23
Nov 09

El ALBA, la exguerrilla y algunos sindicatos contra Guatemala

Con el objetivo de organizarse para tomar el poder en forma democrática e imponerse sobre otros grupos minoritarios, un singular grupo político se reunió el 20 de noviembre de 2009 en la 2a. avenida 12-40, zona 1.


No estuve ahí, pero como me lo contaron, se los cuento. La estrategia planteada fue la de poner en práctica lo aprendido durante el conflicto armado; es decir no permitir que al pueblo lo dividan ni el ejército, ni nadie; no permitir que haya aislamientos físicos ni de comunicación; buscar el apoyo de organizaciones que se identifiquen con las aspiraciones del pueblo; acercarse al ALBA como una fuente de apoyo para los proyectos; conseguir el apoyo de las organizaciones sociales, incluidas las iglesias; y convertirse en una fuerza social y política.

La agenda incluyó, entre otros, un punto de agenda de acciones contra ProReforma: a) Previo al dictamen de la comisión de legislación y puntos constitucionales, b) Previo al dictamen del pleno del Congreso de la República; y c) Previo a la consulta popular; y este punto estuvo a cargo de alguien que dijo ser miembro del sindicato del Tribunal Supremo Electoral.

Y…¿qué motiva todo este movimiento? la fundación del Frente Anti Reformas Oligárquicas; una iniciativa que persigue unificar esfuerzos contra lo que uno de los que participaron en la reunión llamó: La maldita oligarquía. Llama la atención el lenguaje usado durante la reunión: Un dirigente sindical, llamó a la formación de un partido del pueblo y a luchar; uno de los participantes habló de organizar una izquierda para la revolución democrática; se explicó que el único partido político de izquierda que existe y que puede representar jurídicamente al FARO es la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca y que hay que trabajar alrededor de esa organización política.

Hubo, en la asamblea, personajes como Jorge Murga, Miguel Angel Albizurez, Minor Berganza y Miguel Angel Sandoval; y los puntos de agenda estuvieron a cargo de Lucrecia Figueroa, Rosario Chavajay, Manuela Guarchaj, Otto Herrera, Victor Guamuche, Rosa Pu, Geovani Villela y Octavio Gasparico.

Aunque no estoy de acuerdo con la mayoría de planteamientos de este grupo, en una cosa coincido 100%: hay que detener, cuanto antes, el daño que la oligarquía mercantilista (o empresaurios) le hace a los guatemaltecos. Hay que detener proyectos oscuros y evidentemente diseñados para abonar el clientelismo del que vive aquella oligarquía, tales como la franja transversal del norte y la ley de alianzas público-privadas, proyectos que fueron mencionados como negativos en la asamblea del día 20.

Y por eso no entiendo por qué es que este grupo se opone a ProReforma. Esta propuesta dice, por ejemplo, que en ningún caso el Senado o la Cámara de Diputados emitirán Ley o decretos arbitrarios o discriminatorios, en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo. Una norma así de clara y pelada nos daría a todos los interesados un arma legal poderosa para echar abajo cualquier intento de cualquier grupo por obtener las odiosas prerrogativas, privilegios o beneficios particulares que hacen posible la prosperidad y multiplicación de grupos que usan al estado y a la ley para prosperar a costillas de otros.

La alianza entre la exguerrilla, algunos sectores de la llamada dirigencia popular, y el dinero y el expertaje de Hugo Chávez se están confabulando para perpetuar el sistema de prerrogativas, privilegios y beneficios particulares que asfixia a los guatemaltecos. Ojalá y alguien se diera cuenta de lo funesta que es esta alineación de intereses.

Por lo pronto su aspiración es la de organizar un frente con:
1 directiva por cada Departamento del país
334 coordinadoras municipales
1 asamblea nacional integrada con 2 representantes de cada municipio.
y la idea es contar con una red de comunicación y de acción a nivel comunitario, municipal, departamental y nacional.

18
Feb 09

No todo se está encogiendo

Se paran los pelos cuando se habla del rescate de bancos, de industrias completas, y hasta de la pornografía. Y está por verse si el experimento de los rescates va a tener el efecto deseado, o no. Para entender este experimento de los rescates, haga clic aquí; el análisis es muy bueno (en inglés) y la caricatura que lo acompaña es mejor.

Pocos, sin embargo, se han dado cuenta de que en los sectores donde los gobiernos no están interviniendo, ahí sí hay crecimiento: “Las empresas de tecnología y de software están contratando más gente que ninguno; y las empresas de mercadeo están contratando más personas que las empresas de las empresas editoras y de medios masivos”. Vea la información, aquí.

Digg!


18
Feb 09

Empresaurios en busca de rentas parasitarias

Los directivos de la Asociación Guatemalteca de Instituciones de Seguros le pidieron al Congreso que en la Ley de Seguros que discute el Parlamento se incluya un seguro agrícola que será financiado por el estado.

Este es un ejemplo más, por si hicieran falta, de cómo es que un grupo de interés utiliza sus posibilidades de cabildeo para conseguir que, por medio de la ley, el poder político le asigne recursos ajenos que de otra forma quién sabe si podrían conseguir. No en balde es que Federico Bastiat escribió que el estado es una ficción por medio de la cual unos intentan vivir a costillas de otros.

Con el pretexto de ayudar a los pequeños agricultores, los aseguradores mercantilistas aumentarán sus ganancias artificiosamente con este subsidio estatal. Y por supuesto que le darán un mal ejemplo a otros grupos de interés que quieren exactamente lo mismo: Mamar de la teta del estado.

Digg!


26
Ene 09

Los incentivos para el mal los pone la administración

La banca chapína recibió fondos públicos porque se suponía que los bancos no contaban con liquidez para atender la demanda de rédito de las empresas. Entonces el banco central proveyó a los otros bancos con casi Q3000 millones; y ¿qué ocurrió? Pues pasó que los bancos no hicieron fluir el crédito, sino que optaron por invertir esa plata en papeles del Banco de Guatemala para ganar 7.25% de interés, sin riesgo.

¿De quién es la culpa? No de los bancos, por supuesto. Ellos están haciendo lo correcto, es decir: están invirtiendo los recursos que tienen en donde el rendimiento es más alto, y en donde el riesgo es más bajo. ¡Habría que ser algo baboso para arriesgar la plata en donde los rendimientos son más bajos!

Yo digo que la culpa de que estas cosas ocurran es de las autoridades monetarias. Ellas son las que crean las condiciones adversas para la inversión productiva y fomentan las inversiones en papeles; fabrican inflación; encaraman las tasas de interés; sueltan plata barata; garantizan las inversiones y luego pagan rendimientos elevados. Todo eso, no es consecuencia del mercado, ni del liberalismo, ni de nada parecido. Es mercantilismo del puro. Raya en el socialismo porque, en última instancia, ¿cuál es la justificación para toda esa manipulación que hacen las autoriades monetarias? El supuesto interés común. El interés colectivo. ¿O no?

Todo esto me recuerda un chiste que recién he visto. Bernard Madoff está siendo interrogado bajo una luz potente. Uno de los interrogadores, con cara de policía malo, le dice: ¡Está bien, Madoff! ¿De dónde sacó la idea de pagarle a los inversionistas más viejos, con el dinero de los inversionistas más nuevos? Y Madoff, con cara de contrito, contesta: Del sistema de seguridad social.

¿Dígame usted si no? ¿Quién sino los socialistas inventan este tipo de esquemas?

Y ya que estamos viendo las cosas con humor, hace ratos vi un anuncio que decía: Cuando un negocio malgasta todo el dinero de los fondos de retiro de sus empleados se le llama fraude; pero cuando el gobierno hace lo mismo, se le llama seguridad social.

¿Dígame usted si no? Lo de Madoff y el fraude es lo que hace el IGSS con la plata que usted deposita, ¿o no? Y los bancos, ¿cómo no van a reaccionar frente a los incentivos que le pone la Junta Monetaria?

El chiste es del caricaturista Gary Varvel.


15
Ene 09

Desencanto y superficialidad de Vielman

Desencanto, es el título de un artículo en el cual el banquero y periodista, Julio Vielman, intenta desprestigiar al capitalismo laissez-faire y al Objetivismo, mediante maniobras retóricas que involucran las ejecutorias de Alan Greenspan, expresidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos de América.
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Vielman se sirve de que Greenspan fue miembro del círculo más cercano a la filósofa Ayn Rand, y luego elabora con humo y espejos para hacer que las cosas parezcan lo que no son. Por ejemplo, el banquero asegura que el Objetivismo se identifica con el pensamiento de Adam Smith “quien 300 años antes, había postulado que los mercados deben ser libres de interferencia para funcionar eficientemente para que el interés propio conduzca al bienestar de todos”.
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Este análisis evidencia la superficialidad de Vielman. La filosofía Objetivista se distingue, sobre muchas otras, porque explica el valor del capitalismo (y del mercado, que es lo que ocurre cuando la gente puede intercambiar su propiedad en ausencia de coacción arbitraria), no en sus resultados accesorios, como sería el bienestar de todos; sino en que es moral, bueno y justo y en que es el único sistema que puede proteger efectivamente la dignidad y la vida de los individuos. Para más sobre este tema, por favor vea este vídeo. El capitalismo es individualista; en tanto que la justificación de Smith es colectivista. El capitalismo es egoísta racional, y la justificación de Smith es altruista. La explicación Objetivista y la justificación de Smith provienen de principios diametralmente opuestos e incompatibles y sólo la superficialidad puede confundirlos. Desde el punto de vista Objetivista, el capitalismo sería moral, bueno y justo, aún cuando no produjera los resultados estupendos que produce en términos de bienestar para todos.
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Así es el tono del resto del artículo de Vielman, que no me tomaría la molestia de comentar, si no fuera porque el autor de Desencanto es de esas gentes de las que se habla tanto.
Vielman cree que se apunta un home run cuando cita a Greenspan como un objetivista decidido a “ser partícipe de los esfuerzos para promover el capitalismo de los mercados libres desde adentro”; y cuando asegura que Greenspan “empujó a ajenos para desmantelar el sistema regulatorio financiero montado desde la Gran Depresión”. Vielman quiere que creamos que Greenspan era un capitalista desregulador. Pero luego, el autor de Desencanto se resbala porque muestra a Greenspan, como era en realidad. Vielman escribe que Greenspan promovía tasas de interés bajas. ¡Y hasta las piedras saben que ni el Objetivismo, ni el capitalismo laissez faire aprueban la promoción de tasas desde un ente regulador! En una economía libre, capitalista, las tasas -que son precios- son el resultado de las millones de transacciones de los actores en el mercado; no de la voluntad el ente regulador, ni el Presidente del ente regulador, a menos que las imponga por la fuerza mediante el uso de su capacidad de regulación. En una economía mercantilista, o socialista, ¡para eso está el regulador; para poner y sugerir precios y para corregir lo que le parece que está mal, aunque distorsione el mercado.
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Greenspan no es un abanderado del capitalismo, ni del Objetivismo; es un portaestandarte del mercantilismo y del mainstream. Servía a los banqueros como Vielman; y más aún, a aquellos que hacen negocios cuando pueden, y si es al amparo del proteccionismo y de los marcos regulatorios, mejor. Los banqueros que Vielman señala en Desencanto, son los que les daban préstamos a los clientes que sólo calificaban porque Greenspan había bajado artificialmente las tasas de interés; y los que generaban inversiones de papel en respuesta a los incentivos que creaban las condiciones fabricadas por la Fed. Vielman es banquero y conoce la importancia que los incentivos tienen en la toma de decisiones. Nada de lo humano debería serle ajeno.
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Vielman afirma que el interés propio puede ser inmoral, y lo dice como que si hubiera descubierto el plutonio, o el agua azucarada. ¡Por supuesto que el interés propio puede ser inmoral, o moral! ¿Quién, entre los objetivistas y los capitalistas laissez faire, ha dicho que el interés propio no puede ser inmoral? De hecho, la inmoralidad, o moralidad del interés propio –o del interés más caritativo– depende de si para su consecución se violan derechos ajenos, o no. Depende de si para su consecución se acude al fraude, o no. Eso no es nuevo; pero nuestro seducido por la superficialidad tendría que ser un poco humilde para darse cuenta de que está pontificando desde sus prejuicios. Y para eso es que los objetivistas y los capitalistas cuentan con la ley; para castigar a los delincuentes y a los que cometen fraudes.
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Greenspan no es un “desregulador par excellence” como afirma Vielman. Fue objetivista en su juventud, creyó estar equivocado, ejerció su derecho a cambiar de opinión, y en su edad madura, cuando llegó al poder, se dedicó a subir y a bajar tasas desde la presidencia de unos de los entes reguladores más poderosos y fabulosos del mundo. Reality bites; y por eso no es extraño que al final de sus días esté convencido de que hay que regular. Lo que sí es extraño, es que un banquero de la talla de don Julio Vielman haya tratado este tema con tanta ligereza.
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Este comentario fue publicado en El Periódico, el 18 de enero de 2009.

08
Ene 09

Calvin & Hobbes y los rescates de empresas

Calvin & Hobbes es una de mis caricaturas favoritas; y de mi amigo, Ramón, he recibido la siguiente, ¡dibujada hace 15 años! acerca de los subsidios (y los rescates) para empresas:

Calvin está atendiendo su puesto de venta de limonada y Susie exclama, frente al puesto: “¡15 dólares por un vaso!”. A lo que Calvin responde: “¡Así es!, ¿quiéres uno?”.

En la siguiente viñeta Susie pregunta: ¿Cómo pretendes justificar el precio de 15 dólares?”; y Calvin contesta: Oferta y demanda.

Acto seguido, Susie dice: “¡¿Dónde está la demanda!?, no veo demanda”. Y Calvin le responde: “Hay mucha demanda”.

En el siguiente cuadro Susie exclama: ¡Ah sí!. Y Calvin explica: “Seguro. Como único accionista de esta empresa, demando ganancias monstruosas para mi inversión. Y como presidente y CEO de la compañía, demando un salario anual exhorbitante. Y como mi empleado, demando un salario por hora más alto y toda clase de beneficios laborales; y además están los costos de producción”.

Susie se le queda viendo al pichel de limonada y comenta: “Pero parece que sólo echaste un limón en agua sucia”. A lo que Calvin explica: “Bueno, es que tengo que cortar costos en algún lado, si quiero ser competitivo”. Y Susie pregunta: “¿Y qué pasa si me enfermo por tomar eso?” A lo que Calvin responde: “Caveat emptor es mi lema. Yo tendría que cobrar más si hiciera caso de todas las regulaciones ambientales y de salud”.

Susie se da la vuelta y mientras se aleja del puesto de limonada comenta: “Estas loco, voy a ir a tomar otra cosa”. Y Calvin, con el puño en alto, le grita: “¡Claro! ¡Quítame el trabajo! ¡Son ustedes, los enemigos de los empresarios los que arruinan la economía!”

Calvin se queda trompudo y en la siguiente viñeta se le ve caminando, luego se acerca a su mamá y le dice: “Necesito ser subsidiado”.

Esta lección, escrita hace 15 años por el genial Bill Waterson, muestra como funcionan el mercantilismo, los empresaurios y los subsidios (o rescates).


08
Ene 09

El mercantilismo, ¿rescatará al porno también?

¡Claro!, si hay para rescatar bancos y para rescatar a la industria del automovilismo, ¿por qué no va a haber para sacar de aprietos a la pornografía?

La gigantesca industria del porno asoma la cabeza por la puerta que han dejado abierta las recientes ayudas públicas a sectores como el bancario, el inmobiliario o el automovilístico. Larry Flynt, el editor de Hustler, y Joe Francis, responsable de Girls Gone Wild, le pidieron al Congreso estadounidense 5.000 millones de dólares para que saque a su industria de la crisis por la que atraviesa. Aunque más de 75 millones de estadounidenses visitan sitios Web porno, las ventas de DVD porno bajaron 22% el año pasado. Como no soy mojigato, no cuestiono el rescate del porno qua porno; sino que cuestiono el rescate per se.

A mí me cae en gracia porque de esto se trata el mercantilismo: de obtener favores del estado; y por eso no debe confundirse con el capitalismo o laissez faire, que se trata de eliminar los privilegios y de proteger la igualdad de todos ante la ley. Por eso es que el mercantilismo se parece al socialismo, en su carácter redistributivo.


02
Oct 08

Entendiendo la crisis: back to 2005

Freddie Mac: A Mercantilist Enterprise, es un magnífico artículo que, en 2005, escribió Paul Cleveland en el Mises Institute.

“The Federal Home Loan Mortgage Corporation, commonly known as Freddie Mac, has recently come under close scrutiny after it was forced to restate its earnings upwards for several years. While it might be easy to dismiss this event as insignificant since earnings and profits were higher than initially reported, these restatements point to a serious problem associated with all Government Sponsored Enterprises (GSEs). The unfolding story involving Freddie Mac provides ample evidence that GSEs are a perversion of free enterprise and actually work to undercut the very essence of what a free market should be“. El énfasis es mío y es muy recomendable leerlo completo.

Gracias al cuate, Edwin, por la pista.


29
Sep 08

No hubo rescate…Una lección

Ahora que el Congreso de los Estados Unidos de América rechazó el plan de rescate financiero del Secretario del Tesoro, Henry Paulson, me he acordado de un importante episodio en la Historia de la Revolución Americana.

Durante el debate de la Asamblea de Carolina del Norte, mientras se discutía si se deberían, o no tributos para financiar la Guerra de Independencia, también se discutió el principio de No taxation without representation, uno de los temas principales que inspiran aquella Revolución.

Del funcionamiento de aquel principio pivotal hemos visto hoy un importante ejemplo: En los EUA, los políticos no pudieron, de un plumazo, asignar $700 mil millones para el pretendido rescate financiero. La desafortunada iniciativa -que talvez sea aprobada, luego- ha sido rechazada en primera instancia; y los políticos y los empresaurios que esperan que se haga realidad, tendrán que sudarla y empujarla.

Es bueno que así sea; primero por respeto a un principio importante, y luego, porque lo ideal es que aprendamos de lo errores. Y para eso, esta cita de Ludwig von Mises es una buena vía para empezar:

La expansión crediticia es obra del gobierno. Esa expansión crediticia es el arma principal con que los gobernantes cuentan en su lucha contra el mercado. Les permite conjurar aparentemente la escasez de capital y reducir el interés. Sobre esta base financian la máxima prodigalidad en el gasto público, alimentan euforias alcistas aparentemente inacabables y, según dicen, hacen próspero a todo el mundo…Pero, en definitiva, la expansión crediticia empobrece a la gente.

Esta cita, que parece mandada a hacer ad hoc, para los tiempos en que vivimos, es de La acción humana…que es una obra de


28
Sep 08

Sid y el movimiento nulo

En buen haitiano, un movimiento nulo es un esfuerzo que no lleva a ningún lado.

Desde hace varios meses, este espacio es visitado por Sid. Sid manda enlaces a artículos, deja comentarios, se identifica plenamente y entretiene; pero consume demasiada energía porque ocasiona muchos movimientos nulos.

Me explico:

Sid no ve diferencia alguna entre el capitalismo y el mercantilismo. Para él son la misma cosa y no le importa que Aristóteles haya explicado hace añales que A es A; y que A no puede ser No A.

Una discusión en esas condiciones no puede ser sino un esfuerzo que no lleva a ningún lado porque pasa por encima de las reglas más elementales de lógica.

Uno puede hacer un análisis burdo y medir el tiempo sólo entre día y noche. Que no está mal si uno va a ser superficial. Pero si uno quiere ser más preciso puede medir el tiempo en horas. No es lo mismo decir que es de día, que decir que son las 9 de la mañana. Ambos pueden ser verdad; pero si son las 9 de la mañana, la segunda observación es más precisa.

No es lo mismo decir que son las 9 de la mañana, que decir que son las 9:15 de la mañana. Ambos pueden ser verdad; pero si son las 9:15 de la mañana, la segunda observación no sólo es más precisa, sino que pone en evidencia que aunque 9 y 9:15 comparten algunos elementos: definitivamente no son lo mismo. Como no sería lo mismo una observación más precisa que distinguiera entre las 9:15 y las 9:15:01.

Aquello es lo que le pasa a Sid. Sid sólo puede ver capitalismo, donde los instrumentos de la ciencia económica son capaces de ver con más precisión. Y ¡hombre!, capitalismo o laissez faire, no es lo mismo que mercantilismo.

Para poner sólo una diferencia básica: Toda la literatura capitalista aboga por la eliminación total de privilegios; en tanto que el mercantilismo se trata de empresaurios utilizando la ley para obtener privilegios. Es cierto que en ambos casos hay mercados y actividad empresarial involucrados; pero es obvio que son éticamente distintos.

Me explico, otra vez:

Si escribo una entrada sobre la crisis actual del mercantilismo, y cito al economista Ludwig von Mises, Sid pregunta que si me apoyo en Rothbard, Rand, Friedman, o Paulson. Para seguirle el juego…no le contesto directamente, pero lo invito a leer la frase de Mises.

Pero Sid comete un vicio que cometen muchos cuando no leen, o leen con prejuicios: Sid ve lo que quiere y argumenta contra lo que él dice que uno dijo, no contra lo que uno dijo. De modo que Sid vuelve a hacer caso omiso de Mises, vuelve a preguntar “en qué altar rezo”, y ¡se tira contra Rothbard y contra Paulson!

¿Lleva a algo este círculo vicioso? ¿Qué sentido tiene tanto movimiento nulo?

Sid entretiene -y como se identifica y envía lecturas interesantes, yo supongo que es un caballero-; pero atenderlo consume demasiados tiempo y energía. Too high maintenance.

Hago, aquí, un último esfuerzo con Sid y le recomiendo, a él y a cualquiera otro que desee información seria y profunda sobre la crisis financiera; este estupendo análisis de Juan Ramón Rallo, del Instituto Juan de Mariana.