El hoyo va mejorando…digo.
Monthly Archives: enero 2009
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Ene 09
Facta, non verba: El Cadejo
El cadejo maneja mi carro. La Majo, al comentar el papel que este personaje de mitología guatemalteca ha jugado en su vida. El Cadejo, por cierto, es un perro que cuida a los borrachos.
Si hubiera un héroe nacional, seguramente sería El Cadejo. Pedro Pablo, en la misma conversación.
¿Cuál maneja tu carro, El Cadejo negro, o El Cadejo blanco? Un cuarto participante en la conversación.
¿Y hay varios cadejos, pues? Yo.
Sí. Y tienen el don de la ubicuidad. El cuarto participante.
09
Ene 09
Copa en mano, hoy celebro a la luna
Hoy, que es la noche con la luna más brillante del año, saldré a aullarle a la luna. Y comparto con ustedes, algo que escribí para la noche en la que la luna fue la más grande del año.
Mí tía abuela, La Mamita, aseguraba que luna, había sido una de mis primeras palabras; aunque, en mi album de recien nacido, estaba anotado que aquellas habían sido: papá, mamá, agua. Y talvez es, por eso, que de cuando en cuando le aullo a la Luna.
Quizás puede ser que aulle, también, porque a la edad de 8 años ví, casi vencido por el sueño, cuando Neil Armstrong descendió de El Aguila y estampó su huella en el polvo lunar. Como muchos niños de mi generación, tuve un módulo lunar de cartón y creí que para los 40 ya habría visitado a Selene…varias veces. Y como todo chapín chauvinista puedo cantar Luna de Xelajú con los versos confundidos.
En mi vida han habido varias lunas: tuve un restaurante que se llamaba Luna Llena y desde siempre he sabido recitar:
Luna, comé tu tuna.
Echá las cáscaras
En la laguna.
Y cuando era niño, creía que cantaba como ninguno:
La Luna se está peinando
En los espejos del río.
Y el toro la está mirando
Entre la jara escondido.
Aún hoy me embruja la Luna lunera, la Luna gatuna. Cuando por mi telescopio vi por primera vez a a la Luna, me salió un suspiro profundo; casi exactamente el mismo suspiro que salió cuando comí pasteles de Luna en Taipei. De vez en cuando, y sin razón alguna, canto Blue Moon; me gusta la cerveza Blue Moon; y también, sin razón alguna, canto o aullo:
Luna que se quiebra
Sobre las tinieblas
De mi soledad.
La Luna me embelasa y me acaricia. La Luna me canta y la Luna me arrulla. Y aveces le pregunto:
Dime Luna de plata
Qué pretendes hacer
con un niño del piel.
Aveces, la Luna se pone re grandota, como una pelotota y alumbra el callejón; y hoy celebro a la Luna y copa en mano saldré a saludarla a cantar Preguntale a la luna… y a aullarle. Lehaim.
La foto es por José Eduardo Valdizán.
09
Ene 09
Vapuleos, linchamientos y vida tribal
Este vapuleo llegó a ustedes por cortesía de Tigo, parece decir esta foto en la que una mujer golpea a un personaje, mientras que otra, atrás, lleva una toalla con aquella marca de telefonía.
Bromas aparte, hoy leo que entre la dirigencia indigenista”se discute si es necesario chicotear a quienes no quieren entender que hacer daño a los otros no es correcto”, y que el castigo físico es una opción, aunque sea la última. En ese sentido, es oportuno hacer unas meditaciones sobre la naturaleza de los delitos y de las faltas; y sobre la naturaleza de las penas en una sociedad, y en una tribu.
Todo delito, o falta es una acción humana; y como tal, se entiende que es voluntaria y dirigida a conseguir un resultado. Para que una acción humana sea delito, o falta debe estar tipificada como tal en la ley atendiendo el aforismo que dice nullo crimen, nulla poena, sine lege.
De Ludwig von Mises, aprendemos que la acción humana es una conducta conciente, voluntad movilizada y convertida en actuación, que busca alcanzar objetivos y fines precisos. Cuando el hombre actúa, opta, determina y procura alcanzar fines. Y toda acción humana -aquí y en China, hoy y en todos los tiempos- pasa por tres requisitos previos: 1. Cuando una persona actúa, aspira a sustituir un estado menos satisfactorio por otro mejor, es el malestar el incentivo que induce a las personas a actuar. 2. La mente identifica una, o más situaciones más gratas. 3. La mente advierte la existencia de una conducta que sea capaz de suprimir, o reducir la incomodidad sentida. Haga usted la prueba…con cualquier acción que haya hecho, y se dará cuenta de que la hizo porque quería pasar de un estado de menor, a uno de mayor satisfacción. Independientemente del fin que aspire, ninguna acción humana es posible sin la concurrencia de los tres requisitos.
Todos los delitos, o faltas dolosos son cometidos en cumplimiento de aquellos requisitos; y los delitos, o faltas culposos resultan de acciones que cumplieron los requisitos citados. El delito es doloso cuando el resultado ha sido previsto, o cuando el autor lo ve como posible y aún así ejecuta el acto, y es culposo cuando con ocasión de acciones u omisiones lícitas, se causa un mal por imprudencia, negligencia o impericia.
A estas alturas es necesario reflexionar, también, sobre el hecho de que hay acciones libres, y acciones no libres. Ambas están sometidas a la necesidad de los tres requisitos de arriba; pero son distintas en cuanto al rol que tiene la responsabilidad. Libertad y responsabilidad son dos caras de la misma moneda, inseparables, y no hay una, sin la otra. Es inadmisible pensar que puedan existir una sin la otra; y cuando la gente cree que ha habido libertad sin responsabilidad, a lo que se refiere es al libertinaje, que no es lo mismo que la libertad.
El delito y la falta, como acciones, tienen otra característica: son jurídicamente trascendentes. Lo son porque implican daños contra la vida, la libertad y/o la propiedad de las víctimas; y lo son porque tienen consecuencias de orden jurídico. Esas consecuencias son las penas y hay dos grandes tipos de penas: las de expiación o retribución que implican sufrimiento y castigo como consecuencia del delito o de la falta cometidos; y las de prevención que buscan evitar la comisión de nuevos delitos. Un tercer tipo es de naturaleza distinta y es el de la pena como tratamiento con el propósito de reformar a los delincuentes reformables.
Entre la dirigencia indigenista, el discurso apunta hacia la prevalencia de penas del segundo y del tercer tipo; pero la realidad -entre vapuleos y linchamientos- apunta hacia la abundancia de penas del primer tipo y las penas infamantes. De ahí las chicoteadas, las exhibiciones en calzoncillos, los vapuleos y los linchamientos espantosos. Reportaje tras reportaje, la dirigencia indigenista insiste en que la justicia maya se basa en consejos, diálogos y orientaciones; pero la realidad es otra. El jacobinismo y la irresponsabilidad de la acción colectiva generalmente degeneran en escenas dantescas de cuerpos quemados y retorcidos.
Los ancianos, los abuelos y los sabios dirán que sí; pero lo cierto es que los tirones de orejas que funcionan en la familia, en el clan y en la tribu -tan personales y tan cerradas-, no funcionan en la sociedad -tan contractual y tan abierta-. La eliminación de las penas infamantes, la sistematización del debido proceso, la responsabilidad individual, y otros, son conceptos que Occidente le ha aportado a la humanidad. Y la dirigencia indigenista hace mal en deshecharlos, a cambio de prácticas tribales que tanto se han prestado para la barbarie.
La foto es de Prensa Libre.
09
Ene 09
¡Hay que verlo para creerlo!
“El transportista dijo que los delincuentes exigieron a su familia Q3 millones para liberarlo. Sin embargo, durante la negociación rebajaron la cantidad a Q500 mil, pero la familia solo pudo reunir Q200 mil. Eso molestó a los secuestradores, quienes respondieron a la familia que esa cantidad no les alcanzaba para cubrir el pago a los integrantes de la banda ni a sus contactos en el Ministerio Público“.
09
Ene 09
Facta, non verba: cuto y tuerto
“La fiscal refirió que al detenido le falta una pierna, que perdió en una balacera en la que se vio involucrado hace un año. También es tuerto, después de un amotinamiento que él mismo propició con otros reclusos, en el Preventivo”.
08
Ene 09
Inflación de un dígito es victoria pírrica
Hoy leemos que el poder adquisitivo de los guatemaltecos se vio perjudicado en 2008 debido al encarecimiento del costo de la vida. El Indice de Precios al Consumidor alcanzó 9.4% en su cierre más alto de los últimos 12 años. El que el IPC no haya llegado a dos dígitos, sin embargo, es una victoria pírrica.
Primero, porque no se debe a una política monetaria sana. En realidad la administración sigue inflando y en vez de atacar la raíz del problema, las autoridades monetarias se enfocan en las consecuencias. Por eso es que no les preocupa la inflación propiamente dicha, que es el crecimiento de la masa monetaria sin respaldo; sino el alza generalizada en nivel de los precios relativos.
Segundo, porque el control del alza de precios se hace por medio de la elevación de las tasas de interés. Con el crédito encarecido, se castiga de forma inmisericorde a la clase media que está amortizando su casa, por ejemplo; y se asfixia al sector productivo que necesita del crédito para crecer, para generar riqueza y para ofrecer empleos. Al final, como en una perinola del infierno, todos pierden. Porque sin nuevos y mejores empleos, todos perdemos. Así, no suben los salarios, y así, los jóvenes que quisieran trabajar, siguen en las filas de los desempleados.
Tercero, porque sospecho que a las autoridades monetarias y a la administración socialdemócrata le vienen del Norte los dos puntos anteriores. Sospecho que la razón por la que le tienen pánico al IPC de dos cifras es que si eso ocurre, los organismos financieros dejarán de darles dinero fácil y barato.
Por cierto, una victoria pírrica es aquella que es alcanzada a costos que superan lo razonable. Viene de Pirro, un rey de Epiro que derrotó a los romanos; pero que, al ver el resultado de la batalla comentó: Otra victoria como esta, y estaré vencido.
08
Ene 09
Calvin & Hobbes y los rescates de empresas
Calvin & Hobbes es una de mis caricaturas favoritas; y de mi amigo, Ramón, he recibido la siguiente, ¡dibujada hace 15 años! acerca de los subsidios (y los rescates) para empresas:
Calvin está atendiendo su puesto de venta de limonada y Susie exclama, frente al puesto: “¡15 dólares por un vaso!”. A lo que Calvin responde: “¡Así es!, ¿quiéres uno?”.
En la siguiente viñeta Susie pregunta: ¿Cómo pretendes justificar el precio de 15 dólares?”; y Calvin contesta: Oferta y demanda.
Acto seguido, Susie dice: “¡¿Dónde está la demanda!?, no veo demanda”. Y Calvin le responde: “Hay mucha demanda”.
En el siguiente cuadro Susie exclama: ¡Ah sí!. Y Calvin explica: “Seguro. Como único accionista de esta empresa, demando ganancias monstruosas para mi inversión. Y como presidente y CEO de la compañía, demando un salario anual exhorbitante. Y como mi empleado, demando un salario por hora más alto y toda clase de beneficios laborales; y además están los costos de producción”.
Susie se le queda viendo al pichel de limonada y comenta: “Pero parece que sólo echaste un limón en agua sucia”. A lo que Calvin explica: “Bueno, es que tengo que cortar costos en algún lado, si quiero ser competitivo”. Y Susie pregunta: “¿Y qué pasa si me enfermo por tomar eso?” A lo que Calvin responde: “Caveat emptor es mi lema. Yo tendría que cobrar más si hiciera caso de todas las regulaciones ambientales y de salud”.
Susie se da la vuelta y mientras se aleja del puesto de limonada comenta: “Estas loco, voy a ir a tomar otra cosa”. Y Calvin, con el puño en alto, le grita: “¡Claro! ¡Quítame el trabajo! ¡Son ustedes, los enemigos de los empresarios los que arruinan la economía!”
Calvin se queda trompudo y en la siguiente viñeta se le ve caminando, luego se acerca a su mamá y le dice: “Necesito ser subsidiado”.
Esta lección, escrita hace 15 años por el genial Bill Waterson, muestra como funcionan el mercantilismo, los empresaurios y los subsidios (o rescates).