Leo con más detenimiento las propuestas “clave” de la administración socialdemócrata para aliviar el alza de precios que castiga a los guatemaltecos.
No voy a referirme a los precios tope y subsidios que ya he comentado en la entrada anterior. Lo que me llama la atencion, ahora, es la malignidad evidente de las medidas que pretende poner en marcha la administración.
1. Aplicar un impuesto a las líneas de telefonía celular. La tasa que se maneja tentativamente es de Q0.05 por minuto. O sea: para bajar el costo de la vida, los socialdemócratas van a elevar el costo de las llamadas por teléfono móvil. A ver…otra vez, porque no entendí. Para aliviar la situación económica de la gente, le van a encarecer las llamadas telefónicas.
2. Liberar los contingentes extranjeros de los productos de la canasta básica cuyo precio tope no fuera aceptado por la cúpula empresarial. O sea: si la cúpula empresarial no se somete al chantaje de la administración, esta liberará el comercio. A ver…otra vez, porque no entendí. En vez de liberar el comercio de una vez, para que la gente pueda optar a productos más baratos -aunque sean extranjeros- los pipoldermos chantajean y negocian con la cúpula empresarial.
3. Aplicar un bono salarial a los trabajadores del Estado . O sea: indexar esos salarios. A ver…otra vez, porque no entendí. Es típico de la inflación -como fenómeno monetario que es- que en la medida en que la moneda pierde poder adquisitivo, quienes se benefician del poder adquisitivo que va quedando son aquellos que reciben primero las nuevas inyecciones de dinero. Esto en perjuicio directo de aquellos a los que el dinero les llega más tarde, ya devaluado. Con la indexación, el resultado es que se genera una espiral inflacionaria que puede alcanzar niveles de espanto.
Talvez yo soy muy inocente; pero…¡¿en qué cabezas cabe?!
Reproducido en El Independent y en el Espacio Abasme.
La fuente de estas informaciones es El Periódico, de hoy, en su página 3. No pongo enlace porque no encontré la nota en su página Web.