16
Feb 17

¿Justicia ancestral como oportunidad?

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Hay una perspectiva desde la cual el tema de la justicia ancestral podría ser, no una causa de enfrentamientos y de discordias, sino una fuente de oportunidades.  Esa perspectiva está basada en el reconocimiento de que el derecho es una tecnología;  y de que, como tal, pueden competir con otras tecnologías de su misma naturaleza.

Pero antes, ¿qué es una tecnología? es el conjunto de conocimientos y técnicas que, aplicados de forma lógica y ordenada, permiten al ser humano modificar su entorno material, o virtual para satisfacer sus necesidades, esto es, un proceso combinado de pensamiento y acción con la finalidad de crear soluciones útiles.

Dicho lo anterior, en el artículo titulado How Local Governments Could Work More Like Cell Phones, Zachary Caceres explica que  la gobernabilidad puede ser mejorada por medio de innovaciones focalizadas, que pueden ofrecer una prueba de del concepto antes de su adopción más amplia. La clave, según Zach, es dar autonomía a los barrios y ciudades para implementar reformas a pequeña escala, por lo que sirven de campo de pruebas para nuevos enfoques. Una ciudad de arranque [o startup city]  podría tener un sistema legal, o una policía diferentes. Las comunidades se convierten en “startups” que prueban las reformas como prototipos y modifican las políticas hasta que funcionen bien.

En Startup Cities: How Can Entrepreneurs Save Politics, Zachary Caceres abunda en aquella perspectiva. La reforma política es extremadamente arriesgada. Típicamente, sólo pensamos que una reforma ha ‘fallado’ cuando una nueva ley, o programa no es aprobado por el Congreso. Pero la reforma, al igual que la iniciativa empresarial, está llena de fracasos. A veces una reforma es cooptada por intereses especiales y se convierte en un Frankenstein, una horrible creación que sus inventores nunca quisieron. O un comité en algún lugar a lo largo del camino lo destruye. Lo peor de todo es que a veces los reformadores se equivocan y terminan “haciendo mal mientras tratan de hacer el bien”…Estos rasgos empeoran, dice Zach,  si se intenta reformar a nivel nacional porque nada se pone a prueba. Desde una perspectiva local las comunidades que compiten tienen suficiente autonomía para probar muchos enfoques diferentes y nuevos para el mismo problema. Este es el espíritu de humildad del emprendedor por medio de experimentos. Cualquier falla es pequeña y local en lugar de arrastrar todo el país. Los experimentos locales son más baratos ya menudo son más fáciles de entender. Las ciudades son más ágiles que las naciones y pueden adaptarse más rápidamente al fracaso.

Luego, si la función del derecho -como tecnología- es satisfacer ciertas necesidades de las personas en sociedad, como  la de limitar el poder, las de evitar y resolver conflictos, la de reducir los costos de transacción, además de conseguir justicia, paz y orden para sólo mencionar unas, la idea de Zach es que podemos poner a prueba diferentes formas de derecho, como ponemos a prueba diferentes tipos de teléfonos;  y la clave es que las pruebas sean focalizadas…y voluntarias.  Que no sean generalizadas, ni forzadas para evitar que, si la tecnología (el derecho) fracasa,  los daños sean extendidos; y si la tecnología (el derecho) tiene éxito, la prueba facilite su adopción a niveles más extendidos.

En aquel contexto la justicia ancestral (o el sistema de derecho ancestral) -si fuera tratada como tecnología- podría competir con otras formas de justicia (o sistemas de derecho). Empero, aquella competencia debe ser libre, voluntaria y pacífica -como ocurre con la competencia en otras tecnologías, digamos, la de los teléfonos-  No puede ser de forma coercitiva, y no puede ser sobre bases etnicistas. A nadie se le ocurriría, por ejemplo, promover que los miembros de esta, o aquella etnia, no pueden usar ciertas marcas de teléfonos,o ciertas marcas de computadoras, o ciertos tipos de automóviles.  El tratamiento racista del experimento, aunque fuera focalizado como sugiere Zach, fracasaría porque no sería voluntario.

Un detalle importante- a estas alturas- es que en la propuesta de reforma constitucional del sistema de justicia, que se discute en el Congreso, no se está discutiendo el reconocimiento del derecho ancestral.  Ese reconocimiento ya está consignado -a nivel nacional- en el artículo 66 de la Constitución, desde 1985.  Lo que está a discusión es el reconocimiento de la capacidad de juzgar y de hacer cumplir lo juzgado por parte de las autoridades ancestrales al mismo nivel  que el de los jueces y magistrados de la jurisdicción ordinaria.

No está claro, sin embargo, cuáles son los límites de aquella capacidad de juzgar y de hacer cumplir lo juzgado por parte de las autoridades ancestrales.  ¿Cuáles serán las materias de competencia para las autoridades ancestrales? Sabemos que el principal criterio es etnicista; pero, ¿se aplicará a asuntos comerciales, a asuntos penales, de toda cuantía, en todo el territorio del país? ¿Qué ocurrirá si las partes son de etnias diferentes, digamos indígenas, y garífunas?  Todas las dudas que hay sobre el las facultades jurisdiccionales del sistema ancestral podrían ponerse a prueba si se entiende la propuesta de Zachary Cáceres en los dos artículos citados arriba.

Digamos que está en el mejor interés de la paz y de la cooperación social reconocer que -debido a la multiculturalidad y a que cada cabeza es un mundo– distintas personas tienen distintas necesidades y perspectivas con respecto esa tecnología conocida como derecho o sistema de justicia.  ¿Por qué no despojar a esas necesidades del componente etnicista del cual están saturadas en la discusión actual? En un espíritu disruptivo, innovador, emprendedor y más allá del colectivismo etnicista, ¿qué tal si aprovechamos la oportunidad y probamos distintos tipos de derecho en statrup cities, por ejemplo?

En el primer párrafo mencioné muy de pasada el tema de la competencia entre tecnologías, competencia que no es ajena a las fuentes del derecho.  En esta conferencia, que te recomiendo mucho, Enrique Ghersi explica el carácter competitivo de las fuentes del derecho; basado en las preferencias de las personas de acuerdo con sus intereses particulares, de los costos y beneficios y de nuestra escala de valores.

Eso sí, para que la competencia de sistemas de justicia, o de fuentes de derecho sea legítima, es imprescindible que a las statrup cities sus habitantes puedan unirse pacífica y voluntariamente, y no por mandato legal y menos por circunstancias tan impersonales y fuera de su control como la etnia.  Es imprescindible que los habitantes puedan elegir, libremente, las  startup cities en las que la tecnología política y la tecnología judicial -entre otras- cumplan con sus funciones a satisfacción de quienes las han elegido.

¿Qué opinas?

La ilustración es por Deval Kulshrestha, CC BY-SA 3.0


15
Feb 17

La justicia ancestral y las ordalias

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Si en occidente estuviéramos apegados a la justicia ancestral todavía veríamos ordalías y otras prácticas poco civilizadas.

En occidente, la evolución del derecho penal pasó por la práctica de la venganza privada, misma que no se detenía en el ofensor sino que se extendía a toda su familia hasta el extremo de causar guerras; pasó por una etapa religiosa en la que el el estado actuaba como representante de la voluntad del dios de turno, en esa etapa un delito era una ofensa a la divinidad y los delitos contra la patria, o el dios (o los dioses) eran los más atroces.  Una tercera etapa fue aquella en la que la justicia se asentó sobre bases cívicas y morales. Todo esto lo puedes leer en Derecho penal, de Eugenio Cuello Calón y me recordó mis clases de esa materia con Francisco Fonseca Penedo.

Las ordalías eran pruebas que invocaban e interpretaban el juicio de dios en materia de solución de conflictos, o en materia de comisión de delitos.  Mediante el uso de procedimientos y ritos (místicos e irracionales) se infería la inocencia, o culpabilidad del acusado. Precisamente por su carácter mágico e irracional, las ordalías fueron sustituidas por la tortura. Ese era el carácter de la justicia  ancestral: el del misticismo, el látigo y el potro.

A veces la ordalía era un combate y la gente creía que el vencedor era favorecido por el dios que estuviera a cargo.  No era raro que la ordalía consistiera en tomar un hierro ardiente, caminar sobre fuego, o meter las manos en brasas.  Si el acusado sobrevivía, o resultaba con daños menores, se estimaba que era inocente.

No todas las ordalías eran a base de fuego pues las había de agua. Estas pruebas se realizaban en la iglesia como un privilegio otorgado por el señor local y los acusados le pagaban a la iglesia la tasa exigida para la prueba.  Esta consistía en meter la mano en agua hirviendo y demostrar que al tercer día las quemaduras estaban sanadas…si se era inocente.

Por cierto, ¿qué pensarán los dirigentes de las distintas iglesias chapinas con respecto a las azotinas y otros castigos similares en el siglo XXI?

Si occidente no hubiera abandonado el derecho ancestral, las garantías procesales, y la idea de justicia como un proceso racional de identificación nunca hubieran sustituido a la arbitrariedad, el misticismo, la superstición y la crueldad.  Pero aún hay grados de arbitrariedad y hasta de crueldad vas ha decir.  Y, claro, claro que sí…pero no son bien vistos, ya no son la regla, son ilegales, en occidente nadie -con dos dedos de frente- está de acuerdo con que sigan existiendo, y es generalmente reconocido que son inmorales e inaceptables.


15
Feb 17

Los murales de González Goyri están de vuelta

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En noviembre de 2015 de armó un alboroto porque los murales del edificio ubicado en la Quinta avenida y 16 calle de la zona 1 -por maestro Roberto González Goyri– habían sido removidos.  El lunes pasé por ahí y vi que ya están de vuelta, y me dio mucha alegría.  En la foto no se ven; pero están detrás de los andamios.

En su momento lamenté la sustitución de los murales de González Goyri por azulejos anodinos; pero explresé mi respeto por el derecho de los propietarios de los murales no sólo a tener gustos distintos a los míos, sino a disponer de su propiedad como le conviniera. ¿Por qué? Porque ya lo dijo Benito Juárez: el respeto al derecho ajeno es la paz.

La pretensión de que los propietarios de un edificio (o de una obra de arte) no pueden cambiarlo porque hay un grupo que valora el edificio (o la obra de arte)  parte de la pretensión arrogante de que todos deben valorar lo mismo; y parte de la pretensión peligrosa de que lo tuyo, no es tuyo.  Si prevaleciera el criterio de que los propietarios de una obra de arte en un edificio no pueden alterarla, se crearía un incentivo perverso: el de que es mejor no añadir obras de arte a los edificios para no correr el riesgo de que luego, haya gente que disponga que no se pueden alterar la obra de arte, ni el edificio.

Dicho lo anterior celebro el retorno de los murales con la esperanza de que no haya sido por la fuerza, ni por la amenaza del uso de la fuerza.

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Hay murales bellísimos de Roberto González Goyri en el Banco de Guatemala, en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y en otros edificios.  El Tecún Uman monumental de la zona 13 es de aquel gran artista.


14
Feb 17

¿Qué es lo tradicional y qué es lo excesivo?

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He estado bajo la impresión de que -aparte del tema racista en que se basa la propuesta de que haya distintos sistemas judiciales para personas de distintas etnias- la idea es que la justicia indígena se basa en la costumbre o en la tradición y por eso es consuetudinaria.  Pero tal vez esté equivocado.

Lo digo porque hace poco más de un año  Cristobalina Lucas denunció en la alcaldía indígena  que su hijo, Jonathan Morales Lucas, le había robado una computadora portátil que sería utilizada por otra de sus hijas. Frente a decenas de vecinos, las autoridades indígenas le propinaron nueve azotes a Morales Lucas, de 20 años, luego de que confesara el robo.

En ese contexto,  Raúl Ricardo Rodríguez, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos en Quiché, dijo que esa oficina no está  contra la aplicación del castigo indígena, pero apela a que en vez de azotar a personas señaladas de hechos delincuenciales, se apliquen medidas correctivas como trabajo comunitario en beneficio de las personas afectadas. Rodríguez agregó qué si la persona que recibe ese tipo de castigos considera que fue excesivo, pudiera interponer una denuncia ante el Ministerio Público contra del grupo que lo hayan golpeado.

Morales Lucas estuvo amarrado durante dos días y dos noches y esa fue la forma en la que las autoridades indígenas consiguieron su confesión.

Y a mí me surgen varias dudas:

  • La PDH no está contra los azotes, ¿a pesar de que las penas crueles, o infamantes son evidentemente violatorias de la dignidad de las personas?
  • Si el derecho indígena se basa en la costumbre o tradición, y por eso es que es consuetudinario, al cambiar los azotes por trabajo comunitario, ¿se altera la costumbre y se desnaturaliza la tradición?
  • ¿Cuál es la gracia de que sea legitimada constitucionalmente una forma de justicia etnicista supuestamente basada en costumbres y tradiciones que vienen de muchas generaciones atrás, si luego esas costumbres y tradiciones van a ser cambiadas porque una autoridad ajena a las etnias involucradas apela a que sean cambiadas?
  • Puesto de otra forma: Para sus usuarios…¿la justicia ancestral va a tener gracia sin las azotinas?
  • Morales Lucas recibió nueve azotes. ¿Diez, o doce hubieran sido excesivos? ¿Morales se hubiera podido quejar en el Ministerio Público contra la alcaldía indígena?
  • En el criterio de excesivo: ¿Influye la fuerza con las que se dan los nueve azotes? ¿Qué es excesivo, 12 azotes suaves, u ocho azotes fuertes? ¿Influye en el criterio si los azotes son con vara de membrillo, con látigo de cuero, o con lazo…y si el lazo tiene nudos?
  • ¿Quién lleva control si el ladrón de compus vuelve a robar?  Y si vuelve a hacerlo, ¿cuál sería el castigo?  Se dice que serán 40 azotes; ¿eso será excesivo comparado con nueve?
  • ¿Cómo actuaría el Ministerio Público contra los miembros de la alcaldía indígena en caso de castigos excesivos en el ejercicio de su autoridad? La alcaldía indígena, ¿reconocerá la autoridad del MP?
  • ¿Si el sujeto activo del hurto de la computadora hubiera sido una mujer indígena? ¿Hubiera recibido nueve azotes? ¿Y si hubiera sido una mujer ladina?
  • ¿Qué, exactamente, es trabajo comunitario equivalente a 9 azotes?
  • El que una persona esté señalada de hechos delincuenciales, ¿quiere decir que es culpable y que debe ser penalizada?
  • ¿Qué opinan la PDH y el MP de la práctica de conseguir confesiones acerca de delitos por medio de amarrar a los sindicados? ¿En qué condiciones estuvo amarrado Morales Lucas para que confesara?

Si te interesan estos temas, seguramente te interesará por qué fracasó la jurisdicción indígena en Bolivia.


13
Feb 17

El volcán Pacaya en actividad

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Así se ve la actividad del volcán Pacaya desde mi balcón en la ciudad de Guatemala. Normalmente las actividades de Pacaya son menos visibles, desde aquí, que las de Fuego y últimamente este ha estado más activo que aquel.  Hoy, que es una noche clara, podemos apreciar muy bien a este coloso que está localizado a 47 kilómetros al sur de esta ciudad.

En mayo de 2010 las cenizas y arena de Pacaya cubrieron la ciudad de Guatemala.


13
Feb 17

Reforma judicial, ¿otro tren que nos deja?

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A los guatemaltecos, de cuando en cuando, nos deja el tren.  Está a punto de dejarnos ahora porque la importante y necesaria reforma del sistema judicial está por ser sacrificada en el altar del racismo y de los privilegios. Y, ¿por qué habría de ocurrir semejante disparate? Porque el lado colectivista del espectro de las ideas está empecinado en que, por razones étnicas, en Guatemala hay dos tipos de grupos de personas que no deben ser iguales ante la ley.

Es cierto que a lo largo de la historia del país a la mayoría de casos que presentan los indígenas ante la administración de justicia esta no les da solución; pero…¡ese es un problema administrativo! y no debería ser ideológico.  La administración de justicia chapina tampoco les hace justicia a muchos casos de miembros de otros grupos étnicos. Posiblemente también sea un problema conceptual; pero eso es más atribuible a que la administración de justicia se basa más en legislación que en leyes; está demasiado obsesionada con el derecho positivo (basado en legislación); no respeta los derechos y principios procesales establecidos en la Constitución y las leyes; y se afinca en un sistema en el que la repartición de privilegios es más importante que la eliminación de los mismos.  Y eso afecta a todos, independientemente de nuestra etnia, nuestro sexo, y demás.

La idea descabellada de que la administración justicia no debe ser igual para todos los que convivimos en un mismo espacio, sino que debería ser distinta basada en criterios colectivistas como la etnia y el sexo (para mencionar dos), es una que confunde la justicia con el uso de la legislación para ejercer el poder.

Esto se entiende fácil si has visto un juego de fútbol en el que el árbitro (el juez) no favorece a un equipo, o a otro (o a miembros específicos de un equipo, u otro) basado en criterios étnicos, o de sexo.  Un buen árbitro hace que se respeten las reglas igualmente para todos, sin distinción, ni privilegios y así hace justicia.  La hace al evaluar objetivamente lo que ocurre en el campo de juego. ¿Qué clase de partidos veríamos si las decisiones de los árbitros (o jueces) dependieran de presiones de grupos de interés como ONG, comisiones internacionales, países amigos, u otras?

¡Por supuesto que el acceso al sistema de justicia es muy caro para la población más pobre del país! y  es cierto que la población más pobre del país es indígena; pero eso es un problema económico y no de una administración de justicia basada en la igualdad de todos ante la ley, sin privilegios étnicos, o de sexo.  Habrá menos pobreza cuando los políticos y funcionarios dejen de asfixiar el ahorro, las inversiones productivas y el intercambio para mencionar tres.  Habrá menos pobreza cuando los políticos y funcionarios eliminen las aduanas y los aranceles, liberen el mercado laboral y abolan el impuesto a los rendimientos del capital, para mencionar tres. Sin distinción étnica, o de sexo, todos nos beneficiaríamos si hubiera más y mejores empleos, más y mejores oportunidades para emprender y menos pobreza.

Las leyes generales y abstractas, pre-conocidas; la administración de justicia independiente e imparcial, objetiva, ciega, no politizada, no ideológica y dedicada a la protección de los derechos individuales de todos por igual sin privilegios (al margen del racismo y del sexismo) sirven más a la justicia, que los juegos de poder entre colectivos en los tribunales y las cortes.

El tren nos va a dejar porque, aunque la reforma al sistema de justicia es muy necesaria y urgente (mira las noticias sobre delincuencia, impunidad y corrupción en los diarios, por si no te lo crees), la necedad de incluir entre ellas el privilegio de una legislación específica para grupos étnicos casi imposibles de concretizar a la hora de rajar ocote, va a hacer que la reforma sea rechazada en las urnas.  Y entonces nos vamos a quedar con un palmo de narices.  Los chapines nos vamos a quedar sin la urgente y necesaria reforma de justicia; y las ONG, las comisiones internacionales, los países amigos van a sufrir una derrota similar a la que sufrieron en mayo de 1999.  ¿Van a aprender en esta ocasión? Ojalá que sí, porque sus caprichos les cuestan mucho a los chapines de todos los colores.

Ilustración por Tim Green de Bradford (Justicia ciega) CC BY 2.0, via Wikimedia Commons


13
Feb 17

Adiós a Humberto Preti

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El periodismo de opinión y el gran diálogo nacional perdieron a un defensor valiente de los derechos individuales y de la igualdad de todos ante ley -así como del estado de derecho- pues ayer falleció el columnista, escritor, empresario y dirigente empresarial, Humberto Preti.  Conocía, como pocos, los temas agrícolas y agrarios.

La noticia está en la página 6 de Prensa Libre de hoy.

Algunas de sus columnas fueron:

Además de columnista, en Prensa Libre, Humberto era novelista y fue autor de Opera al nuevo mundo.

La foto es de Prensa Libre.


10
Feb 17

¿Qué debería ser ley?

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¿Te quedaste pensando luego de leer a F.A. Hayek la semana pasada en este espacio? ¡Que bien! ¿Me acompañas otra vez?

En El ideal político del estado de derecho, dice Hayek que quizás sea correcto que el abogado…deba concentrarse exclusivamente en lo que de hecho es la ley [en oposición a lo que debería ser la ley]. Pero entonces, con el debido respeto, debe decirse que la ley que resguarda nuestra libertad es un asunto demasiado importante para dejarlo en manos de los abogados.  Esto es porque necesitamos, además del estudio del derecho positivo, una ciencia crítica de la legislación.

Hayek explica que la base esencial del estado de derecho es la confianza en la acción de reglas abstractas (leyes), que rigen las relaciones entre los individuos. Dado que el estado de derecho implica que el gobierno jamás debe ejercer coerción contra el individuo, salvo cuando se trate de la aplicación de una regla conocida de antemano, que implica necesariamente el acto de coerción, tenemos aquí una limitación en general a los poderes de todo gobierno y en especial a la propia legislación. ¿Te das cuenta? Tanto el gobierno, como la legislación y la facultad legislativa deben tener límites a su capacidad coercitiva.  Es la ley la que pone aquellos límites, ¡para salvaguardar los derechos individuales!

Entonces…¿qué distingue a las leyes, de la legislación? Mientras que legislación podría ser cualquier normativa que emane de los órganos legislativos y cumpla con los procedimientos necesarios, las leyes son reglas generales y abstractas que han sido divulgadas con antelación. Son aplicadas a todas las personas por igual y se refieren a circunstancias conocidas por ellos.  La norma que dice que quien tomare, sin la debida autorización cosa, mueble, total o parcialmente ajena, será sancionado con prisión de 1 a 6 años. no distingue si el autor, o el despojado es hombre, o mujer; ni si es ladino, o indígena por decir algo.  Se le aplica a todos aquellos que se coloquen en la situación de tomar algo ajeno sin permiso.

¿Te das cuenta de lo importante que es distinguir entre ley y legislación?

Columna publicada en elPeriódico.


09
Feb 17

“Un Picasso”, ¿Satisfecho? ¡Nunca!

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¡Soberbias las actuaciones de Ignacio López Tarso y Gabriela Spanic en Un Picasso! Con esas actuaciones magistrales y con esa obra fue inaugurado, anoche, el Festival Bravissimo 2017 del Departamento de Artes Escénicas de la Universidad Francisco Marroquín.

Mis monentos favoritos fueron: cuando Picasso le dice a Miss Fischer ¿Satisfecho? ¡Nunca!; y el enredo del primer retrato que Picasso hace de Miss Fischer en el escenario.

La obra trata de un episodio de la vida real de Pablo Picasso que, durante la ocupación Nazi de Francia fue detenido e interrogado por una funcionaria de Cultura para que reconociera y certificara que tres pinturas atribuidas a él, sí eran suyas.  A lo largo de la trama, el pintor le tiende una trampa sorprendente a su interrogadora y no te cuento en qué termina por si tienes la oportunidad de ver la obra.

Para mi gusto es lenta; pero eso  fue compansado con una puesta en escena impecable y con las maravillosas actuaciones de López y Spanic.  Así como con el final y la forma en que se llega a él.

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Al concluir la obra, fue develada una placa con la que se celebró el hecho de que la función de anoche fue la número 300.  Muy, pero muy merecidamente, fueron invitados a develar la placa la primera actriz guatemalteca María Teresa Martínez y el escultor admirabilis Walter Peter Brenner.

Salí contento de haber visto esta obra y a sus protagonistas.


09
Feb 17

A pagar en Banrural tu entrada a Tikal

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A partir del 15 de febrero de 2017 los visitantes a Tikal tendrán que pagar anticipadamente el ingreso a ese parque arqueológico en una agencia del Banrural.  Y me pregunto: a la gente que toma estas decisiones, ¿de dónde la sacan?

Digo porque, ¿a qué distancia de la entrada a Tikal está la agencia más cercana de aquel banco?  Digo porque…me acabo de enterar de la disposición…pero, ¿qué pasa con alguien que no se entere y agarre camino para allá? ¡Sólo para averiguar, en la garita, que no puede entrar!  Los guardianes, ¿lo harán regresar por donde vino? ¿Tomarán la decisión ejecutiva de permitirle el paso tomando en cuenta de que ya echó viaje y ya está ahí?…o estoy cortando varas…¿habrá caja de Banrural en la garita de Tikal?

Es cierto que hay mucha corrupción en los sitios arqueológicos; pero, ¿esto fue lo mejor que se les ocurrió a los burócratas del Ministerio de Cultura y Deportes?

Hace unas semanas comenté que en Semuc Champey se hace una cola larga en la entrada porque los encargados tienen que llenar un recibo con datos de cada persona que paga.  Y como los empleados son muy diligentes y llenan el recibo con primor…en cumplimiento de su misión…pues ya te imaginas.  ¿A qué burócrata aplastado en una oficina se le ocurrren estas cosas?

La foto la tomó mi cuata, Lissa.