26
Mar 09

Esto parte el alma

¿Saben qué me partió el alma hoy en la mañana? La foto de portada de Prensa Libre de hoy.  Ahí están José Rosales y Sonia Morales, padres de Anthony Josué, el niño de 2 meses de edad que murió como consecuencia de la jornada de delincuencia de ayer.  En el momento de la fotografía, el bebé no había muerto aún, y sus padres pasaban por esos espantosos momentos de angustia, en los que la incertidumbre es casi inaguantable.
Claro que  en esta orgía de delincuencia incontenible, casi todo muerto le duele a alguien; pero a mí siempre me conmueve la muerte de alguien jóven y mucho más si es un tierno de aquella edad.  Y el corazón se me hace un nudo de sólo imaginar lo que pudieran estar sintiendo sus padres. 
Y si dan congoja y rabia las muertes de jóvenes y niños cuando son por causas naturales; más la dan cuando sus fallecimientos se deben a la irresponsabiliad de quienes debería velar por la seguridad ciudadana y por la justicia.  Irresponsabilidad que a lo largo de los años ha resultado en una impunidad generalizada, injustificable porque muchos recursos y mucha energía se desperdician en asuntos de ninguna importancia, en tanto que la vida, la libertad y la propiedad de la gente está a merced de criminales.
Anthony Josué murió porque un desalmado actuó a sabiendas de que podía hacer lo suyo, sin tener que enfrentar la responsabilidad penal de su acto.  Es la impunidad lo que literalmente nos está matando.  Y los muertos, según Alvaro San Nicolás Colom, son rumores y son sólo una guerra psicológica.

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25
Mar 09

Un tiradero de basura

Este es el tiradero de basura que vi en el río Los Esclavos, bajo el puente nuevo. En lo que estuve ahí, dos personas llegaron con sendas carretillas y contribuyeron a llenar de inmundicias el lugar.

El lector CHR llamó la atención sobre este basurero cuando comentó, en mi entrata titulada El puente que hizo el diablo, que que lastima que este legendario puente (se supone es para nosotros los santarroseños un símbolo) sea utilizado como basurero clandestino. El lector tiene razón porque es una lástima que este lugar, y muchos otros sean usados como botaderos de basura; pero no es clandestino. Está ahí a ciencia y paciencia de las autoridades del lugar, y está ahí a la luz del día, frente a toda la población que permite que eso ocurra.

En realidad, si digo que todo el país es un tiradero de basura no exagero. Muchos ríos, barrancos, predios vacíos, callejones, y otros lugares, a lo largo y lo ancho de toda Guatemala son botaderos de basura. Una vez, hace varios años, ví a un camión de volteo arrojando basura muy cerca de la laguna de Lemoa, en Quiché, al lado de la carretera, a plena luz del día e impunemente. Y así ocurre en quién sabe cuántos otros lugares.


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24
Mar 09

Sana discusión en Libertópolis

¡Wow!, hoy en Libertópolis, hubo una discusión intensa acerca de qué podemos hacer para detener la delincuencia insoportable.  
Yo sostengo que la causa de que la criminalidad sea cada vez más exitosa es la impunidad.  Los delincuentes actúan con la certeza casi total de que sus actos no van a tener consecuencias penales.  Y esto es porque ni la policía, ni el Ministerio Público, ni los tribunales tienen el apoyo político y presupuestario para cumplir con las tareas más propias y fundamentales del gobierno: garantizar la seguridad y la justicia.
La administración (porque lo que tenemos desde hace años son administraciones de privilegios y de partidas presupuestarias, en vez de gobiernos), desperdicia recursos en viajes, propaganda, y en centenares de proyectos para satisfacer las exigencias de los más variados grupos de interés; y, sin embargo, el tema de la seguridad y la justicia ha sido relegado y relegado.  ¡Por eso es que no hay seguridad, ni justicia!
En el diálogo de Libertópolis muchos preguntaban que qué podemos hacer; y yo tengo dos sugerencias:
1. Organizar expresiones para llamar la atención y exigir que el gobierno se concentre en resolver la impunidad.  ¡Que se ocupe prioritariamente de la seguridad y de la justicia!, y que deje de hacer otras cosas sin importancia.
2. Escribir a los buzones de los lectores en los diarios del país.  Llamar a programas de radio.  Como tributarios y como electores, llamar a paro y exigir que la administración cumpla con proteger la vida, la libertad y la propiedad de todos los habitantes de la República; y que garantice seguridad y justicia.
Propongo eso…¿y usted? ¿Tiene una idea mejor?  Carpe Diem quiere seguridad y justicia. No quiere más impunidad.


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20
Mar 09

Cada vez hay más menores homicidas

¿Quiere leer algo increíble? Nidia Aguilar, de la Procuraduría de los Derechos Humanos dice que “la ley [de proteccion a la niñez y la adolecencia] cuando fue trabajada, entró por sustitución total; fue en 2003; y la violencia que hay ahora no existía antes, las maras o pandillas accionaban por sus ideales“. 
Dos cosas me llaman la atención de lo que dice esta señora:  
1. Que antes las maras actuaban por sus ideales.  Imagínese usted que nindo.  Las maras idealistas alzadas en criminalidad, no al servicio del crímen organizado, sino de sus propios principios y valores delictivos.  Criminales, claro, pero suyos.  Ideales.  Utópicos y aspiracionales. Delictivos, pero propios.  Aaaaah, los buenos tiempos.  Cuando los mareros eran delincuentes idealistas.  No como ahora, materialistas, desprovistos de ideales y de valores criminales propios. ¡Y por supuesto que esto lo digo de forma irónica!  
2.  Que qué casualidad y que interesante es saber que la vigencia de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolecencia es el parteaguas; y que, precisamente, después de que esta legislación alcahueta fijó las reglas del juego, empezó a crecer la delincuencia por menores.
Yo digo que la edad para la responsabilidad penal debe ser reducida.  Aquellos que son lo suficientemente grandes para salir a matar, a robar y a extorsionar, deben ser lo suficientemente grandes para enfrentar la responsabilidad penal de sus acciones. Si es de otro modo, si la minoría de esdad es una excusa para la irresponsabilidad, lo que empezó a ocurrir a partir de 2003 se va a poner peor.  Y peor. Y peor.
Sepa, usted, que actualmente subió 153% la cifra de procesos a menores por homicidios y que en 2007 hubo 34 casos de meurtes violentas cometidas por menores; en tanto que en 2008, hubo 86 de ellas.
En 2007 hubo 28 casos de abusos deshonestos cometidos por adolescentes, en tanto que en 2008 hubo 65 casos; en 2007 hubo 32 casos de extorsiones cometidadas por menores, y en 2008 hubo 53 casos.  En 2007 hubo 53 casos de violaciones cometidas por adolescentes; y el año pasado el número fue de 83.


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13
Mar 09

No hace falta más diarrea legislativa

La diarrea legislativa no va a acabar con la delincuencia y la corrupción rampantes que cada día están más ofensivas y más descaradas.  Vea usted, si no, el caso de las vacunas y la OPS.  ¡Más pelado, no se puede ser!
Pero vamos a lo que es de fondo.  Hoy leo que la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala pide delitos para castigar a corruptos.  Lo cual me parece boludo, como dirían mis cuates argentinos.  Digo, porque es el mismo tipo de razonamiento que suponía que una ley contra el robo de teléfonos móviles iba a acabar con los robos de esos aparatos, o la que suponía que una ley contra el femicidio iba a evitar los asesinatos de mujeres.  Es el mismo tipo de razonamiento que cree que con una ley de armas restrictiva, los delincuentes van a buscarse un empleo y van a dejar la vida criminal.  ¿De qué sirvió ponerles pena de muerte a los secuestradores si nadie se atreve aplicarla?
Leo, en cambio, lo que dijo Baltazar Garzón: La impunidad es grave.  El juez instó a los jueces a que no les tiemple la mano para reverir esa injusticia.
¡Claro!, si el problema no es la falta de leyes.  ¡El problema jodido es que las leyes que hay ni se cumplen, ni se hacen respetar!  ¡El problema es que el Organismo Judicial está pintado, asustado y castrado!  


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07
Mar 09

Los abortos son inquietantes

Yo digo que era de esperarse; si las mujeres que no pueden, o no quieren tener hijos quedan embarazadas (por cualquier motivo que sea), ¿que opciones tienen? Antes una de las opciones era la de dar al niño en adopción de una forma relativamente sencilla; pero ahora eso ya no se puede.

Y, entonces, ¿qué posibilidades quedan? Una es proceder a la adopción irregular (bajo de agua); la otra es abandonar al neonato en un lugar donde lo puedan cuidar, o en donde sea; y la otra es el aborto. Y como el aborto es ilegal, generalmente va a ser uno en condiciones no controladas. Usted ya sabe, acudiendo a alguien que se anime a hacerlo, con algún entrenamiento, o con ninguno; o bien, acudiendo a la técnica del gancho de ropa, y cosas parecidas.

Por eso comparto con los grupos de mujeres organizadas su inquietud por los 65 mil abortos que cada año ocurren en Guatemala. Yo me atrevo a suponer que si la mayoría de mujeres que no pueden, o no quieren criar al hijo que lleva en el vientre, tuviera una alternativa, preferirían no abortar. Pero claro, en eso no se pusieron a pensar ni la UNICEF, ni Wendy de Berger, ni los embajadores, ni los oenegeros que promovían la ley antiadopciones.

Ya fuera por racismo, o porque nunca entendieron que los abusos en las adopciones eran un problema de impunidad, o porque según ellos el dinero es la raíz de todos los males, lo que les importaba era que cesaran las adopciones. ¿Qué tal les parecen las consecuencias?

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09
Feb 09

La virgen de los sicarios, una realidad chapina

Como en la peli La virgen de los sicarios, muchos delincuentes chapines usan motocicletas para cometer sus crímenes. Como en la película, muchos asesinos chapines son menores de edad.

Se estima que por lo menos 15 atracos, por día, son cometidos por delincuentes que viajan a bordo de motos; otra estimación indica que de los 1288 crímenes cocurridos el año pasado, 95% de ellos fueron cometidos por personas que se movilizaban en moto. La causa de todos esto no es que haya una ley que prohiba que dos personas viajen en moto; y si bien es cierto que pocas personas se atreven a denunciar los crímenes, también es cierto que aunque denunciaran, las posibilidades captura, persecusión y castigo para los delincuentes es casi nula. La impunidad es la causa de que los delincuentes abunden y se multipliquen con éxito; y no es correcto, ni justo que se le eche la culpa a las víctimas que no confían en las autoridades.

¡Vamos!, ¿confiaría usted en las autoridades? Yo digo que estas deben ganarse la confianza de los tributarios, de los electores y de las víctimas. Yo digo que la delincuencia va a empezar a disminuir, no cuando se multiplique la tipificación de delitos y cuando aumenten las penas; sino cuando los criminales tengan alguna certeza de que cuando sean capturados van a ser procesados y penalizados.

Por cierto que La virgen de los sicarios está disponible an Take One, la tienda de vídeos de Futeca de la zona 14; y vale la pena verla para ver qué tan mal se pueden poner las cosas y por qué camino vamos.


31
Ene 09

¿Por qué hay tanta delincuencia y por qué parece incontenible?

¡Hoy he descubierto el agua azucarada!; un misterio que ha escapado a políticos de todos los colores; a ONG de todos los sabores y a cooperantes de todos los olores. He descubierto que la delincuencia incontenible que enluta a las familias chapinas -y frente a la cual el presidente socialdemócrata dice que debemos tener paciencia– tiene una causa bien identificable: La impunidad.

¿Sabía, usted, que de cada 100 homicidios, sólo dos son juzgados? ¿Sabía usted que de cada 100 delitos, sólo cuatro llegan a debate? Los delincuentes saben que sus acciones no tendrán consecuencias jurídicas. Saben que el ideal de la certeza de la aplicación de la pena es un mal chiste. Saben que cuentan con jueces como al juez primero de Primera Instancia que fue generoso con cuatro secuestradores que fueron atrapados in fraganti. Saben que las autoridades políticas están más comprometidas con regalar pescados y hacerse propaganda; que con el combate contra la criminalidad.

De cada 100 asesinatos, ¡sólo 2 son juzgados! Esa es la causa de la delincuencia incontenible. Ahora bien…ya se preguntó cuántos de esos 2 que son juzgados son condenados. Y de esos que son condenados, ¿cuántos se imagina usted que cumplen cabalmente sus penas?

¿Se da cuenta? ¿Ya ve por qué descubrí el agua azucarada?


26
Ene 09

Cuando muere asesinado un niño

¿Qué paciencia se le puede pedir a una madre cuyo hijito muere a causa de una bala perdida, disparada entre mareros?

Hoy leo que Cristian Medrano, de seis años murió luego de que fue alcanzado por una bala perdida. La madre del menor informó que dos pandilleros que se transportabanen bicicletas se enfentaron a balazos y como consecuencia del intercambio de plomo el chiquillo resultó herido.

Me dió mucha rabia esta noticia, porque, una de las cosas más espantosas que puede ocurrirle a alguien es que se le muera un hijo. Cuenta mi amigo, Fred Kofman, la siguiente historia:

Una vez, un emperador chino quiso celebrar el cumpleaños de su nieto favorito; y para ello mandó a traer a un sabio muy famoso y reconocido, y le pidió que escribiera un poema en honor al cumpleañero.

El día de la celebración, el sabio subió al escenario que había sido preparado para el efecto, y frente a los invitados recitó:

El abuelo muere,
el padre muere,
el nieto muere.

Y se retiró. Acto seguido, el emperador montó en furia incontrolada y mandó a llamar al sabio para reclamarle: “¿Cómo se te ocurre semejante cosa en el día del cumpleaños de mi nieto?”. Y el sabio le respondió: “Divina Majestad. Eso es lo mejor que podría ocurrir…¿o preferirías otro orden?”. El emperador entendió y despidió al sabio poeta.

Otro orden es espantosamente doloroso y altera, precisamente el orden natural de las cosas. Y si el orden natural de las cosas es alterado por la impunidad, por la delincuencia, y por la incapacidad, ¿cómo no va a ser diez veces más doloroso?

Y saben de qué me acordé, también. De cuando Alvaro San Nicolás Colom pidió paciencia frente a la criminalidad. ¿Qué paciencia se le puede pedir a una madre que ve que su hijo se muere a causa de una disputa entre pandilleros?


24
Ene 09

La certeza es más importante que el monto

Una de las principales causas del éxito que tiene la actividad criminal en Guatemala es la impunidad. No es la falta de delitos tipificados, ni la ausencia de pensa severas (porque hay hasta pena de muerte para asesinos y secuestradores). La criminalidad sería menos, ¡mucha menos!, si los delincuentes tuvieran alguna certeza de que necesariamente tendrían que enfrentar las consecuencias penales de sus actividades criminales. Pero claro, eso no sucede, y la delincuencia prospera.

Hoy vemos un ejemplo de eso, en un ámbito ligeramente distinto: aunque cada año son millones de quetzales los que impone en multas la Contraloría General de Cuentas a oficinas del Estado por mala administración de fondos públicos, apenas consigue el pago de 20 por ciento de esas sanciones. Y el mensaje que reciben los burócratas corruptos, venales, y descuidados, es el mismo que reciben otros criminales: No te apures, lo mas seguro es que no te atrapen, y si te cachan, no habrá consecuencias.

¿De qué sirven las penas, los delitos, y las multas si sólo unos pocos -con mala suerte- tienen que enfrentar las consecuencias de sus acciones criminales? La impunidad, y no otra cosa, es la causa de la inseguridad en la que vivimos.