16
Ene 19

Verapaces 2018, y quinta etapa, Cobán y Año nuevo

Celebramos el Año nuevo en el parque central de Cobán luego de haber comido delicioso durante todo el día y así despedimos 2018.

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Chocolate, tiú, moronga de chunto y otras delicias, almorzamos en El pedregal.

El retorno de Las conchas fue sorpendentemente media hora más rápido que la ida; y volvimos a Cobán con mucha hambre.  Luego de un baño, una chela y un breve descanso en La posada, salimos en busca de El peñascal, un restaurante que nos habían recomendado mucho.

La posada es mi hotel favorito en Cobán porque está frente al parque central, porque tiene mucho carácter y porque siempre la he pasado bien ahí, desde que iba con los miembros de la Asociación Guatemalteca de Orquideología a finales de los años 70. Es un hotel con mucho carácter.

Para sentir el ambiente festivo de las compras para la fiesta de la noche vieja, en la ciudad Imperial, pasamos por el mercado central y, aunque no entramos, la calle estaba muy animada y alegre, especialmente en la sección de ingredientes para el ponche, los tamales y otras comidas tradicionales; ya sabes: marshmellows, nueces, uvas, manzanas y eso.  Ahí aprendí, porque me lo contó Raúl, que la gente acostumbra comer pastel en esta fiesta y eso explicaba la gran cantidad de familias y personas que llevaban un pastel entre sus compras.

Llegamos El peñascal luego de perdernos un poco y gracias a un taxista muy  amable.  Y, ¡Oh, maravilla! nos atendió Sonia y, ¡Oh, maravilla! la comida ahí es magnífica.  Casi que se siente como ceremonial. Almorzamos Kak-ik (el caldo cobanero de chunto); Tiú, que es un recado regional que estaba delicioso y morcilla de chunto que estaba riquísima.  Chunto es como le dicen allá al chompipe. También pedimos tasajo en salsa de chiles, que es muy picante, pero que uno disfruta muchísimo. La sirven acompañada de una crema de cebollas muy sabrosa.

Luego del almuerzo memorable, otro descanso con siesta y todo para luego pasear por el parque y sus alrededores.

Vimos el ocaso y volvimos al hotel para arreglarnos e ir a cenar.  Elegimos Casa D´Acuña, donde ya habíamos estado dos años atrás y habíamos tenido una experiencia estupenda.  Ahí full relax y cenamos pizza y guacamol con cangrejo (surimi). La primera estuvo deliciosa y el cangrejo que le ponen al guacamol puede mejorar.  Nos fuimos contentos, no sin darle un par de ideas al chef.

Al salir nos dirigimos al parque central animado por el Arbol Gallo y por las familias que estaban ahí disfrutando del ambiente y pasando buenos momentos.  Yo disfruto mucho no sólo de ver a la gente contenta, sino de la cordialidad generalizada que priva en esas circunstancias. En la medida en que nos acercábamos a las 0:00 horas, en esa medida se iba quedando más solitario el parque, momentos propicios para conversar y pensar.

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¿Y la media noche? El Arbol Gallo fue apagado y nos subimos al Jupiter II, como me gusta decirle al kiosko de aquel parque; y desde ahí vimos los fuegos artificiales, en compañía de los locales y extranjeros que también optaron por subir.  ¡Abrazos y buenos deseos! ¡Auguri, auguri!, dijo alguien. Luces de colores y fuegos artificiales. Así terminó 2018 y empezó 2019.  Luego de un paseo lleno de aventuras, buenas comidas y gente encantadora.

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¿Qué ocurrió el 1 de enero? Pues nos levantamos temprano, cargamos el carro y agarramos camino rumbo a la Posada de la montaña del quetzal con la esperanza de que nos entrara el hambre ya avanzada la mañana, y con la seguridad de que desayunaríamos riquísimo como en los días que recién habíamos estado allá.

Al volver a casa y abrir la puerta sentimos los olores de pinabete y manzanillas que nos dieron la bienvenida; y trajimos centeneras de recuerdos de un viaje lleno de experiencias y de aventura. ¡Listos para la aventura de un nuevo año!

Primera etapa: La posada de la montaña del quetzal, Biotopo del quetzal y Purulha.

Segunda etapa: El salto de Chilascó y el Saltito.

Tercera etapa: Chicoy, el pozo vivo, Chixoy y Cobán.

Cuarta etapa: Las conchas y Chahal.


15
Ene 19

“Primera plana”, cine y periodismo de los buenos

La película Primera plana o Spotlight -que está ahora en Netflix- hay que verla por tres buenos motivos.  Muestra un ejercicio ejemplar del periodismo, es una lica buenísima y te acerca a los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes, un fenómeno al que, por aquí, no se le pone mucha atención.

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En 2015 la peli ganó el Oscar a la mejor película y cuenta la historia de cómo fue que la unidad de investigación del diario Boston Globe llamada Spotlight desenmascaró un escándalo en el que la iglesia católica de Massachussets ocultaba docenas de abusos sexuales cometidos por curas en Boston. Por estos reportajes, el Boston Globe ganó un Premio Pulitzer en 2013. Radio Vaticano la calificó como honesta y convincente.

Aparte de aquello, la peli consigue retratar -y lo consigue muy bien- ese periodismo profesional que busca la verdad, verifica fuentes y no está satisfecho hasta que no tiene los pelos de la burra en la mano. Ese periodismo que no confunde venganza con justicia, y ese que no confunde el activismo con la búsqueda de la verdad.  Ese que sabe que más importante que parecer justiciero es ser objetivo.

La peli es oportuna porque, próximamente, miembros del comité permanente de la Conferencia Episcopal de Chile se reunirán con Jorge Bergoglio para hablar sobre el camino recorrido, luego de la renuncia de 34 obispos chilenos -el año pasado- a causa de abusos sexuales cometidos por religiosos.


14
Ene 19

¿Qué ha ocurrido en Guatemala?

Con el título de Guatemala Gives the U.N. the Boot, que traduzco como Guatemala le da una patada a la ONU, Mary Anastasia O´Grady publicó en el Wall Street Journal algunos datos sobre lo que ocurrió en este país la semana pasada y explicó que la comisión contra la impunidad socava la confianza en el sistema de justicia.

En el artículo, O´Grady explica que mientras que el presidente Trump ha estado batallando en el Congreso sobre el tema de seguridad en la frontera del sur, la ONU ha ocasionado una crisis política en Guatemala.  Los Estados Unidos difícilmente hará algún progreso en el primer tema, sin ponerle atención al segundo.  O´Grady también llama la atención sobre el hecho de que, a los ojos de la ONU, el jefe de la Cicig no responde a ante nadie; y al hecho de que la ONU no ha estado abierta a buscarle una solución a la crisis que se origina, no sólo en diferencias con el jefe de la misión, sino a su incapacidad de garantizar las libertades civiles básicas luego de once años de operar en el país.

Apunta, O´Grady que ahora que los guatemaltecos han tenido un roce aterrador con el autoritarismo impuesto por una agencia de la ONU,  que no es responsable, tal vez tengan un incentivo mayor para hacer el trabajo de fortalecer el sistema de justicia ellos mismos.  ¡Qué razón tiene!  La Cicig sólo fue la típica excusa chapina para no entrarles a los problemas de fondo y delegar la soluciones en un tutor del que ahora muchos son adictos.

El artículo en cuestión es muy oportuno porque, la semana pasada, en ese mismo diario fue publicada una pieza que hacía caso omiso de las violaciones a las garantías procesales, por ejemplo.  Y no dimensionaba el peligro que esta crisis significa no sólo para la seguridad al norte del río Bravo; sino para los flujos migratorios.

De verdad te recomiendo que leas el artículo de O´Grady.


14
Ene 19

Las verapaces 2018, cuarta etapa, Las conchas

En el cuarto día de nuestro viaje por las verapaces el destino son las cataratas de Las conchas, un paraíso de agua, colores y selva cerca de la frontera entre Alta Verapaz e Izabal. Haz clic en las fotos y vídeos para ver más fotos y vídeos.

Las cataratas de Las conchas son bellísimas.

Salimos temprano de Cobán y agarramos rumbo norte hacia la Franja transversal del norte.  En esa área las carreteras están entre bien y muy bien; pero son tres horas y media de camino.

Luego de Cobán pasamos por Chisec, Raxruhá y el desvío hacia Cancuén, Sayaxché y Ceibal y por las entradas a Candelaria (todos esos lugares que uno quiere visitar), pasamos por San Bartolomé de las Casas, por el río Sebol y ¡llegamos a Chahal y Las conchas!.

Con hambre, sed y cansados llegamos al Jardín las Conchas, una parada muy agradable para refrescarnos con agua de coco y unos riquísimos tostones con salsa.  Muy bien atendidos por el personal enfrentamos a las vendedoras de chocolate y de cocos, y una niña  llamada Rosemary, así como un par de cuidadores de carros llamados William y Néstor nos hicieron sentir bienvenidos.

Ingresamos al área de las cataratas y nada -ni siquiera las fotos que habíamos visto- nos había preparado para lo que vimos.  ¡Una serie de cataratas de colores en medio de la selva!  Algo parecidas a Semuc Champey, pero diferentes.  Uno queda embobado entre tanta belleza y tuvimos la suerte de que no había mucha gente.

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Raúl y yo tomamos posesión de un recodo apacible y nos metimos al agua.  En el agua hay pececillos que cuando uno mete los pies y las piernas se acercan a dar mordidas y deleitarse con…lo que sea que muerdan ahí. Y, mientras tanto, uno se deja embelesar con el encanto del lugar.  Los sonidos del agua y de la selva. Los aromas; los colores; el agua fría, pero sabrosa y la idea de haber llegado a ese lugar recóndito y de poder disfrutarlo.

Las cataratas de Las conchas son muy diferentes al Salto de Chilascó; y ambas experiencias son muy distintas.

Cuando y era hora de salir del agua, porque el hambre aprieta, regresamos al estacionamiento y vimos que del bosque salían unas personas. ¡Se nos había olvidado que en el lugar hay un mirador que hay que visitar!  Si vas, no regreses sin encaramarte a la torre de madera y apreciar la vista más espectacular de aquel lugar que ya, de por sí, nos había ofrecido muchísimo.

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Pero claro, el hambre es canijo y cierran el lugar al atardecer.  El ocaso nos agarró en la carretera rumbo al hotel Villa Santa Elena en donde nos alojaríamos.  Nos dimos sendas duchas y llegamos al comedor a eso de las 6:20; y a pesar de que la cocina cierra a las 6:00, Augusto y su equipo tuvieron la gentileza de ofrecernos una cena de spaghetti que disfrutamos bastante.  La salsa de tomate estaba muy rica y mi única sugerencia fue que, en vez de usar romero, usaran albahaca, u orégano.

Dormimos y descansamos en un cuarto muy sencillo; pero limpio y seguro.

Al día siguiente nos despertamos temprano y nos duchamos.  A pesar de que la cocina no abre hasta las 7:00 a.m., César y su equipo se las arreglaron para ofrecernos un desayuno sabroso, poco antes de esa hora, mismo que incluyó panqueques con banano y tortillas que César tuvo que salir a comprar al mercado. La naranjada con soda, por cierto, es muy, muy sabrosa en ese hotel.

Luego de prepararnos para el viaje cogimos la carretera de vuelta a Cobán.  Ya mencioné que el camino es muy agradable y variado.  Lo más notable que vimos fue una plantación de achiote y cardamomo; pero el camino está lleno de detalles.  Curiosamente hicimos sólo tres horas de vuelta a Cobán, en vez de las tres horas y media que hicimos de ida a Las conchas.

Llegamos a Cobán justo a la hora de ducharnos de nuevo, descansar un poco y salir a buscar almuerzo.

Primera etapa: La posada de la montaña del quetzal, Biotopo del quetzal y Purulha.

Segunda etapa: El salto de Chilascó.

Tercera etapa: Chicoy, el pozo vivo, Chixoy y Cobán.

Quinta etapa: Cobán y Año nuevo.


12
Ene 19

Aquí y ahora las manifestaciones son una idea mala

El coro de la Cicig está alborotado con la idea de ir a la plaza.  El activismo de barricada y de bloqueo, que sospecho que se halla en su ADN, los llama a las calles y a las carreteas.  Pero ir a la plaza en condiciones forzadas y artificiosas es una mala idea y es peligrosa.

Sospecho que al coro de la Cicig le urge un Mario Alioto, o un Abner Abdiel; y una concentración de personas -que ya sea que ejecuten o no acciones violentas como las del 14 de septiembre de 2017- es el mejor ambiente para conseguirlo.

Yo participé con entusiasmo en las multiudinarias jornadas de mayo de de 2009; y en las de 2015; pero a diferencia de las marchas fabricadas que quiere organizar el coro de la Cicig, a aquellas no sólo acudíamos miles de individuos de todo el espectro social guatemalteco, sino que no respondían a una agenda ideológica particular, sino al ideal común de que se hiciera justicia.

La plaza tiene sus momentos apropiados y no debe ser usada para precipitar acontecimientos violentos.

La escena de la peli V for Vendetta, que comparto en esta entrada se explica porque en el minuto 2.33 el inspector Finch explica que en un abiente de caos (como el de los desordenes violentos del 14 de septiembre citado) alguien (de cualquier bando) puede hacer algo estúpido y si eso ocurre las cosas se pueden poner muy mal.

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En las actuales condiciones, ¿qué grupos de interés se beneficiarían de uno, o varios muertos y heridos en la plaza y en las calles?  ¿Qué bando sería linchado mediática y políticamente, aquí y allende los mares si aquellos grupos consiguieran tan sólo un mártir?

En V for Vendetta (que es una peli) la detonación del Parlamento y la vorágine de actos y hechos que la preceden tienen razón de ser como el último recurso contra una larga tiranía totalitaria y colectivista; pero de ninguna manera se justificarían como recurso para iniciar el camino hacia una.

De cualquier manera, los organizadores de las pretendidas manifestaciones deben asegurarse de que sus seguidores no actúen de forma violenta, ni provocadora (como lo hicieron en septiembre de 2017); y las autoridades deben asegurarse de que sus elementos no cedan a la violencia y a la provocación si se dieran.

La violencia y las provocaciones deben ser evitadas por todas las partes involucradas.


11
Ene 19

¿Exitos, o “papas y pan pintados?

De forma aventurada, y en un artículo del Wall Street Journal, un reportero recién afirmó que la CICIG ha encarcelado a directivos del IGSS, en el marco de un artículo que celebra los supuestos éxitos de aquella comisión. ¿Cuándo lo leas, nota que el reportero dice que ha sido la CICIG, y no el MP?

Lo que el reportero no explica es que muchos de esos encarcelamientos han sido ejecutados de tal forma que constituyen evidentes violaciones de no sólo de las garantías procesales de los acusados, sino de sus derechos individuales. Tres años y ocho meses ha durado la injusta e ilegal prisión preventiva a la que han estado sometidos Max Quirín, Julio Suárez y otros miembros de la junta directiva del IGSS; y ¿qué decir de los médicos Edwin Castañeda que murió preso por un fallo cardio-respiratorio y Jesús Oliva que se suicidó, deprimido por estar injustamente en prisión preventiva?

Según la CIDH, puede haber un uso excesivo de la prisión preventiva (y de esa aberración llamada prisión provisional); y es un deber de los estados –un deber de los políticos y burócratas– velar porque esta medida cautelar no sea usada de modo punitivo; así como encontrar opciones en respeto al principio de presunción de inocencia. Una comisión internacional que busca la justicia, ¿debería haberse ocupado de esta injusticia? Seguramente sí; pero sólo si la administración de justicia se basara en evidencias, en vez de ser un instrumento ideológico y de política.

Contra Quirín, Suárez y otros miembros de aquella directiva no hay evidencias; y el mayor señalamiento que se les hace es que aprobaron el contrato con PISA, aunque la junta de licitación no había determinado la capacidad técnica de la empresa, extremo que no le correspondía al Presidente de la directiva, sino a la citada junta. A eso, en mi pueblo se le dice que es papas y pan pintados.

El tribunal a cargo de esta causa puede tratar de enmendar los daños causados cuando apruebe medidas sustitutivas; pero el actuar de la CICIG (al estilo Stasi y en modo KGB) no puede apuntarse como un éxito digno de presumir en uno de los diarios más prestigiosos del mundo.

Columna publicada en elPeriódico.


10
Ene 19

Antejuicio contra magistrados en manos del Congreso

Por mayoría, el pleno de la Corte Suprema de Justicia admitió para su trámite y remitió al Congreso de la República la solicitud de antejuicio  contra tres magistrados de la Corte de Constitucionalidad.

Según la CSJ, había suficientes indicios para iniciar el trámite de antejuicio contra  Francisco de Mata Vela, Bonerge Mejía Orellana y Gloria Porras Escobar. que votaron a favor de amparar a la Fundación Myrna Mack y al abogado Alfonso Carrillo, para frenar la solicitud del Ejecutivo, para retiro del embajador de Suecia, Anders Kompass.

Es un error pensar que la concentración del poder y la arbitrariedad sólo pueden ocurrir en el Organismo Ejecutivo y en la Presidencia de la Republica.  Esa creencia se explica en un país con una historia de dictaduras presidencialistas largas; pero no tiene razón de ser.  En la película The Patriot, Benjamin Martin lo tiene claro cuando dice: ¿Podría decirme, por favor, Sr. Howard, por qué debería cambiar a un tirano a tres mil millas de distancia por tres mil tiranos a una milla de distancia? Una legislatura elegida puede pisotear los derechos de un hombre tan fácilmente como un rey.  Y está claro que el ejercicio de la revisión judicial sin restricciones puede convertirse en una tiranía de los jueces.  Por eso es que la Constitución estipula que los funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial, sujetos a la ley y jamás superiores a ella; y por eso es que la división del poder es una característica esencial del estado de derecho. La idea es que haya pesos y contrapesos entre los organismos del estado, balance del que no deben escapar los magistrados de la Corte de Constitucionalidad. De hecho, la Constitución dice que la soberanía radica en el pueblo quien la delega, para su ejercicio, en los Organismos Legislativo, Ejecutivo y Judicial; y no están en esta lista la Corte de Constitucionalidad, ni la Procuraduría de los Derechos Humanos, ni la CICIG.

En ese contexto, a nadie le debe extrañar que la Corte Suprema de Justicia haya admitido para su trámite y remitido al Congreso la solicitud de antejuicio en cuestión. Cuando los miembros de un órgano del estado rebasan sus facultades, o actúan contra la ley, o la Constitución, no está de más que se activen los mecanismos de control.

Es cierto que dichos mecanismos de control, los pesos y contrapesos, obstaculizan las agendas políticas y las agendas ideológicas de tirios y troyanos; pero, ¡de eso se trata!  En una república sana, las agendas de tirios y troyanos no deberían hacerse realidad sin un proceso de discusión y de valoración público, amplio y concienzudo. El proceso político debería ser así, porque, ¿cuál es la opción? Que se haga la voluntad del poder que goce de hegemonía temporal, sin que sus decisiones puedan ser cuestionadas.  Eso sí, el cuestionamiento debe ser dentro del marco legislativo y constitucional.

En ese espíritu es que el Congreso está obligado a evaluar lo actuado por los magistrados cuyo privilegio de antejuicio está siendo sometido a su consideración.  El antejuicio es un privilegio político que debe ser usado con responsabilidad, así como con responsabilidad es que tiene que ser evaluado.

Ilustración por Beccafumi Dominio público], via Wikimedia Commons.


09
Ene 19

Las verapaces 2018, tercera etapa, Chicoy, pozo vivo y Chixoy

Luego de la visita al Salto de Chilascó, la tercera etapa del viaje de fin de año nos llevó a la cueva de Chicoy, el pozo vivo, el camino a Chixoy y finalmente a Cobán.  ¡A comer delicioso y a descansar! Haz clic en las foto para ver más fotos y los vídeos.

Vista del río Chixoy cerca del atardecer.

Salimos con rumbo a Cobán luego de nuestro descanso en la Posada de la montaña del quetzal.  La consigna, sin embargo, era parar, o desviarnos si se daba la oportunidad de explorar….y dicho y hecho.

El primer desvío fue hacia la cueva de Chicoy, ahí merito en Purulhá.  Este es un sitio ceremonial muy respetado por los queqchìes y pocomch´íes de la región.  Pero eso no lo sabíamos nosotros.  Así que llegamos, estacionamos, saludamos al encargado que nos recibió con una magnífica sonrisa de oro, pagamos la tasa de ingreso y empezamos a caminar para subir.

Al llegar a la parte alta del cerro encontramos a personas dedicadas a la tabacomancia y encontramos docenas de puros en el suelo.   Luego de saludarlos avanzamos hacia la cueva y ¡Oh, sorpresa! En medio del verdor del cerro se abrió, ante  nosotros, una boca inmensa y negra de la que manaban humo de inciensos y los rezos de los sacerdotes que estaban en su interior.  A ratos, cuando la nube de humo se disipaba un poco, se atisbaban los fuegos encendidos en el interior de la caverna y los detalles de las rocas que formaban aquella entrada a Xibalbá.

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Debido a lo empinado del descenso y a lo cansado que iba de la aventura en Chilascó, no me animé a bajar; y tuve que contentarme con la naturaleza que rodea a la cueva y con lo  misteriosa y seductora que se ve desde arriba.

Al volver a donde estaban los tabacomntes pregunté acerca de esa tradición y un joven me regaló un puro, que me encendió y di unos jalones.  En ocasiones anteriores que me han ofrecido puros la experiencia no ha sido agradable porque me mareo rápido, así que agradecí el gesto y me alegré que me permitieran atisbar en esta práctica cultural.

Bajamos del cerro y continuamos nuestro camino.

En esas estábamos, avanzando hacia Cobán cuando encontramos el desvío hacia el pozo vivo, en Tactic.  Este es un fenómeno geológico e hidrológico que despierta la imaginación y fantasías. Leyendas de príncipes y princesas mayas, de riquezas prohibidas, y de amores obsesivos.

Waze nos llevó y uno no debe dejarse engañar por el abandono aparente del  lugar.  Llegamos al portón hicimos señas a la encargada, corrió ella, nos abrió el portón, nos cobró unos pesos y señaló: Hacia allá. Y caminamos por nuestra cuenta.

Atravesamos un de turicentro/potrero y nos dio la bienvenida un caballito muy excitado.  Caminamos unos metros y nos encontramos con el célebre pozo.  Y si, es encantador en su simplicidad y en su naturaleza misteriosa.  Es fascinante ver como bulle la arena en su fondo y no sorprenden las leyendas que genera el fenómeno. La verdad es que hubiera querido pasar un poco más de tiempo ahí; pero había que continuar y dejamos el lugar.

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Contentos de haber visitado el pozo vivo enfilamos hacia Cobán, sólo para desviarnos de nuevo y esta vez hacia el embalse de Chixoy que es un ejemplo notable de ingeniería. Posee una superficie de agua de 13.79 km2, una profundidad de 50 metros y máxima de 110 metros.

En los años 79/80, cuando yo era orqideólogo y miembro de la Asociación Guatemalteca de Orquideología, ya había visitado el área de la casa de máquinas de la hidroeléctrica; pero no me acordaba bien de la experiencia, quizás porque iba mas interesado en orquídeas (que no hay muchas en el área).  El caso es que el camino se torna fascinante.  Primero entre bosques y plantaciones para luego ascender y ascender entre montañas y carretera pedregosa.

Desde arriba, plateados entre montañas que parecieran ser de terciopelo, o de algo parecido, se aprecian los ríos que alimentan el embalse.  Yo dispuse que el más grande y cercano que veíamos era el Río Negro, o Chixoy, pero pudo haber sido cualquiera de los otros.  El caso es que el paisaje es fascinante y muy diferente a lo que habíamos visto hasta el momento. Nos fuimos deteniendo para tomar fotos y disfrutamos mucho del sol y de las vistas.

Dispusimos no bajar al embalse porque se hacía tarde y una de nuestras reglas es no conducir en la noche.  De modo que emprendimos el regreso hacia Cobán cuando vimos que el sol se acercaba al horizonte.

¡Y llegamos a la ciudad Imperial!

A mí me encanta Cobán y me encanta la Posada, que es el hotel que usábamos con los orquideólogos y el que usamos en el viaje de 2016 a las cuevas de Lanquín y a Semuc Champey.  ¡Me encanta la arquitectura del lugar! y sus cuartos y camas le dan a uno la oportunidad de descansar sabroso.  El aroma que hay en ese lugar siempre me trae recuerdos gratos.

Luego de instalarnos y de darnos un buen baño tibio salimos a visitar el Parque Central de la ciudad y a saludar a Manuel Tot y al Arbol Gallo.  Así como a disfrutar del ambiente del parque y de su gente.  Compramos horchata en polvo y un par de pulseras. Y regresamos al hotel para tomar un par de cervezas antes de ir a cenar.

La cena no podía ser en otro lugar que no fuera XKape Kob´an., un restaurante de comida tradicional verapacense.  Ahí Raùl pidió un plato de hierbas nativas acompañadas con arroz, frijol y tortillas; y yo pedí una bacha de pollo (tambie´n con hierbas, arroz, frijol y tortillas.  Ambas fueron buenas elecciones Y ahora mismo me estoy imaginando los sabores y salivando.

Como panza llena, corazón contento, volvimos al hotel para recargar las pilas y al día siguiente emprendeer viaje rumbo a las cataratas de Las conchas.

Primera etapa: La posada de la montaña del quetzal, Biotopo del quetzal y Purulha.

Segunda etapa: El salto de Chilascó.

Cuarta etapa: Las conchas y Chahal.

Quinta etapa: Cobán y Año nuevo.


08
Ene 19

Un desacuerdo y un incumplimiento no son golpe de estado

Una amiga a la que le tengo mucho cariño escribió: Me siento como un espectador en un partido de pin pon. Veo ir y venir la pelota sin entender las razones ni conocer el origen de los golpes. Oigo los vítores de uno y otro equipo de “apoyo” y me pregunto ¿qué es lo que los entusiasma? Lo cierto es que la confianza en las instituciones políticas y sus actores es cada vez más débil. Veo hacia lo que esta por venir y pienso: “y esto en año electoral”.

Así ha de andar mucha gente; motivo por el cual es necesario hacer esfuerzos extraordinarios por aclararse uno las ideas.  Carpe Diem, este espacio, es mi esfuerzo por aclarame las ideas; y es un esfuerzo público porque los lectores contribuyen a ese proceso de búsqueda y de aclaración.

Cuento esto para recordarles, o para advertirles, a los visitantes, qué es lo que van a encontrar aquí.

En el contexto de los sucesos del viernes y sábado pasados -cuando un investigador de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala permaneció retenido durante 26 horas en el Aeropuerto Internacional La Aurora debido a que tenía prohibición de entrar al país; y luego fue ingresado tras una resolución de la Corte de Constitucionalidad y la intervención del Ministerio Público- hay mucho que comentar y me limitaré a tres aspectos:  1. Debe prevalecer el estado de derecho; 2. No fue un golpe de estado; 3 la Corte de Constitucionalidad ha establecido una dictadura judicial.

En su libro, El estado de derecho, el jurista Alberto Herrarte explicó que un estado de derecho tiene seis características: 1. Constitucionalismo; 2. División del poder; 3. Control jurisdiccional; 4. Federalismo y descentralización, 5. Sufragio; y 6. Respeto a los derechos individuales y sus garantías.

De acuerdo con la Constitución de la República de Guatemala, son funciones del Presidente de la República proveer a la defensa y a la seguridad de la Nación, así como a la conservación del orden público; mantener la integridad territorial y la dignidad de la Nación; y dirigir la política exterior y las relaciones internacionales, celebrar, ratificar y denunciar tratados y convenios de conformidad con la Constitución.  Es al Presidente -para defender la seguridad y la dignidad de la Nación y el orden público- que le corresponde dirigir la política exterior y las relaciones internacionales, así como tomar las decisiones ejecutivas sobre qué funcionarios internacionales pueden ingresar al país.

Y, por supuesto, no es lo mismo prohibir el ingreso de funcionarios que llegan al país para verificar el respeto a los derechos individuales y sus garantías; que negarles la entrada a funcionarios que vienen a consolidar una dictadura judicial, violatoria de los derechos individuales y sus garantías; y a consolidar un proyecto de nación al margen de la voluntad de los electores y de los tributarios y por medio de una organización que no responde a la volutad de los electores y de los tributarios.

Para el pesar de algunos, lo que ocurrió el viernes y sábado no fue, ni de cerca, un golpe de estado como han querido hacer creer individuos y grupos interesados en acceder al poder sin pasar por elecciones (que normalmente pierden estrepitosamente).

Tal y como lo señaló Omar Barrios, director del Centro de Estudios de Derecho, el conflicto entre el Ejecutivo y la Cicig ha sido sobredimensionado y no pasa de ser un incumplimiento y desacuerdo.  No hubo rompimiento constitucional por incumplir un amparo provisional.  Quienes promueven la idea de que lo ocurrido fuera un golpe tratan de justificar el uso de la violencia.

Además, y aquí acudo a Alberto Herrarte, la función jurisdiccional, aunque importante, no pertenece a la teoría clásica de la división del poder; sino a la categoría de control político control político.  La Corte de Constitucionalidad no es un poder del estado, sino un órgano de control político; de modo que sin que hubiera remoción del Presidente del Organismo Judicial, o del Organismo Legislativo, o del Organismo Ejecutivo, o disolución de alguno de esos organismos, no se pude hablar de golpe por un acto simple de incumplimiento.

Lo que si hay es una creciente dictadura judicial por parte de la Corte de Constitucionalidad al servicio de a Cicig.  ¿Cómo, si no así, se explica que la Corte se tome meses para fallar en un asunto como el de la minera San Rafael; y sólo unas horas en fallar cuando se trata de un asunto de interés para la Comisión?  ¿Cómo, si no así, se explica que por medio de recursos de Amparo, promovidos por personajes afines a la Cicig, la Corte pretenda pasar por sobre atribuciones y resoluciones que -constitucionalmente- le corresponden al Organismo Ejecutivo? Cuando la Constitución es lo que los jueces dicen que es, según advirtió Charles Evans Hughes, citado por Herarte, y cuando esa práctica goza de un formidable apoyo mediático, la Constitución se desnaturaliza y la voluntad de los magistrados se convierte en la ley suprema.

¿Quién es responsable de este enredo?  El último responsable es el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas que, ante las fricciones cada vez más peligrosas que hay entre la Cicig y la actual administración chapina, se empecinó en no ofrecer una salida diplomática y civilizada; se empecinó en mantener a Iván Velásquez como jefe de la misión; y dejó pasar la oportunidad de desfacer el entuerto de una forma racional y prudente.

Ilustración Cabinet des Médailles [Dominio público], via Wikimedia Commons


04
Ene 19

Las verapaces 2018, segunda etapa

El segundo día de nuestra aventura en las verapaces fue el del Salto de Chilascó, que es la catarata más alta de Centroamérica con 130 metros de altura. Haz clic en la foto para ver más fotos.

El salto de Chilascó.

Después de una noche reparadora y con mucho ánimo salimos de la Posada de la montaña del quetzal rumbo a la aldea Chilascó que queda en el kilómetro 143 de la carretera a Cobán.

El día anterior habíamos acariciado la idea de ir primero a unas cataratas cercanas al hotel (ya que había caballos disponibles); pero luego tuve una idea salvadora: ir primero a Chilascó, y luego a las cataratas mencionadas, si regresábamos con ánimo; y esa fue una decisión sabia.

Si alguna vez te animas a este paseo te recomiendo dos lecturas:

La mansión del pájaro serpiente y El mundo del misterio verde; ambos por Virgilio Rodríguez Macal. En Amazon están muy caros; pero seguramente los venden en la librería Piedrasanta, de Guatemala.

Agarramos temprano para Chilascó y ascendimos a la aldea del mismo nombre a través de paisajes riquísimos y encantadores.  A la entrada del lugar nos recibió Elder que arregló que nuestros guías y sus caballos nos esperaran cuando llegáramos al estacionamiento que está justo antes de empezar a bajar rumbo a las cascadas: el Saltito y Chilascó.

Los guías y los caballos se aparecieron al poco tiempo de que nosotros llegaramos al estacionamiento donde Elmer y Alex se ofrecieron a cuidar nuestro auto.  Raúl se montó en la Preciosa, y su guía fue Erick.  Yo -de la forma más aparatosa posible- me encaramé en el Negrito, con la ayuda de Julio, mi guía y cogimos camino.  Mi cuate Paul dice que hice trampa porque fui a caballo, pero quien me haya visto montar…y quien me viera montar en aquellos caminos lodosos y muuuuuy empinados intuirá que si bien es cierto que cabalgar es mejor que caminar, todo aquello no es miel sobre hojuelas.

Ya te imaginas, yo sentía que me caía en las cuestas de bajada y que me caía en las cuestas de subida.  El Negrito agarraba velocidad y Julio tenía que frenarlo; y a veces tenía que animarlo al grito de ¡Vamos Negrito!, ¡Arre Chulo! A ratos el Negrito de desesperaba y relinchaba en protesta.

En algún punto del camino encontramos a una familia que volvía de las cascadas.  Al verme a caballo, uno de los niños dijo: ¡Así quien no! Y la abuela…la abuela…dijo: Ni yo, que padezco de mis rodillas. En medio de las risas, pensé para mis adentros: Si la envidia fuera tiña; y quise decir, como Cuauhtemoc*: ¿Estoy yo, acaso, en un lecho de rosas?

Sobre este caballo iba yo, nota el lodo del camino.

Anyway,  el Negrito y la Preciosa nos llevaron hasta el punto en el que ya no era posible seguir, sino a pie. Y ahi tuve que bajarme del Negrito.  Julio me dijo: Agárrese de mis pulmones; y Erick tuvo que bajar mi pierna derecha que se quedó atorada en la montura.

Y a partir de ahí empezamos a descender.  A atravesar el bosque y a disfrutar de los aromas, los sonidos y los colores propios de aquellos senderos húmedos y algo oscuros. Entre árboles variados.  Y fuimos bajando y bajando hasta llegar al mirador desde donde vimos el imponente Salto de Chilascó por primera vez.  Las fotos no le hacen justicia porque no se terminan de entender las proporciones y no se escuchan los truenos del agua.  Luego bajamos al segundo mirador y de ahí al Saltito.

Para que tengas una idea del camino haz clic en la foto y mira el vídeo. Ahí va Raúl con la Preciosa, Erick y el Bronco.

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El Saltito es una catarata hermosa, rocosa y de aguas abundantes y frías.  Y ahí hice un oso.  Había un grupo de seis jóvenes; unos en el agua y otros comiendo y dispuse tomarme una foto en una de las grandes rocas a la orilla de la catarata.  Puse un pie y pegué un pequeño brinco sólo para resbalarme y para que mi pierna derecha cayera en el agua.  Raúl dio un paso para evitar que yo siguiera resbalándome y tres de los chicos que estaban en la orilla saltaron para ayudar a evitar mi deslizamiento.  La cosa no pasó a más que el momento ridículo; pero pudo haber pasado. Uno de los patojos que estaba en el Saltito llevaba un chichón en la frente porque se había caído en la catarata grande, y luego Julio y Erick nos contaron que en una ocasión tuvieron que sacar cargado a un excursionista que se había roto una pierna.

Pequeña catarata en el camino a Chilascó., aquí fue donde me caí.

En fin…listos para llegar a la gran catarata; o casi listos.  Yo dispuse, con mucha prudencia, que no me convenía bajar, así que convencí a Raúl de que me dejara en el mirador y bajara el solo.  Fue buena idea porque a él le tomó casi una hora bajar y volver a subir.  Es cierto que me perdí de la espectacularidad del fondo de la catarata, pero pasé un buen rato observándola a lo lejos, pensando en cosas en las que tenía que pensar y admirando la gran caída de agua y su contexto.  El vídeo de abajo lo tomó Raúl al fondo del Salto de Chilascó.  Haz clic en la foto para ver el vídeo.

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Ahora había que regresar y el regreso es para arriba; así que ¡Arre Luis!, ¡Vamos chulo! Lo cierto es que la cuesta se me hacía difícil a ratos; pero pensaba en que si la viejita del padecimiento de rodillas pudo, yo también, y ¿vas a creer?, se confirma eso de que el retorno siempre se hace más breve que la ida.

Para hacer la historia corta llegué hasta donde estaban las cabalgaduras y los guías.  Con la ayuda de estos me encaramé en el Negrito y agarramos camino de vuelta.  Otra vez las cuestas y las bajadas, otra vez el lodo, otra vez el alambre espigado y otra vez la agitación del camino.  Regresamos por tramos de bosque, por siembras de broccoli y de papas.  Regresamos a donde estaban Elmer y Alex.

Nos alcanzó don Carlos, el papá de Erick, montado en la Chula y ahí estaba el potrillo de la Chula esperándola con hambre. Haz clic en la foto para ver el vídeo.

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Luego de cargar baterías con agua fresca y galletas de miel y jengibre, nos despedimos de los guías, los cuidacarros, los caballos y los perros (el Bronco, la Tomasa y sus amigos) y cogimos camino de vuelta a la Posada de la montaña….y por supuesto que yo ya no tenía energías para ir a las cataratas a las que íbamos a ir temprano.

Esa noche: Kak-ik, media botella de vino y a ensayar la muerte. Dormí como un tierno.

Primera etapa: La posada de la montaña del quetzal, Biotopo del quetzal y Purulha.

Tercera etapa: Chicoy, el pozo vivo, Chixoy y Cobán.

Cuarta etapa: Las conchas y Chahal.

Quinta etapa: Cobán y Año nuevo.

*En realidad no lo dijo.