impunidad
26
Mar 09
Esto parte el alma
25
Mar 09
Un tiradero de basura
Este es el tiradero de basura que vi en el río Los Esclavos, bajo el puente nuevo. En lo que estuve ahí, dos personas llegaron con sendas carretillas y contribuyeron a llenar de inmundicias el lugar.
En realidad, si digo que todo el país es un tiradero de basura no exagero. Muchos ríos, barrancos, predios vacíos, callejones, y otros lugares, a lo largo y lo ancho de toda Guatemala son botaderos de basura. Una vez, hace varios años, ví a un camión de volteo arrojando basura muy cerca de la laguna de Lemoa, en Quiché, al lado de la carretera, a plena luz del día e impunemente. Y así ocurre en quién sabe cuántos otros lugares.
24
Mar 09
Sana discusión en Libertópolis
20
Mar 09
Cada vez hay más menores homicidas
13
Mar 09
No hace falta más diarrea legislativa
07
Mar 09
Los abortos son inquietantes
Yo digo que era de esperarse; si las mujeres que no pueden, o no quieren tener hijos quedan embarazadas (por cualquier motivo que sea), ¿que opciones tienen? Antes una de las opciones era la de dar al niño en adopción de una forma relativamente sencilla; pero ahora eso ya no se puede.
Y, entonces, ¿qué posibilidades quedan? Una es proceder a la adopción irregular (bajo de agua); la otra es abandonar al neonato en un lugar donde lo puedan cuidar, o en donde sea; y la otra es el aborto. Y como el aborto es ilegal, generalmente va a ser uno en condiciones no controladas. Usted ya sabe, acudiendo a alguien que se anime a hacerlo, con algún entrenamiento, o con ninguno; o bien, acudiendo a la técnica del gancho de ropa, y cosas parecidas.
Por eso comparto con los grupos de mujeres organizadas su inquietud por los 65 mil abortos que cada año ocurren en Guatemala. Yo me atrevo a suponer que si la mayoría de mujeres que no pueden, o no quieren criar al hijo que lleva en el vientre, tuviera una alternativa, preferirían no abortar. Pero claro, en eso no se pusieron a pensar ni la UNICEF, ni Wendy de Berger, ni los embajadores, ni los oenegeros que promovían la ley antiadopciones.
Ya fuera por racismo, o porque nunca entendieron que los abusos en las adopciones eran un problema de impunidad, o porque según ellos el dinero es la raíz de todos los males, lo que les importaba era que cesaran las adopciones. ¿Qué tal les parecen las consecuencias?
09
Feb 09
La virgen de los sicarios, una realidad chapina
Como en la peli La virgen de los sicarios, muchos delincuentes chapines usan motocicletas para cometer sus crímenes. Como en la película, muchos asesinos chapines son menores de edad.
Se estima que por lo menos 15 atracos, por día, son cometidos por delincuentes que viajan a bordo de motos; otra estimación indica que de los 1288 crímenes cocurridos el año pasado, 95% de ellos fueron cometidos por personas que se movilizaban en moto. La causa de todos esto no es que haya una ley que prohiba que dos personas viajen en moto; y si bien es cierto que pocas personas se atreven a denunciar los crímenes, también es cierto que aunque denunciaran, las posibilidades captura, persecusión y castigo para los delincuentes es casi nula. La impunidad es la causa de que los delincuentes abunden y se multipliquen con éxito; y no es correcto, ni justo que se le eche la culpa a las víctimas que no confían en las autoridades.
¡Vamos!, ¿confiaría usted en las autoridades? Yo digo que estas deben ganarse la confianza de los tributarios, de los electores y de las víctimas. Yo digo que la delincuencia va a empezar a disminuir, no cuando se multiplique la tipificación de delitos y cuando aumenten las penas; sino cuando los criminales tengan alguna certeza de que cuando sean capturados van a ser procesados y penalizados.
Por cierto que La virgen de los sicarios está disponible an Take One, la tienda de vídeos de Futeca de la zona 14; y vale la pena verla para ver qué tan mal se pueden poner las cosas y por qué camino vamos.
31
Ene 09
¿Por qué hay tanta delincuencia y por qué parece incontenible?
¡Hoy he descubierto el agua azucarada!; un misterio que ha escapado a políticos de todos los colores; a ONG de todos los sabores y a cooperantes de todos los olores. He descubierto que la delincuencia incontenible que enluta a las familias chapinas -y frente a la cual el presidente socialdemócrata dice que debemos tener paciencia– tiene una causa bien identificable: La impunidad.
¿Sabía, usted, que de cada 100 homicidios, sólo dos son juzgados? ¿Sabía usted que de cada 100 delitos, sólo cuatro llegan a debate? Los delincuentes saben que sus acciones no tendrán consecuencias jurídicas. Saben que el ideal de la certeza de la aplicación de la pena es un mal chiste. Saben que cuentan con jueces como al juez primero de Primera Instancia que fue generoso con cuatro secuestradores que fueron atrapados in fraganti. Saben que las autoridades políticas están más comprometidas con regalar pescados y hacerse propaganda; que con el combate contra la criminalidad.
De cada 100 asesinatos, ¡sólo 2 son juzgados! Esa es la causa de la delincuencia incontenible. Ahora bien…ya se preguntó cuántos de esos 2 que son juzgados son condenados. Y de esos que son condenados, ¿cuántos se imagina usted que cumplen cabalmente sus penas?
¿Se da cuenta? ¿Ya ve por qué descubrí el agua azucarada?
26
Ene 09
Cuando muere asesinado un niño
¿Qué paciencia se le puede pedir a una madre cuyo hijito muere a causa de una bala perdida, disparada entre mareros?
Hoy leo que Cristian Medrano, de seis años murió luego de que fue alcanzado por una bala perdida. La madre del menor informó que dos pandilleros que se transportabanen bicicletas se enfentaron a balazos y como consecuencia del intercambio de plomo el chiquillo resultó herido.
Me dió mucha rabia esta noticia, porque, una de las cosas más espantosas que puede ocurrirle a alguien es que se le muera un hijo. Cuenta mi amigo, Fred Kofman, la siguiente historia:
Una vez, un emperador chino quiso celebrar el cumpleaños de su nieto favorito; y para ello mandó a traer a un sabio muy famoso y reconocido, y le pidió que escribiera un poema en honor al cumpleañero.
El día de la celebración, el sabio subió al escenario que había sido preparado para el efecto, y frente a los invitados recitó:
El abuelo muere,
el padre muere,
el nieto muere.
Y se retiró. Acto seguido, el emperador montó en furia incontrolada y mandó a llamar al sabio para reclamarle: “¿Cómo se te ocurre semejante cosa en el día del cumpleaños de mi nieto?”. Y el sabio le respondió: “Divina Majestad. Eso es lo mejor que podría ocurrir…¿o preferirías otro orden?”. El emperador entendió y despidió al sabio poeta.
Otro orden es espantosamente doloroso y altera, precisamente el orden natural de las cosas. Y si el orden natural de las cosas es alterado por la impunidad, por la delincuencia, y por la incapacidad, ¿cómo no va a ser diez veces más doloroso?
Y saben de qué me acordé, también. De cuando Alvaro San Nicolás Colom pidió paciencia frente a la criminalidad. ¿Qué paciencia se le puede pedir a una madre que ve que su hijo se muere a causa de una disputa entre pandilleros?
24
Ene 09
La certeza es más importante que el monto
Una de las principales causas del éxito que tiene la actividad criminal en Guatemala es la impunidad. No es la falta de delitos tipificados, ni la ausencia de pensa severas (porque hay hasta pena de muerte para asesinos y secuestradores). La criminalidad sería menos, ¡mucha menos!, si los delincuentes tuvieran alguna certeza de que necesariamente tendrían que enfrentar las consecuencias penales de sus actividades criminales. Pero claro, eso no sucede, y la delincuencia prospera.
Hoy vemos un ejemplo de eso, en un ámbito ligeramente distinto: aunque cada año son millones de quetzales los que impone en multas la Contraloría General de Cuentas a oficinas del Estado por mala administración de fondos públicos, apenas consigue el pago de 20 por ciento de esas sanciones. Y el mensaje que reciben los burócratas corruptos, venales, y descuidados, es el mismo que reciben otros criminales: No te apures, lo mas seguro es que no te atrapen, y si te cachan, no habrá consecuencias.
¿De qué sirven las penas, los delitos, y las multas si sólo unos pocos -con mala suerte- tienen que enfrentar las consecuencias de sus acciones criminales? La impunidad, y no otra cosa, es la causa de la inseguridad en la que vivimos.