¿Qué es peor, un irresponsable que habla por su móvil mientras maneja, o uno que lee el periódico mientras conduce?
Cuando uno cree que lo ha visto todo aparece algo impensable. Al de la foto me lo encontré en la Callle Real de Villa leyendo su diario mientras conducía.
¡¿Qué tal?!
Hace poco iba yo por la Calzada San Juan cuando vi lo siguiente: El conductor del carro oscuro de enfrente iba hablando con el conductor de otro auto que iba a su izquierda. Iban despacio los dos y ocupaban todo lo ancho de la vía.
El conductor del carro claro, de la derecha, le pitó al del carro oscuro, y este le hizo la seña de que pasara encima de él. Y, por supuesto, siguió inmutable en lo suyo.
¡No hay derecho!
En la calle donde vivo, todos los días, pero más a estas horas, docenas de automóviles y autobuses extraurbanos se meten contra la vía. Está de más decir lo peligroso que es eso; pero bueno…
Hoy la PMT montó un “operativo” y han caído como moscas, uno tras otro, los buses y los carros que -de forma abusiva- ponen en peligro la vida de los demás al circular en contra de la vía. Cuando yo me encuentro a uno de estos irresponsables, aveces les miento la madre; pero uno ya no puede ni desquitarse así porque me han contado que hay gente que, en vez de aceptarlo con hidalguía, o de devolverlo, responde a balazos. Por eso me alegra que la PMT les esté dando caza a los que se pasan de listos y van contra la vía.
En fin…lo que me causó algo de inquietud es que en un momento algunas personas que circulaban en el área se dieron a la tarea de prevenir a los infractores. En un momento a muchos les dió tiempo de volver sobre sus pasos y evadir la responsabilidad que implicaba su abuso porque la gente les avisaba que la Policía los estaba esperando a la vuelta.
¿Saben qué ha pasado? Que la PMT (y me temo que la autoridad en general) ha cometido tantos abusos a su vez, que es percibida como “el enemigo” por la población. Y entonces, ¿qué ocurre? Pasa que con tal de burlar a la autoridad (que carece de autoridad moral), muchas personas se ponen del lado de los infractores…o peor aún, se ponen del lado de los delincuentes.
Yo mismo he publicado en este espacio la lista de dónde están las cámaras de Emetra; no para que la gente sepa dónde correr y acelerar irresponablemente y dónde no, sino para tener el placer de exponer un secreto estratégico de la autoridad del tránsito.
En fin…mea culpa, tambien.
Gracias al blog Vivo en Guatemala, aquí va el listado de dónde están las cámaras de Emetra: http://vivoenguatemala.wordpress.com/2007/04/23/listado-de-camaras-de-emetra/
Ojalá que se vea bien; pero aquí va un chico como de 6 años. Va entre el tráfico montado en una bicicleta que le queda grande. Al principio admiré la independencia del chico; pero luego pensé que si se cae, o si pierde el control de la cicle, o lo atropellan, ¿de quién será la culpa? ¿Qué pasará con el pobre conductor que resulte involucrado en un accidente con este chico?
Leo que los planificadores del Palacio de la Loba “tienen ideas, pero están frustrados por la falta de dinero, incluso para comenzar a estudiarlas”. Leo que los jefes de las policías municipales de tránsito de todo el país se reunieron para buscar paliativos con qué desfogar el tránsito, que tienen planificado usar carriles reversibles, separar los autos livianos de los pesados, y otras ideas más para que el tráfico fluya con rapidez. Veo que los arrogantes planificadores están dispuestos a probar ¡cualquier cosa!, excepto lo único que verdaderamente resolvería el problema a largo plazo y sin acudir a la coerción: que el precio regule la circulación de vehículos por calles y avenidas. ¿Qué tal si usted pudiera decidir cuánto está dispuesto pagar por transitar en las calles? ¿Qué tal si el cobro se hiciera de forma electrónica en su tarjeta de crédito, o en una tarjeta de débito? ¿Qué tal si dependiendo de la hora en que usted se mueve, así fuera su opción de pago? ¿Qué tal si viajar en transporte colectivo costara menos, por cabeza, que hacerlo en automóvil individual? ¿Qué tal si los servicios de calles y avenidas fueran como los de los celulares: con opciones para todos los gustos y todos los presupuestos? Si el estado niñera dejara de tratarnos como ineptos, todos estaríamos mejor.
Para más información sobre aquellas posibilidades de verdad recomiendo: Street Smart, por Gabriel Roth.
La caricatura es por Fo, caricaturista extraordinaire de Prensa Libre.
Esta foto, de Nuestro Diario y publicada también por El Periódico, muestra una de las atorazones del tráfico en la ciudad de Guatemala. Pero según las autoridades de Tu Muni, la culpa no es de la mala planificación del Transmetro. Es de los usuarios por noveleros, por no levantarse temprano, por insistir en la necedad de utilizar sus propios vehículos, por no vivir en Las Conchas, por no tener paciencia. ¡Cualquier cosa, menos de los dioses del Palacio de la Loba!
El alcalde de la ciudad de Guatemala, Alvaro Arzú, está molesto porque dice que los críticos gastamos “toneladas” de tinta criticando su Transmetro. Pero a mí me gustaría saber exactamente:
¿Cuánto va a costar poner en funcionamiento ese experimento?
¿Cuánto va a costar mantenerlo en funcionamiento?
¿Cuánto cuestan, en términos de horas/hombre, los Policías Muncipales de Tránsito necesarios para arriar el tráfico a lo largo del Transmetro?
¿Cuánto cuesta, en términos de horas/hombre, y en términos de productividad, el tiempo que se pierde por las atorazones que ocasiona el experimento?
¿Cuánto cuesta -en términos de tiempo lejos de la familia, tiempo de sueño, tiempo de esparcimiento, tensión innecesaria, y demás- todo el tiempo que la gente pasa haciendo cola para subir al Transmetro, y en las atorazones de tránsito?
La caricatura es de Fo, el genial caricaturista de Prensa Libre.
Anoche andaba en la Calzada Aguilar Batres y al piloto de esta ambulancia “le costó uno y la mitad del otro” pasar por uno de los dos carriles que quedaron disponibles. ¿Habrá llegado a tiempo?
“El objetivo principal es desincentivar el uso de vehículos”, dijo el concejal primero de la Municipalidad de Guatemala, Enrique Godoy, al confirmar que el Transmetro no solucionará el problema del tráfico vehicular en la calzada Aguilar Batres.
¡Ya apareció el peine, pues! A principios de enero aposté a que lo que esta administración municipal estaba tramando era hacer la ciudad hostil para los automóviles privados. ¡Y lo está consiguiendo!, aunque para eso tenga que imponerle costos adicionales en términos de combustible, desgaste de su carro y tiempo perdido para llegar a su destino a los usuarios de las vías públicas vehículares. Tu Muni quiere obligarte a usar el transporte colectivo.
La arrogancia de los dioses del Palacio de la Loba es tal que pretenden involucrar a los propietarios de estacionamientos privados, en las periferias de la ciudad, para que acepten vehículos de personas que no van a hacer uso de las áreas comerciales de dichos estacionamientos, sino que se verían en la necesidad de dejar ahí sus carros. Y seguro que hasta tendrían el tupé de ponerles precio tope a dichos parqueos.
