05
Nov 25

Dos manzanas e islam

 

Los neoyorkinos eligieron como alcalde a Zohran Mamdani, un islamista, comunista, recién naturalizado en los Estados Unidos de América. Su menú de ofertas electorales incluye congelamiento de alquileres, y guarderías y transporte pagados por los tributarios. Su lado socialista es preocupante; pero su lado islámico es alarmante porque los radicales musulmanes ya están reclamando la Gran Manzana para su causa colectivista, místicista y de odio. ¿Mamdani será el Sadiq Khan de Londrestán, en Yorkistán?

Si cayó Constantinopla, ¿cayó Nueva York? La ilustración es de Imagine.

Por cierto que esta no es la primera vez en la historia que los musulmanes se hacen con una gran manzana. Durante siglos, Constantinopla (la actual Estambul) fue conocida entre los otomanos, como la Manzana Roja (Kızıl Elma en turco). Esta expresión representaba un objeto de deseo supremo, una fruta tentadora y accesible solo para los más audaces, simbolizando la ambición de conquistar la ciudad, vista como el premio definitivo en la expansión islámica.

Esta metáfora tiene raíces en leyendas y proverbios turcos, donde se dice que una manzana roja despierta la tentación. Para los sultanes otomanos, como Mehmed II, Constantinopla era precisamente esa manzana roja: un bastión cristiano impenetrable que había resistido múltiples asedios musulmanes desde el siglo VII, pero que finalmente cayó en 1453, lo que marcó el fin del Imperio Bizantino y el auge del Imperio Otomano. La conquista no solo fue un triunfo militar y religioso, sino la realización de un mito profético en la tradición otomana, donde la ciudad era comparada con una fruta prohibida y deseada.

Y, pues bien, ya sabes que Nueva York es conocida como la Gran Manzana. Este apodo evoca su imagen de oportunidad, energía y tentación. El término surgió en el mundo de las carreras de caballos durante la era de la Prohibición y el jazz. En 1921, el periodista deportivo John J. Fitz Gerald escuchó la expresión de mozos de cuadra negros en el hipódromo de Nueva Orleans. Estos la usaban para referirse a Nueva York como el destino supremo que ofrecía los premios más jugosos, comparables a una manzana grande y roja que simbolizaba ganancias y éxitos. El mote se filtró en la escena del jazz de Harlem, donde Nueva York era el epicentro mundial de la música y La ciudad que nunca duerte era la Gran Manzana por sus clubes legendarios.

Así las cosas, Nueva York consiguió llegar al siglo XXI como la Gran Manzana de occidente. Ayn Rand vio en NYC un símbolo supremo del logro humano, la racionalidad y el capitalismo. La ciudad representó, para ella, la concreción de la mente del hombre en acción, un monumento al individualismo y la innovación. La ciudad aparece prominentemente en El manantial y en La rebelión de Atlas, donde la describe con admiración poética, y en declaraciones personales, entrevistas y notas biográficas. La filósofa anticipó que cuando se apagara Nueva York se apagaría la civilización bajo el peso del colectivismo y el misticismo.

Porque tu ya sabes: las culturas no son iguales. La mala filosofía, el relativismo cultural, el remplazo poblacional, la empatía suicida y la demagogia se aparearon para erradicar aquella realidad obvia y la Gran Manzana fue entregada a odiadores de mujeres, odiadores de judíos, odiadores de cristianos y odiadores de la civilización occidental. ¿Cómo explicas que 84% de las mujeres de entre 18 y 29 años de edad votaron por el candidato islámico? ¿Cómo explicas que los neoyorquinos votaron por el candidato islámico sólo 24 años despuíes del 11/9? ¿Qué rol jugaron los lobotimizados en las universidades gringas? ¿Cómo explicas que 33% de judíos votaron por el candidato islámico?

En esta entrega voluntaria, ¿Nueva York perderá su brillo? ¿Se extinguirá la luz de la libertad que iluminaba al mundo a pesar de la necedad woke de sus habitantes?


02
Sep 25

Día de “La rebelión de Atlas”

 

Hace 79 años, en un día como hoy, 2 de septiembre, la filósofa y novelista Ayn Rand empezó a escribir La rebelión de Atlas y por eso es que hoy celebramos el Día de La rebelión de Atlas; además a lo largo de la obra esa fecha aparece en varias ocasiones.

Texto de mi ejemplar de Atlas Shrugged.

En el mes de mi cumpleaños y en que recordamos (y no estoy seguro de si celebrar) la desvinculación de Guatemala como parte de las Españas, es chulo recordar que en la novela, Guatemala es mencionada dos veces:

[Cuffy Meigs]…vendía rieles a Guatemala o a compañías tranviarias de Canadá, cables a fabricantes de fonógrafos y durmientes como combustible para hoteles de centros turísticos, dice en el capítulo V de la tercera parte de la novela. Meigs, por cierto, es un saqueador que medra en la crisis, al amparo de los políticos…¿te parece familiar?

Coincidentemente, ese capítulo comienza con: La mañana del 2 de septiembre un alambre de cobre se rompió entre dos postes de teléfono, junto a la línea de la vía del Pacífico, de Taggart Transcontinental.  ¿Viste? El 2 de septiembre y Guatemala en el mismo capítulo.

La República popular de Guatemala -escribían los periódicos del 26 de enero- rechaza el pedido de los Estados Unidos de mil toneladas de acero. dice en el capítulo VIII d la segunda parte de la novela.  Este capítulo aborda el enfrentamiento entre la fuerza bruta y el intelecto; y el hecho de que los humanos necesitamos de libertad política para sobrevivir.

Aquella novela célebre fue publicada en 1957. ¿Qué pasó en la historia de Guatemala entre 1946 y 1957 que pudiera llamar la atención de la filósofa a tal punto de que incluyera a este país, ¡dos veces!, en su novela monumental? Luego del período revolucionario que es cooptado por el socialismo, e incluso por políticos e ideólogos marxista-leninistas, en 1954 —y con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos de América— los guatemaltecos llevan a cabo La liberación contra un gobierno cada vez más radicalizado hacia el socialismo. Guatemala tuvo que estar en las noticias con bastante frecuencia, sobre todo a partir de 1949 cuando el régimen revolucionario empieza a deteriorarse gravemente luego del asesinato del candidato opositor, Francisco Javier Arana, mientras el candidato oficial, Jacobo Árbenz, observaba el operativo con binoculares.

Independientemente de cualquiera otra causa —y quizás la respuesta se halle, o no, en la correspondencia y archivos de Rand— la lucha de los guatemaltecos por su libertad, contra el colectivismo y el potencial totalitarismo podría haber llamado la atención de la autora.

En última instancia, La rebelión de Atlas nos recuerda que la libertad no es un lujo, sino el motor de la supervivencia humana; y Guatemala, con su propia rebelión contra el yugo colectivista, encarna esa lección eterna.


02
Feb 25

¡Felíz Día de Ayn Rand!

 

Cada dos de febrero se celebra el Día de Ayn Rand  o Día del egoísmo porque hoy sería el cumpleaños de aquella filósofa, que es mi filósofa favorita.

El ejemplar de Atlas Shrugged que me regaló mi abuela.

De acuerdo con la tradición esta conmemoración se celebra comprando algo que te da placer y alegría, o haciendo algo que disfrutas y que te pone contento. Aprovecha este día para desafiar cualquier premisa basada en el deber, para reafirmar el amor por tus valores y para honrar el principio de que la alegría de vivir es un fin en sí mismo.

En The Objective Standard, el amigo Craig Biddle publicó un artículo cuyo resumen no me resisto a compartir y te advierto que es de carácter satírico. Por supuesto que te invito a leerlo completo aquí

Introducción a la premisa satírica
Craig Biddle abre su artículo con una aparente crítica a la filosofía de Ayn Rand, pero pronto queda claro que su enfoque es satírico. Sugiere que el problema con el objetivismo de Rand es que es demasiado consistente, demasiado basado en la realidad y demasiado lógico, lo que dificulta su aceptación por parte de quienes prefieren el relativismo o el emocionalismo.

En tono satírico, Craig aborda varios supuestos problemas: el de que la existencia existe, idea que perturba a los posmodernistas; el compromiso de Rand con la razón, que incomoda a los que dependen de la fe, los sentimientos o del consenso colectivo para justificar sus creencias; el del individualismo que es problemática para los colectivistas; el supuesto problema del egoísmo racional vs.el altruismo, que perjudica a los que se benefician de la ética basada en la culpa, como los religiosos y los políticos colectivistas; el del capitalismo y libre mercado que es inaceptable para los intervencionistas, estatistas y otros redistribucionistas; el de la incomodidad de la moral objetiva que es problemático para los que quieren difuminar la línea entre el bien y el mal; y la lógica impecable de Randque es incómodo para los que evaden la responsabilidad, o argumentan de mala fe.

El verdadero problema con la filosofía de Rand
En el párrafo final, Biddle abandona el tono satírico y deja claro que el verdadero problema de la filosofía de Ayn Rand es que es demasiado racional, demasiado basada en la realidad y demasiado consistente para quienes rechazan la lógica y el individualismo. En lugar de ser defectuoso, el objetivismo representa una amenaza para quienes desean evadir sus verdades. Cierra su artículo alentando a los lectores a explorar más a fondo las ideas de Rand, ya que ofrecen un sistema de pensamiento convincente e integrado.

Biddle utiliza la ironía para resaltar por qué el objetivismo suele ser resistido por quienes prefieren el subjetivismo, el colectivismo o la irracionalidad.


02
Sep 24

En el Día de la rebelión de Atlas

 

Hoy es el Día de La rebelión de Atlas porque el 2 de septiembre de 1946 la filósofa y novelista Ayn Rand empezó a escribir aquella novela de importancia literaria y filosófica; además, a lo largo de aquella novela esta fecha aparece en varias ocasiones.

Menciones del 2 de septiembre en La rebelión de Atlas.

En septiembre los chapines también celebramos la libertad en el contexto de la desvinculación de Guatemala -y de Centroamérica- como parte de la monarquía hispánica, y en este mes celebro mi cumpleaños.  Entonces aprovecho para recordar que, en la novela, Guatemala es mencionada dos veces y a celebrar una filosofía para vivir en la tierra y para buscar la felicidad:

  • [Cuffy Meigs]…vendía rieles a Guatemala o a compañías tranviarias de Canadá, cables a fabricantes de fonógrafos y durmientes como combustible para hoteles de centros turísticos, dice en el capítulo V de la tercera parte de la novela. Meigs, por cierto, es un saqueador que medra en la crisis, al amparo de los políticos…¿te parece familiar?

Coincidentemente, ese capitulo comienza con: La mañana del 2 de septiembre un alambre de cobre se rompió entre dos postes de teléfono, junto a la línea de la vía del Pacífico, de Taggart Transcontinental.  ¿Viste? El 2 de septiembre y Guatemala en el mismo capítulo.

  • La República popular de Guatemala -escribían los periódicos del 26 de enero- rechaza el pedido de los Estados Unidos de mil toneladas de acero. dice en el capítulo VIII d la segunda parte de la novela.  Este capítulo aborda el enfrentamiento entre la fuerza bruta y el intelecto; y el hecho de que los humanos necesitamos de libertad política para sobrevivir.

Aquella novela célebre fue publicada en 1957. ¿Qué pasó en la historia de Guatemala entre 1946 y 1957 que pudiera llamar la atención de la filósofa a tal punto de que incluyera a a este país, ¡dos veces!, en su novela monumental?  Luego del período revolucionario que es cooptado por el socialismo, e incluso  por políticos e ideólogos marxista-leninistas, en 1954 -y con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos de América- los guatemaltecos llevan a cabo La Liberación contra un gobierno cada vez más radicalizado hacia el socialismo.  Guatemala tuvo que estar en las noticias con bastante frecuencia, sobre todo a partir de 1949 cuando el régimen revolucionario empieza a deteriorarse gravemente luego del asesinato del candidato opositor.

Independientemente de cualquiera otra causa -y quizás la respuesta se halle, o no en la correspondencia y archivos de Rand- la lucha de los guatemaltecos por su libertad, contra el colectivismo y el potencial totalitarismo podría haber llamado la atención de la autora.


22
May 24

Egoísmo y virtud

 

De Ayn Rand, la Wikipedia dice que fue filósofa y escritora. Si aquella fuente te parece muy pedestre para tus estándares, ¿qué tal la Stanford Encyclopedia of Philosophy?  Esa fuente de una universidad Ivy League dice que fue una novelista-filósofa que esbozó una filosofía integral, que incluía una epistemología y una teoría del arte en sus novelas y ensayos.

De hecho, la filosofía Objetivista, de Ayn Rand, se ocupa de la metafísica (que es el estudio de la existencia como tal y es la base de la filosofía), de la epistemología (que es la teoría del conocimiento y estudia los métodos de cognición de las personas), de la ética (que se ocupa del bien y del mal y de cómo deberíamos tratarnos entre las personas), de la política (que trata de los principios de un sistema social apropiado) y de la estética (que aborda las necesidades de nuestras conciencias).  ¡Todas ellas ramas de la filosofía! En su obra, Filosofía: ¿quién la necesita? Rand explica que necesitamos de aquella disciplina académica para manejarnos con los problemas concretos, particulares, de la vida real, es decir, para poder vivir en la tierra.

Filosofía: ¿quién la necesita?, por Ayn Rand.

En materia de ética Rand tiene un libro que se titula The Virtue of Selfishness, traducido como La virtud del egoísmo, y por eso algunas personas creen que Rand dice que el egoísmo es una virtud.  Pero eso es un error y te cuento por qué.

El primero paso es avanzar más allá del título y leer el primer párrafo de la Introducción donde la autora explica hay personas que le preguntan por qué es que usa la palabra egoísmo para describir virtudes de carácter; pero Rand no dice que el egoísmo es una virtud. 

Un lector más acucioso querrá enterarse mejor y avanzar al sexto párrafo de la Introducción para hallarse con que el significado exacto de la palabra egoísmo es la preocupación por los intereses personales. Y Rand explica que ese concepto no incluye una calificación moral porque no nos dice si la preocupación sobre lo que a uno le interesa es buena, o mala; ni que es lo que constituye los intereses reales de las personas. 

Hasta aquí no hay modo de que alguien pueda concluir, por ejemplo, que Ayn Rand acuñara la triste afirmación de que el egoísmo es una virtud.

Lo que sí dice la autora, si el lector quiere enterarse, es que la moralidad (el campo de las virtudes) no es una competencia de caprichos; y que como no podemos sobrevivir por medios arbitrarios tenemos que descubrir y practicar los principios que requiere no sólo nuestra supervivencia, sino nuestro florecimiento. De ahí que necesitemos una moralidad de interés racional, o de egoísmo racional.

Nada, hasta aquí, apunta a que -según Rand- el egoísmo sea una virtud.

La virtud del egoísmo, por Ayn Rand.

¿Por qué es necesario hacer este ejercicio de ir a un texto de Ayn Rand para entender a Ayn Rand? Porque, como explican Mortimer J. Adler y Charles van Doren en el clásico How to Read A Book, the Classic Guide to Intelligent Reading, el primer paso necesario para la lectura analítica es llegar a un acuerdo con el autor.  Adler y van Doren recomiendan identificar las palabras importantes de un libro y descubrir cómo es que las está usando el autor.  Hay que determinar el significado de esas palabras con precisión tal y como las usa el autor. 

¿Ves? No se vale criticar a un autor por lo que no dice, ni por lo que quieres creer que dice.

How to Read a Book, por Mortimer J. Adler y Charles van Doren.

De modo que sigamos con textos de la filósofa que nos ocupa. En La ética objetivista (un capítulo de La virtud del egoísmo) Ayn Rand explica que los valores son todo aquello que queremos conseguir, o conservar; en tanto que las virtudes son acciones necesarias para conseguir, o conservar valores morales (porque no todos los valores son morales. Tu computadora es un valor, pero no es un valor moral). 

Y aquí viene el pollo del arroz con pollo. En aquel texto, Ayn Rand ofrece una lista de tres valores cardinales: razón, propósito y autoestima, a las cuales les corresponden tres virtudes cardinales: racionalidad, productividad y orgullo. Y no veo al egoísmo mencionado aquí…por ningún lado.

La filósofa hace una lista de virtudes derivadas de la racionalidad que ella considera importante explicar expresamente: independencia, integridad, honestidad, productividad, y justicia.  Ponle atención a justicia porque nos ocuparemos de ella en unos párrafos; y, mientras tanto, ¿leíste egoísmo en esa lista de virtudes? ¿No? Yo tampoco.  Porque Rand no considera que el egoísmo sea una virtud.

Warren Orbaugh, arquitecto y filosofo guatemalteco, estudioso de la filosofía Objetivista (la de Ayn Rand), escribió una obra titulada Objetivismo: la filosofía benevolente e hizo una lista de virtudes Objetivistas adicionales a las mencionadas arriba: creatividad, laboriosidad, ambición, determinación, benevolencia, perseverancia, responsabilidad, honradez, sinceridad, prudencia, limpieza y fortalecimiento.  ¿Viste que el egoísmo no está en esta lista, tampoco? ¿Sabes qué otra virtud si menciona Orbaugh? La justicia, y no le quites el ojo a esta virtud.

Objetivismo: la filosofía benevolente, por Warren Orbaugh.

Entonces, ¿qué quiere decir la filósofa con la virtud del egoísmo? Pues que la virtud propia de la necesaria facultad de velar, uno por sus propios intereses es la racionalidad.  De ahí la frase egoísmo racional, que se opone al egoísmo irracional, infantil, y caprichoso de aquel que piensa que todo es para él, que puede sacrificar a otros en su propio beneficio, o que puede vivir arbitrariamente. Si el libro se hubiera llamado The Proper Virtue of Selfishness, o La virtud adecuada del egoísmo, quizá habría menos personas confundidas; empero, supongo que un título breve es mejor que uno largo, y que uno, cuando escribe, espera algún esfuerzo intelectual mínimo por parte de los lectores.

¿A qué viene todo esto?

Estas meditaciones vienen a cuento porque Carol Zardetto, escritora guatemalteca notable escribió en X que Ayn Rand, es una pseudofilósofa que acuñó la triste afirmación de que el egoísmo es una virtud. Y ya vimos que ni una cosa, ni la otra, si confiamos en la Wikipedia y en la Stanford Encyclopedia of Philosophy y si hacemos el mínimo esfuerzo intelectual de leer a Rand directamente.

Aquello nos lleva al X de la distinguida escritora que añade: Su pensamiento [el de Rand] es asidero de los narcisistas y de los que creen que la libertad puede existir sin la justicia. Además, la dilecta escritora afirmó que aquellos conceptos están a lo largo de la obra de Rand y que no es difícil hallarlos si uno la lee.

Me animé a escribir estas líneas por invitación de Benjamín Alvarado -un lector de la escritora citada- que publicó en X lo siguiente: Responda porfa Luisfi, no se comporte como Netcentero que solo tira la piedra y esconde la mano…Espero su respuesta porque se ve que lo dejaron en jaque.

Eso sí, le comenté al lector que en realidad no respondo bajo presión; y prefiero almorzar antes que ocuparme de cosas así. Ya que la conversación me agarró a la hora del almuerzo. 

Ahora exploremos la justicia

En La virtud del egoísmo, Rand menciona expresamente a la justicia entre las virtudes; y en Objetivismo: la filosofía benevolente, Orbaugh menciona a la justicia entre las virtudes.  Si llegamos a acuerdos con los autores, ¿es apropiado decir que ellos consideran que la justicia es una virtud? Yo digo que sí; y me parece clarísimo.

En el célebre discurso de John Galt, en La rebelión de Atlas, que es una novela filosófica de Rand, el héroe dice que la justicia es el reconocimiento del hecho de que no se puede falsear el carácter de los hombres como no se puede falsear el carácter de la naturaleza, que se debe juzgar a todos los hombres tan concienzudamente como se juzgan los objetos inanimados, con el mismo respeto por la verdad, con la misma visión incorruptible, mediante un proceso de identificación tan puro y racional que cada hombre debe ser juzgado por lo que es y tratado en consecuencia.

En su libro Introduction to Objectivist Epistemology, la filósofa explica que el “juicio objetivo” es una de las categorías más amplias a las que pertenece el concepto de “justicia”. ¿Qué distingue a la “justicia” de otras instancias de juicio objetivo? Cuando uno evalúa la naturaleza o las acciones de objetos inanimados, el criterio de juicio está determinado por el propósito particular para el cual los evalúa. Pero ¿cómo se determina un criterio para evaluar el carácter y las acciones de los hombres, en vista del hecho de que los hombres poseen la facultad de volición? ¿Qué ciencia puede proporcionar un criterio objetivo de evaluación con respecto a cuestiones volitivas? La Ética. Ahora bien, ¿necesito un concepto para designar el acto de juzgar el carácter y/o las acciones de un hombre exclusivamente sobre la base de todas las pruebas fácticas disponibles, y de evaluarlo mediante un criterio moral objetivo? Sí. Ese concepto es “justicia”.

Por si no quedó claro, Warren Orbaugh la explica así: Justicia es la racionalidad en la evaluación y trato de otros individuos. Es una necesidad práctica para la vida humana.  La justicia es la muestra de la honestidad y de la racionalidad y por lo tanto exige objetividad al tratar a otros como se merecen.  Es un medio vital para proteger y promover los valores de uno.

Semejante virtud, ¿cómo podría estar divorciada de la libertad que es la ausencia de coacción arbitraria?

Habiendo practicado las recomendaciones de Adler y van Doren, en How to Read a Book, no cabe afirmar que el pensamiento de Ayn Rand es asidero…de los que creen que la libertad puede existir sin la justicia.

Por supuesto que alguien podría tener una definición distinta de justicia; y en el espíritu de Adler y van Doren sería genial que la compartiera; para salir a su encuentro y no perdernos en el camino de entender a Rand.

La falacia del hombre de paja

Friedrich A. Hayek, en Los fundamentos de la libertad explicó que todas las teorías políticas dan por sentado que la mayoría de los individuos son muy ignorantes. Aquellos que propugnan la libertad difieren del resto en que se incluyen a sí mismos entre los ignorantes e incluyen también a los más sabios. El conocimiento que el individuo más ignorante puede deliberadamente utilizar y el que usa el hombre más sabio, comparados con la totalidad del conocimiento que constantemente se utiliza en la evolución de la civilización dinámica, son insignificantes. Y es cierto, todos somos ignorantes en algo y en mucho.  Por lo tanto, nadie está obligado a tener conocimiento de la filosofía Objetivista, que es la de Ayn Rand.

Lo que no se vale…y esto se aplica a cualquier filosofía (o texto) es criticarla sin haberla leído, repetir consignas sin fundamento, ningunear a la autora (y esto se aplica a cualquier autor) para predisponer a la clientela; ni se vale fabricar un hombre de paja para no tener que entrarle al hueso de lo que se quiere criticar.

https://newmedia.ufm.edu/coleccion/centro-de-estudio-del-capitalismo-analisis-sobre-el-libro-la-virtud-del-egoismo/analisis-del-libro-la-virtud-del-egoismo-sesion-1/

La falacia del hombre de paja consiste en fabricar una imagen débil del oponente, que no necesariamente refleje sus argumentos para luego atacar y desprestigiar esa imagen, haciendo creer a los demás que ese en realidad es el oponente.

¿Viste? Es un hombre de paja decir que Ayn Rand es una pseudofilósofa (en X), cuando la enciclopedia de filosofía de la Standford University (y otras instancias) la describen como filósofa.  Es un hombre de paja decir que Rand dice que el egoísmo es una virtud, cuando no dijo tal cosa. Es un hombre de paja decir que la autora da pie a suponer que la libertad y la justicia son incompatibles.


02
Feb 24

¡Guinness para celebrar el Día de Ayn Rand!

El día de hoy es para celebrar: el dos de febrero se celebra el Día de Ayn Rand  o Día del egoísmo porque hoy sería el cumpleaños de aquella filósofa.

De acuerdo con la tradición este día se celebra comprando algo que te da placer y alegría, o haciendo algo que disfrutas y que te pone contento. Aprovecha este día para desafiar cualquier premisa basada en el deber, para reafirmar el amor por tus valores y para honrar el principio de que la alegría de vivir es un fin en sí mismo.

Yours Truly y ¡Salud, por Ayn Rand y sus ideas! Foto por Raúl Contreras.

Como en otros años te comparto algo que escribió mi cuate Craig Biddle, en The Objective Standardexplica que Rand defendía lo que ella llamaba egoísmo racional: la idea de que uno siempre debe actuar de una manera racionalmente interesada, perseguir siempre los valores que le sirven a la vida por medio del mejor juicio, siempre considerar las consecuencias a largo plazo de sus acciones y nunca cometer un sacrificio (“la rendición es un valor mayor por el bien de uno menor”).

Sostener este principio, explicó, es ser moral; de ahí la virtud del egoísmo. Rand vio esta idea como la clave de la felicidad personal y como la base moral de una sociedad libre. Y ella tenía razón. Si desea vivir su vida plenamente y alcanzar la mayor felicidad posible, debe actuar de una manera racionalmente interesada como un principio inquebrantable. Debe elegir objetivos, actividades y relaciones que sirvan para la vida, y debe buscarlos de manera racional y ambiciosa a lo largo de sus días y años. Hacer lo contrario es vivir menos plenamente, menos felizmente de lo que puedes vivir.

El Día de Ayn Rand [o Día del egoísmo] es para que recordemos que el placer es una necesidad real, una exigencia psicológica de una consciencia volitiva. Para el hombre, la motivación, la energía y el entusiasmo no son algo que podamos dar por hecho; la depresión patológica no sólo es posible, sino que está creciendo de forma alarmante en nuestra cultura, una cultura que predica el deber y la auto-denigración. La alternativa no es una diversión superficial de corto plazo, sino un placer real, profundo y auto-gratificante. En el Día de Ayn Rand, si haces algo que normalmente considerarías “divertido” o “entretenido”, hazlo bajo una premisa diferente y con un significado más profundo: aceptando el hecho que necesitas placer, que te lo mereces, y que el propósito y la justificación de tu existencia es conseguir lo que quieres – lo que realmente quieres – con plena consciencia y dedicación.

En “El Manantial”, Peter Keating llega a darse cuenta de esto:

“Katie, yo quería casarme contigo. Era la única cosa que realmente quería. Y ese es el pecado que no puede ser perdonado: que no hice lo que quería. La sensación que tengo es tan sucia, tan inútil y monstruosa, como lo que uno siente sobre la locura, porque no tiene ningún sentido ni dignidad, es sólo dolor, y dolor en vano. . . . Katie, ¿por qué siempre nos enseñan que es fácil y malo hacer lo que queremos, y que necesitamos disciplina para refrenarnos? Es la cosa más difícil del mundo, hacer lo que queremos. Y se necesita el mayor tipo de valor. Quiero decir, lo que realmente queremos. Como el que yo quisiera casarme contigo. No el que quiera acostarme con cualquier mujer, o emborracharme, o que mi nombre aparezca en los periódicos. Esas cosas… no son ni siquiera deseos… son cosas que la gente hace para escapar de los deseos, porque es una responsabilidad tan grande, el realmente querer algo”. [pp. 599-600]

¿Un almuerzo festivo? ¡Enrolladas con mole de chunto!

Para celebrar, en camino a casa pasé a por un par de cervezas Guinness y en casa el almuerzo fueron enrolladas con mole de chunto. No seas un Peter Keating de esos que abundan.  Desafía cualquier premisa basada en el deber, y reafirma el amor por tus valores para honrar el principio de que ¡la alegría de vivir es un fin en sí misma!

El texto en itálicas es por Harry Binswanger, publicado en HBL en el aniversario del nacimiento de Ayn Rand; y lo tomé de objetivismo.org.


02
Sep 23

¡2 de septiembre, Día de “La rebelión de Atlas”!

 

El 2 de septiembre de 1946 la filósofa y novelista Ayn Rand empezó a escribir La rebelión de Atlas y por eso es que hoy celebramos el Día de La rebelión de Atlas; además a lo largo de aquella novela esa fecha aparece en varias ocasiones.

The Ayn Rand medal, por Sandra J. Shaw.

En septiembre también celebramos la desvinculación de Guatemala -y de Centroamérica- como parte de las Españas, y en este mes celebro mi cumpleaños.  Entonces aprovecho para recordar que, en la novela, Guatemala es mencionada dos veces:

  • [Cuffy Meigs]…vendía rieles a Guatemala o a compañías tranviarias de Canadá, cables a fabricantes de fonógrafos y durmientes como combustible para hoteles de centros turísticos, dice en el capítulo V de la tercera parte de la novela. Meigs, por cierto, es un saqueador que medra en la crisis, al amparo de los políticos…¿te parece familiar?

Coincidentemente, ese capitulo comienza con: La mañana del 2 de septiembre un alambre de cobre se rompió entre dos postes de teléfono, junto a la línea de la vía del Pacífico, de Taggart Transcontinental.  ¿Viste? El 2 de septiembre y Guatemala en el mismo capítulo.

  • La República popular de Guatemala -escribían los periódicos del 26 de enero- rechaza el pedido de los Estados Unidos de mil toneladas de acero. dice en el capítulo VIII d la segunda parte de la novela.  Este capítulo aborda el enfrentamiento entre la fuerza bruta y el intelecto; y el hecho de que los humanos necesitamos de libertad política para sobrevivir.

Aquella novela célebre fue publicada en 1957. ¿Qué pasó en la historia de Guatemala entre 1946 y 1957 que pudiera llamar la atención de la filósofa a tal punto de que incluyera a a este país, ¡dos veces!, en su novela monumental?  Luego del período revolucionario que es cooptado por el socialismo, e incluso  por políticos e ideólogos marxista-leninistas, en 1954 -y con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos de América- los guatemaltecos llevan a cabo La Liberación contra un gobierno cada vez más radicalizado hacia el socialismo.  Guatemala tuvo que estar en las noticias con bastante frecuencia, sobre todo a partir de 1949 cuando el régimen revolucionario empieza a deteriorarse gravemente luego del asesinato del candidato opositor.

Independientemente de cualquiera otra causa -y quizás la respuesta se halle, o no en la correspondencia y archivos de Rand- la lucha de los guatemaltecos por su libertad, contra el colectivismo y el potencial totalitarismo podría haber llamado la atención de la autora.


25
Ene 23

“Los que vivimos”…un obsequio “vintage”

 

Los que vivimos es la historia de Kira Argunova. Se desarrolla en 1920 alrededor de la familia de Kira y su lucha por sobrevivir a los cambios sociales e ideológicos a principios de la revolución bolchevique y de la Unión Soviética.   La película está basada en la novela homónima por Ayn Rand y la semana pasada recibí un bellísima versión en VHS, de 1988, gracias a la generosidad de Lucy A. de Ríos.

La peli, de 1942, fue dirigida por Goffredo Alessandrini y producida por Massimo Ferrara-Santa María.  Este último fue acusado por el régimen fascista, de Benito Mussolini, de haber hecho -intencionalmente- una película de propaganda antitotalitaria contra aquel régimen.  En consecuencia el film fue confiscado por los fascistas y desaparecido hasta que, en 1968, fue redescubirerto por Erika y Henry Mark Holzer. Curiosamente Vittorio, hijo de Il Duce, ayudó a su producción y convenció al ministro de Cultura,  Corrado Pavloni, de autorizar la peli.  En contraste con la reacción italiana, para Joseph Goebbels, en Berlín, Los que vivimos era muy blanda con los soviéticos a quienes los cineastas alemanes describían como animales inhumanos.  El burro hablando de orejas, diría mi abuela.  La información para este párrafo la tomé de textos que acompañan los VHS.

La novela y la peli son de gran valor.  Según Warren Orbaugh, El propósito principal de las cinco novelas de Ayn Rand –IdealLos que Vivimos, Himno, El Manantial, y La Rebelión de Atlasno fue la conversión filosófica de sus lectores (aunque todas tienen un tema filosófico principal), sino que proyectar y hacer real los caracteres que son los héroes de sus libros. El deseo de hacer visible al hombre ideal fue lo que la llevó a escribir las novelas, y la necesidad de definir lo que hace posible a un hombre ideal, la llevó a formular el contenido filosófico de esas novelas.

Dicho lo anterior, Los que vivimos no sólo es una historia de amor conmovedora, sino que plantea un problema de mucha actualidad: ¿Cómo puede vivir una persona buena, íntegra e independiente en una sociedad maligna?

En 1988, cuando fue lanzada la edición que generosamente me obsequió Lucy…en recuerdo del querido Roberto Bobby Ríos, The Boston Globe publicó que We the Living viene de una época en que las películas no se avergonzaban de ser operáticas, lujuriosas y de pura sangreEs una mezcla de “Doctor Zhivago” y “A Tale of Two Cities”.  En el New York Daily, ike McGrady escribió que “We the Living” califica, en todo aspecto, como un tesoro fílmico.  En The New York City Tribune, Nels Ericson escribió que será un crímen que pocas personas vean esta película cuando sea exhibida en la sala de cine de Bleeker St. y en la Carnegie Screening Room; pero es un crimen que esta gran película haya estado escondida y olvidada por cerca de 50 años.  Variety opinó que el de We the Living debe ser considerado un redescubrimiento importante; y The  Hollywood Reporter recordó que la peli es una denuncia moral del colectivismo, según había explicado Holzer.

Leí el libro y vi la peli hace varios años, y me dan ganas de volver a por lo menos uno de ellos.

Como dato curioso que no tiene nada que ver, pero sí,  Rossano Brazzi es el actor que interpreta a Leo Kovelensky en Los que vivimos y protatonizó, en 1975 una película filmada en Guatemala, que se llama El derecho de asilo.


02
Feb 22

¡Celebremos, hoy, el Día de Ayn Rand!

 

La fecha de hoy es extraordinaria: 2/2/22, y ¿sabes qué? El dos de febrero se celebra el Día de Ayn Rand  o Día del egoísmo porque hoy sería el cumpleaños de aquella filósofa.

Este día suele celebrarse comprando algo que te da placer y alegría, o haciendo algo que disfrutas y que te pone contento. Aprovecha este día para desafiar cualquier premisa basada en el deber, para reafirmar el amor por tus valores y para honrar el principio de que la alegría de vivir es un fin en sí mismo.

Craig Biddle, en The Objective Standardexplica que Rand defendía lo que ella llamaba egoísmo racional: la idea de que uno siempre debe actuar de una manera racionalmente interesada, perseguir siempre los valores que le sirven a la vida por medio del mejor juicio, siempre considerar las consecuencias a largo plazo de sus acciones y nunca cometer un sacrificio (“la rendición es un valor mayor por el bien de uno menor”).

Sostener este principio, explicó, es ser moral; de ahí la virtud del egoísmo. Rand vio esta idea como la clave de la felicidad personal y como la base moral de una sociedad libre. Y ella tenía razón. Si desea vivir su vida plenamente y alcanzar la mayor felicidad posible, debe actuar de una manera racionalmente interesada como un principio inquebrantable. Debe elegir objetivos, actividades y relaciones que sirvan para la vida, y debe buscarlos de manera racional y ambiciosa a lo largo de sus días y años. Hacer lo contrario es vivir menos plenamente, menos felizmente de lo que puedes vivir.

El Día de Ayn Rand [o Día del egoísmo] es para que recordemos que el placer es una necesidad real, una exigencia psicológica de una consciencia volitiva. Para el hombre, la motivación, la energía y el entusiasmo no son algo que podamos dar por hecho; la depresión patológica no sólo es posible, sino que está creciendo de forma alarmante en nuestra cultura, una cultura que predica el deber y la auto-denigración. La alternativa no es una diversión superficial de corto plazo, sino un placer real, profundo y auto-gratificante. En el Día de Ayn Rand, si haces algo que normalmente considerarías “divertido” o “entretenido”, hazlo bajo una premisa diferente y con un significado más profundo: aceptando el hecho que necesitas placer, que te lo mereces, y que el propósito y la justificación de tu existencia es conseguir lo que quieres – lo que realmente quieres – con plena consciencia y dedicación.

En “El Manantial”, Peter Keating llega a darse cuenta de esto:

“Katie, yo quería casarme contigo. Era la única cosa que realmente quería. Y ese es el pecado que no puede ser perdonado: que no hice lo que quería. La sensación que tengo es tan sucia, tan inútil y monstruosa, como lo que uno siente sobre la locura, porque no tiene ningún sentido ni dignidad, es sólo dolor, y dolor en vano. . . . Katie, ¿por qué siempre nos enseñan que es fácil y malo hacer lo que queremos, y que necesitamos disciplina para refrenarnos? Es la cosa más difícil del mundo, hacer lo que queremos. Y se necesita el mayor tipo de valor. Quiero decir, lo que realmente queremos. Como el que yo quisiera casarme contigo. No el que quiera acostarme con cualquier mujer, o emborracharme, o que mi nombre aparezca en los periódicos. Esas cosas… no son ni siquiera deseos… son cosas que la gente hace para escapar de los deseos, porque es una responsabilidad tan grande, el realmente querer algo”. [pp. 599-600]

Para celebrar, más tarde iré a uno de mis lugares favoritos a echarme un par de Guinness. No seas un Peter Keating de esos que abundan.  Desafía cualquier premisa basada en el deber, y reafirma el amor por tus valores para honrar el principio de que ¡la alegría de vivir es un fin en sí misma!

Fue una, no dos; pero estuvo rico y alegre.

El texto en itálicas es por Harry Binswanger, publicado en HBL en el aniversario del nacimiento de Ayn Rand; y lo tomé de objetivismo.org.