembre pasado, de verdad deseo que este programa tenga éxito. Deseo que en unos años, miles de niños guatemaltecos puedan florecer sin haber pasado hambre.

Seguramente querrás seguir este proyecto en Instagram.


16
Sep 22

Crecer sin hambre y florecer sin hambre

 

Quienes visitan mi blog, Carpe Diem, en luisfi61.com saben que me encanta viajar por Guatemala en automóvil. Recorrer carreteras y caminos. Pueblear, como se dice.  En esos viajes -principalmente por el occidente y algo del norte, sin excluir la costa sur- siempre he encontrado (con contadísimas excepciones) gente generosa, con buen sentido del humor y cariñosa.  He encontrado mercados vibrantes y todo tipo de actividades productivas.  Pero hay un fenómeno que siempre empaña la mayoría de las visitas: la pobreza y dos de sus hijas bastardas la desnutrición y la ignorancia.

Parte el alma ver niños (y adultos) que evidentemente no han alcanzado todo su potencial de desarrollo humano a causa de la mala alimentación.  Claro que el hambre y la desnutrición son problemas económicos que se solucionan con buenas políticas económicas y acabando con las leyes malas que impiden el crecimiento económico; eso de que “la mejor política social es un buen empleo” es una verdad como un piano. Pero muchísimas personas están desnutridas y crecen desnutridas mientras lees estas líneas.

¿Sabes que a pesar de muchísimos esfuerzos privados y estatales los índices de desnutrición no bajan en Guatemala?  Esto es porque, a pesar de las buenas intenciones de la mayoría de aquellos programas, les ha faltado eficacia y eficiencia.  Les ha faltado una visión 100% empresarial.

De ahí que celebro que la corporación Castillo Hermanos haya anunciado su programa Guatemaltecos por la nutrición que, con una inversión de US$ 15 millones enfrentará la lacra de la desnutrición mediante una aproximación creativa y empresarial.  El programa incluye la instalación de campamentos Nutrimóviles, que contarán con clínicas de atención nutricional, laboratorios, equipamiento y servicios básicos para las poblaciones, primero en Quiché y Huehuetenango como planes piloto.

¿Sabes que? De verdad deseo que este programa tenga éxito. Deseo que en unos años, miles de niños guatemaltecos puedan florecer sin haber pasado hambre.

Columna publicada en elPeriódico.


28
Mar 19

Bergoglio dice que tu comida no es tuya

Jorge Mario Bergoglio asegura que la comida no es una propiedad; sino providencia para compartir por la gracia de su dios; o sea que, tu comida, no es tuya.

Según Bergoglio, los alimentos que compras, con el dinero que has ganado mediante tu trabajo, no son tuyos, ni de los tuyos; sino que se deben al cuidado del mundo que los creyentes le atribuyen a su dios.

Caridad, ilustración de dominio público, vía Wikimedia Commons.

El Papa rezó para que no nos haga faltar nuestro pan cotidiano, y nos ayude a comprender que este no es una propiedad privada sino, ayudados por su gracia, es providencia para compartir y oportunidad para salir al encuentro de los demás, especialmente de los pobres y necesitados.

Comparto la idea de cualquiera que piense que es benevolente compartir los alimentos con quienes no los tienen; siempre que ese acto de compartir sea voluntario y siempre que los beneficiarios merezcan la caridad.  Lo que me parece horrible es que Bergoglio pretenda hacernos creer que las obras de filantropía que hacen las personas-con el pan que han ganado trabajando- no son obras de caridad virtuosas de quien las hace, sino que son una de las formas en las que su dios cuida de la gente. Eso es como presumir con sombrero ajeno, ¿no te parece?

Si la pretensión papal fuera cierta, la caridad sería despojada de su carácter virtuoso para convertirse en un hecho instrumental en el que el benevolente es nada más que un medio.

Me parece horrible porque la alimentación es una necesidad y las necesidades se cubren con recursos económicos, mismos que no sólo son escasos, sino que se requiere talento y trabajo para producirlos. El pan y otros alimentos sólo se producen como consecuencias de ahorro, capitalización, empresarialidad y trabajo.  Si no que lo digan los pobres de aquellos lugares en donde han faltado aquellos elementos.  ¿Dónde está el dios de Bergoglio en Venezuela cuando la gente no tiene que comer? ¿Donde estaba en el holodomor de Ucrania? ¿En las hambrunas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y en las de China y Camboya para citar unas? ¿Dónde está en el corredor seco?

Sólo donde abundan el ahorro, la capitalización, la empresarialidad y el trabajo, abundan los alimentos no sólo para sobrevivir, sino para compartir.  No porque los que pueden ser benevolentes oren y consigan pan en abundancia; sino porque hay quienes ahorran, capitalizan, emprenden y trabajan tanto, que lo que producen alcanza ¡hasta para compartir voluntariamente! y no como consecuencia de ser instrumentos de la providencia.

Cuando Bergoglio hace comentarios así, no sólo dice que lo tuyo no es tuyo; sino que despoja de su carácter virtuoso a la benevolencia.  ¿Así, o más perverso? Y cuando tu financias la organización que dirige Bergoglio, financias las ideas que esparce Bergoglio.


03
Dic 15

Zuckerberg, Chan, Max y yo

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Mi maestro Manuel F. Ayau contó, un vez, que él tenía negocios con Bill Gates…porque le compraba software para su oficina y su casa con alguna frecuencia.  Así de pasada lo que dijo Muso parece una de sus humoradas; pero detente y léelo de nuevo: cuando un millonario como Gates se hace inmensamente rico porque les vende a Ayau, a tí y a millones de personas los productos que fabrica, o diseña, los que reciben los productos ganan más de lo que entregan a cambio.  El intercambio no es un juego de suma cero.

De aquello me acordé ahora que mucha gente está embobada con la historia de que, en el contexto del nacimiento de su hija, Max,  Mark Zuckerberg y su esposa prometieron dar el 99% de sus acciones de Facebook para promover el potencial humano y la igualdad. Específicamente para personalizar el aprendizaje, curar enfermedades, mejorar la conectividad de las personas y cosas asi (importantes).  ¿Qué tienen en común estos propósitos? Tienen en común que son necesidades y las necesidades se satisfacen con recursos económicos.  Esos hay que producirlos y el ambiente más propicio para producirlos es uno de libertad, es decir: uno de ausencia de coacción arbitraria por parte de otras personas, y del poder político.

Alex Epstein recién llamó la atención sobre el hecho de que entre las 2,234 palabras que Zuckerberg usó para describir lo que él más valora en el mundo no está incluida la palabra libertad.

Habiendo dicho eso, es triste que en las redes sociales muchas personas celebren la decisión de Zuckerberg y su esposa porque de esa manera devuelven algo a la sociedad.  ¡Como si hubieran tomado algo que no les correspondía!  En el mismo espíritu en que mi maestro, Manuel F. Ayau recibía de Gates todo lo que él quería a cambio de su dinero, ¿no recibimos, todos los usuarios de Facebook mucho a cambio de…cuánto pagas tú por usar Facebook?  ¿Te das cuenta? Tu, yo, la sociedad y todos los usuarios de los productos de Zuckerberg, Gates y otros millonarios regalones recibimos más de ellos de lo que damos a cambio, cada vez que hacemos negocios con ellos.

Los millonarios regalones como Gates y Zuckerberg no están allí como: Aquí casual, haciendo millones; ni sus fortunas son consecuencias de haber tomado de la sociedad (o más bien de los individuos que formamos la sociedad) más de lo que han entregado.  Sus millones no son consecuencias aleatorias de nada, o de casi nada.  De hecho, para hacer sus fortunas, tienen que haber dado a cambio algo que los individuos que formamos la sociedad valoramos mucho.  Es un hecho que ya dieron, están dando y van a dar; pero no van a devolver.

Celebro la benevolencia filantrópica enraizada en las grandes tradiciones de personajes como Rockefeller y Carnegie; pero me sería digna de admiración si en vez de ser consecuencia de sentimientos como la culpabilidad y algo de vergüenza, fuera consecuencia de virtudes como el orgullo.

Foto por TechCrunch  [CC BY 2.0 ], via Wikimedia Commons


17
Nov 15

A que ni te imaginabas: los chapines, los más benevolentes

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A pesar del gobierno y en América Latina los guatemaltecos son los que más donan a causas benéficas según un informe que analiza lo que los ciudadanos del mundo están dispuestos a dar a cambio de nada para los menos afortunados.

La fundación Charities Aid Foundation , que promueve la donación y la filantropía en todo el mundo, elabora anualmente el índice World Giving Index, una lista de los países más solidarios. En América Latina, Guatemala, con 16 millones de habitantes y un ingreso promedio de US$288, se sitúa en primer lugar en la región. En el mundo los birmanos son los más solidarios seguidos por los estadounidenses, los neozelandeses, los canadienses y los australianos.

En el área, a los guatemaltecos los siguen los ticos, los panameños, los hondureños, los nicas, los beliceños, mexicanos y salvadoreños.

Gracias al cuate Danilo por la pista.  La foto es de El Cambray II por Así es la vida.


09
Oct 15

El Cambray II

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Pasé frente a la Escuela José Antonio Salazar,  que es donde me toca votar,  justo al lado del Mercado de la Villa de Guadalupe; y ahí hay un mural en recuerdo de niños estudiantes que murieron en la tragedia de El Cambray II.  Me detuve sólo un momento y, ¡chispas!, que tristeza y que ternura da ver el lugar y lo que significa.

En realidad, la tragedia de El Cambray II, no es la tragedia de El Cambray II; es la tragedia, el dolor y las pérdidas de la gente que vivía en El Cambray II.  Cuando cosificamos desastres como el que vivieron los habitantes de aquel lugar, corremos el riesgo de olvidar el drama humano.

Por eso es que la solución del drama humano debe ser prioritaria.  Me aflige ver las fotos de montones y montones de ropa, agua, alimentos y otras ayudas que la gente buena envió para las víctimas; pero que no están fluyendo hacia quienes las necesitan. Sospecho que este es uno de esos casos en los que la eficiencia del flujo es más importante que la racionalización del reparto. Sospecho que la gente podría resolver una mala distribución mediante el intercambio; en tanto que nada justificaría que algo se estropeara por no ser repartido de acuerdo con el criterio de algún planificador.

Frente a las dimensiones de toda tragedia -tipo El Cambray- ¡me admiro por la generosidad de la gente!; y viene al caso una cita de The Martian: Solucionas un problema, y luego otro.  Solucionas suficientes problemas y puedes irte a casa. Y al ver el mural para los niños me acordé del siguiente sarcasmo: “Sin municipalidades y sin gobierno,  ¿quién autorizaría los desarrollos inmobiliarios en lugares peligrosos?”

Frente a la posibilidad de que haya otro Cambray (o un terremoto,  una erupción, o una inundación) recordemos que no hay tal cosa como desastres naturales, sino amenazas naturales; y que no tenemos control sobre las amenazas naturales, pero sí sobre nuestras decisiones, por lo que podemos evitar muchísimas de las condiciones de vulnerabilidad.

Muchos desastres son artificiales y muchas veces tienen más que ver con nuestra responsabilidad como personas que con la naturaleza.

Columna publicada en elPeriódico.


26
Jun 12

La diferencia entre benevolencia y expoliación

Se está armando alboroto porque cierta asociación privada, operadora de asilos de ancianos, no ha recibido el dinero que se supone que debería recibir del Ministerio de Salud.

Antes de continuar voy a aclarar que no tengo nada contra la benevolencia, ni contra la solidaridad; siempre que sean voluntarias y pacíficas.  Voy a aclarar que creo que una sociedad civilizada no debería dejar en el abandono a sus ancianos.  Pero lo que no creo es que el cuidado de los ancianos (para citar un ejemplo atingente) deba hacerse por medio de acciones violentas, como tomar dinero ajeno por la fuerza y transferirlo políticamente a grupos de interés.

Quiero cuestionar la bondad de esta práctica: la de establecer una asociación supuestamente privada, para obras de caridad, y luego esperar que esta sea financiada con dinero de los tributarios.  Esto es esperar que sea fiananciada por medio de una transferencia forzada de recursos.

Voy a cuestionar la bondad de esta práctica: la de asignarles dinero de los contribuyentes, tomado por la fuerza, a actividades supuestamente privadas que esperan que sus operaciones sean sostenibles por medio de ese recurso.

Las organizaciones privadas voluntarias de servicio deben nacer y vivir sin necesidad del dinero de los impuestos, precisamente porque el sector privado de la economía es el sector voluntario y pacífico de la misma; en tanto que el sector público de la economía es el sector coercitivo y forzado de la misma.  Es incongruente e inaceptable que alguien decida hacer una obra de caridad, y que luego crea que puede usar su influencia política y la fuerza para obtener dinero ajeno y financiarla…sobre todo si recibe un sueldo, o recibe alguna ventaja como consecuencia de su obra de caridad.

Ojalá que me equivoque, pero sospecho que muchas de estas obras de caridad que reciben dinero tomado de los tributarios, para sobrevivir, no son más que operaciones de connivencia entre políticos y personas aprovechan la oportunidad.  Puede que algunas hayan nacido sanamente y con buenas intenciones, pero en el momento en el que piden y/o aceptan dinero ajeno tomado por la fuerza le venden el alma al diablo y se convierten en clientela política y en usufructuarios de privilegios.

Esta mala práctica debe ser erradicada para salud de la sociedad y del presupuesto del estado.


03
Ago 10

Y…¿por qué no cantó Arjona?

El concierto benéfico que Ricardo Arjona anunció, para ayudar a las víctimas de la tormenta Agatha fue cancelado por razones de fuerza mayor. Y a mí me da curiosidad, de cuáles serían esas razones de fuerza mayor; digo, porque que bonito era eso de que tamaña estrella, como es Arjona, culminara una gira con algo tan generoso como donar las ganancias para quienes perdieron todo a causa de aquel fenómeno natural.

Y así como es de bonito el gesto, también es lastimoso que se haya quedado en gesto y que no haya pasado a más. Por eso me come la curiosidad. Además, me si yo fuera responsable de los conciertos frustrados y del buen uso que se le fuera a dar al producto de los mismos yo me hubiera preguntado que cuál iba a ser el canal por medio del cual las ganancias iban a ir a parar a quienes les habían sido ofrecidas.
¿Podrían, Arjona y su gente, haber elegido cómo se iba a canalizar la ayuda? Muchas organizaciones privadas voluntarias de servicio son obligadas a canalizar su ayuda por las vías oficiales; ¿se habrá enterado de esto Arjona? Puede que sí, y puede que no. Por eso es que a mí me da curiosidad saber cuáles fueron las razones de fuerza mayor que obligaron a Arjona y a su gente a echarse para atrás y tomar la decisión de ya no hacer los conciertos que habían ofrecido.

01
Mar 10

Carlos Fajardo, la prosperidad y la benevolencia

Don Carlos Fajardo no cree que el individualismo mejore la calidad de vida de las personas porque no ha podido establecer la relación que hay entre un ambiente propicio para la creación de riqueza, la riqueza, y el bienestar. Y quizás estas evidencias nos ayuden en ese asunto.

Hola don Carlos. Si usted chequea cuáles son los países en los que hay más libertad económica (y en general mejor respeto a los derechos individuales) y luego chequea en qué países hay un mejor índice de desarrollo humano, va a encontrar con que la gente vive mejor en los países donde hay más libertad. La gente goza de mayor bienestar, de más desarrollo y de mejor nivel de vida, en aquellos países donde hay una tradición de respeto a la libertad y a los otros derechos individuales.

Se va a encontrar con que la gente vive mal, o peor, en aquellos países donde la libertad, la vida y la propiedad, así como el derecho a la búsqueda de la felicidad, no son, ni han sido respetados.

No me crea; véalo en: el Indice de Libertad Económica y véalo en el Indice de Desarrollo Humano.

De verdad creo que si aspiramos a ayudar a los pobres, lo mejor que podríamos hacer es fundar un sistema que no los haga depender de la caridad y menos, aún, de los favores políticos. Yo digo que sería mejor fundar un sistema en el que hubiera oportunidades. Oportunidades para tener mejores empleos, mejores salarios y hasta para fundar y multiplicar sus propias empresas. La idea sería crear riqueza, en vez de sólo repartir lo que hay. Honestamente, creo que es mejor ayudar a los pobres con oportunidades, que con limosnas y con caridades. Lo cual no excluye la benevolencia, ¡para nada!, especialmente en casos de emergencias, desastres naturales y otras calamidades. La gente del corredor seco, en Guatemala, por ejemplo, necesita desesperadamente que les echemos una mano.

Usted pone en duda que la gente sea más generosa cuando le sobran más recursos. Y si bien es cierto que la benevolencia no es exclusiva de ningún grupo social, o es cierto que aún en la miseria más desesperante la gente comparte y es generosa con los más necesitados, también es cierto que más tiene la gente, más puede dar. Eso es sólo cuestión de aritmética.

No conozco rico alguno que no tenga por lo menos una obra de benevolencia favorita. Los ricos apoyan fundaciones para combatir enfermedades, para combatir el analfabetismo, el hambre, la mendicidad, el abandono, y muchas otras cosas indeseables.

Por cierto, ¿sabía usted que las mujeres ricas dan más que los hombres ricos? Ricos como Bill Gates y Warren Buffett – además de crear riqueza y hacer nuestras vidas más cómodas– dan millones y millones para todo tipo de causas artísticas, científicas, y de lucha contra la pobreza. Lo mismo hicieron Rockefeller, Mellon, Carnegie, Vanderbilt y otros Y aquí en Guatemala es lo mismo. Busque una obra de benevolencia significativa y en su junta directiva encontrará a los ricos locales.

A nivel de países, los países pobres reciben millones y millones de dólares en ayuda de los ricos en los países ricos. Esa ayuda llega directamente por medio de individuos, fundaciones y clubes de servicio; e indirectamente por medio de la cooperación internacional. Las víctimas de tsunamis en Asia, sequías en Africa, huracanes en Honduras, Guatemala y Nueva Orleans, terremotos en Turquía y en Haití y otros desastres naturales reciben generosas ayudas monetarias, tecnológicas y científicas de parte de los ricos en los países ricos. Y aunque los terremotos sean más fuertes en los países prósperos (y libres) como Chile; hacen menos daño que en países pobres (y no libres) como Haití. Y en muchos países ricos existe una cultura de benevolencia. No me crea a mí; por favor, vea las cifras.


25
Nov 09

Nunca colaboraré con la Teletón

Cuando la Teletón y Fundabiem consiguieron que se les asignara dinero de los tributarios, por medio del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Nación dejaron de ser organizaciones voluntarias de servicio para convertirse en rentistas parasitarios. Abandonaron el sector voluntario y pacífico de la economía, para pasarse al sector coercitivo y violento de la misma.
¡Nunca colaboraré con esa operación, ni con ninguna otra que haga lo mismo! Los impuestos, para quien no lo sepa, son dinero ajeno tomado por la fuerza; y, para más INRI, es asignado políticamente a objetivos ajenos a quienes han producido ese dinero.
La benevolencia y la caridad son virtuosas, sí y sólo sí son voluntarias; empero, si la transferencia de riqueza se hace por la vía forzada, dejan de ser benevolencia y caridad para convertirse en expoliación. Es una lástima que la gente de Teletón y Fundabiem hayan abandonado la virtud de su obra para sumarse a la multitud de intereses particulares que creen que es moral obligar a otros a colaborar con su causa -por buena que sea-. Sepan que usar la fuerza de la ley para obtener el privilegio de expoliar a otros, no es bueno, no es virtuoso y no es correcto.
Me enteré de esto por un anuncio de agradecimiento que publicaron los beneficiados el 23 de noviembre en la página 41 de Prensa Libre.