22
Abr 12

Día de la Tierra para celebrar el capitalismo

Esta no es una foto de Corea del Norte en el Día de la Tierra; así es como es siempre. Hoy no te olvides de celebrar el capitalismo y el comercio, que nos aseguran que no vivamos en permanentes privaciones.

La foto la tomé de Facebook.


22
Mar 11

Chávez, capitalismo, y la tala del árbol genealógico

Hace años, una radio guatemalteca le hacía dos preguntas a la gente en la calle:  ¿Cree usted que la Feria de la Asunción debería tener una rueda de Chicago, o que debería tener su propia rueda?  ¿Que opina usted de la tala inmoderada del árbol genealógico?  A la primera pregunta la gente contestaba que la Feria debería tener su propia rueda; y en respuesta a la segunda, la gente se opinía al abuso citado.

Hace poco Hugo Chávez opinó que el capitalismo acabó con la vida en Marte.  Aaaaah, que distinto sería si viviéramos en sociedades de ideas, en vez de vivir en sociedades de opiniones.


18
Ago 10

En un bosque, de la China, el socialismo se perdió

El régimen de Pekín está celebrando que la economía de la China Popular haya superado a la de Japón como la segunda economía mundial, detrás de la de los Estados Unidos de América. Pero dos cosas vale la pena destacar para que conste en acta:

1. Si bien es cierto que la economía total de la China Continental superó a la de Japón, el Dragón Rojo es diez veces más poblado que el Imperio del Sol Naciente, de modo que este es diez veces más rico -por habitante- que aquel. De hecho, el producto interno per capita de China es de US$ 3,800 lo que lo sitúa en la posición 105 del mundo. China tiene unos 150 millones de habitantes en la pobreza. El PIB per capita en Japón, sin embargo, es de 6 cifras. El PIB per capita de China se parece al de El Salvador, y es un poco más alto que el de Guatemala. Por eso es que cuando uno ve películas chinas, que muestran la vida en el área rural de aquel país, tiene la impresión de que la vida es tan dura como en Huehuetenango, Sololá, Totonicapán y otras áreas parecidas.
2. Con todo y todo no se le niega el mérito a los dirigentes chinos. Nada de aquel crecimiento económico se hubiera logrado si el régimen de Pekín no hubiera abandonado el socialismo de Mao que los mantuvo en la miseria y en hambrunas casi permanentes desde 1949 hasta 1976. El desarrollo que vemos ahora sólo fue posible luego del abandono del socialismo y tras el establecimiento de políticas capitalistas.

16
Ago 10

Las chocheras de Castro y su idea del capitalismo

Fidel Castro cree que Carlos Slim, porque es el hombre más rico del mundo, es un ídolo del capitalismo. Por eso le acaba dedicar palabras de elogio.

Slim, sin embargo, amasó lo más impresionante de su fortuna al haber conseguido un monopolio por 15 años, garantizado por la fuerza del estado mexicano. ¡Todo lo contrario a lo que propone el capitalismo!
Una característica fundamental del capitalismo es que separa el estado y la economía de la misma forma -y por las mismas razones- que el estado y la iglesia deben estar separados. En un sistema capitalista ninguna persona, y ningún grupo puede iniciar el uso de la fuerza contra otros, sin incurrir en delito. Aquellos empresaurios mercantilistas que hacen o compran negocios protegidos por el estado, y más si son monopólicos, lo que hacen es iniciar el uso de la fuerza para impedir la competencia e impedir que los consumidores tengan opciones. No puede ser llamado capitalista una persona sólo porque tiene millones de dólares, o sólo porque tiene uno o muchos negocios exitosos al amparo de la fuerza.
¿Por qué haría algo así el viejo tirano?
Quizás porque él sí cree que el capitalismo es lo mismo que el mercantilismo. Quizás porque así ayuda a perpetuar la idea, equivocada, de que capitalismo y mercantilismo son la misma cosa. Quizás porque está preparando el terreno para el futuro de las telecomunicaciones en Cuba. Quizás porque entre bomberos no se pisan las mangueras. Quizás porque aveces le pega la chochera.

28
Oct 09

¡Hoy, Morality of Capitalism, por Craig Biddle!

Con respecto a la moralidad del capitalismo, Craig Biddle explicará que la moralidad no es el producto de la revelación divina, ni de convenciones sociales, o de opiniones personales; más bien es un requerimiento de la vida humana y de la felicidad. Biddle mostrará cómo es que una verdadera moral se deriva lógicamente de hechos observables, y muestra qué es lo que en esencia demanda una moral así, y por qué es que esta es la consecuencia del interés personal. Esta conferencia se celebrará hoy, a las 6:00 p.m. en el Auditorium Milton Friedman de la Universidad Francisco Marroquín. La entrada es gratuita.

El lunes y martes participé en un seminario, impartido por él, acerca de la naturaleza y el origen de los derechos; y el martes estuvimos paseando por La Antigua. Craig es un expositor extraordinario y su lógica es impecable. El es editor de The Objective Standard y de la bitácora Principles in Practice.


07
Abr 09

Dos entrevistas sobre el capitalismo

La Ayn Rand Institute Conference for Students, en la Universidad Francisco Marroquín, se celebró el domingo 5 de abril en aquella casa de estudios.  La misma fue dirigida por los doctores John Lewis y Eric Daniels.
“En nombre de lo mejor que hay en tí, no sacrifiques este mundo a los peores.  No permitas que perezca el héroe que llevas en tu alma, en solitaria frustración por la vida que merecías pero que nunca pudiste alcancar”, fue el lema de la invitación a la misma, extraído de La rebelión de Atlas, por Ayn Rand.  Vea aquí, una entrevista en inglés, acerca de la importancia y actualidad de esa novela.
He aquí dos entrevistas cortas que hice: una con John Lewis cuya charla fue titulada Introduction to Ayn Rand´s Ideas; y otra con Eric Daniels, cuya plática llevó ell título de Ayn Rand on Capitalism.  Lewis es Visiting Associate Professor de Ciencia Política, en la Duke University; y Daniels es Research Assistant Professor en el Clemson Institute for the Study of Capitalism.
Cuando estén disponibles las dos conferencias, las pondré aquí.


Digg!


03
Abr 09

Advertencias oportunas para una piñata

El G-20 se reunió y celebró una piñata.  Según los dirigentes de 20 países desarrollados y emergentes, un plan que inyectará $1billón a la economía mundial estimulará la misma.  Los medios dicen que es la cumbre más importante de las últimas décadas y que las medidas son atrevidas; pero…la verdad es que ni tanto.  De hecho, la receta es mas vieja que la maña de pedir fiado.  Y se basa en la creencia de que el consumo, y no la productividad es lo que mueve a las economías.
En fin…comparto con ustedes algo que Ayn Rand escribió, al respecto, allá por 1974; como si hubiera tenido la mítica bola de cristal:
“En una época como ésta, frente al colapso económico que se aproxima, los intelectuales predican ideas igualitarias. Cuando la reducción de los gastos gubernamentales es imperativa, ellos demandan más proyectos de bienestar público. Cuando la necesidad de hombres capaces para la producción es gravísima, ellos exigen más igualdad para los incompetentes. Cuando el país necesita la acumulación de capital, ellos demandan que se expolie a los ricos. Cuando el país necesita más ahorros, ellos exigen una “redistribución del ingreso”. Demandan más puestos de trabajo y menos ganancias, más puestos de trabajo y menos fábricas, más puestos de trabajo y ningún combustible, ni petróleo ni carbón, y ninguna “contaminación del medio ambiente”; pero, sobre todo, más bienes gratuitos para más consumidores, no importa lo que les ocurra a las actividades, a las fábricas o a los productores. Los resultados de su economía keynesiana están arruinando a todos los países industriales, pero rehúsan cuestionar sus supuestos básicos. Los ejemplos de la Rusia soviética, de la Alemania nazi, de la China comunista, del Chile marxista, de la Inglaterra socialista se multiplican a su alrededor, pero se niegan a ver y aprender.
Hoy, la producción es la necesidad más urgente del mundo, y la amenaza de la inanición se propaga a través del globo; los intelectuales conocen el único sistema económico que puede producir una abundancia ilimitada y que lo ha hecho, perno n o lo toman en consideración y guardan silencio acerca de él, como si nunca hubiera existido. Es casi irrelevante culparlos por su inoperancia en la tarea de liderazgo intelectual: su pequeñez es apabullante.

¿Hay alguna esperanza para el futuro de este país? Sí, la hay. A este país le queda un activo: la capacidad productiva inigualable de su gente. Si se da curso a esta capacidad, y en la medida en que se lo haga, todavía podremos tener la posibilidad de evitar un colapso. No podemos esperar alcanzar el ideal de la noche a la mañana, pero al menos debemos revelar su nombre. Debemos develar a este país el secreto que todos los intelectuales presumidos, de cualquier denominación política, que claman por la franqueza y la verdad, intentan ocultar: el nombre de ese sistema productivo milagroso es capitalismo*”.

Esta lectura le viene bien, también, a la administración chapina que está en negación.

Por cierto, el vídeo es una joya que pone en evidencia los efectos de la piñata. El eurodiputado Daniel Hannan, da una lección que complementa muy bien el texto de Rand.

* Ayn Rand. Filosofía: ¿Quién la necesita?.  Grito Sagrado Editorial, Buenos Aires, 2008. P. 184


Digg!


03
Feb 09

¡Feliz cumpleaños, Ayn Rand!

Ayn Rand nació el 2 de febrero de 1905; y su contribución a la defensa moral del capitalismo no ha sido igualada.

Sus novelas y sus argumentos han inspirado a miles y miles de personas comprometidas con la infinita dignidad de los individuos, con la libertad y con el derecho a la búsqueda de la felicidad.

En esta efemérides -a aquellos de ustedes que saben que el hombre es un ser heroico, cuyo propósito moral en la vida es su propia felicidad, para quien la realización productiva es su más noble actividad, y la razón su única guía– les recomiendo el vídeo A Sense of Life. El mismo está disponible en Take One, la tienda de vídeos de Plaza Futeca, en la zona 14.


15
Ene 09

Desencanto y superficialidad de Vielman

Desencanto, es el título de un artículo en el cual el banquero y periodista, Julio Vielman, intenta desprestigiar al capitalismo laissez-faire y al Objetivismo, mediante maniobras retóricas que involucran las ejecutorias de Alan Greenspan, expresidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos de América.
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Vielman se sirve de que Greenspan fue miembro del círculo más cercano a la filósofa Ayn Rand, y luego elabora con humo y espejos para hacer que las cosas parezcan lo que no son. Por ejemplo, el banquero asegura que el Objetivismo se identifica con el pensamiento de Adam Smith “quien 300 años antes, había postulado que los mercados deben ser libres de interferencia para funcionar eficientemente para que el interés propio conduzca al bienestar de todos”.
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Este análisis evidencia la superficialidad de Vielman. La filosofía Objetivista se distingue, sobre muchas otras, porque explica el valor del capitalismo (y del mercado, que es lo que ocurre cuando la gente puede intercambiar su propiedad en ausencia de coacción arbitraria), no en sus resultados accesorios, como sería el bienestar de todos; sino en que es moral, bueno y justo y en que es el único sistema que puede proteger efectivamente la dignidad y la vida de los individuos. Para más sobre este tema, por favor vea este vídeo. El capitalismo es individualista; en tanto que la justificación de Smith es colectivista. El capitalismo es egoísta racional, y la justificación de Smith es altruista. La explicación Objetivista y la justificación de Smith provienen de principios diametralmente opuestos e incompatibles y sólo la superficialidad puede confundirlos. Desde el punto de vista Objetivista, el capitalismo sería moral, bueno y justo, aún cuando no produjera los resultados estupendos que produce en términos de bienestar para todos.
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Así es el tono del resto del artículo de Vielman, que no me tomaría la molestia de comentar, si no fuera porque el autor de Desencanto es de esas gentes de las que se habla tanto.
Vielman cree que se apunta un home run cuando cita a Greenspan como un objetivista decidido a “ser partícipe de los esfuerzos para promover el capitalismo de los mercados libres desde adentro”; y cuando asegura que Greenspan “empujó a ajenos para desmantelar el sistema regulatorio financiero montado desde la Gran Depresión”. Vielman quiere que creamos que Greenspan era un capitalista desregulador. Pero luego, el autor de Desencanto se resbala porque muestra a Greenspan, como era en realidad. Vielman escribe que Greenspan promovía tasas de interés bajas. ¡Y hasta las piedras saben que ni el Objetivismo, ni el capitalismo laissez faire aprueban la promoción de tasas desde un ente regulador! En una economía libre, capitalista, las tasas -que son precios- son el resultado de las millones de transacciones de los actores en el mercado; no de la voluntad el ente regulador, ni el Presidente del ente regulador, a menos que las imponga por la fuerza mediante el uso de su capacidad de regulación. En una economía mercantilista, o socialista, ¡para eso está el regulador; para poner y sugerir precios y para corregir lo que le parece que está mal, aunque distorsione el mercado.
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Greenspan no es un abanderado del capitalismo, ni del Objetivismo; es un portaestandarte del mercantilismo y del mainstream. Servía a los banqueros como Vielman; y más aún, a aquellos que hacen negocios cuando pueden, y si es al amparo del proteccionismo y de los marcos regulatorios, mejor. Los banqueros que Vielman señala en Desencanto, son los que les daban préstamos a los clientes que sólo calificaban porque Greenspan había bajado artificialmente las tasas de interés; y los que generaban inversiones de papel en respuesta a los incentivos que creaban las condiciones fabricadas por la Fed. Vielman es banquero y conoce la importancia que los incentivos tienen en la toma de decisiones. Nada de lo humano debería serle ajeno.
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Vielman afirma que el interés propio puede ser inmoral, y lo dice como que si hubiera descubierto el plutonio, o el agua azucarada. ¡Por supuesto que el interés propio puede ser inmoral, o moral! ¿Quién, entre los objetivistas y los capitalistas laissez faire, ha dicho que el interés propio no puede ser inmoral? De hecho, la inmoralidad, o moralidad del interés propio –o del interés más caritativo– depende de si para su consecución se violan derechos ajenos, o no. Depende de si para su consecución se acude al fraude, o no. Eso no es nuevo; pero nuestro seducido por la superficialidad tendría que ser un poco humilde para darse cuenta de que está pontificando desde sus prejuicios. Y para eso es que los objetivistas y los capitalistas cuentan con la ley; para castigar a los delincuentes y a los que cometen fraudes.
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Greenspan no es un “desregulador par excellence” como afirma Vielman. Fue objetivista en su juventud, creyó estar equivocado, ejerció su derecho a cambiar de opinión, y en su edad madura, cuando llegó al poder, se dedicó a subir y a bajar tasas desde la presidencia de unos de los entes reguladores más poderosos y fabulosos del mundo. Reality bites; y por eso no es extraño que al final de sus días esté convencido de que hay que regular. Lo que sí es extraño, es que un banquero de la talla de don Julio Vielman haya tratado este tema con tanta ligereza.
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Este comentario fue publicado en El Periódico, el 18 de enero de 2009.

08
Ene 09

El mercantilismo, ¿rescatará al porno también?

¡Claro!, si hay para rescatar bancos y para rescatar a la industria del automovilismo, ¿por qué no va a haber para sacar de aprietos a la pornografía?

La gigantesca industria del porno asoma la cabeza por la puerta que han dejado abierta las recientes ayudas públicas a sectores como el bancario, el inmobiliario o el automovilístico. Larry Flynt, el editor de Hustler, y Joe Francis, responsable de Girls Gone Wild, le pidieron al Congreso estadounidense 5.000 millones de dólares para que saque a su industria de la crisis por la que atraviesa. Aunque más de 75 millones de estadounidenses visitan sitios Web porno, las ventas de DVD porno bajaron 22% el año pasado. Como no soy mojigato, no cuestiono el rescate del porno qua porno; sino que cuestiono el rescate per se.

A mí me cae en gracia porque de esto se trata el mercantilismo: de obtener favores del estado; y por eso no debe confundirse con el capitalismo o laissez faire, que se trata de eliminar los privilegios y de proteger la igualdad de todos ante la ley. Por eso es que el mercantilismo se parece al socialismo, en su carácter redistributivo.