A mí, cada vez se me hace más cuesta arriba darles mi voto y darles mi confianza al tipo de políticos que son capaces de pintar árboles, postes y hasta piedras con propaganda electoral. Esto es por tres buenas razones:
-Hay que se algo pendejo para suponer que tanta ensuciadera, tan mal gusto y tan burdos recursos promueven la participación electoral. Yo digo que a la gente pensante, le molesta mucho que los políticos hagan esas cosas.
-Hay que ser muy abusivo e irrespetuoso para pasearse así en bosques y carreteras. Yo no quiero darle mi voto al tipo de gente que es así de abusiva.
-Hay que ser bien sinvergüenza para, a sabiendas de que es prohibido hacer campaña anticipada, hacerla de todos modos e inventar cualquier cantidad de cuentos. Si así es como actúan antes de llegar al poder…¡imagínese usted lo granujas que van a ser cuando tengan el poder! Por cierto, yo creo que la norma esa de que no se puede hacer campaña es absurda; pero eso es otro par de zapatos. La cosa es que la ley lo prohibe, y estos cafres le juegan la vuelta a la ley.
Perdonen ustedes; pero, ¿a ustedes no los indigna que los aspirantes a dirigir el país sean tan, tan, tan, sinvergüenzas, abusivos e irrespetuosos? ¿No los indigna que dejen todo lleno de inmundicia?
La foto es de la portada de Prensa Libre del 10 de octubre, y corresponde a un reportaje titulado Partidos políticos no esperan el banderazo.