08
Ago 09

PNC destituidos, no son las personas, es el sistema

¡Sorpresa, sorpresa! Los altos mandos de la Policía Nacional Civil fueron destituidos, y el Ministerio Público inició una investigación en su contra, por su supuesta responsabilidad en el robo de por lo menos 119 kilos de cocaína, que eran parte de un cargamento localizado en la zona 18, el jueves pasado.


¿Usted quería una evidencia más de que el problema no son las personas, sino el sistema? Note que esta es la cuarta vez que la jefatura policíaca es sustituida…y no hay modo. ¡Es que es el sistema el que no funciona, no las personas! ¿Quiere otra evidencia? 6 de cada 10 diputados en el Congreso de la República son nuevos; y ahi tampoco hay modo. ¡Es que es el sistema, no las personas!

Podemos seguir y seguir cambiando personas; pero en tanto que el sistema siga siendo el mismo, seguiremos haciendo lo mismo y esperando resultados distintos. Por eso estoy con ProReforma.

De paso…¿qué tendría que ver con estas capturas y remoción, cierta embajada de habla inglesa que tiene su sede en la Avenida de la Reforma y Séptima calle de la zona 10?

27
Jul 09

Irmalicia y Acisclo sobre ProReforma

Hoy, los columnistas Irmalicia Velásquez y Acisclo Valladares se aproximan a ProReforma desde dos ángulos que vale la pena comentar porque su discusión arroja luces sobre la naturaleza de aquella propuesta de reforma constitucional.

Irmalicia dice que aunque ProReforma sostiene que los grandes problemas de Guatemala son la violencia y la pobreza, el proyecto no explica las causas que la provocan (sic). Luego habla de problemas estructurales, de la supuestamente necesaria redistribución de la tierra cultivable y del conflicto armado que protagonizó la guerrilla durante 36 años.
La aportación de Irmalicia se halla en que explicar las causas de la pobreza no tiene sentido porque la pobreza no tiene causas. La pobreza es…y ya. Todos nacemos desnuditos y en realidad la condición natural y primigenia de todo individuo, así como la de la humanidad es la de pobreza, escasez y precariedad. En cambio, lo que sí tiene causas es la riqueza. Esa, la riqueza, sí hay que explicarla y entenderla porque para acabar con la pobreza, es necesario saber cómo se crea la riqueza, y en qué condiciones es posible su creación.
La riqueza se crea cuando hay un ambiente en el que todas as personas pueden vivir, producir, e intercambiar pacífica y libremente sin coerción, ni privilegios, independientemente de sus relaciones políticas, raciales, sociales y sexuales. La paz (no violencia) es una condición necesaria para la creación de riqueza. La riqueza es una condición necesaria para acabar con la pobreza; y la paz se consigue si se protegen la vida, la libertad y la propiedad de todos y si aquellos que violan la vida, la libertad y la propiedad de otros enfrentan las consecuencias jurídicas de sus actos delictivos.
Irmalicia tiene razón al decir que el estado de derecho se construye y que este sólo es posible cuando los derechos de todos (sin privilegios para nadie y sin exclusiones para nadie), se resepeten para todos, no sólo para la mayoría, y menos para alguna minoría, sino para todos. ¡Y por eso es necesario ProReforma! Por eso es necesario separar la ley y la legislación. Por eso es necesario que de la ley no se ocupen representantes sectoriales, sin. Por eso es que los senadores no deben representar departamentos, étnias, sexos, clases sociales, estamentos, ni nada parecido. Por eso es que la edad es un buen parámetro neutro;porque lo importante es que el senador tenga 50 años. Sin que importe de qué departamento venga, de qué étnia se; ni si es hombre, o mujer; ni si es rico, o pobre.
ProReforma es una propuesta de reforma constitucional y por ello se concentra en el marco abstracto y general constitucional necesario para vivir en paz y para salir de la pobreza. Quienes busquen en ella políticas y normativas específicas y particulares para seguridad y para crear riqueza, están buscando en el lugar equivocado.
Acisclo, por su parte llama la atención sobre la naturaleza unitaria y coherente que tiene ProReforma. Este no es una serie de artículos que, a modo de parches, se hayan añadido unos a otros para satisfacer exigencias sectoriales. No es un una colección de normativas diseñadas para quedar bien con empresarios y trabajadores, ecologistas y feministas, indigenistas y exguerrilleros, o militares y civiles. Es un corpus coherente cuyas partes están en armonía entre ellas y con el todo para empezar la fundación del estado de derecho que desea Irmalicia.
Como ProReforma es una unidad de naturaleza indivisible, sometida al Congreso por más de 70 mil ciudadanos, lo que corresponde discutir es si esa unidad o ese corpus debe ser sometido a Consulta Popular, o no.
Eso no desvirtua la normativa constitucional al respecto porque si alguien quisiera presentar una reforma distinta a ProReforma, está libre de hacerlo. Y si alguien quisiera añadirle, o quitarle algo a ProReforma estaría en la libertad de hacerlo; pero, entonces, tendría que llevar otro nombre y no podría ampararse en las 70 mil firmas de apoyo porque sería otra cosa. Supongo que estamos claros en que ProReforma es lo que es y no lo que no es; y en que algo que es distinto a ProReforma, sería otra cosa, y no ProReforma.
El comentario de Acisclo también ayuda a explicar que ProReforma no acude al jacobinismo en el sentido de que sea el propio pueblo el que la apruebe; y como la ley es la ley, aunque cueste entenderlo, se respeta el procedimiento constitucional. Cualquiera que lea ProReforma -sin prejuicios- verá que su proceso de aprobación pasa por tres grandes fases: La recoleccion de firmas, que ya ocurrió y hay por lo menos 70 mil; la discusión en el Congreso, que ya está ocurriendo; y la Consulta Popular, como consecuencia de aquella discusión.
Yo creo que Acisclo cree que ProReforma debe ser discutido por partes y no como un todo; pero lo malo de eso es que si se discute por partes ProReforma dejaría de ser ProReforma y sería otra cosa. Y ahí está la clave. De acuerdo con la Constitución, más de 70 mil ciudadanos han sometido un proyecto de reforma constitucional al Congreso y este ha iniciado el proceso de de discusión. Cuando este concluya, y si los diputados aprueban el proyecto (que es uno), de acuerdo con la Constitución este debe ser sometido a consulta y aprobado, o rechazado. ¿Qué puedes ser más democrático que eso? ¿Qué puede ser más democrático que reconocer que el soberano es quien tiene derecho a aprobar, o no ProReforma?

30
Jun 09

ProReforma, un proyecto incluyente

A ver…si la población indígena es significativa en Guatemala, y si entre la población indígena el número de jóvenes es también significativo, cuando esos jóvenes empiecen a cumplir 50 años, ¿quiénes creen que van a dominar numericamente en la elección de senadores cuando ProReforma haya sido aprobada?

Para los recien venidos, el proyecto ProReforma, para la reforma constitucional en Guatemala, propone un Senado integrado por personas de entre 50 y 65 años de edad cuya misión no será la de una cámara alta, ni la de fiscalizar al Congreso, ni nada parecido. Su misión será la de emitir las leyes que, como normas generales, abstractas e impersonales, se aplicarán a todos los habitantes de la república sin importar su edad, su étnia, su nivel socioeconómico, su nivel educacional, su lugar de orígen, o cualquiera otra característica que no sea la de ser una persona.
ProReforma propone que cuando uno cumpla 50 años tendrá la oportunidad de elegir 3 senadores que permanecerán en sus cargos durante 15 años. Cada año, todos los que cumplan 50 años en ese año podrán elegir a sus 3 senadores, y por lo tanto, todos los que cumplan 50 años (sin importar étnia, nivel socioeconómico, sexo, o lugar de orígen, por ejemplo) tendrán oportunidad de poner a sus 3 senadores.
Desde otro punto de vista, ¡y más incluyente no se puede!, está el hecho de que en la cosmovisión maya los Consejos de Ancianos juegan un papel muy importante dentro de la vida social y cultural. Sin duda alguna, la experiencia, las ejecutorias y la reputación de las personas mayores tiene un valor significativo entre las culturas mayenses. Seguramente esa valoración puede ser aprovechada en un contexto nacional.
Dígame, usted, si no.
Con respecto a la juventud indígena, un reportaje publicado por Prensa Libre el domingo 28 de junio de 2009 indica que 12.33% de la población guatemalteca son jóvenes indígenas de entre 14 y 29 años de edad.

11
May 09

Interesante observación sobre ProReforma

El sábado, la lectora Maribel Scoffield hizo una valiosa observación sobre ProReforma. Dice Scoffield que La base jurídica del sufragio universal descansa en un antiguo principo general del Derecho, “lo que concierne a todos, debe ser aprobado por todos”.  Y la comentarista asegura que ProReforma quebranta ese principio porque propone la división del Organismo Legislativo en dos cámaras; y aunque todos los ciudadanos adultos pueden elegir representates para la cámara baja, no todos pueden hacerlo con los de la cámara alta.  Scoffield subraya que en la elección del Senado no participa toda la población ciudadana adulta; sino, solamente, un grupo minoritario de quinquagenarios y sexagenarios.  

Lo primero que es importante para discutir este asunto es la naturaleza del sugragio universal; y una explicación de qué quiere decir la palabra todos.
El sufragio universal tiene que ver con los derechos a elegir y ser electos, facultades políticas que son derivadas del derecho a la libertad; pero que no tiene su origen en la dignidad humana, como sí lo tiene el derecho a la libertad.  El derecho a elegir tiene su origen en la ley positiva, en tanto que el derecho a la libertad es superior y anterior a la ley positiva.  De hecho, puede haber una forma de régiman político en el que la vida, la libertad, la propiedad y la dignidad de las personas estén plenamente protegidas, aunque no haya plena vigencia de las facultades de elegir y ser electos; del mismo modo en el que puede haber (como hay) regímenes en los que las personas pueden elegir y ser electas, sin que se respeten la vida, la libertad, la propiedad y la dignidad de las personas.  De hecho, muchos ciudadanos adultos con facultad de elegir, en algunas sociedades, no dudan en elegir dictadores que anulan la libertad. 
El sufragio universal es un derecho político  que -aún en las sociedades más libres-  tienen unos, y no tienen otros.  Pero no porque se quebrante el principio citado por Scoffield, sino porque los derechos políticos son consecuencia de lo que las ideas prevalecientes en la sociedad consideran prudente.   Por ejemplo, en Guatemala, el sufragio universal es para los mayores de 18 años; y si el principio que cita Scoffield fuera aplicable en el sentido que ella dice que es aplicable, entonces el derecho al voto le estaría siendo negado a todos los que tienen entre 1 nanosegundo de nacidos y 17.9999 años de edad.
Todos, en el contexto de los derechos políticos, quiere decir todos aquellos que están facultados por la ley; en cambio, todos, en el contexto de los derechos a la vida, la libertad y la propiedad, quiere decir la totalidad sin excluir a nadie.  En este contexto todos quiere decir la totalidad de niños y de ancianos, la totalidad de hombres y mujeres, sin distingo alguno.  La totalidad tiene derecho a la vida; pero no todos tienen derecho a votar antes de los 18 años.  
Esa edad la fija la legislación basada en lo que los legisladores creen prudente de acuerdo con la naturaleza de la sociedad chapina y las ideas que prevalecen entre sus miembros.  Uno no diría, con propiedad, que el principio en el que se basa el sufragio universal es quebrantado porque no pueden votar los niños de 5 añosm (por muy chispudos que sean algunos de ellos), del mismo modo en que no se quebranta la libertad de conducir automóvil porque no se les extienda la licencia correspondiente a personas de más de 90 años (por muy ágiles que sean algunos de ellos).
En el caso de ProReforma, para elegir senadores (y para ser electos para el Senado) todos tendrán su oportunidad cuando lleguen a los 50 años de edad, del mismo modo en el que todos los que lleguen a 18 tendrán oportunidad de elegir presidente y vicepresidente, diputados y alcaldes.   Las sociedades, por cierto, revisan de cuando en cuando sus criterios en materia de las edades apropiadas para ejercer ciertas facultades; y, por ejemplo, entre nosotros la inimputabilidad penal se acaba a los 18, pero ya hay quienes pensamos que debería acabarse a los 16, dadas las circunstancias en las que medra el crimen aquí.  ¿Quién de ustedes estimaría que la facutlad de todos para comprar licor debería empezar a los 16, o a los 12 años para ser más incluyente? 
¿Por qué es que en ProReforma hay diferencias de edades? Porque a diferencia de los funcionarios cuyas tareas son muy relacionadas con la administración, con mandatos y con normativas; las funciones de los senadores están relacionadas con la ley como instrumento de defensa de la vida, la libertad y la propiedad de todos (la totalidad); y con las leyes como normas generales y abstractas que permitan la convivencia social pacífica de todos (la totalidad).  ¡Tan grandes tesoros es mejor que estén en manos de aquellos cuyas ejecutorias de vida estén a la vista, más que por aquellos cuyas ejecutorias sean sólo promesas! Eso explica lo restringido del margen de elección.
Desde otra perspectiva, la aplicación que ProReforma hace del principio sobre el cual llamó la atención Scoffield es digna de atención:  Quienes proponemos ProReforma pedimos que, como la reforma constitucional nos concierne a todos, su aprobación integral sea sometida a todos los ciudadanos inscritos; en vez de la opción que prefieren otros, que es la de que la aprobación de ProReforma sea tamizada porese grupo reducidísimo que son los diputados en el Congreso.  

06
May 09

Amargura y rencor en la discusión de ProReforma

Así como de repente, una orquesta de artículos contra ProReforma ha hecho su aparición. Como hongos siniestros, cultivados en una matriz de consignas retóricas, los artículos se suceden unos a otros bien diseñados para una clientela ávida de rant & rave, pero lastimosamente poco hambrienta del debate animado, profundo, cívico y académico que una propuesta de esta talla podría generar en esta república en construcción.

No voy a hacer referencias específicas a los artículos, ni a sus autores porque hablar de uno es hablar de todos. Los más, abundan en calumnias e injurias que no valdría la pena mencionar, si no fuera sólo porque sirve para llamar la atención sobre lo bajo que es el nivel de discusión de parte de la mayoría de críticos de ProReforma. Hay demasiadas amargura y rencores en la discusión sobre Pro Reforma. Un escalón más arriba, en este bajísimo nivel de críticas es la que se opone al proyecto porque no es del gusto de todos, o porque no es perfecta…como si algo lo fuera. Y…lo menciono, como digo, sólo para que conste en acta.
En una de las críticas más retorcidas, el autor pretende hacerles creer a sus lectores que la defensa de la vida, la libertad y la propiedad es la defensa de privilegios oligárquicos. ¡Por favor!, ¿cómo sería la existencia de TODOS si no aspiráramos a que nuestras vidas, libertad y propiedad fueran sagradas? ¿Querrá el autor que la vida, la libertad y la propiedad no sean defendidas, ni protegidas, porque él dice que son privilegios oligárquicos? ¿De verdad cree que el derecho a la vida es un privilegio oligárquico? ¡Esto no puede ser en serio! Da miedo saber que alguien cree, de verdad, que el derecho a la vida es un privilegio oligárquico. Seguramente pensando en aquel tipo de argumentos es que Carl Menger escribió que there is no better means to disclose the absurdity of a mode of reasoning than to let it pursue its full course to the end (1).
Las otras críticas con cierta apariencia de más seriecitas no son sino repetición de consignas. Pareciera que hay una matriz en la que se recomienda criticar ProReforma por antidemocrática, o por su concepto de Senado novedoso. Voy a concentrarme en estos dos aspectos para ilustrar el punto.
¿Qué más democrática puede ser una propuesta cuyos promotores solicitan que sea sometida DIRECTAMENTE a los ciudadanos, sin ser tamizada, manipulada, deformada, modificada, o alterada por intermediarios? ¡Vamos, muchá! La idea es que Juan, María, Pedro, Julia, Pancho y Tona, así como otros miles y miles de ciudadanos decidan por sí mismos y responsablemente como ciudadanos si quieren ProReforma, o no. ¿No es eso lo más parecido que puede haber a una democracia directa? ¿Por qué es que los críticos de ProReforma prefieren quitarle la responsabilidad a los ciudadanos, y filtrar la propuesta por medio del establishment en el Congreso?
El Senado no hay modo que lo entiendan; y los peores de ellos creen que es una réplica del concepto senatorial en los Estados Unidos de América, o en los Estados Unidos Mexicanos. Y entonces terminan criticando ProReforma por lo que ellos dicen que es; en vez de por lo que es. En ProReforma, el Congreso y el Senado se ocupan de dos tipos distintos de normativas: uno se ocupa de los mandatos específicos y concretos o thesis, en el sentido Hayekiano; en tanto que el otro se ocupa de las leyes propiamente dichas, generales y abstractas o nomos, en el mismo sentido. ¡Esta es la discusión cívica, jurídica y ética que deberíamos estar teniendo!
A otros les incomoda que los senadores sean electos por períodos de 15 años; ¿alguno se habrá dado cuenta de que en el sistema actual hay diputados que tienen eso y más en el Congreso? ¿Cuánto tiempo tienen Taracena y Crespo, para mencionar sólo dos? ¡Vamos, muchá!
La crítica por la edad de los senadores y la de quienes habrán de elegirlos ha sido llevada al absurdo porque lo que es una disposición para la cámara alta, es tratada por los críticos como si se aplicara para los tres organismos del estado, lo cual es, obviamente, una malintencionada interpretacion de la propuesta. Y con respecto a ese mismo tema, yo me lo pongo así: ¿Qué es mejor, que la gente que tiene 50 años de edad pueda elegir entre sus coetaneos cuyas ejecutorias tiene muchas posibilidades de conocer, o que la gente que tiene 18 años de edad elija entre gentes de 35, 40 o 70 años que no sólo no conoce, sino con quienes no comparte vivencias, experiencias, perspectivas, ni temporalidad? O al revés, que gente de 35, 40 o 70 años elija a algún veninteañero chispudo, cuyas ejecutorias todavía están por verse. ¡Por supusto que no se prejuzga de forma colectivista a grupos etáreos, sino a individuos con cierta característica de edad!, esto debería estar claro, ¿o no?
Hace poco, el bloguero Carlos Mendoza me comentó que es imposible que la propuesta pase en el Congreso tal y como la presentaron. Entonces, ¿para qué tanto esfuerzo? No lo entiendo. ¿Podrías explicármelo?
Pues…no se los demás que firmaron; pero yo no creo que sea imposible. Puede ser que sea difícil y tardado (pero muchas cosas buenas son complejas y llevan su tiempo); puede ser que haya que enfrentar críticas superficiales y fútiles que consuman demasiados tiempo, tinta y bytes; puede ser que haya que repetir arguentos docenas de veces y de docenas de formas distintas, para luego recibir sólo injurias y para sólo escuchar prejuicios. A la larga y en la medida en que la haya, la discusión cívica habrá valido la pena, y…si más personas leen y entienden la propuesta, la ola crecerá y crecerá porque ¿puede usted seguir esperando a que los mismos tengan los resultados de siempre? Yo digo como la publicidad de Adidas®: Imposible is nothing.


28
Abr 09

Oportuna explicación sobre ProReforma

En la entrada titulada ¿Por qué es que ProReforma no debe ser modificado? el bloguero Carlos Mendoza dejó el siguiente comentario: Yo creo que la Asociación ProReforma está cayendo en el constructivismo social que critica el pensamiento libertario inspirado por el mismo Hayek.  El aprendizaje colectivo del que habla Hayek es el resultado de un largo proceso evolutivo de ensayo y error.  Toda iniciativa de cambio institucional require de retroalimentación del medio ambiente, y una forma de obtenerlo es por medio del diálogo que conduce al cambio de modelos mentales compartidos.  Esa es la flexibilidad que les estaría haciendo falta a la hora de pedir “todo o nada”.


Al respecto, no está de más insistir en el punto de la entrada: El todo, o nada se refiere específica y particularmente al contenido del proyecto de ProReforma porque es integral y coherente.  No se refiere a que esa sea la única posibilidad de reforma constitucional.   Lo que sí pedimos los más de 70 mil que apoyamos el proyecto es que, qua ProReforma, sólo sea discutido el contenido integral de ProReforma.  Otros proyectos son bienvenidos, incluso si usan ProReforma como base -¡y aunque no la usen!-; pero deben ser discutidos como algo distinto.  La naturaleza de ProReforma no excluye el diálogo, ni la flexibilidad en las discusiones; pero si demanda que se respete la integridad del proyecto que es exactamente lo que respaldamos los que la apoyamos.  ¡Que hayan diálogos y discusiones!, ese es un subproducto valiosísimo de ProReforma; pero por favor, que se respete el texto que apoyamos los que firmamos la propuesta.  Eso es todo.  

Mendoza habla del constructivismo que critica Friedrich A. Hayek; pero su observación no se aplica a ProReforma.  Esto es porque el texto del proyecto se refiere a la organización constitucional del Estado y del gobierno; no a la de la sociedad.  Como ordenes creados, o taxis en el sentido hakekiano, el Estado y el gobierno por medio de su Constitución, son sujetos de ordenamiento, como se ordena cualquier otro orden de similar naturaleza.  Un Estado y un gobierno no son ordenes espontáneos o cosmos, como sí lo es la sociedad; y, por lo tanto, el Estado y el gobierno necesariamente deben pasar por un proceso de constitución y diseño que, salvando las distancias, es de la misma naturaleza que el de una sociedad anónima, o el de una organización no gubernamental.  Se fijan sus funciones, se diseñan sus estructuras, se norman sus facultades y así se construye la organización qua orden.

Hayek critica el constructivismo en la sociedad, que es un cosmos.  Como orden espontáneo que es, la sociedad es consecuencia de las acciones de las personas, pero no de los designios de esas personas.  

Si Mendoza distingue entre sociedad y Estado, o entre orden espontáneo y orden creado, o entre cosmos taxis, verá con claridad que ProReforma no riñe con lo mejor de las ideas del buen Hayek.  Si Mendoza distingue entre instituciones y organizaciones, como lo hace Hayek, verá con claridad que el Estado no es una institución, sino una organización; y entonces verá, con mucha más claridad, que ProReforma no riñe con las ideas de Hayek.

Para Hayek, las instituciones son los usos, normas y costumbres que privan en  la sociedad porque facilitan la convivencia social debido a su practicidad yefectividad; y en ese sentido, el matrimonio y el dinero son instituciones.  En ese contexto, el Estado, el gobierno, un banco, una universidad, o una iglesia no son instituciones como suele decirse coloquialmente entre nosotros.  Aquellas son organizaciones y como tales son perfectamente ordenables, organizables y diseñables cual taxis que son.

Que bueno que Mendoza tocó estos temas porque es muy útil entender lo que Hayek dice al respecto.  De otra forma, la confusión en el lenguaje impide entender ProReforma en su contexto filosófico.  De ahí que se confirmen la necesidad de diálogo en torno a la propuesta, y la necesidad de que en la medida en que haya otras opciones, en esa medida sea respetada la integridad de ProReforma.

Si a usted le interesa leer más sobre los cosmos y los taxis, así como sobre los diferentes tipos de normas que les son propias, vale la pena leer el volúmen 1 de Derecho, legislación y libertad, por F.A. Hayek.


24
Abr 09

¿Por qué es que ProReforma no debe ser modificado?

Entre varios comentaristas de ProReforma, circula la idea de que como el proyecto no debe ser modificado -por recomendación de las 70 mil personas que lo respaldamos-, eso quiere decir que no puede ser modificado; y la de que la solicitud de que no sea modificado es porque los ponentes se creen sabios o iluminados.  Vea, como ejemplo, el Buzón 21 de hoy, en el diario Siglo Veintiuno.


Ambas observaciones están alejadas de la verdad.  ¡Por supuesto que el proyecto puede ser modificado!, pero es una recomendación que eso no se haga.  ¿Por qué? Por la misma razón que se dice que un camello es un caballo hecho por un comité.  ProReforma es una propuesta integral, coherente que, si se modifica en vez de ser lo que es, va a ser otra cosa.  Va a ser una colección de parches.  Y obviamente, si es otra cosa y deja de ser integral y coherente, eso no es lo que apoyamos los 70 mil que la presentamos.  

Si alguien tiene una mejor propuesta, lo ideal es que la presente.  Si alguien quiere usar ProReforma para partir de ahí y hacer una propuesta distinta, que lo haga.  ¡Sería genial que hubiera una gran discusión nacional sobre estos temas, basada en propuestas cívicas!  Yo no creo que haya alguien que se oponga a todo esto.  Especialmente entre los ponentes de ProReforma.  Lo que no debe ocurrir, sin embargo, es que esta propuesta se convierta en un camello, porque no es eso lo que más de 70 mil personas apóyamos.  Esa voluntad debe ser respetada, sobre todo por aquellos que no están de acuardo con la propuesta y por los que creen tener una mejor.

La propuesta, por cierto, no es buena porque haya sido el producto de un grupo de sabios iluminados; porque nada hay más alejado del talante de sus ponentes que eso de creerse omniscientes.   Tan sólo el lunes pasado hice comentarios al respecto cuando transcribí lo que el buen Friedrich A. Hakek pensaba al respecto: todas las teorías políticas dan por sentado que la mayoría de los individuos son muy ignorantes.  Aquellos que propugnan por la libertad difieren del resto en que se incluyen a sí mismos entre los ignorantes e incluyen también a los más sabios…encontramos que, aunque usualmente no nos demos cuenta de ello, todas las institucionesde la libertad son adaptaciones a este fundamental hecho de la ignorancia para enfrentarse con posibilidades y probabilidades, no con certezas.

Quienes apoyamos ProReforma, honestamente creemos que es una buena propuesta.  Pedimos que sea respetada su integridad.  Invitamos a otros para que hagan sus propias propuestas.  Y yo no veo que nada de eso sea arrogante, ilegítimo, ni algo parecido.  Entiendo que en la cultura política chapina, una posición como esta es difícil de ubicar; empero, ¿no sería mejor nuestra vida cívica si más y más personas comprendieran la importancia de la integralidad y la coherencia?  ¿No sería mejor, si más y más personas buscáramos vivir por principios y no por caprichos? ¿No sería mejor, si más y más personas quisiéramos vivir por derecho y no por permiso?

17
Abr 09

ProReforma, Carolina, Alvaro y la naftalina

Sigo esperando…esperando y esperando, una buena crítica de ProReforma; o, por lo menos, una que no esté basada en deformaciones, cuando no en mentiras. Veamos, por ejemplo, lo que escribieron, ayer, Carolina Escobar y Alvaro Velásquez.

Dice Escobar que ProReforma se vende como una idea nueva, pero que se sustenta sobre ideas y prácticas de siglos; y así, arrastrado de los pelos, vincula el concepto de Senado en ProReforma, con el de Senado que tenían los romanos. Y con esa falacia y superficialidad -sin entrar a explicar la importancia que en ProReforma tiene que el Congreso se ocupe de mandatos y de regulaciones; y que el Senado se ocupe de las leyes generales, abstractas e impersonales- la columnista desdeña la propuesta. Es más, tan no entendió este importante elemento, que cree que la propuesta se basa en el sistema bicameral estadounidense sólo porque vió homónimos.

Luego se inventa que ProReforma quiere liquidar el sistema partidario, pinta con brocha gordísima al confundir al liberalismo con el conservadurismo, y no ve nada malo en que los intereses de las mayorías (o de las minorías que dicen representarla) atenten contra los derechos individuales.

Muchá, así no se puede.

Ahora veamos a Velásquez que arremete contra Friedrich A. Hayek, como si las buenas ideas, como las que sirven de tierra y de semilla para ProReforma pudieran ser invalidadas sólo porque primero las tuvo fulano, o porque primero las tuvo mengano. De hecho, ¿fué Isaac Newton el que dijo que si hemos podido ver más lejos es porque estamos parados en hombros de gigantes? ¿A dónde iríamos a parar si cada día tuviéramos que inventar el agua azucarada? De hecho, conceptos como el respeto a los derechos individuales de todos, y la igualdad de todos ante la ley, son de alguien más, ¿y qué?

Seguramente Velásquez es un pensador originalísimo y por eso le molesta que otros no lo sean. Digo yo, porque, ¿de qué otra forma se explica que desdeñe ProReforma porque es una buena idea de otros?

Más adelante, Velásquez se pierde en un soliloquio acerca de los partidos políticos que nada tiene que ver con la propuesta que supuestamente está criticando.

Muchá, así no se puede. A mí se me hace que la naftalina los mareó a los dos y sólo me dejaron con ganas de entrarle a una discusión seria de ProReforma. Muchá, ProReforma no es perfecta; pero, ¿tienen ustedes una mejor? Tan no es perfecta que sería bueno que alguien con alguna capacidad más allá de las falacias, las mentiras y las superficialidades iniciara una discusión profunda sobre los aspectos de fondo que tienen que resolverse dentro de la propuesta.

Pero no les voy a dar pistas…más bien, espero de los críticos oficiosos de la propuesta, un poco de rigor intelectual para que estas discusiones se eleven de nivel. Esto sería bueno porque si las discusiones siguen al nivel que las tienen Carolina, Alvaro y Wachik´aj, por ejemplo, perdemos la oportunidad de una discusión cívica rica y hermosa, que nos ayudaría muchísimo a crecer como ciudadanos.


Digg!


16
Abr 09

ProReforma conocido en el Congreso

ProReforma fue conocido hoy en el Congreso de la República; ahora se encuentra en la Comisión de Asuntos Legislativos y Puntos Constitucionales para continuar con el trámite formal.
ProReforma es un proyecto de reforma integral del estado de Guatemala que, así en forma sucinta, puede ser descrito como un proyecto para que los guatemaltecos podamos vivir por derecho, y no por permiso. Busca la fundación de un Estado de Derecho, frente a la de un estado de legalidad; y busca un gobierno de leyes, frente a un gobierno arbitrario.


Digg!


03
Abr 09

Las pasiones y ProReforma

Hoy, el columnista Juan Luis Font comenta algunos aspectos de ProReforma en los que vale la pena abundar para aclararlos.

Juan Luis comienza haciendo un llamado oportuno contra la descalificación personal y en favor de la racionalidad, así como en favor del debate real de ideas; pero parrafitos más abajo pone en evidencia que su razón de fondo para entrar en desacuerdo con el proyecto, es que el cree que la intención del mismo es imprimirle el sello ideológico libertario a la organización del Estado. Juan Luis hace lo que dice que no hay que hacer: encasilla el proyecto y lo desestima por eso. Empero, con esto de las ideologías, lo que pregunto es: ¿Estar a favor de una reforma constitucional que persique que los habitantes de la República vivamos por derecho, y no por permiso, ¿es ideológico? Honradamente, digo que no. De hecho, ¿quién no comparte la idea de que los derechos individuales de todos deben ser absolutamente protegidos?, o ¿quién no comparte la de que todos, sin distinción alguna, debemos ser iguales ante la ley? Estas cosas deberían trascender la discusión puramente ideológica, y son fundamentales para ProReforma.

A Juan Luis le inquieta la forma de elegir al Senado porque podría recaer principalmente en los capitalinos. Pero creo que pasa por alto lo importante que es recordar que, en ProReforma, el Senado tiene funciones muy específicas en cuanto a la aprobación de leyes generales y abstractas como el Código Civil, el Código Penal, o el Código de Comercio, para las cuales la supuesta representatividad distrital es irrelevante. Tratándose de normas que se aplicarían a todos por igual y sin exclusiones, sin importar sexo, étnia, religión, y demás, el lugar de orígen es inatingente, como lo son el sexo, la étnia, o la religión.

La clave está en entender lo que significan las leyes generales y abstráctas, frente a las normativas especficas y concretas. Una ley como la que castiga el asesinato, lo castiga para todos, en todas partes, y en cualquier momento, por igual, de modo que si fue aprobada por alquien de Huehuetenango, de Santa Rosa, o de Jutiapa, no tiene importancia alguna; en cambio, la norma que regula el paso por el canal de Chiquimulilla, tiene más importancia para los habitantes de Escuintla, que para los de Alta Verapaz. Por eso es que el Senado se ocupa de las leyes; y el Congreso se ocupa de las regulaciones.

Al final, Juan Luis señala lo que es importante: ¿Seremos capaces de vivir en armonía, si tenemos un mejor marco jurídico? Yo creo que sí. En la medida en que eliminemos los privilegios y las exclusiones, en la medida en que se respeten los derechos de todos y en la medida en que se elimine la impunidad, en esa medida habrá menos fricciones, menos tensiones y más armonía. Nada será perfecto, por supuesto, pero, ¿por qué no habría uno de estar de acuerdo con un proyecto que promueve vivir por derecho, y no por permiso?

En El Periódico de hoy, también Alvaro Castellanos Howell se refiere a ProReforma y él también se refiere al tema ideológico.

Digg!