La revista Forbes publicó un reportaje titulado The Impact of Fast Fashion and Cultural Appropiation on Guatemalan Artisanship, y el asunto no hubiera llamado mi atención si Pacunam no lo hubiera compartido en su Instagram.
El impacto de la moda rápida y otras formas de apropiación cultural en la artesanía guatemalteca.
Admiro el trabajo que hace Pacunam y por eso me da tristeza (y me incomoda) que le de alas a la noción de apropiación cultural, que no sólo es peligrosa, sino empobrecedora. Peligrosa porque el contexto filosfófico del que procede la noción de la apropiación cultural es el mismo del cual proceden las acciones políticas y activistas que dañan y hacen ver como malignas y viles las actividades económicas y productivas de algunas de las personas y empresas que patrocinan a la Fundación.
Es empobrecedor porque la noción de apropiación cultural no solo pasa por alto, sino que pretende erradicar las formas en que funcionan las culturas; formas basadas en el dinamismo y en el orden espontáneo, u orden sin control; y no basadas en el estancamiento, la paralisis y el orden creado. Las culturas evolucionan por medio de préstamos, reinterpretaciones, mezclas y mejoramientos, por ejemplo; en vez de quedarse inmóviles en formas puras.
De ahí que el concepto de apropiación cultural sea un enemigo del futuro, si pensamos en términos de dynamism and stasis, de Virginia Postrel en The Future and its Enemies. La idea de apropiación cultural castra el poder creador de una civilización libre, si pensamos en términos hayekianos, porque la riqueza de una civilización libre depende, en buena parte, de que no sepamos cómo van a ser usadas, combinadas, imaginadas, exploradas o aplicadas las aportaciones culturales.
Las aportaciones culturales deben ser diferenciadas de la propiedad intelectual porque la propiedad intelectual es el derecho al producto de la mente de individuos (la base de todo derecho de propiedad), o grupos específicos identificables plenamente en el tiempo y en el espacio; sabemos quien es el desarrollador y el propietario de ciertas canciones, o de ciertas medicinas. Las aportaciones culturales, en cambio son consecuencias de un largo proceso colectivo y evolutivo perdido en el tiempo y en el espacio, sin propietarios originales identificables. ¿Quién es el dueño de los tamales, o de ciertos diseños textiles? El concepto (legítimo) de propiedad no es aplicable, ni puede ser aplicado a una cultura; ya que una cultura es la suma de las ideas y los logros de unos individuos, ideas y logros que otros individuos han aceptado y que influyen en el modo de vida de un grupo específico de personas (que es el que practica esa cultura). Afirmar que una étinia o un grupo es dueño (tiene la propiedad) de una cultura es una noción colectivista. Es la afirmación de que la étnia, o el grupo es el dueño o propietario de las ideas y los logros de los individuos, y que solo los miembros de aquella étnia, o grupo pueden usar aquellos productos intelectuales de individuos.
Si buscas una definición de apropiación cultural, lo que vas a encontrar es poco más, o menos que es la adopción no reconocida o inapropiada de las costumbres, prácticas, ideas, y otros. de un pueblo, o sociedad por parte de los miembros de otro y, por lo general, de personas, o sociedad más dominantes. ¿Lo notaste? Es un concepto colectivista y político….o más bien…es un anticoncepto y un package-deal en términos objetivistas. Es un anticoncepto porque es un término innecesario y racionalmente inutilizable diseñado para reemplazar y eliminar algún concepto legítimo. El uso de anti-conceptos da a los oyentes un sentido de comprensión aproximada. Pero en el ámbito de la cognición, nada es tan malo como lo aproximado. Puede ser que sea inapropiado (un concepto legítimo) usar cierta ropa para burlarse, o agredir a algún individuo, o grupo de individuos; pero es apropiación cultural (un anticoncepto) usar la misma ropa como muestra de admiración, o de algún grado de conexión con algún grupo cultural. Es un package-deal porque los conceptos de apropiación y cultural que tienen sentido por separado, cuando se juntan constituyen una falacia que no discrimina diferencias cruciales. Trata, juntos, como partes de un único conjunto conceptual o paquete, elementos que difieren esencialmente en la naturaleza, el estado de verdad, la importancia, o el valor. La clave aqui es el colectivismo (la negación de la individualidad y del individualismo) y la idea de que toda relación humana (o casi toda relación humana) es una de dominación. La negación de los beneficios de la división del trabajo y de la cooperación social.
Hablando de valor, hay pocas cosas tan humanas como el deseo de copiar, y aprender de quienes son diferentes a nosotros porque valoramos las diferencias; de hecho, ¿has oído que la imitación es la forma más sincera de halago? Aprendemos eso desde que somos niños y copiamos lo que hacen nuestros hermanos mayores, nuestros primos mayores, nuestros padres y nuestros amigos. Copiamos lo que admiramos y lo que amamos. De ahí que lo que algunos llaman apropiación cultural puede ser, incluso un acto de amor. ¿Cómo fue que dijo Martin Luther King? Cuando mis hermanos intentan dibujar un círculo para excluirme, yo dibujo un círculo más grande para incluirlos. A mi me parece inapropiada la idea de que si uno es diferente, debe atenerse a los de su propia especie.