Meditando ando y me acordé de mi voluntad anticipada o living will, que creo que vale la pena compartir ahora…y siempre, debidamente actualizado:
Luego de las películas Mar Adentro y Million Dollar Baby, se puso de moda discutor con amplitud el concepto de “Living Will”, que puede traducirse como la voluntad anticipada o las instrucciones previas, manifestadas por pacientes o usuarios de los servicios de salud, acerca de la asistencia que desean que se les preste, o no, llegado un momento en el que no puedan, personalmente, expresar su voluntad.
Como consecuencia del caso de Terri Sciavo tuve la oportunidad de participar en un coloquio acerca del tema, y concluí en que pudiendo hacer uno ese tipo de previsiones, es una irresponsabilidad y una desconsideración no hacerlas. En ese sentido, es lamentable que no exista una figura legal que, como el testamento, proteja debidamente una voluntad anticipada de tanta trascendencia para la persona que decida expresarla libremente.
Claro que ya que esta forma de expresión de voluntad no está regulada por la legislación civil guatemalteca, la misma debe ser hecha en un documento privado; por eso es recomendable que sea sometida a consideración de un notario, no sólo para la autenticación de la firma, sino para asegurar su custodia y prever su cumplimiento fiel. Otra recomendación es que el ejecutor de esta voluntad sea una persona confiable y que esté bien apalabrada.
El documento es una manifestación de mi propia voluntad en el sentido de que, en previsión de que llegara el momento en que yo ya no pueda tomar y/o comunicar decisiones relativas a su propio futuro, estoy haciendo una declaración cuando todavía me encuentro en pleno uso de mis derechos civiles, de mis facultades mentales y volitivas, y sin coacción.
Este documento que uso como ejemplo del que debería ser mi “Living Will” expresa que si se presentara la situación en que no haya ninguna esperanza razonable de recuperación de una inhabilidad extrema, física o mental que me aquejara, o que yo perdiere definitivamente la conciencia, o entre en estado vegetativo, o que entre en un estado terminal, mi deseo y voluntad es morir tranquilamente, sin sufrimiento y con dignidad, decisión que adopto en forma plenamente consciente y libre y en consecuencia expresamente manifiesto que no deseo y que expresamente me opongo a ser sometido a terapias invasivas y/o dolorosas que prolonguen artificialmente mi vida, que me causen dolores y/o angustias, ni a tratamientos artificiales de sostén de mis funciones vitales. Prohibo expresamente que mi familia se ponga en aprietos financieros para mantenerme artificialmente con vida.
En esta declaracion de voluntad reitero que ante la inminencia de una muerte inevitable o en caso de que me encuentre en estado vegetativo, deseo morir con dignidad humana y no deseo que se prolongue mi sufrimiento porque considero que violenta mi dignidad. Asimismo, expreso el deseo y la voluntad de que sí me sean administrados calmantes de dolores, aunque se ponga en riesgo mi vida o se me arriesgue a una posible adicción; disposición que debe aplicarseme siempre, aun cuando no sea una enfermedad terminal. Expreso, también, el deseo de que no se me someta a tratamientos “heroicos”, ni que se prolongue artificialmente mi vida en caso de cuadros clínicos irreversibles.