Luisfi en el Bicentenario

 

Con ocasión de la celebración del Bicentenario de la desvinculación de Guatemala de la monarquía hispánica, popularmente conocido como Bicentenario de la Independencia, tuve el gusto de participar en tres actividades.

¿Como se vivió en Guatemala el centenario de la Independencia?, con Carlos Sabino y Lorena Castellanos, autores de La Independencia y el centenario, una mirada desde el siglo XXI. La conversación, agradable e informativa, comenzó con las preguntas: ¿Cómo era el ambiente, hoy, hace cien años en Guatemala? ¿Dónde estarían ustedes el 14 de septiembre de 1921? y ¿A cuál celebración hubieran ido el 15?

Bicentenario de Independencia, celebremos Guatemala, con Liss Ordóñez, directora del programa Seres felices integralmente.  Con Liss vivimos las fiestas como se viven cuando no se nos prohíbe celebrarlas.  Recordamos la alegría en el monumento a los próceres u Obelisco y en la Plaza de la Constitución.  Compartí fotos de aquellas experiencias.  Fue una con conversación relajada y divertida.

Tiempos interesantes, con Marta Yolanda Díaz-Durán, en Libertópolis. Con Marta Yolanda reflexionamos y nos divertimos, primero con la parte histórica de esta celebración; y luego con la parte popular y festiva de la ocasión.  ¿Por qué hay grupos de interés empecinados en que no celebremos? ¿Qué no puede uno festejar por razones personales? ¿Por qué tiene que ser por motivaciones estatistas y colectivistas?

Me encanta celebrar esta efeméride ya excusa común para la fiesta es la de celebrar a la patria; y es conmovedor ese patriotismo cándido que pasa de generación en generación, porque tu patria es donde está enterrado tu mux.  Sospecho, sin embargo, que en el fondo lo que celebramos en estos días es la vida, o la simple posibilidad de celebrar.  El hecho de que uno pueda hacerlo con quien uno elige y el hecho de que uno se puede divertir y pasarla bien; porque se vive plenamente cuando se disfruta la vida.

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