05
Oct 09

Cándido, la "nia" Goya y la Constitución

¿Va usté a creer?, me dijo Cándido mientras me ofrecía una tortita de yuca con miel de abejas, hoy en el mercado me econtré con la “nia” Goya y así de la nada me empezó con que ella ya sabía que yo apoyo a ProReforma; y con que a ella eso de la Constitución no le importaba y que no quería ni saber de eso. Y escuché a Cándido con detenimiento.

A mí me extrañó que la “nia” Goya saliera con eso, así que le pregunté que si su carro era suyo, y que si su casita era suya; me dijo Cándido. El carro sí; y la casa lo va a ser en cuanto se la termine de pagar al banco ahora en diciembre, le respondió la nia Goya a mi amigo.
El buen Cándido le preguntó a la nia Goya si ella creía que ella tenía creía que alguien debería tener la facultad de prohibirle que se dedique a vender ropa y productos de limpieza y de belleza por catálogo, y la señora en cuestión le respondió que no, que de plano no, porque esa era si forma honrada de ganarse la vida. Le preguntó si cree que si no le pagan lo que vende, sería bueno que ella pudiera acudir a alguna autoridad para que se respetara el contrato de palabra por medio del cual ella había entregado mercancía y esperaba recibir un pago; y la doña contestó que sí, que de plano sí porque eso era lo justo.
Así se estuvieron, Cándido y doña Goya, hablando de derechos individuales. De propiedad, de libertad, de respeto a los contratos. Y cuando la nia Goya había agarrado velocidad quejándose de los que tenían privilegios y de los que abusaban de la autoridad, el Cándido, que se las sabe todas, le salió con que vea usted…no le interesa la Constitución y supuestamente ni sabe qué es, pero bien que conoce sus derechos individuales y sabe que no deberían haber privilegios y que el poder debe estar sometido a la ley pa´que no haya privilegios. De eso, “nia” Goya, se trata la Constitución.

Por ahí terminaron la conversación y el beneficiado fui yo, porque la nia Goya fue la que me mandó las tortitas de yuca.


21
Sep 09

Lo que nunca verá usted en ProReforma

ProReforma es una propuesta de reforma constitucional que es descarada, pelada y abiertamente anti privilegios. Con desparpajo y sin vergüenza el artículo 157 de ProReforma dice que en ningún caso el Senado o la Cámara de Diputados emitirán Ley o decretos arbitrarios o discriminatorios, en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo.

Por eso es que en el texto usted no verá leyes distintas para grupos sociales específicos. Lo que verá es leyes iguales para todas las personas sin distinción de sexo, etnia, condición social ni nada por el estilo.
 
Irmalicia Velásquez y Samuel Pérez han estado quejándose de que ProReforma no discrimina entre ciudadanos; y alguno hasta ha tratado de aplicar, en este caso, la idea aristotélica de que debe haber trato desigual para los desiguales. Idea que para nada se refiere a la igualdad de todos ante la ley, sino a lo evidente que resulta pensar que si uno va a regalar violines, para poner un ejemplo, pues obviamente los va a regalar a aquellos que puedan aprovecharlos, en vez de regalarlos a todos por igual.
 
La igualdad de todos ante la ley o isonomía, es otra cosa completamente distinta, que los críticos de ProReforma no deberían confundir en su afán de ningunear la propuesta. Una discusión académica seria, de este asunto, demanda que se hagan distinciones sutiles como esta.

07
Sep 09

Rigoberta Menchú tiene razón, otra vez

La juventud se está acercando más a la posibilidad de construir un país más incluyente; dijo Rigoberta Menchú en una entrevista.

Estoy de acuerdo con esta observación de la señora Menchú, porque cada vez conozco más jóvenes a los que les repugna la idea de los privilegios. Cada vez conozco más jóvenes que entienden la importancia de la igualdad de todos ante la ley; sin que la condición social, el sexo, la étnia, la nacionalidad, o la relgión, por ejemplo, sean motivos para exclusiones o tratos diferenciados por parte de la ley.
Si el lector está contra los privilegios y contra las exclusiones que estos generan, seguramente estará de acuerdo con una norma que le prohiba al Organismo Legislativo emitir leyes o decretos arbitrarios o discriminatorios en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo.
Si es así, el lector tiene un motivo para interesarse en ProReforma.

31
Ago 09

Testigo de la Historia, ProReforma en el Congreso


Miembros de la Asociación ProReforma, encabezados por Manuel F. Ayau, le expusieron hoy aquel proyecto de reforma constitucional a los miembros de la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales del Congreso de la República.

La presentación ocurrió -de forma muy oportuna y conveniente- en el Salón del Pueblo, del Organismo Legislativo. Ese salón está decorado con murales, á la mexicana, que muestran la evolución del estado patrimonialista con el que ProReforma puede acabar.

La historia de abusos porque no se respetan los derechos individuales; porque grupos de interés pueden usar la ley para su beneficio particular; porque no hay igualdad de todos ante la ley; está plasmada en esas paredes y por eso fue extraordinario que la presentación de ProReforma ocurriera ahí.

Se abusa de la expresión Histórico; pero esta presentación lo fue porque es la primera vez, en la historia constitucional de Guatemala, que una propuesta de reforma de la Carta Magna emana de la sociedad civil, de acuerdo con el procedimiento establecido por la misma Ley Fundamental.

La sala estuvo llena, mayoritariamente por simpatizantes del Proyecto; y a la audiencia acudieron representantes de la mayoría de medios de comunicación.

31
Ago 09

ProReforma en el Congreso

Hoy, en el Salón del Pueblo del Congreso de la República, será expuesto el proyecto ProReforma, de reforma constitucional. Yo lo apoyo porque creo que tendremos una mejor sociedad si la fundamos sobre principios que, por ejemplo, eliminen los privilegios en vez de multiplicarlos; principios que protejan absolutamente los derechos individuales de todos por igual, sin importar condición económica, étnia, sexo, religión, ni nada parecido; y principios que hagan posible que los intereses colectivos no prevalezcan sobre aquellos derechos individuales.

Si usted fue de los 70,000 ciudadanos que firmaron ProReforma e hicieron posible que ahora esté en el Congreso; o bien, si usted no firmó pero ahora quiere apoyar esta iniciativa, seguramente querrá acompañarnos para apoyar el proyecto.
¡Ojalá nos veamos allá!

25
Ago 09

Alvaro Castellanos corta varas en ProReforma

La Constitución de Guatemala, en su artículo 204 fija como condición esencial de la administración de justicia, que los tribunales, en toda resolución o sentencia, observarán obligadamente el principio de que la Constitución de la República prevalece sobre cualquier ley, o tratado; y en su artículo 44, dice que serán “nulas ipso” jure las leyes y las disposiciones gubernativas, o de cualquier otro orden que disminuyan, restrinjan, o tergiversen los derechos que la Constitución garantiza.

Por eso llama mucho la atención la opinión que el abogado y columnista -ex decano de una Facultad de Derecho- Alvaro Castellanos Howell, expresó sobre ProReforma en su artículo titulado El derecho internacional. Castellanos sostiene que el artículo 175 de aquel proyecto de reforma constitucional, que se refiere a la primacía constitucional y a la jerarquía de las normas, es problemático.

Castellanos argumenta que el citado artículo 175 de ProReforma contradice al artículo 46 de la Carta Magna chapina, mismo que dice que se establece el principio general de que en materia de derechos humanos, los tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho interno.

Empero, Castellanos pasa por alto la especificidad a la que se refieren los artículos 204 y 44, mismos que claramente le dan primacía a la Constitución, sobre leyes, tratados, disposiciones gubernativas y otros tipos de ordenes. Y hasta donde yo se, en materia de interpretación legal, lo específico prevalece sobre lo general.

Castellanos también parece ignorar que la Corte de Constitucional ha emitido fallos reiterados en los que confirma que la Constitución prevalece sobre los tratados. Uno puede encontrarlo cualquiera en la Gaceta Jurisprudencial No. 9, página 28, expedientes acumulados 39-88 y 40-88; y otro puede hallarlo en la Gaceta Jurisprudencial No. 37, página 9, expediente 199-95.

Es una ligereza inexplicable la interpretación del artículo 46 de la Constitución, sin tomar en cuenta el 204, el 44 y los fallos de la Corte de Constitucionalidad.

De acuerdo con la doctrina generalmente aceptada, todo estado tiene una Constitución, y ya sea escrita, o no, esta es un sistema de normas supremas. Si la Constitución no es puramente nominal, sus normas dominan los procesos políticos y estos se adaptas a las normas constitucionales. Sin Constitución no hay estado, ni organismos que firmen y aprueben tratados. Todas las constituciones -que no son puramente nominales- no sólo imponen limitaciones procesales sobre los gobiernos, sino que también imponen limitaciones de carácter sustantivo sobre los poderes gubernamentales, incluidas limitaciones a sus poderes en cuanto a emitir leyes y en cuanto a firmar tratados (que para que tengan efectos plenos, deben ser convertidos en leyes ordinarias).

A nadie debería extrañarle que ya que una de las funciones esenciales de cualquier constitución no nominal, es la de limitar el poder del gobierno (o sea, el de los políticos que ejercen el poder), entonces la Constitución sea la ley suprema.

ProReforma recoge y protege aquellas tradiciones constitucional, jurisprudencial y doctrinaria según las cuales toda ley (incluidas aquellas que tienen su orígen en tratados) está superditada a la Constitución.

¿Por qué es que Castellanos está cortando varas? Cuenta la leyenda que un campesino bastante sordo fue saludado desde lejos por un compadre suyo; y entre ellos se produjo el diálogo siguiente:


Adiós, compadre.
Aquí, compadre, cortando varas.
Adiós, le digo.
Sí compadre, para hacer un cerco.

Y por eso es que aquí, en Guatemala, se dice que alguien está cortando varas cuando -fingiendo demencia, o ignorancia- lleva el diálogo por donde le conviene, independientemente de los hechos, o de la naturaleza de aquel.


24
Ago 09

¿Por qué hay alguna hostilidad contra ProReforma?

Desde hace varias semanas, casi no hay día en el que no haya un artículo de opinión que comente ProReforma; lo cual es buenísimo. Los temas que aborda el proyecto llaman a mucha reflexión de modo que su cuestionamiento y su discusión son muy valiosos. Empero, hay comentarios que no pasan de ser simplemente ataques, y estos generalmente vienen de parte de grupos de interés. Y lamentablemente muchos de esos ataques son por lo que los atacantes dicen que es ProReforma, y no por lo que es el pryecto. Los indigenistas lo atacan porque no se ocupa de sus intereses; los ecologistas hacen tres cuartos de lo mismo; algunos militares creen que es la semilla del anarquismo, la intelligentsia se incomoda porque el proyecto demanda integridad, porque no se parece a nada conocido, o porque no ha sido diseñado por ellos; la plutocracia criolla trata de hacer como si no existiera y más de un cura se ha expresado del proyecto, como si hubiera sido hecho por inspiración de Satanás. Los exguerrilleros lo atacan con rabia. Y, sin embargo, más de 70,000 personas prestaron sus firmas para respaldar el proyecto, y el día que fui con un equipo a buscar firmas a la población de Comalapa, la gente hacía fila para apoyar con su rúbrica.

Cuando noté esta peculiar alianza de los más dispares compañeros de cama, pensé que el mapa chapín de relaciones sociopolíticas estaba cambiando. Era evidente que si la plutocracia, los militares y la iglesia estaban del mismo lado que la exguerrilla, el viejo paradigma de izquierda y derecha (así con brocha gorda) era inadecuado para explicar las nuevas redes y las nuevas alineaciones. Pero ni siquiera un pincel más fino, como el de izquierda/colectivismo y derecha/individualismo resultó suficiente para los nuevos trazos que requería el nuevo mapa.

Se me ocurrió, entonces, que hay un establishment que ve en ProReforma una amenaza para sus intereses, para el estado patrimonial en el que operan, para su visión del mundo y para su lugar en el mundo. Pensé que si había personas que habían pasado todas sus vidas aprendiendo a vivir y a controlar el sistema -y que incluso habían estado dispuestas a matar y a dejarse matar-; ciertamente que esas personas verían a ProReforma como una amenaza para el statu quo y para su posición hegemónica, para sus privilegios, o para su modus vivendi. Seguramente que esas personas sentirían que, cuando al fin se sabían todas las respuestas, les íbamos a cambiar las preguntas.

…Y descubrí el agua azucarada.

En 1998, y en un libro que se llama The future and its enemies, Virginia Postrel explicó que las viejas etiquetas ya no funcionan e identificó a dos grandes grupos. Los devotos de la stasis o sea los que no quieren cambios y prefieren sociedades controladas y uniformes que sólo cambian con el permiso de alguna autoridad centralizada; y los dynamists que prefieren sociedades con fines abiertos en los que la creatividad y el emprenderurismo operan sobre reglas impredecibles y generan el progreso de forma impredecible.

Sólo en aquella stasis es posible la colaboración cómoda de plutócratas que creen que el país debería ser gobernado como se administra una empresa; militares que creen que el país debería ir hacia un solo objetivo común, como si fuera un ejército; exguerrilleros que creen que el país debería marchar por el camino que trazaron Marx, Lenin, o Mao; indigenistas que creen que su cosmovisión es superior a cualquiera otra; y de tecnócratas e intelectuales que creen que deberíamos tener un interés nacional multi e interclasista en el que tengamos tareas específicas a desempeñar como parte de un plan con fases que nos incorpore a todos.

Los dynamists, en cambio no están unidos por una agenda política común, sino por el entendimiento de que la sociedad es un orden complejo de procesos evolutivos tales como la investigación científica, la competencia en el mercado, el desarrollo artístico, y los inventos tecnológicos.

El libro de Postrel lo conocí gracias a mi amigo Bert, que un día de estos tuvo la paciencia de escuchar mi hipótesis acerca delestablishment. Como es buena onda no me dijo que lo que yo había descubierto, ya había sido descrito en The future and its enemies; pero en la medida en que me comentaba lo que había escrito la autora; y en la medida en la que avanzo en la lectura de la obra, en esas medidas mucho se ha aclarado. ¡Este era el pincel fino que nos hacía falta para no chorrear el análisis de lo que está ocurriendo en la sociedad chapina! Los que le tienen miedo al futuro y al cambio, están enfrentados con los que sabemos que todo cambia, y que podernos ser parte del cambio. Están enfrentados con los que en vez de aferrarnos a lo conocido, no tememos explorar lo ignoto. Están enfrentados con los que ya nos dimos cuenta de que si seguimos haciendo lo de siempre, fracasaremos como siempre.

Los stasists tienen miedo y por eso han reaccionado como lo han hecho frente a ProReforma.


17
Ago 09

Desinformación sobre ProReforma

En lo personal comparto la idea de que la economía de mercado es la más idónea para generar prosperidad, dice hoy Luis Linares; pero el columnista advierte que no con el modelo social y económico que hay detrás de ProReforma: un estado reducido a velar por el derecho de propiedad. Lo que plantea Linares es de importancia vital porque lamenta la preeminencia absoluta de los derechos individuales; y ahí está que el mercado es lo que ocurre cuando se respetan absolutamente la vida, la libertad y la propiedad, así como los contratos. De modo que es imposible tener esa economía de mercado en la que confía el columnista, sin antes y como condicio sine qua non, tener un gobierno que vele absolutamente por la propiedad y los otros derechos individuales.

Linares asegura que ProReforma propone retroceder un siglo…;pero lo que ocurrirá si el proyecto no es sometido a consulta popular, es que este siglo, ¿tan exitoso?, será perpetuado.
Hoy también se ocupa de ProReforma, ¡por sexta vez!, Irmalicia Velásquez; y la columnista asegura que el proyecto asegura que los indigenas no existen. Este es un ejemplo más de cómo es que la inquina contra ProReforma hace que sus opositores critiquen el proyecto por lo que dicen que dice, y no por lo que dice.
ProReforma deja intacta, totalmente intacta, la Sección Tercera de la Constitución de la República que, con el título Comunidades indígenas y sus cinco artículos se ocupa del tema que inquieta a Irmalicia. ProReforma no modifica, ni elimina, uno sólo de esos artículos. Y resulta obvio que si respetó esos textos es porque el proyecto los valora y respeta como textos válidos y dignos de ser conservados.
Entonces, ¿de dónde saca la columnista que ProReforma asegura que los indígenas no existen? Si ProReforma asegurara que los indígenas no existen (lo cual no es cuestión de asegurar, o no en un texto legal), ¿hubiera eliminado la citada Sección Tercera, o la hubiera respetado?

13
Ago 09

Gracias, Carolina. ProReforma ¡es la opción!

La situación de pobreza actual es deudora de los maridajes exitosos de los sectores de poder que han sostenido convenientemente un modelo sociopolítico y económico desde la Colonia, basado en el despojo de muchos para la concentración de riqueza en pocos. Así escribió hoy, muy atinadamente, Carolina Escobar. De hecho, Guatemala es lo que se conoce como un estado patrimonialista y en mi opinión, que seguramente comparte la columnista, ¡hay que acabar con él!


Por eso es que el artículo 157 de ProReforma dice que en ningún caso el Senado o la Cámara de Diputados emitirán Ley o decretos arbitrarios o discriminatorios, en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo. Al prohibirle expresamente al Organismo Legislativo que otorgue prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todos, se busca acabar efectivamente con el maridaje y al despojo a los que se refiere Escobar.

El artículo 173, además, establece las normas para hacer leyes, mismas que confirman la vocación antiprivilegios de ProReforma. Dicho artículo dice que :

La Ley debe cumplir los siguientes requisitos:

1) Generalidad, en el sentido de que es aplicable a todos los habitantes del territorio nacional sin excepción.

2) Abstracción, en el sentido de que se emite para un número indeterminado de casos, sin referencia a personas, lugares u objetos particulares;

3) Irretroactividad, en el sentido de que debe referirse a casos futuros, con la excepción establecida en el artículo 15 de esta Constitución;

4) Certeza, en el sentido de que su redacción debe ser clara, precisa y sin ambigüedades, de tal modo que facilite una interpretación inequívoca;

5) Igualdad, en el sentido de que no debe otorgar a nadie, ya sea considerado individualmente o grupo, prerrogativas exclusivas o privilegios que no pueda disfrutar cualquier otra persona o grupo que tengan oportunidad de aprovecharlos;

6) Justa, en el sentido de reconocer y dar a cada quien su propio derecho.

Únicamente son de cumplimiento obligatorio las normas que, respecto a la materia que regulan, reúnan los atributos establecidos en el presente artículo.


Con tales requisitos, los legisladores, los políticos y los que quieran usar el poder para su propio beneficio y en perjuicio de los demás, tendrían que incurrir en abierta ilegalidad si trataran de aprobar leyes perpetuaran el maridaje que tanto nos ofende a Escobar y a los promotores de ProReforma.


Las normas específicas, concretas, inciertas, desiguales e injustas que el establishment puede hacer pasar ahora, las que perpetúan y multiplican el estado patrimonial y los privilegios.


¿Cómo pueden no ser una opción normas como las contenidas en los artículos citados? Y usted, ¿cómo legislaría para prohibir los privilegios, si no prohibiéndolos expresamente?


10
Ago 09

Irmalicia trae un buen punto para aclarar sobre ProReforma

En su quinta entrega sobre ProReforma, hoy Irmalicia Velásquez escribe que respecto al mecanismo de elección de los senadores, este “es ambiguo”. Se elegirán 3 por cada diferente edad de entre 50 a 65 años, que suman 45. Cada año se elegirán 3 nuevos senadores entre quienes cumplan 50 años, que reemplazarán a los 3 que ese año cumplen 66 y dejan el Senado. Además, para la primera elección se necesitarían 15 padrones electorales y 15 urnas, una para cada edad. ¿Realmente se combate la pobreza y la violencia realizando elecciones para nuevos senadores cada año?


La columnista se refiere a la supuesta ambiguedad del mecanismo de elección de los senadores; pero como ProReforma es una propuesta de reforma del texto constitucional, sería inapropiado que entrara a explicar con detalles cómo podría ser la eleccion de senadores; del mismo modo en el que no explica cómo son, actualmente, las elecciones de diputados, de alcaldes, y de Presidente. Esa es materia de la Ley Electoral y competencia del Tribunal Supremo Electoral. No es que haya ambiguedad, lo que pasa es que es impropio de una Constitución ocuparse de asuntos tan procedimentales como una forma de elección.

¡Por supuesto que el tema ha sido discutido en ProReforma! Ycomo la columnista lo menciona en su espacio, el tamaño relativamente reducido del universo de electores, para las elecciones de senadores, permite formas más creativas, baratas, fáciles y eficientes de hacer la elección. Hasta ahora, la más favorecida -y con la que estoy más de acuerdo- es la de que se haga por correo y en papel de seguridad. Si la columnista y sus lectores quisieran informarse sobre esto, seguramente no les preocuparía la supuesta ambiguedad.

Ahora bien, la pregunta que hace al final de aquel párrafo sólo se puede entender si la autora la hace de forma irónica; porque si es en serio, ¡de verdad que no les hace un favor a sus lectores con tanta superficialidad! Es obvio que la pobreza y la violencia no se combaten haciendo elecciones cada año. Ahí no hay relación de causalidad alguna; pero igual de obvio es que en los paises donde hay más presencia del estado de derecho, la gente tiene mejor calidad de vida. Y de igual manera, en los países en los que hay poca presencia del estado de derecho, la gente tiene una calidad de vida inferior.

Si usted lee ProReforma con detenimento y atención, rápidamente se dará cuenta de que su intención es contribuir a la fundación de un estado de derecho sólido y entonces verá que es evidente la causalidad: la pobreza y la violencia se combaten mejor en un estado en el que priva el estado de derecho sobre la arbitrariedad y el estado de pura legalidad.