08
Feb 07

Mejor que no trabajen

“Tres semanas y media después de haber empezado el período legislativo, el Congreso dio, por fin, posesión legal a los integrantes de las comisiones de trabajo. La UNE, el FRG y el PP son los más favorecidos, y la Gana y la UCN, los marginados. Eso sí, los diputados no titubearon cuando cobraron dietas por comisiones en enero, y no adelantaron nada del trabajo de análisis legislativo y fiscalización en el último mes”, así dice la información de hoy en Prensa Libre.
Las “comisiones de trabajo” se multiplican en el Congreso para satisfacer los intereses personales de los diputados. Todo eso está mal, pero tiene remedio. Y usted puede hacer el cambio. ¿Cómo? Por favor consulte ProReforma y asuma su responsabilidad de ciudadano, de tributario y de elector. O no haga nada, como la mayoría de la gente.


31
Ene 07

¿Aprueba, usted, que se repita este Congreso?

Uno de mis dichos favoritos es aquel que dice: Si usted no está indignado, es porque no está poniendo atención. Indignación es, precisamente, lo que da cuando uno lee que 113 (de 158) diputados están interesados en reelegirse.

Prensa Libre informa que ese grupo tiene asegurado un puesto en las listas de los partidos políticos; y yo digo que los tributarios y los electores no deberíamos permitirlo. Le sugiero echarle un ojo a la propuesta de ProReforma, una opción para defendernos de la voracidad de los politiqueros chapines.


02
Ene 07

Amable comentario de don César

De don César Elí Rivera, amable y frecuente lector, recibí el siguiente comentario:

En relación a la número dos de las uvas por usted propuestas, también he leído el Proyecto de ProReforma. Personalmente, creo que estamos justo en camino de consolidar una democracia más pareja, y sin embargo, el proyecto en mención parece proponer más una aristocracia. La pregunta entonces es: democracia o aristocracia. FELIZ AÑO 2007.

Definitivamente democracia; pero entendida como una forma pacífica para cambiar gobierno y para elegir autoridades, así como para tomar ciertas decisiones en común siempre que ellas no violen los derechos de las personas. Definitivamente estoy contra aquel concepto de democracia que supone, peligrosamente, que la mayoría debe tener poder ilimitado.

Yo creo que no es bueno que alguien tenga poder ilimitado: ni un rey, ni un dictador, ni una aristocracia, ni una plutocracia, ni una democracia. El poder siempre debe ser limitado. Por eso sostengo que es importante preservar el sistema republicano de gobierno; y entiendo que ProReforma es sobre eso: sobre preservar los derechos individuales de todos por igual, sobre tener un gobierno con poderes limitados y subre preservar un sistema republicano de gobierno.

Gracias don César, sus comentarios siempre dan en que pensar.


04
Nov 06

La cochambrosa

1. Junto al Monumento a los Próceres de la Independencia de Guatemala, popularmente conocido como El Obelisco, hay una caja de concreto y vidrio blindado dentro de la cual hay una cosa toda sucia que, si uno ve de cerca, reconoce que es un libro. Pero no es cualquier libro. Esa cosa con la pasta reventada por el sol y cubierta de cochambre, es la Constitución Política de la República de Guatemala.

¡Eso sí no es cualquier edición de la Constitución! Según la placa que acompaña al objeto, “es el texto original”.

El fin de semana pasado estuve allí; y oí que un niño le preguntaba a un adulto que qué es eso que está en la caja. Y el adulto le contestó que es “un libro”. Yo creo que fue más por no entrar en detalles, que por ignorancia; pero que triste es que la Constitución chamuscada de Guatemala no merezca mayor comentario. Que triste que ni el Ejecutivo, ni el Legislativo, ni la Municipalidad se hayan percatado del aspecto impresentable que ofrece texto original de la Carta Magna chapina.

Casualmente, ese fin de semana, en El Tiempo, de Bogotá, Carlos Caballeros escribió una columna titulada ¿Aceptamos el mercado y el Estado de Derecho? Su hipótesis, que comparte con Fernando Enrique Cardoso, es que “las sociedades latinoamericanas continúan presentando sus vicios de siempre, la corrupción, la fragilidad institucional, las carencias en educación, en vivienda o en sanidad, el clientelismo, la incompetencia política” porque “en América Latina no hemos aceptado realmente la economía de mercado” y porque “tampoco se acepta el Estado de Derecho”.

Aquello tiene sentido porque una y otro, la economía de mercado y el Estado de Derecho, son consecuencias del mismo fenómeno: la existencia de instituciones fuertes y aceptadas por todos. Y en Guatemala, la Constitución cochambrosa del Obelisco es la manifestación física del desprecio que los chapines tenemos por las instituciones y por las leyes (entendidas estas como normas generales, abstractas e impersonales de conducta justa; en oposición a las reglamentaciones, o normas particulares y específicas).

Estado de Derecho y Constitución van de la mano porque en el primero el ejercicio del poder está sujeto a la majestad de la ley; no al revés. El Estado de Derecho consiste en la limitación de las funciones del Estado por medio de la ley y del respeto a los derechos individuales de todos por igual.

Keith S. Rossen dice que la mejor explicación de los fracasos constitucionales en América Latina se debe la cultura jurídica de los latinoamericanos. Y por cultura jurídica quiere decir “el juego de valores y actitudes del lego y del profesional con respecto al derecho y al papel que juegan los procesos legales en una sociedad”. Y la nuestra, dígame usted si no, ha estado plagada de privilegios y leyes especiales, así como de falta de realismo. De hecho, los legisladores chapines tratan constantemente de construir una sociedad a fuerza de normas específicas y particulares (aún en la mismísima Constitución), según soplen los vientos y las demandas de los grupos de interés.

Por eso es que no debería extrañarnos que el texto original de la Ley Fundamental chapina esté cubierto de diesel, de polvo y de otras suciedades. Por eso no debería parecernos raro que los ciudadanos pasen junto a ella con indiferencia casi total.

Es un hecho que, como dice el proyecto de ProReforma “la persistencia de nuestros problemas no se debe a la falta de ingeniosos modelos adoptados por consenso, sino a que una constitución reglamentaria, como la que está en vigor, le encarga al Gobierno resolver todos los problemas habidos y por haber”.

2. Mojito: ¿En qué se parece la reforma agraria cubana al Vaticano? En que en cincuenta años, sólo ha producido cuatro papas.

Publicada en Prensa Libre el sábado 4 de noviembre de 2006.