12
Mar 15

Los condones, el pollo y una apedreada

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En los años 60 mis padres vivían en Costa Rica.  Un viernes santo condujeron de Punta Arenas a San José y en algunas poblaciones su automóvil fue apedreado porque la gente creía que ese no era un día apropiado para andar en la carretera.

De eso me acordé cuando leí que que la cadena de restaurantes de pollo Chick-fil-A no abre en domingos porque es el día del Señor; y que -en Guatemala- las farmacias Meykos no venden condones ya que sus propietarios sostienen que  hacerlo violaría sus principios católicos.

¡Por supuesto que todo propietario tiene derecho a decidir qué vender y qué no vender; cuándo abrir y cuándo no abrir, a quién contratar y a quién no; a quién servir y a quién no! y por supuesto que nadie tiene derecho a apedrear a otros por conducir automóvil sea el día que sea.

Lo que me divierte es el común denominador.

Hace años una amiga tenía unos locales comerciales cerca de la Dieciocho calle y siempre tenía problemas con inquilinos irresponsables.  Un día le alquiló el local un hombre cristiano que limpió bien el local y lo pintó bonito y puso una tienda; y le anunció a mi amiga que no vendría cervezas, ni cigarrillos.  Yo le aconsejé a mi amiga que se preparara para un inquilino cuyo negocio no duraría mucho. Y, en efecto, la tienda no duró mucho.

No digo que el caso de las cervezas y los cigarrillos sea igual al de los condones.  Sobre lo que quiero llamar la atención es sobre el derecho que todos deberíamos tener a producir y servir sin coerción, ni privilegios; sobre como es que los principios de las personas influyen en sus decisiones y sobre lo tragi-cómica que puede ser esa influencia tanto en personas sencillas que apedrean automóviles, como en empresarios que deciden no vender ciertos productos, o no abrir ciertos días.

Hace poco, una conocida holandesa me contó que en algunas ciudades de su país cuando ella va por las calles, sin velo,  y atraviesa un barrio religioso musulmán los hombres escupen a su paso y le dicen ¡Puta!  Los tesoros de Nínive acaban de ser destruidos por religiosos que defienden sus principios.

Es tragi-cómico (¿o escalofriante?)  lo que algunas personas hacen por ciertos principios.

La foto la tomé de Facebook.


16
Sep 14

¿Por qué es que me gusta tanto la fiesta de el Obelisco?

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Por poco y me pierdo la fiesta en el monumento a Los próceres.  El caso es que con mis amigos dispusimos hacer un potluck chino de Independencia y al final de la tarde creí que estaba muy cansado como para ir a El obelisco.  Sin embargo, cuando los grupos de antocheros pasaban bajo mi ventana con sus pitos, sus trompetas, sus cantos y sus gritos yo escuchaba ¡Veeeen, veeeeen, veeeeen! desde aquel sitio histórico.  Para hacer la historia corta me puse un sudadero y una gorra y agarré para El obelisco.

¡Me encanta esa fiesta! No sólo me conmueve el patriotismo cándido de la gente, sino que me emocionan la alegría, las energías y el entusiasmo que la gente pone en esta celebración.  La del Obelisco se distingue de la de la Plaza de la Constitución en que es una verdadera fiesta popular.  No llegan los políticos, ni los funcionarios.  No hay grupos musicales de moda.  Es sólo la gente siendo gente.  Familias, escuelas, barrios, grupos de amigos, equipos deportivos y hasta grupos de iglesias en busca de celebrar.  La gente no llega ahí a pedir cosas, y no espera que se le de algo.  Este año, la llama eterna de la Libertad -en el monumento- estaba apagada.  Y ni hacía falta que estuviera encendida. Las antorchas eran encendidas por la gente, para la gente.  Un policía buena onda -en full gear– acompañado por un miembro de la Escuela de Educación Física estaban ayudando a unos grupos a encender sus antorchas.  Y del otro lado del monumento la gente encendía las antorchas de otros, sin necesidad de autoridades pomposas y vanidosas.  Es la antorcha de la Libertad a por la que va la gente.

¿Qué gente? Todo el que quiera y pueda.  A nadie se le hace el feo en El obelisco.  Ahí van unos con los cabellos pintados de azul y blanco, otros con sus uniformes del equipo de fútbol, otros sin camisas.  Ahí va un grupo familiar con todo y abuelito y nieto de brazos. Ahí va un patojo vestido de Tecún Umán seguido por dos cuates disfrazados de…de…de quién sabe qué.  Nunca faltan los muchachos que llegan en bicicletas, las reinas vestidas con sus mejores galas y canelones, las chicas y chicos que sólo van a cuzquear…los que vamos a donde va Vicente…y anoche todos bajo la lluvia.  ¿¡A quién le importa la lluvia!?

Un año, los que ejercía  el poder mandaron  tamales, y nadie extraña los tamales.  Otro año los que ejercían el poder mandaron luces y equipo de sonido, y nadie extraña las luces y el equipo de sonido.  La fiesta de El obelisco no es una fiesta para comprar a la gente, es una fiesta de la gente.  Los que nos congregamos en ese espacio vamos en busca de la antorcha de la libertad…cada quien a su modo y como puede…por eso es que es una fiesta popular de verdad.  Sin discursos, sin servilismo y sin pretensiones.

Regresé a casa como zope mojado y con frío.  Pero como en otros años me la pasé muy bien con los antorcheros de El obelisco.  Y me gocé el potluck chino de Independencia.  Un potluck, por cierto, es lo que en buen chapín llamamos fiesta de traje.  Y el de Independencia es chino porque, en muchos lugares de la Costa Sur, es costumbre que luego del desfile del 15 de septiembre, las familias y los amigos se reúnan en los restaurantes chinos del lugar para almorzar.  ¿Por qué en restaurantes chinos? Mi hipótesis es porque las porciones suelen ser generosas y entonces se come bastante, por poco.

En fin…¿qué deseo para los guatemaltecos en esta efemérides? Que meditemos más sobre lo que significa la antorcha de la Libertad Y que nunca, nunca, nunca cambiemos esa por otra.


30
Jul 14

¿Y si ayudas a construir la ruta a la libertad en América Latina?

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La humanidad ha seguido la ruta de la libertad desde que dió sus primeros pasos.  Esa ruta nos ha llevado lejos a través del tiempo en nuestra historia humana: hasta este momento tan provlive a la innovación, a la creación de riqueza y al bienestar, así como proclive al respeto de los derechos individuales.  ¡Puedes ayudar a construir la ruta en América Latina!

Con tus donaciones puedes ayudar a hacer realidad la conferencia titulada La ruta de la libertad, organizada por Estudiantes por la libertad.  Ese encuentro será la próxima parada en la ruta de la libertad y durante ella discutiremos los retos pendientes que enfrentará la próxima generación de lideres que defenderán las ideas y los principios de la libertad -ideas y principios que nos han traído hasta este punto en la ruta- .

Haz clic en este enlace para hacer tu donación.

¿A dónde irán los fondos?

  • A becas para estudiantes.  El equipo de Estudiantes por la libertad espera más de 150 estudiantes y quiere que asista la mayor cantidad posible.  Habrá becas para estudiantes desde México hasta Argentina y para ello será muy útil tu ayuda.  La becas cubren transporte, hotel y regustro.
  • Gastos de la conferencia.  El equipo está integrado por estudiantes universitarios de toda América Latina que ponen su trabajo, su tiempo y su dinero; pero hace falta mucho para cubrir todos los costos de la conferencia y hacerla realidad.  Puedes ayudar a difundir las ideas de la libertad en todo el continente.

También puedes donar en Bitcoins.

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16
May 14

Peligroso pensamiento único en Chapinlandia

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El consenso socialista ahoga las voces de la libertad y, a fuerza de descalificaciones y de un discurso de agravios, trata de imponerse peligrosamente en la sociedad guatemalteca.  Peligrosamente, no sólo por los métodos que usa, sino porque es unidimensional.

Trata, tú, de discutir si hubo genocidio, o no, y un grupo de comentaristas agresivos tratará de ningunearte por medio de injurias, en tanto que sus columnistas te señalarán de racista y de cosas así.  Trata de llamar a que se respeten la Constitución y el debido proceso en los casos de las pretensiones de Claudia Paz y Paz, y los abusos cometidos por Yassmin Barrios, y la aplanadora te arrollará al grito de ¡Promotor de la impunidad!  Muestra evidencias de que el cambio climático no es causado por los humanos y te tratarán como si fueras el que mató a la mamá de Bambi.  Lo dejaron claro, en abril de 2013, los grupos que trataron de impedir que se discuta lo del genocidio.  Eso no está a debate, espetaron.

Los promotores del pensamiento único claman por regresar a la estatización de la energía eléctrica; pero no te cuentan que cuando la energía era estatal ¡no había energía!, muchos se enriquecieron a la sombra de las empresas estatales de energía y los abusos cometidos para construir Chixoy fueron ¡posibles porque ese era un proyecto estatal!  Los del pensamiento único claman contra la minería; pero sus pastores usan anillos y cruces de oro.  Eso sí…ve tu a advertir contra los peligros de la estatización y di algo a favor de la minería como fuente de mejores niveles de vida, y la hoz del pensamiento único pasará cerca de tu cabeza.

Su universo del discurso está poblado de hipótesis que se autovalidan y que, repetidas incesante y monopolísticamente, se tornan en definiciones hipnóticas o dictados, escribió Herbert Marcuse al referirse a quienes promueven el pensamiento único.

Yo digo que, más sana que aquellas repeticiones incesantes y monopólicas, es la discusión franca y audaz.  Que nadie se sienta amenazado por lo que piensa, y dice.  Sería genial que, en Guatemala, el consenso socialista animara al diálogo y se refrescaran las ideas.

Columna publidada en El periódico.


03
May 14

Ataque contra la libertad de expresión

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Esto pasó inadvertido; pero es peligroso: El Ministro de Gobernación anunció una iniciativa de ley para controlar lo que se dice en medios de comunicación y redes sociales; y eso es inaceptable.

El pretexto es evitar mensajes discriminatorios, que inciten a la violencia -en los estadios, por ejemplo- y mensajes que puedan constituir apología del delito.  En la práctica es un instrumento muy oportuno para que los pipodermos puedan perseguir, penalmente y castigar económicamente, a aquellos que opinen de una forma que no les agrade a quienes ejercen el poder.  Una norma así -que hiede a inconstitucional- es muy conveniente para intimidar por medio de la legislación.  De hecho, puede ser utilizada por cualquier individuo, o grupo a quien no le agrade una opinión ajena.  Bastará con colgarle el sambenito de discriminatoria, por ejemplo, para abrir la puerta a la persecusión penal.

A muchos gobernantes de inclinaciones colectivistas y totalitarias les gustan este tipo de leyes porqu eles permiten coartar la libertad de expresión mediante un instrumento legislativo.  Mediante estas normativas el consenso colectivista y totalitario es más fácil de imponer. Es más fácil imponer el pensamiento único sobre el cual se fundan las tiranías y se puede ejercer el control político de las poblaciones y del disenso con extraordinaria facilidad.  Es el tipo de legislación que le gusta a gente como Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, o Rafael Correa, o…¿ya agarraste la idea?

Una norma así no debe ser aceptada en el Congreso.  No debe ser aprobada por el Congreso.  Debe ser impugnada por la ciudadanía responsable.  Y no debe pasar los filtros de constitucionalidad.  Una norma así es un ataque directo contra la libertad de expresión.  ¿Recuerdas lo que dijo Voltaire? En estos casos es que se aplica aquel principio: No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.

La ilustración fue tomada de Ecuador Times.


19
Mar 14

AmazonSmile, para comprar y contribuir con la causa de la libertad

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Seguramente haces algunas compras en línea por medio de Amazon.  Yo suelo comprar libros, música,  ropa, pelis y accesorios.  No tanto como quisiera, pero sí de cuando en cuando.  ¿Qué te parece que ahora, sin que te cueste un centavo más, cuando hagas tus comprar por medio de AmazonSmile podrás ayudar a la causa de la libertad?

Amazon donará 0.5% del precio de tus compras elegibles a las organizaciones que tu elijas, siempre que uses AmazonSmile y es el mismo procediminento, tu mismos usuario y clave, y tienen los mismos productos y precios.


26
Feb 14

Daniel Raisbeck, ejemplo para los políticos jóvenes latinoamericanos

Imagen de previsualización de YouTube

A Daniel Raisbeck lo conocí durante un coloquio sobre la libertad en el pensamiento español, en el que participamos en abril de 2013; y ahora resulta que es el único candidato libertario para la Cámara de Representantes de Bogotá -y es postulado por el Partido Conservador- agrupación en cuyas filas también militan increíbles personajes ultramontanos.

El Estado no puede controlar al individuo y tiene que parar de intentarlo… Yo creo en la libertad del individuo, dijo en un foro reciente.; y en su página Web dice: me guía un aforismo del filósofo Nicolás Gómez Dávila: “la política sabia es el arte de vigorizar la sociedad y debilitar el Estado”.

Desde junio del 2012 dirige la Biblioteca Antigua y el Archivo Histórico de la Universidad del Rosario, donde enseña griego, latín e historia grecorromana.

He aquí dos de sus propuestas:

Educación pública, calidad privada

Menos impuestos, más emprendimiento

Difiere con sus compañeros de partido al estar a favor de la descriminalización de los usuarios de drogas.  Soy ciento por ciento legalización, creando un mercado regulado, como es el caso del alcohol y el tabaco. Podemos tener etiquetas que digan “la cocaína es perjudicial para la salud”, indicó.  Y otro tema que lo enfrenta con sus copartidarios es el del casamiento entre parejas del mismo sexo: El individuo debe ser libre a la hora de escoger a su pareja- independientemente del sexo de esta- y el Estado no se debe entrometer en la vida íntima del ciudadano, ha expresado.

El arguemento de Daniel para explicar el tema es uno de los mejores que he visto. Para mí es evidente que el “matrimonio” homosexual es una imposibilidad semántica; la raíz de la palabra matrimonio, la cual proviene de matrimonium en latín, es “mater” o madre, así que un matrimonio se refiere exclusivamente a una unión que puede conducir de manera natural a la maternidad. Por otro lado, el matrimonio es una institución que existe desde antes de que existiera cualquier Estado moderno y, siendo la base de la familia, históricamente ha sido una institución que ha funcionado como un contrapeso al poder del Estado. Sospecho de cualquier intento de utilizar la fuerza estatal para cambiar la definición común de las palabras; es más, considero que tales esfuerzos se basan en un impulso totalitario digno del adjetivo “orwelliano”. Por ende propongo que se hable desde de la sociedad civil de “casamiento homosexual”. El verbo “casar” proviene del latín casa, así que casarse significa formar un hogar. Como argumenté en el primer párrafo, una pareja homosexual es plenamente libre a la hora de formar un hogar y, por ende, de casarse, ha explicado.

Es refrescante la participación de un candidato consistentemente libertario -sobre todo dentro de un partido conservador-.  Consistencia es lo que hace falta dentro de muchos movimientos libertarios.

Yo digo que no hay que perderlo de vista y que el suyo puede ser un ejemplo para otros jóvenes que participan, o quieren participar en política.


20
Sep 13

En peligro la libertad universitaria

Guatemala cuenta con una de las mejores legislaciones universitarias de todo el mundo. La Constitución dice que las universidades privadas son independientes y que desde que es autorizado el funcionamiento de una universidad privada, esta tendrá personalidad jurídica y libertad para crear sus facultades e institutos, desarrollar sus  actividades académicas y docentes, así como para el desenvolvimiento de sus planes y programas de estudio. La Constitución manda que no deba ser menoscabada su independencia y dispone que las universidades están exentas del pago de toda clase de impuestos, arbitrios y contribuciones, sin excepción alguna. Dichas garantías mantienen a las universidades privadas fuera del alcance de los políticos y sus funcionarios, de su clientela y de los grupos de interés.

Estas bases constitucionales amplias y sanas, que promueven la libertad y la competencia están bajo acoso. En parte por los intereses gurruminos de un establishment al que le incomodan la libertad y la competencia; y que no conoce otra forma de sobrevivir que acudiendo a las regulaciones, las prohibiciones, el intervencionismo y los privilegios; y en parte porque los adictos al estatismo no soportan la idea de que algo bueno pueda existir sin ser contaminado por los pipoldermos (cualquiera que sea su color).

Estos grupos están promoviendo el control centralizado y monopólico del funcionamiento de las universidades privadas –en connivencia con algunas de ellas–. Con el mismo espíritu con el que algunos empresaurios le cierran las fronteras a la competencia en perjuicio de los consumidores, y con el que algunos sindicatos le impiden trabajar a los jóvenes que aún no tienen experiencia, con ese espíritu es que los dueños de algunas universidades y los colegios profesionales están tratando de acuartelarse y convertir a las universidades privadas en títeres dependientes de un control político y corporativista.

Esto es peligroso porque tú ya sabes qué es lo que pasa cuando los políticos, su clientela y los grupos de interés toman el control centralizado y monopólico de las actividades privadas de las personas.

Columna publicada en El periódico.


24
Jun 13

Algunos”liberales” chapines son conservadores

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Estoy totalmente de acuerdo con los columnistas y académicos socialistas que afirman que algunos liberales guatemaltecos en realidad son conservadores.   Librecambistas sí son muchos de ellos y también son neoliberales; pero ¿liberales clásicos, o libertarios? Les voy a contar por qué es que no lo son.

Los acabo de ver cerrando filas, con el conservadurismo más cachureco o religioso posible, contra la Convención interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia.  En ese documento, y con mucha habilidad, los patrocinadores de aquel acuerdo mezclaron el tema del racismo -a favor del cual no puede estar nadie con dos dedos de frente y menos si se dice liberal- con el matrimonio igualitario y el derecho de las mujeres a elegir qué hacer con sus cuerpos y sus vidas.  Estos dos últimos temas espantaron a los conservadores de todos los colores, incluyendo a los que se dicen liberales; y ahí se resbalaron.

Si le creemos a Alberto Benegas-Lynch que la mejor definición de liberalismo –que ha sido tan mal interpretado– es el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otros, no es difícil empezar a atisbar por qué es que afirmo lo anterior.  La prueba o el “test” no es la tolerancia con las personas que comparten nuestro proyecto de vida, sino con las personas que disienten con nuestro proyecto de vida.  Sólo en este contexto se puede recurrir a la fuerza cuando hay lesión de derechos de terceros, explica Benegas-Lynch.

Tanto el matrimonio, como el derecho a hacer uno con su cuerpo y su vida lo que mejor le convenga a uno son temas inseparables del proyecto de vida individual de cada persona.  Además, ¿no es cierto, pues, que la filosofía de la libertad está basada en la propiedad de uno mismo? ¿No es cierto que la propiedad de ti mismo quiere decir que tú eres dueño de tu vida? ¿No es cierto que negar esto significa que otras personas tienen más derechos sobre tu vida, que tú mismo? ¿No es cierto que ninguna otra persona, o grupo de personas son dueñas de tu vida? Y claro, tú no eres dueño de las vidas de otros.

¿Se les escapa esto a los conservadores que pasan por liberales? Si.  ¿Por qué? En el caso del matrimonio porque se han tragado la idea, o se han hecho a sí mismos la idea de que el matrimonio no debe servir a los proyectos de vida de los involucrados; sino a los de la sociedad, los del estado, o los de un dios.  Y en el caso del aborto, porque se han tragado la idea, o se han hecho a sí mismos la idea de que el cuerpo de una mujer no es suyo, ni debe servir a sus proyectos de vida; sino a los de la sociedad, los del estado, o los algún dios.  Los conservadores, claro, son colectivistas, y apuntan que no eres dueño de tu vida.  Apuntan que otros son dueños de tu vida. 

El caso del matrimonio igualitario

Sostengo que la única posición liberal con respecto al matrimonio igualitario es la misma que se le aplica al matrimonio en general: Nada tiene que hacer el estado, metiéndose en los asuntos que son propios de los proyectos de vida de las personas.  Empero, como el estado ya se ha metido a regular algo tan privado e íntimo como el contrato por medio del cual las personas deciden compartir sus vidas,  el reconocimiento del matrimonio igualitario por parte del estado constituye un acto de justicia y una confirmación del principio de igualdad de todos ante la ley.

En realidad lo que conocemos como matrimonio es un acuerdo privado entre personas que deciden compartir sus vidas y hacerlo en el marco de cierta formalidad.  Formalidad que subraya su carácter de compromiso y que busca el apoyo del prójimo para la pareja contrayente.

En algún momento de la historia de la humanidad las religiones dispusieron hacer uso del matrimonio para hacer avanzar sus intereses; e igual cosa hizo el estado.  Pero antes de que ambas instituciones se inmiscuyeran en aquel acuerdo privado, ya había compromisos de largo plazo entre personas individuales que decidían unir sus vidas.  Las iglesias cristianas y el estado pretenden que el matrimonio sirva principalmente para la reproducción; y viene a mi mente la oración que, uno de los protagonistas de la novela Como agua para chocolate, dice antes de copular con su esposa a través de una sábana con un agujero.  Pedro reza no es por vicio, ni por fornicio, sino para hacer un hijo para tu servicio.

Ahora bien, como las personas no son animalitos que sólo se aparean para perpetuar la especie, o son apareados para enriquecer el hato, el matrimonio del siglo XXI debe tomar en cuenta las diversas razones que llevan a las personas a juntarse.  La comunidad de intereses, el amor, la admiración, la búsqueda de compañía, entre muchos otros, son ejemplos de aquellas razones.  No es extraño, entonces, que en la sociedad, que es evolutiva por naturaleza, las palabras también evolucionen.  Recuerdo que mi profesor de Lenguaje, don Salvador Aguado, nos advirtió una vez que los diccionarios etimológicos eran útiles para conocer mejor las palabras y para conocer sus orígenes; pero que no servían para saber su significado porque muchas veces el significado actual de aquellas, se alejaba del de su génesis.

De esa cuenta, el matrimonio tradicional reservado únicamente para parejas heterosexuales en el marco de culturas propias de sociedades cerradas, puede perfectamente pasar a ser el matrimonio moderno, como contrato de convivencia y de respeto mutuo entre individuos, en el marco de culturas propias de sociedades abiertas.  Ni al servicio de la iglesia, ni al servicio del estado; sino que al servicio de aquellos que, en ejercicio de sus derechos como personas humanas y en persecución de sus proyectos de vida asuman el compromiso.

Imagina el caso de una pareja homosexual a la que a una de las partes se le niegue el acceso a ver a su contraparte, en la sala de cuidado intensivo, sólo porque no es pariente cercano de su pareja.  ¿Sería eso correcto? No.  Creo que una pareja del mismo sexo tiene tanto derecho de estar al lado de la persona que ama, como lo tiene una pareja de sexos distintos.

En la película Si las paredes hablaran 2 se cuenta la historia de dos ancianas que habían sido pareja durante toda su vida.  Y cuando una de ellas muere, llega la familia de la difunta y saca a la sobreviviente de la casa dejándola sola y desamparada, luego de humillarla.

Alguien podría decir que fue por descuido y que ambas deberían haber pensado en esa posibilidad, y que deberían haber hecho testamento, y qué se yo.  Pero lo cierto es que no hay razón alguna para que, en una sociedad abierta, una clase de personas tenga ciertos derechos y otra clase de personas no los tenga.  Y no hay razón para que estas últimas tengan que hacer previsiones adicionales, sólo porque al estado (en respuesta a presiones de grupos privilegiados) se le antoja que no haya igualdad de todos ante la ley.

El matrimonio igualitario es un acto de justicia que reconoce el carácter contractual y privado del matrimonio; y que reconoce, sobre todo, el derecho de todas las personas a unir sus vidas y a buscar el apoyo de sus prójimos, sin discriminación, ni privilegios.  Esa es una posición liberal, que respeta el proyecto de vida de los demás, y no una estatista, ni colectivista, ni conservadora.

El caso del aborto

Cuando se dice que la mejor definición de liberalismo es el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otros nunca falta quién diga que eso incluye el proyecto de vida de los embriones.  Que incluye la vida de los embriones, y la de los fetos.  Sin embargo la palabra proyecto se refiere a planes y disposiciones detalladas para la ejecución de algo; o propósitos, o pensamientos de hacer algo.  Perdonen  por lo franco que soy: los embriones y los fetos no tienen proyectos.

¡Pero son vida!, dirá alguien más.  A esta afirmación sólo se puede responder que son vida potencial; pero no son vida real.  Perdón por la franqueza; pero en ningunas condiciones, ningún embrión es viable independiente de la madre (que sí es vida real y tiene proyectos) antes de las 23 semanas de gestación.  ¿Hay lesión de derechos de terceros cuando se abortan un embrión, o un feto? No. No se tienen derechos hasta que no se ha nacido, aunque lo diga la legislación.  Y todo liberal sabe, o debería saber, que las legislaciones pueden decir todo tipo de cosas, lo cual no quiere decir que sean filosófica, ética, o jurídicamente sostenibles.  Lo cierto es que desde esta perspectiva, el ser viviente que es la mujer (y sus proyectos de vida) tiene precedencia sobre lo que no está vivo o no ha nacido.  Perdón por la franqueza.  ¡Es un ardid eso de equiparar lo potencial con lo real!

Como el liberalismo es esa idea radical de que las demás personas no son nuestra propiedad, consideremos algunos casos ilustrativos:

Cuando un criminal viola a una mujer y la deja embarazada, lo cierto es que la bestia usa el cuerpo de la mujer sin su consentimiento y usa uno de sus óvulos sin su permiso y con violencia.  Muchas veces con violencia brutal.  Si este acto salvaje es repugnante, ¡más repugnante debería ser, para el verdadero liberal, que grupos específicos de la sociedad usen la coacción legal para forzar a la mujer a gestar la imposición del delincuente!  Sin embargo, para los conservadores, la mujer debe aceptar la imposición porque no es dueña de su cuerpo, ni de sus proyectos de vida.  Estos deben estar al servicio de la sociedad, del estado, o de un dios.   La mujer no es dueña de su cuerpo, los dueños son los que dicen representar a la sociedad, al estado, o a algún dios.

El caso de la violación es más fácil de entender que los casos del error, la ignorancia y el descuido.  La mujer que se embaraza por error, por ignorancia, o por descuido, ¿debería pagar por ello durante el resto de su vida?  Si reconocemos que es moralmente bueno respetar irrestrictamente los proyectos de vida de los demás, la respuesta es No.  No podemos imponerles a otros nuestros proyectos de vida.  La tarea de criar un hijo (especialmente de uno no deseado) es una responsabilidad tan grande que nadie debería ser forzado a emprenderla.  ¿Has oído la frase de que tener un hijo es una enfermedad de nueve meses, y una convalecencia de toda la vida?  Perdón por lo coloquial de la frase; pero nadie debería ser obligado a eso, sólo porque ciertos grupos sociales creen que tienen la facultad de imponer la maternidad.  Un embarazo no deseado (por violencia, ignorancia, error, o descuido) puede alterar los proyectos de vida, de una mujer,  de manera irremediable y profunda; y puede ser un desastre que sólo traiga miseria e infelicidad.

El Factor D

El conservador puede sentirse moralmente cómodo al defender el sacrificio; pero el liberal o libertario no.  Este último sabe que el derecho a la búsqueda de la felicidad y el derecho a perseguir uno sus proyectos de vida son valores que están encima de las demandas de cualquier grupo de interés, o de cualquier colectivo.  El liberal o libertario sabe que los derechos individuales deben prevalecer sobre los intereses colectivos.  El liberal o libertario sabe que entregar algo de menos valor, a cambio de algo de más valor no es propio de la naturaleza humana.  Sabe que eso ocurre sólo por ignorancia, por error, o por la fuerza.

El hecho es que hay grupos de interés y colectivos que están convencidos de que hay un dios que les impone ciertas normas.  Y creen que tienen la facultad de convertir aquellas imposiciones en leyes aplicables a otros grupos y a los individuos que componen la sociedad, aunque estos no compartan al dios de aquellos.  Creen que tienen la facultad de regular el matrimonio y los cuerpos y proyectos de vida de otras personas del mismo modo en que otros grupos de interés creen que tienen la facultad de regular el uso que se le debe dar a la propiedad, la educación que se les debe dar a los hijos, o qué se puede vender y comprar y a qué precios.

Ya lo dijo Friedrich A. Hayekla filosofía conservadora, por su propia condición, jamás nos ofrece alternativa ni nos brinda novedad alguna…De ahí que el triste sino del conserva­dor sea ir siempre a remolque de los acontecimientos… Los conservadores, cuando gobiernan, tienden a paralizar la evolución o, en todo caso, a limitarla a aquello que hasta el más tímido aprobaría. Jamás, cuando avizoran el futuro, piensan que puede haber fuerzas desco­nocidas que espontáneamente arreglen las cosas; mentalidad ésta en abierta contraposición con la filosofía de los liberales, quienes, sin complejos ni recelos, aceptan la libre evolución, aun ignorando a veces hasta dónde pue­de llevarles el proceso…Ese temor a que operen unas fuerzas sociales aparentemente incontrola­das explica otras dos características del conservador: su afición al autorita­rismo y su incapacidad para comprender el mecanismo de las fuerzas que regulan el mercado.

Como consecuencia los conservadores le han entregado al socialismo la defensa de principios que son propios del liberalismo: el derecho a la vida, la igualdad de todos ante la ley, el derecho a perseguir los propios proyectos de vida, y la propiedad de uno mismo.   Vergonzosamente, en nuestro entorno, son grupos principalmente socialistas los que defienden el matrimonio igualitario y el derecho de las mujeres a disponer de sus cuerpos.  El conservadurismo disfrazado de liberalismo está más comprometido con las exigencias de sus pastores –que les hablan en nombre de su dios­– que con el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otro.  De ahí que cuando se discute la Convención interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia los conservadores cierren filas con las iglesias y no con la idea radical de que las demás personas no son nuestra propiedad.

Como dijo Benegas-Lynch: La prueba o el “test” no es la tolerancia con las personas que comparten nuestro proyecto de vida, sino con las personas que disienten con nuestro proyecto de vida. 

La ilustración la tomé de Facebook.


11
Jun 13

¿Costa Rica va a dolarizar?

Para defenderse de la inflación y de la arbitrariedad monetaria, hace una década las autoridades monetarias de El Salvador dolarizaron su economía y lo mismo hicieron las de Ecuador.   Ahora, en Costa Rica se debate  si es conveniente forzar el dólar como moneda oficial, que ya es usada de hecho desde hace muchos años o si, por el contrario, es necesario reforzar la circulación del colón. Con más del 50% del total de la cartera de créditos dolarizada, un constante flujo de capital extranjero que llega por medio de las inversiones y el turismo y el uso común que los costarricenses hacen de aquella moneda, los economistas se preguntan si este es el momento oportuno para que este país se decida de una vez a adoptar la divisa estadounidense.

En 1994 y para los mismos propósitos, las autoridades monetarias de Guatemala se inclinaron por una opción disruptiva, innovadora y audaz: La ley de libre negociación de divisas, en vez de forzar a sus habitantes a utilizar una moneda específica, reconocieron la libertad de estos para elegir la moneda que más conviniera a sus intereses -e incluso a usar oro-.

En aquel tiempo yo dirigía la sección de Economía del diario Siglo Veintiuno y cuando leí la ley no lo podía creer.  La leí con mi equipo y con el director del diario, que era José Eduardo Valdizán.  Queríamos entenderla muy bien porque parecía algo demasiado bueno para ser verdad.  ¡Pero era verdad!  Incluso lo comentamos con el columnista Jorge Jacobs, para estar seguros de que no nos estábamos engañando al calor de la emoción.  Jorge llegó al diario y confirmó que la libre negociación de divisas era una realidad.  Y yo tuve clavos en mi casa porque ese día teníamos un compromiso y yo cancelé mi salida del diario tres veces a lo largo de esa noche.

El artículo 1 de aquella ley dice que es libre la disposición, tenencia, contratación, remesa, transferencia, compra, venta, cobro y pago de y con  divisas y serán por cuenta de cada persona individual o jurídica, nacional o extranjera las utilidades, las pérdidas y los riesgos que se deriven de las  operaciones que de esa naturaleza realice. Es igualmente libre la tenencia y manejo de depósitos y cuentas en moneda extranjera, así como operaciones de intermediación financiera, tanto en bancos nacionales como en bancos del exterior. Y el artículo 5 dice que es libre la importación, exportación, disposición, tenencia, compra y venta de oro amonedado o en barras, en el territorio nacional.

La ley también descriminalizaba las casas de cambio que operaban de forma ilegal desde que se había empezado a deteriorar el tipo de cambio del quetzal frente al dólar a principios de los años 80.  De hecho y para referencia de los lectores, en mi sección publicábamos -todos los días- dos tipos de cambio: el oficial y el del mercado.  Y para obtener el del mercado yo consultaba con dos casas de cambio de postín; y con los cambistas de la Séptima avenida y 12 calle de la zona 1 in situ.

Cuento esto porque no suena mal dolarizar para proteger a la gente de la inflación y de la arbitrariedad monetaria; pero económica y éticamente es mejor devolverle a la gente la libertad de elegir en qué moneda quieren hacer sus negocios (y proteger esa libertad).  Cuando se dolariza se sustituye un monopolio obligatorio por otro: el del colón por el del dólar, en el caso que nos ocupa.

De cualquier manera, que bueno que los ticos están en estas…pero ojalá y explorarán el camino de la libertad.

Actualización: En los comentarios hay detalles muy valiosos provistos por Luis E. Loria.