11
Sep 08

Armas: ¡¿En qué cabeza cabe?!

Una nueva ley de armas ha sido presentada en el Congreso y su principal característica es que no limita el número de armas que pude tener una persona y el único requisito que pide, para tenerlas, es que el poseedor tenga una licencia por cada tres de ellas. Yo aplaudo esta iniciativa porque la anterior, desarmaba a los ciudadanos honrados.

Lo que me parece descarado y una sinvergüenzada, es la justificación para hacerlo. El diputado Luis Mendoza, presidente de la Comisión de Gobernación del Congreso, dijo que es para equilibrar entra las demandas de la sociedad civil y las de los empresarios de armas que pedían dejar en libertad la adquisición de municiones.

La explicación de Mendoza pone en evidencia lo que sabemos y sospechamos: que la legislación chapina está plagada de normativas hechas a la medida de los grupos de interés que tienen influencia y poder. En vez de leyes generales y abstractas que protejan los derechos individuales y el cumplimiento de los contratos, el Legislativo es una churrería de normas mandadas a hacer, particulares y concretas, hasta con nombre y apellido.

La verdadera justificación para no negarles a la gente la facultad de poseer y portar armas registradas reside en el derecho a la defensa que todos tenemos qua personas. Los delincuentes prefieren víctimas desarmadas. Los delincuentes ni registran sus armas, ni piden licencias para portarlas y cometer crímenes con ellas. Y encima de todo, la administración y el Estado son demostradamente incapaces de proveer un mínimo de seguridad y justicia. En esas condiciones, el indiscutible derecho individual a la defensa de la vida y de la propiedad es, sobradamente, la única justificación necesaria para que el estado niñera se mantenga al margen de este asunto.

Más, aún, las armas en manos de los ciudadanos no sólo sirven para defender legítimamente la vida, la propiedad y la libertad contra los delincuentes; sino para garantizar la protección de aquellos derechos en caso de que la administración (depositaria del poder público y del monopolio del uso legítimo de la fuerza para proteger los derechos individuales) se convierta en una sistemática violadora de los derechos que está llamada a proteger. Esto, claro, no les gusta a los políticos; pero ¿quién dijo que tiene que gustarles? Total, “el poder público proviene del pueblo y los funcionarios son depositarios de la autoridad”.

Lamentablemente, entre la manía regulatoria de los grupos de interés que dicen representar a la sociedad civil, y la rapiña de los pipoldermos y de sus patrocinadores, se olvida lo más importante.


27
Ago 08

Recordatorio a "las autoridades"

La Constitución Política de la República de Guatemala, en su Título sobre Derechos Humanos, artículo 33, dice que “Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. Los derechos de reunión y de manifestación pública no pueden ser restringidos, disminuidos o coartados; y la ley los regulará con el único objeto de garantizar el orden público. Para el ejercicio de estos derechos bastará la previa notificación de los organizadores ante la autoridad competente”.


14
Ago 08

Rosarios y ovarios

La mara se pela; pero la industria del misal se busca que la pongan en ridículo cuando se mete a política y trata de usar el poder para meterse en la vida de las personas.

Al grito de ¡De nuestros ovarios, saquen sus rosarios!, un grupo de feministas se congregó frente al Congreso de la República para protestar por la intromisión de la Iglesia en el estado mediante el llamado Libro de la vida.

¡Ni la Iglesia, ni los curas, mi cuerpo es mío!, gritaban las manifestantes, mientras un dirigente religioso conminaba a los diputados a que firmaran el libro citado en oposición leyes que reconocen la libertad de las personas para decidir cuántos hijos quieren tener, y qué espaciamiento debe haber entre cada uno de ellos.

Señoras que portaban camisetas con la leyenda Estados libres y laicos, fueron expulsadas del palacio del Legislativo, con la excusa de que no estaban debidametne vestidas para la ocasión.

!Mi cuerpo es mío, ni del estado ni de la Iglesia!, era una de las consignas que, con razón, gritaban las manifestantes.


06
Ago 08

Violencia y agresividad de la CONIC

Es una lástima que no pueda poner la foto de la portada de Prensa Libre de hoy, porque no está en su sitio Web. En ella se ve a un miembro de la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina cuando le da un puñetazo a Otto René Menchú. El integrante de la CONIC era uno de los “manifestantes” que, ayer, bloquearon la ciudad. ¿Y Menchú? El sólo trataba de salir el bolqueo.

Ya es bastante malo que la dirigencia popular ensucie paredes, destruya propiedad ajena y perjudique el tráfico en la ciudad con los consiguientes daños para quienes necesitan desplazarse libremente, como para que, ahora, los “manifestantes” ejerzan violencia física directa contra los que se ven afectados por sus actividades, o contra quienes no comparten sus exigencias.

La dirigencia popular no se mide; y esta no es la primera vez que sus “expresiones” degeneran en actos de violencia que son francamente intolerables; eso, sin contar, con que esa gente amenzaza con “tomar carreteras, edificios públicos y, sobre todo, aeropuertos”.

Menchú no fue el único agredido por la gente de la CONIC. en la zona 1, los “manifestantes” lesionaron a cinco menores y un adulto que se conducían en un taxi. Imagínese usted lo que debe haber sido, para esos chicos, estar entre la canalla enardecida y ver cómo la turba golpeaba y destruía los vidrios del vehículo en el que se transportaban.

Pero la culpa no la tiene el loro, sino el que le enseña a hablar; porque tanto la administración, como los medios de comunicación, no distinguen entre el derecho a manifestar, y el tipo de actividades violatorias de derechos ajenos y violentas que caracterizan a grupos como la CONIC.

Un derecho, para serlo, tiene como característica sine qua non, que no viola derechos ajenos. Por lo tanto, en el momento en el que grupos como el citado bloquean vías, destruyen propiedad ajena y golpean a terceros, ¡en ese mismo momento dejan de ser manifestantes y se convierten en delincuentes!

Comentario aparte merecen las exigencias absurdas de la CONIC, cuya dirigencia demanda que 68% del poder político sea para indígenas porque consituyen ese porcentaje de la población. La CONIC acusa a Alvaro Colom (que es sacerdote maya) de ser el responsable de la baja cosecha porque “los granos importados no llenan los requisitos culturales y porque la cosecha local no ha recibido el cuido (sic) cultural puntual”.

Los dirigentes de la CONIC piden la importación de azúcar y jabón porque entienden que la competencia podría hacer que bajen los precios locales; pero, como lo haría un empresaurio mercantilista, piden que la administrción prohiba la importación de granos (porque ellos los producen).

La dirigencia del CONIC pide que la administración aplique prácticas propias de los gobiernos de Arana, Laugerud y Lucas, mediante la regulación de los precios de los alimentos, la educación, la salud, la energía eléctrica, los combustibles, los materiales de construcción, los insumos agrícolas y el transporte urbano. Y también pide la nacionalización de las empresas de electricidad y telefonía, entre otras. Curiosamente hacen esto ahora, que hasta los más pobres tienen teléfonos baratos al cinto, y olvidan que, cuando la telefonía era estatal, había que esperar cuatro años y pagar mordidas, para conseguir una línea.

Con una dirigencia violenta, atávica y oportunista…¿hacia dónde van el indigenismo y el agrarismo chapines?


16
Jul 08

Tu Muni no tiene derecho de cobrar

“Tienen el derecho de protestar; nosotros,de cobrar”, dijo el alcalde capitalino, AlvaroArzú, según Siglo Veintiuno, página 10, de hoy. Esto fue al referirse a las organizaciones de ciudadanos que se oponen al abusivo Impuesto Unico sobre Inmuebles que intenta establecer el ayuntamiento.

Pero ahí está que no. Un derecho es una facultad que se ejerce sin necesidad de pedirle permiso a nadie -y una característica esencial de cualquier derecho es que su ejercicio no viola derechos ajenos-. Siendo que el IUSI grava el derecho de propiedad; y siendo que para imponerlo, la Municipalidad necesita de una facultad legislativa que no tiene; y que todo impuesto debería ser consultado con los tributarios, es obvio que la facultad impositiva no es un derecho.

En todo caso, Tu Muni ejecuta un acto de poderío al tratar de imponer el citado tributo. Un acto que ni siquiera es de ejercicio del poder (porque no cuenta con la aprobacion ciudadana para hacerlo). Es simple y llano ejercicio de la fuerza.

Pero claro, estas sutilezas éticas y jurídicas le son ajenas al Alcalde, famoso por frases arrogantes como “La razón la tiene la autoridad” y “Dios negocia por mí, para qué voy a negociar“.

El munícipe talvez pueda tratar de “justificar legalmente” el IUSI confistactorio que promueve, pero va a encontrar dificultades para hacerlo. Y lo que no podrá hacer, ni aunque haga gala de toda su hybris, es justificarlo legítimamente.


26
Jun 08

Se me rajó el embajador cubano

Hoy, en el programa radial A primera hora, iba a tener una discusión con el embajador de Cuba, Omar Morales Bazo; pero el diplomático se me rajó.

El Representante estaba en aprietos porque los conductores del programa -Beatriz Colmenares, Felipe Valenzuela y Juan Luis Font- le habían hecho preguntas como si un programa como A primera hora sería posible en Cuba. Morales había tenido dificultades para explicar que allá, la libertad de expresión no se entiende como aquí. Se había hecho toda clase de quesos para explicar por qué es que la música de Gloria Estefan estaba prohibida en la Isla, de acuerdo con una denuncia de Silvio Rodríguez. De hecho el embajador se quejó de que recibía demasiadas preguntas durante la entrevista.

“Yo soy el embajador de Cuba y no vengo a debatir”, dijo el enviado de los Castro; y se rehusó a platicar conmigo.

Quizás hizo bien, porque no hubiera salido bien parado. Generalmente las discusiones sobre Cuba se basan en percepciones y son adornadas por elementos pasionales e ideológicos; y yo no iba a caer en ese juego. Basado en el libro Los derechos fundamentales y el orden jurídico e institucional de Cuba -por mi amigo, el juez argentino, Ricardo Rojas- yo iba a citar la Constitución y las leyes cubanas; así como discursos y documentos de la Revolución, para poner en evidencia al enviado de Cuba y al régimen que representa.

Si no puede leer el libro, he aquí una Conferencia que Rojas impartió al respecto.

Como estábamos en la radio, yo iba a citar esta joya del artículo 7.1 de la Ley 88/99: “Pena de 2 a 5 años de prisión a quien colabore por cualquier vía con emisoras de radio o televisión, periódicos, revistas u otros medios de difusión extranjeros. La responsabilidad penal en esos casos será exigible a los que utilicen tales medios y no a los reporteros extranjeros legalmente acreditados en el país, si fuese esa la vía empleada”.

Hablando de educación y de artistas, hubiera citado que la enseñanza es función monopólica del estado de acuerdo con el artículo 39 de la ley que rige a aquella. Mismo que “fundamenta la política educacional y cultural en el ideario marxista” y que dispone que “es libre la creación artística siempre que su contenido no sea contrario a la Revolución”.

Vaya que no entramos al tema de la salud, porque le hubiera citado a La tía China, tía abuela de un amigo, y que recién salió de Cuba a sus 81 años: “Los médicos son buenos, cariñosos; pero no hay higiene”.

Por si alguien tiene duda de si el régimen de los Castro es una dictadura colectivista y totalitaria, o no, ¿qué tal esta frase de Fidel, en 1976? “Hay división de funciones, pero no hay división de poderes. El poder es uno”. O, ¿qué tal esta, del artículo 62 de la Constitución cubana? “Ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos puede ser ejercida contra lo establecido en la Constitución y las leyes, ni contra la existencia y fines, ni contra la decisión del pueblo cubano de constituir el socialismo y el comunismo. La infracción de este principio es punible”.

¿Con qué retórica torcida hubiera respondido Omar Morales a estas observaciones? ¡Me hubiera gustado saberlo!

He aquí una frase de esas, de Fidel Castro en 1988: “Yo no acepto la idea de que haya alguien preso por ser adversario político porque realmente hay personas presas por actividades contra el estado socialista, contra la Revolución, en virtud de hechos sancionados por las leyes. No hay nadie preso simplemente por ser adversario político de la Revolución; eso no se puede afirmar. Tenemos y tendremos presos contrarrevolucionarios”. ¿Cómo le quedó el ojo?

Me hubiera gustado oír qué tenía que decir Omar Morales frente al a esta frase del discurso de su Jefe, pronunciado para el VII aniversario de los Comités de Defensa de la Revolución: “La lucha del proletariado con los grandes propietarios es una tarea relativamente fácil, pero sería un grave error de la Revolución bajar la guardia, descuidarse y dar lugar a que surja, dentro de la sociedad, innecesariamente, una multitud de decenas de miles de pequeños comerciantes; es decir, integrar una masa más numerosa contra los cuales la lucha hubiera sido más dolorosa todavía”.

La Revolución es violenta y agresora; y yo hubiera cerrado mi intervención con una frase que para el pelo, tomada del Discurso por el XIV aniversario del asalto al cuartel Moncada: “Hay una frase que por cuestión de profundos principios, estará abolida siempre de la terminología de esta Revolución, y es la frase: ¡Alto al fuego!”


12
Jun 08

¡Vuelve la burra al trigo!

Diputados de la bancada socialdemócrtata han preparado una nueva propuesta para obligar al cultivo de granos básicos, en terrenos de más de cien manzanas que no se aprovechen en su totalidad. Un grupo de uneístas, encabezado por Leonel Castañeda, presidente de la Comisión de Agricultura, preparó una nueva iniciativa de ley con el mismo espíritu violatorio del derecho de popiedad y de la libertad. La diferencia es que solo afectaría a las fincas que no se cultivan en su totalidad; y que creará una piñata de Q50 millones para que los pipoldermos “compren granos básicos”.

Ojalá y la discusión de este abuso no se centre en porcentajes y en negociación de excepciones y ventajas. Ojalá se centre en principios. Y ojalá prive el criterio de que los derechos individuales deben prevalecer sobre los intereses colectivos; porque es de interés colectivo que los derechos individuales sean respetados absolutamente.


07
Jun 08

Recuerdo de los Viernes de Luto

Hace 7 años, a estas alturas, un grupo de ciudadanos de todas edades y condiciones dio comienzo al fenómeno que se conoció como Viernes de Luto.

Para hacer la historia corta, centenares de personas nos juntábamos en el Monumento a los Próceres de la Independencia, cantábamos el Himno Nacional, escuchábamos uno o dos discursos, dábamos una vuelta alrededor del monumento con velas encendidas y nos íbamos a casa.

¿Cuál era el motivo? Luchar contra los tributos que pretendía imponer la administración de Alfonso Portillo y el Frente Republicano Guatemalteco; y contra la corrupción que exhibía ese equipo.

A final de cuentas y después de unos 15 viernes seguidos de protestas, no conseguimos nuestro objetivo; pero demostramos cosas importantes: 1. Que la gente puede reunirse a protestar en paz; 2. Que la gente puede reunirse a protestar sin violar derechos ajenos; 2. Que la gente puede reunirse a protestar sin dejar todo sucio y sin destruir propiedad ajena; 3. Que la gente no tiene miedo de defender su vida, su libertad y su propiedad de forma legítima.

Comprobamos el poder del correo electrónico, no para campañas negras y otras suciedades; sino como un medio efectivo de comunicación ciudadana. Comprobamos que más que diferencias que nos separan, los chapines contamos con muchos valores que nos unen. Comprobamos que cuando se trata de esos valores, podemos dejar por un lado muchos de nuestros intereses.

Ahora que se cumple un aniversario más de aquella experiencia -que fue posible por el entusiasmo, el compromiso y la generosidad de mucha gente buena, y en su homenaje, publicaré varias de las notas periodísticas de aquel entonces.

Los Viernes de Luto no deben ser confundidos con el Jueves Negro durante el cual el FRG organizó gavillas que vandalizaron la ciudad de Guatemala, jornada en la que murió el periodista Héctor Ramírez.


06
Jun 08

No tiene la culpa el loro…

Como las elites guatemaltecas están acostumbradas a negociar sobre posiciones, y no sobre principios, los pipoldermos ya les tomaron la medida. Cuando los políticos quieren imponer tributos, o queren avanzar en la invasión de la esfera de acción privada de los individuos, lo que hacen es ofrecer un impensable, o un absurdo, y negociar a partir de ahí.

Eso es lo que está pasando ahora que la administración socialdemócrata salió con la historia de reactivar un decreto de la era de los militares, por medio del cual se pretende obligar a los finqueros a dedicar 10% de sus tierras a la siembra de granos básicos. Retrógrada y surrealista, como es, tal normativa es el punto de partida en el cual los “representatnes de los sectores” llegarán al diálogo para regatear posiciones y no a defender principios.

No llegarán a cuestionar si es legítimo y moral que el gobierno tome recursos ajenos por la fuerza para atender y privilegiar a intereses particulares; ni a cuestionar que los pipoldermos tengan la facultad de violar los derechos a la libertad y a la propiedad; sino que llegarán a negociar porcentajes, tasas y excepciones para esa norma y/o para cualquier pretensión impositiva que esté maquinando la administración.

Yo digo que si un proceso viola los derechos individuales de una sola persona. ¡Una sóla!, el deber de cualquiera que valore la vida, la libertad y la propiedad, es obstaculizar ese proceso. Su deber moral es desactivarlo y ponerlo en evidencia; no negociar posiciones.

En todo diálogo y en todo proceso político, los “representantes de los sectores sociales” deberían recordar algo que escribió la filósofa Ayn Rand en Capitalism: the unknown ideal (Capitalismo: el ideal desconocido). En el capítulo denominado La Anatomía del Compromiso, Rand describió algunas reglas acerca de trabajar con principios en la práctica, y acerca de la relación de aquellos con objetivos concretos.

1. En todo conflicto entre dos hombres (o dos grupos) que comparten los mismos principios básicos, gana el más consistente.

2. En toda colaboración entre dos hombres (o grupos) que se apoyan en diferentes principios básicos, es el más maligno, o irracional, es el que gana.

3. Cuando los principios básicos opuestos están abierta y claramente definidos, eso obra en ventaja del lado racional; y cuando no están claramente definidos, sino que están ocultos o difusos, eso obra en ventaja del lado irracional.

No hay, ni puede haber, nada de malo en defender la libertad individual frente al colectivismo. Y si uno está en un “diálogo”, imbuido en un “proceso”, no hay nada de virtuoso en acceder a las demandas del poder y a las exigencias de los grupos de interés por el sólo hecho de no ser un intransigente. Los derechos a la vida, a la libertad y a la propiedad no se pierden de golpe; sino que se pierden cada vez que alguien accede a ceder un pequeño “pedazo”, para que no se rompa el diálogo, y para que no se interrumpa el proceso, en defensa de sus interéses.

Los pipoldermos no tienen la culpa de aprovecharse así de las elites, porque no tiene la culpa el loro, sino el que le enseña a hablar.


04
Jun 08

No es la lucha de uno, es la lucha de todos

Es una lástima que la oposición a la servidumbre que generaría la aplicación de la Ley de Fomento para el Cultivo de Granos Básicos, esté siendo planteada como un enfrentamiento entre el agro y la administración. Prensa Libre destaca Pulso entre gobierno y agro por cultivo forzoso; Siglo Veintiuno dice La Cámara del Agro advierte que emprenerá acciones legales; y El Periódico anuncia que La Cámara del Agro rechaza la aplicación del decreto que los obliga a destinar el 10 por ciento de la extensión de las fincas para producir granos básicos.

Porque es de interés colectivo que los derechos individuales prevalezcan sobre los intereses colectivos; y no al revés, la oposición contra esta imposición debe ser de todos los que entiendan el valor de la libertad y de la propiedad como derecho individuales.

Aunque el uso de la coerción para alcanzar objetivos políticos, aún en violación de los derechos individuales, es una práctica común entre pipoldermos de los más diversos colores; esta práctica extendida debe encontrar un ¡Hasta aquí!, antes de que cunda como cáncer. Hoy es la obligación de sembrar granos, y mañana será la prohibición para importar ciertos bienes, o la obligación de
emitir obligaciones financieras, o la de manufacturar ciertos productos.

Como la libertad se pierde poquito a poco, y como tendemos a no preocuparnos cuando la libertad la pierden los otros, para los pipoldermos es fácil ir tomándola. La mejor defensa, empero, es que la sociedad cierre filas contra el avance de las regulaciones y las normativas que violan los derechos individuales.

No hay que engañarse con una presunta dicotomía entre la solidaridad y el ejercicio de los derechos individuales. El presidente socialdemócrata, Alvaro Colom, pretende hacernos creer que el uso de la fuerza para obligar a otros a hacer cosas que no harían en su sano juicio, no es intrínsecamente malo. De hecho, ha dicho que “es cosa de responsabilidad, no es cosa de propiedad privada; no estamos obligandoa nadie, es lo que manda la ley”.

El lenguaje surrealista que usa el mandatario es una manipulación y lo triste es que no falta quién se la trague. Ninguna supuesta solidaridad, y ninguna supuesta responsabilidad debe basarse en que los intereses colectivos tengan primacía sobre los derechos individuales. En el momento en que eso ocurre, el cáncer destroza el tejido social. Y eso, ¡No puede perjudicar más a los intereses de todos! Esta no es una lucha de unos, sino de todos; pero no es una lucha de posiciones, ni de porcentajes, sino de principios.