22
Mar 13

La semana más chapina

Si me preguntas cuál es la mejor semana para visitar Guatemala, no dudo en recomendar la que empieza hoy, que es la más chapina de todas.

Entre el furor playero y los santoentierros, los chapines nos la arreglamos para hacer de esta temporada algo intenso, con algo para cada uno de los cinco sentidos…y más  A mí siempre me lleva a mi niñez en la playa, o en Panajachel.  Me recuerda los preparativos en casa de mis padres y las tradiciones en las casas de mis abuelas.  En casa, el Viernes de Dolores ¡era día de empacar!

Es temporada del bacalao a la vizcaína, miel de garbanzos, moyetes y torrejas, pan hecho en casa, encurtido, mangos en dulce, empanadas y pescado seco envuelto en huevo y con verduras.  Es tiempo de chinchivir, tiste, horchata y refrescos de jocotes marañones, tamarindo y chan.

Es la temporada estival de tardes remolonas y de noches para salir a caminar y disfrutar de las tradiciones.  Es temporada de celajes de oro y de Pastis. Es tiempo propicio para practicar el antiguo arte de people watching; y para enriquecerse con la cultura de sacar a bailar a Judas, con la de salir a ver procesiones, y con la de los diablos en la Costa Sur.  No es necesario ser religioso para disfrutar las docenas y docenas de expresiones populares que se ofrecen en todos los rincones del país.

Guate se viste de colores en esta temporada.  Ahí están las magníficas jacarandas y las buganvilias multicolores.  Ahí están los matilisguates y los paloblancos.  Todavía hay candelarias moradas y esquipulas anaranjadas. ¡Es la temporada en la que todo huele a corozo, a marañones y a incienso!

¿Cuál es mi plato favorito de este tiempo?  El bacalao.  En casa lo cortamos en cubos y lo remojmos para quitarle la sal. Luego de colarlo y secarlo lo freímos en abundante (¡abundante!) aceite de oliva, cebollas rodajadas finamente, ajos picados y salsa de tomates, con chiles guaque; a la que le añadimos tiras de morrones, aceitunas rellenas de pimientos y alcaparras sin sal. Luego lo comemos sobre arroz blanco, y remojamos pan francés de horno de leña en la salsa.  Y así, le haim, celebramos la dicha de compartir la vida con quienes amamos.

Columna publicada en El periódico.


11
Mar 13

Mis garbanzos en dulce en la Revista D

Dos fotos mías, de los garbanzos en dulce o miel de garbanzos que preparamos en casa, fueron publicadas el domingo en la Revista D, de Prensa Libre.  La receta no es mía; pero las fotos, sí.

Los garbanzos en dulce o miel de garbanzos es una de la comidas típicas de la Semana Mayor chapina; y en mi familia quien los hacía cuando yo era niño era mi tía abuela, La Mamita.  Luego mi tío Rony fue el heredero de la tradición que recogimos en mi casa hace unos pocos años.

En la ciudad de Guatemala, los garbanzos en dulce se preparan en una miel de agua, azúcar y canela.  La noche anterior se dejan en agua, con un toque de bicarbonato y en la mañana se pelan.  Luego se cuecen y cuando están cocidos se cuelan y se apagan en la miel para que calen bien.

En la Costa Sur se hacen con rapadura -como dice la receta publicada en la Revista D– y se les añaden frutas como mangos,  melocotones, platanos y/o papaya.

 


31
Ene 13

Alegres cascarones para el Carnaval

Los alegres cascarones anuncian la fiesta del Carnaval; y me encontré estos en el mercado de La Antigua. Los cascarones, que son imprescindibles para esta festividad, son huevos vacíos, rellenos con confetti y un grano de maíz, coloreados con añilina y cubiertos con papel de China. ¿Podría, alguien, explicarme cuál es el propósito, o el significado del grano de maíz?

La idea, con los cascarones es rompérselos a alguien en la cabeza; normalmente de forma sorpresiva.

Cuando era niño recuerdo haber hecho cascarones en dos ocasiones. Eso fue con mi tía abuela, La Mamita, que fue quien me enseñó la técnica de pintado. Ella guardaba cáscaras de huevo a lo largo de meses, elaboraba elconfetti, preparaba la añilina, cortaba el papel y hacía el engrudo necesario para sellar los cascarones. Y los niños, ¿qué hacíamos? Pues pintábamos los cascarones y nos pintábamos entre nosotros, combinabamos los colores, hacíamos diseños y nos divertíamos. Y si uno quería llevar la diversión un paso más allá, podía ponerle harina a algunos cascarones, travesura que había que hacer sin que La Mamita se diera cuenta.

Muchas culturas en Europa y en el Oriente Medio tienen la costumbre de pintar huevos.


27
Ene 13

Banda en el Palacio de los Capitanes Generales

Esta banda tocaba el viernes en el Palaci de los Capitanes Generales en la Antigua Guatemala; y a mí me gusta mucho la música de bandas, o de marimba en las plazas de las poblaciones.  Es una costumbre decimonónica que aún se conserva y que siempre alegra los paseos.

En la ciudad de Guatemala la banda marcial solía tocar, los domingos, en la Concha Acústica del Parque Centenario, predio que otrora ocupara el Palacio de los Capitanes Generales, luego de la destrucción de La Antigua Guatemala.

Mi abuela, Frances, contaba que cuando era niño a mi padre le gustaba ir a escuchar la banda; y que le gustaba, en particular, cuando escuchaba La gazza ladra, de Rossini.


28
Dic 12

Daños graves al templo de El Gran Jaguar

Durante la celebración del Oxlajuj Bak´tun el Templo I de Tikal, comocido como El Gran Jaguar, sufrió daños graves en sus crestería.

Según fuentes confiables, durante la madrugada de aquella conmemoración, decenas de visitantes subieron por las escalinatas del monumento y arremetieron contra las rocas que conforman el edificio. En la siguiente fotografía pueden observarse los daños.

Tristemente, además de destrozar la cresta del Templo I, infiltrados que se hicieron pasar por sacerdotes mayas hicieron pintas en la superficie de la fachada.

¡Por inocente!

Gracias a Guate 360 por la idea y la foto.

 


26
Dic 12

Lo mejor del pavo es lo que viene después

Hoy me tocó la tarea de descarnar el pavo de la Nochebuena.  En realidad, para mí el pavo es sólo un pretexto para lo que viene después:  El relleno;  los sandwichs de carne de pavo, relleno y gravy; los sandwichs de ensalada de pavo; y el caldo de huevos.

Verás.  En casa cenamos el pavo en la Nochebuena, pero aún le queda bastante carne adherida y queda relleno.  El día 25 comemos sandwichs con trozos de pechuga y carne oscura acompañados por toques de relleno y el gravy que a mí me gusta sazonarlo con Jerez.  El día 26 comemos sandwichs con ensalada de pavo.  Así era la costumbre en casa de mis padres.  Mis favoritos, sin embargo,  son los emparedados con pan de cebolla y con una rodaja de queso cheddar ahumado; esa es una combinación que aprendí en la Students Coop de la Universtity of Maryland.  Pero lo mejor viene unos días después: el caldo de huevos que hacemos con los huesos del pavo, al estilo de mi bisabuela Mami.  Sazonado con apazote, crema de tomate, queso paremesano y crema.

El pavo no tiene desperdicio.


25
Dic 12

Tamales, mi desayuno navideño tradicional

Mi desayuno tradicional de la Navidad es un tamal colorado y uno negro, acompañados con buen café y dulces y pasteles de la temporada.  ¡No es cuento; pero que gozo siento cuando abro las hojas de maxán y me encuentro con los colores brillantes de estas delicias de la cocina guatemalteca!  Al mismo tiempo, los aromas intensos de ambos tamales invaden mi cuerpo y mi mente y me llevan por una montaña rusa de recuerdos y alegrías.  El momento culminante  es cuando la masa gentil y el recado poderoso llegan a mi paladar.

Tengo la dicha de recordar los tamales de mi bisabuela, Mami; y los de mi tia Baby.  Y los de mi tía abuela, La mamita,  nos hacía tamales pequeños para los niños.  Cuando eramos chicos no dejaban que comiéramos la carne de cerdo que venía en los tamales comprados; y una noche, cuando me sirvieron mi tamal, retiré la carne.  Mi madre, al verme me dijo que podía comer esa carne porque esos tamales eran hechos por mi bisabuela.  Y los tamalitos de La Mamita, los recuerdo pequeños, como de 2 x 2 pulgadas, bien doblados y bien amarrados.

Los tamales de Navidad, en Guatemala, son colorados y negros.  Cada región y cada familia tienen su propia receta de tamales; pero básicamente son de masa maíz y/o de arroz y el recado se prepara con tomates, chiles y aceitunas (aveces con semillas tostadas, como pepitoria y ajonjolì) y, en el caso de los negros, con chocolate. Estos últimos son los más delicados de hacer para que sean bien balanceados. También pueden ser de cerdo, pavo, pato, y pollo.  Aunque a mí me gustan más los de cerdo.  En ciertas regiones -especialmente en la Costa Sur- no se usa el recado del altiplano, sino una especie de mole.

Los tamales tienen raices precolombinas, y fueron elevados a la décima potencia cuando se le añadieron ingrediente de Occidente. Del Nuevo Mundo son el maíz, los tomates, los chiles, y las hojas de maxán en las que son envueltos.  Los tamales negros, además, llevan chocolate. Del Viejo Mundo son las aceitunas, las alcaparras y las almendras.

La gracia de los tamales no está sólo en la masa y en el recado, sino en la forma de envolverlos y amarrarlos.   Son una experiencia para todos los sentido.  Un tamal que no ha sido envuelto y amarrado elegante y apropiadamente pierde algo de su encanto.  A mí, por cierto, me gustan más grandes que pequeños, y me gusta que la masa no sea muy espesa.

Hacer tamales es algo muy elaborado.    Hay que lavar y asar las hojas.  La masa tiene su propia ciencia y es cocida tres veces de tres formas distintas.  El recado lleva varios ingredientes que hay que asar y sazonar con mucho talento.  Aaaaaaah, un día de estos haré aunque sea media docena de tamales.

Desde mediados de los años 80, en casa comemos los de doña Estelita de Alburéz que son basados en  la receta de su madre enSan Martín Jilotepeque (en el altiplano), de modo que sus tamales son distintos a los de la Costa Sur y a los de Oriente, por ejemplo.  El teléfono de doña Estelita  es 2474-0260-


25
Dic 12

La Navidad intensa chapina

La celebración de la Navidad es muy intensa en Guatemala; y uno de los momentos más impresionantes es la cohetería de la media noche.

Durante toda la Nochebuena el cielo de la ciudad de Guatemala se ilumina con fuegos artificiales; pero a eso de las 11:45 p.m. se multiplican los juegos pirotécnicos que alcanzan su mayor luminosidad, variedad y belleza entre las 00.00 y las 00:30 a.m. del día de Navidad.

Aparte de los chinos y los guatemaltecos, ¿existen otros pueblos que quemen tanta pólvora?  Aquí no sólo se queman cohetes y fuegos artificiales en la Nochebuena, se queman al medio día de la Navidad y a las 6:00 p.m. de ese día.  Haz clic aquí y verás los juegos pirotécnicos del atardecer de Navidad, con el Volcán de Agua de fondo.

Así se vieron los festejos desde mi balcón.


24
Dic 12

¡Llegó la temporada de tamales!

Ayer, a primera hora, fui a por mis tamales para la temporada navideña!  Me gustan de maíz, colorados y negros, y de cerdo.  Los tamales de la Navidad son especiales en Guatemala y son la cena típica de la Nochebuena.  Los míos por cierto, me gusta comerlos en el desayuno del 25 acompañados de buen café y de dulces y pasteles propios de la fiesta.

Los de doña Estelita de Alburéz son la receta de su madre y su familia es de San Martín Jilotepeque (en el altiplano), de modo que sus tamales son distintos a los de la Costa Sur y a los de Oriente, por ejemplo.  Y para mí son los mejores tamales de todo el universo mundo.  Hace un par de años me colé en la cocina de doña Estelita para ver cómo elaboraban estas maravillas chapinas y tomé unas fotos que siempre me gozo.

El teléfono de doña Estelita, por cierto, es 2474-0260.


22
Dic 12

Oxlajuj Bak´tun. Todo pasó, sin que pasara nada.

¿Sabes qué me hubiera gustado hacer antenoche y ayer en la madrugada? Me hubiera gustado ir a algún lugar como Totonicapán.  Un cuate que anduvo por ahí dice que fue una celebración alegre, con tamales y todo, como son las celebraciones de la gente cuando no tiene encima la presión política, ni la presión de las cámaras.    Me hubiera gustado ver las estrellas en Quiriguá, donde dicen que no hubo festejos oficiales.

¿Dónde no me hubiera gustado estar? Donde hubo falsos juegos de pelota, donde hubo danzas hechizas con oropel, o donde los llamados guías espirituales lo que hicieron fue socarse alrededor del fuego y fumar monte.  Mi amigo, Eduardo, dice que esto último es lo único que vio en Iximché.

En Iximché, por cierto, mi amigo Jorge, tuvo más suerte. El se topó con un altar en el que una gallina había sido sacrificada.  Para los mayas antiguos el derramamiento de sangre era esencial en su vida ritual.  Cada etapa de la vida, cada acto de importancia política o religiosa, cada fin de algún período importante requería de su santificación por medio del derramamiento de sangre.  Cuando era dedicado un edificio, cuando se plantaban las siembras, cuando nacían los niños, cuando se casaban las parejas o cuando los muertos eran enterrados, la sangre era ofrecida para expresar piedad y para convocar a los dioses.  Así nos lo cuentan, en The Blood of Kings, Linda Scheele y Mary Ellen Miller.

No es raro  que los diarios hayan reportado lo artificial, teatral y fingido de las celebraciones del Oxlajuj Bak´tun; pero hayan pasado por alto lo que sí es importante.  No es raro; pero siempre es decepcionante.   En las noticias no se vieron los tamales de Toto, ni la gallina de Iximché; sólo se ve lo que es para turistas, para políticos, para oenegeros y para pánfilos.

La superficialidad está en todas partes.  En un diario, por ejemplo, se confunden las Oxib Xc´ub, las estrellas que para los mayas son las tres piedras de la creación y que se hallan en Orión.  En vez de referirse a Alnitak, Saiph y Rigel; se las confunde con Alnitk, Mintaka y Alnilam, de esa misma constelación.  En un reportaje se confunden los templos de El gran jaguar, en Tikal, con La danta, en El mirador.

Los guías espirituales hablan de una cosmovisión maya; pero se refieren a un dios todopoderoso creador del universo, y rezan el Padre Nuestro.  Y a La madre tierra le piden salud, dinero y amor.  Cabe de todo en ese canasto; y yo sospecho que los verdaderos líderes indígenas estaban en otra parte.

En las celebraciones políticas privó la improvisación.  En Tikal, por ejemplo, no había previsiones, ni infraestructura para evitar daños en los templos que no estaban preparados para recibir muchas visitas al mismo tiempo.  No se cumplió con los horarios, no había información sobre las distintas actividades, y los agentes de seguridad se comportaban como cuando se comporta la mayoría de la gente cuando tiene un poquito de poder.  Los pocos turistas que vinieron, sin embargo, salieron contentos en su mayoría: La experiencia fue muy buena, por conectarse con la civilización maya, dijo una; en tanto que otro se quejó porque nunca supe en qué consistían las ceremonias…nunca nos explicaron.

En fin…como decía mi tía abuela La mamita, todo pasó, sin que pasara nada; o como escribió Raúl de la Horra, si no somos capaces de vivir con coherencia y responsabilidad el mini-Bak’tun que se opera cada día en nuestra existencia, me parece una impostura el ponerse de pronto solemnes y borrachos alrededor de unas fogatas para celebrar algo que acontece cada cinco mil años.

Y en cuanto al fin del mundo…lo de siempre: Las cosas no las hacen como antes.

La foto es por mi amigo, Jorge Jacobs.