Hoy cumplo 62 añitos

 

De plácemes los esposos Figueroa Jurado.  Desde el domingo 17 del actual [1961] a las 14:45 horas en que recibieron a la cigüeña el bello presente de su primogénito. Un hermoso varón a quien nombrarán Luis Alberto, se encuentran de plácemes recibieron los parabienes de su familia y amigos los jóvenes esposos señor Luis Figueroa Chacón y señora Nora Jurado Hidalgo de Figueroa, gentil pareja a la que felicitamos,  haciendo extensiva nuestra felicitación a sus regocijados abuelitos señor Luis Figueroa O. y señora Frances Chacón de Figueroa, señor Jorge Jurado y señora Juana Hidalgo de Jurado, y deseando un mundo de maravillas para Luis Alberto.  El dichoso acontecimiento tuvo lugar en la Casa de Salud del Dr. Octavio Herrera Chavez. Así dicen las notas periodísticas que anunciaron mi nacimiento. 

No se si fui un bello presente, ja ja ja; pero sí he disfrutado de maravillas, seguramente porque siempre he estado bien acompañado…¡y nunca mejor que ahora!; y como dice la canción de Pedro Capó:

Bebí, fume, me enamore
metí la pata, metí el pie
me di dos palos, medite
me di el abrazo y el café.

MI primera foto.

Hoy les comparto los apodos que he tenido a lo largo de mi vida: El primero fue Peluchi, que me lo puso mi abuelo, Luis. En la Secundaria me decían Pingüino por mi forma particular de caminar.  Mi padre me puso varios: Beto, Lalo, y fray Junípero.  Unas amigas me dicen Gatón. Mi amigo Giancarlo me puso Luisfi, que es mi email y así me conocen en el trabajo y en redes sociales. Para los amigos y en casa somos Los Cushes

Contra algunos pronósticos he llegado a los 62 años y me alegro, lo celebro y me parece una maravilla.

Desde temprano celebrado con pastel, mañanitas y bultitos.

Los bultos, entre los mayas tienen una antigüedad que se puede evidenciar -arqueologicamente- desde finales del preclasico hasta el período virreinal. Su contenido y uso variaban, pues dependía de las ceremonias y rituales a los que estaban destinados.  En casa los obsequios de cumpleaños los ofrecemos en bultos, en alusión a aquella costumbre ancestral.  Los coreanos, por cierto, también envuelven regalos en bultos

L´haim!

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