Chajul es una población remota en El Quiché. Con Nebaj y Cotzal, forma parte del triángulo Ixil y con muchas expectativas hacia allá nos dirigimos para pueblear el jueves 16 de marzo de 2022. Objetivos: explorar para una próxima venida de nuestra amiga Rachel y conocer los célebres murales centenarios que hay en aquella población.
Rachel hace una investigación sobre mártires católicos durante el enfrentamiento armado interno; y ella y su esposo Robert, son autores de The Wealth of Religions. The Political Economy of Believing and Belonging. Además, recientemente grupos de científicos de la Universidad Jaguelónica y de la Universidad de Valencia, conjuntamente con personal guatemalteco, han estudiado las pinturas murales ubicadas en diversas casas del Chajul, Quiché. Los murales presentan un estilo iconográfico que combina elementos prehispánicos y occidentales y son fascinantes.
Uno de los célebres murales de Chajul. Haz clic en la foto para ver una conferencia sobre los murales, organizada por el Museo Popol Vuh.
En el primer día de nuestro road trip Raúl y yo quedamos de pasar a por nuestra amiga Lissa a las 4:00 a. m. con la intención de dejar la ciudad de Guatemala a más tardar a las 5:00 a. m. Poco más, o menos conseguido ese objetivo llegamos justo a tiempo para desayunar en Paulino´s, en Tecpán. Paulino´s es recomendable porque se come bien, el personal es eficiente y su atención agradable.
Al concluir el desayuno enfilamos rumbo a Nebaj por la vía del puente Chimaché sobre el rio Motagua y de ahí a Chiché y Santa Cruz del Quiché. Esa ruta te ahorra una hora de camino, por lo menos; pero podría ser mucho mejor. Fue habilitada sin que se hicieran los trabajos necesarios para el paso de transporte pesado y eso la hace estrecha e incómoda. Luego del puente los taludes de las montañas son tan verticales que no es raro que caigan piedras. El tramo no es largo, pero es es algo tenso; y, con todo y todo te ahorra una hora de camino.
Puente Chimaché sobre el río Motagua.
En ese camino el sentido del humor de Rachel y Lissa es muy importante; y ya nos hacía falta Rachel que no pudo venir porque su vuelo fue cancelado, en Boston, debido a una tormenta. Lo mismo había ocurrido en noviembre de 2022 cuando su vuelo también fue cancelado por la misma razón. Esta vez, sin embargo, decidimos no cancelar el viaje para adelantarnos en la exploración del área y preparar material para cuando Rachel pueda venir.
Para nosotros, en el camino a Nebaj hay dos paradas importantes: una es en Sacapulas para comprar dulces y sal negra; y otra es en La vuelta del río, una playita en el río Negro, junto al sitio arqueológico Xutixtiox, al que nunca hemos ido. Compramos unos dulces de panela y pepitoria, y paramos en La vuelta del río donde estaba cerrada la playa principal. Eso no fue óbice para que bajáramos a la playa adyacente y aprovecháramos lo encantador del lugar para refaccionar con hummus, babaganush y queso brie para agarrar energías y continuar hacia Nebaj.
En la playa de La vuelta del río. Listos para refaccionar y agarrar energías.
La vuelta del río es una playita encantadora junto ak río Negro o Chixoy.
La vuelta del río es un lugar relajante y encantador.
Llegamos a Nebaj cerca de la hora del almuerzo, oportunamente para juntarnos en el restaurante El´Sim con nuestras amigas Ana y su pequeña hija Alma que, por su carácter y su viveza, es encantadora. El´Sim es siempre recomendable. Tiene una vista estupenda hacia el parque de la población, se come razonablemente bien y el servicio es atento. Mientras nos refrescábamos con bebidas, con Ana y Alma nos pusimos al día luego de que pasara un año desde nuestra visita anterior. Ana nos recitó su poema sobre la amistad…que es una perla, y un diamante; y luego fuimos a almorzar. Alma es nieta de don Tomás Guzaro y no sólo es una dicha contar con su amistad, sino que fue un honor ser recibido por ella y la querida Ana.
Me encanta esa estructura en la plaza de Nebaj.
Cambiamos de establecimiento para el almuerzo porque uno de los mayores placeres de visitar Nebaj es comer un buen caldo de carne de res ahumada. Lo que distingue el caldo de res en Nebaj, del que hay en otras localidades, es que allá usan carne delicada y deliciosamente ahumada. El restaurante Amanecer es el lugar perfecto para disfrutar aquel caldo acompañado de una cerveza.
La foto no le hace justicia al caldo; pero créeme que es una delicia.
Luego del almuerzo nos despedimos de nuestras queridas Ana y Alma, no sin haber sentido muchísimo no encontrarnos con Angie, que es tía de Alma.
Paseamos un buen rato por Nebaj, visitamos el mercado, disfrutamos de la salida de los escolares en la tarde y de lo alegre que se ve el parque con la presencia de tantos jóvenes. Además, uno no se cansa de ver el traje tradicional de Nebaj que es uno de los más bellos en Guatemala, traje que las mujeres ixiles llevan con una dignidad notable.
El hermoso cielo azul de Nebaj.
El traje de las señoras es tan bello.
Los colores y el diseño del traje de Nebaj son preciosos.
Vista del parque central de Nebaj al atardecer.
Al atardecer, muchos jóvenes se reúnen en la plaza de Nebaj.
También conocimos la obra del profesor Reynaldo Alfaro Palacios, cuyas contribuciones a la castellanización, durante el período revolucionario, le merecieron un busto en el parque nebajense.
Busto del profesor Reynaldo Alfaro Palacios.
En eso cayó la tarde y se hizo la hora de cenar así que de vuelta a El´Sim.
¿Dónde dormimos? En el Hotel La Paz. Excelente elección. Primero porque es céntrico, luego porque las camas son posiblemente las más cómodas que hemos encontrado en nuestros road trips, es limpio y tiene unas duchas que, sin ser duchas, son las duchas más poderosas y masajeadoras que hay de este lado de la Via Láctea. Dormí como tierno, claro. Con la ilusión de que al día siguiente agarraríamos camino rumbo a Chajul. El mítico Chajul.
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Excursión a Chajul, el día principal.
Excursión a Chajul y visita a Santa Cruz.