28
Dic 08

¡Por inocentes! Salario para agravar el desempleo

Una inocentada grosera es la noticia de que la administración socialdemócratá fijará el salario mínimo a Q52 diarios para todo el sector productivo.

La medida, que en apariencia busca “reducir la brecha entre el valor de la cansasta básica y el pago del salario mínimo en la ciudad y en el campo”, en realidad es el factor que más agrava el desempleo entre los jóvenes y entre aquellos que, o no tienen vocación alguna, o tienen poca educación. El salario mínimo perjudica a los más vulnerables; pero los prejuicios ideológicos prevalecientes se niegan a verlo.

Los trabajos de aprendiz, en los que el jóven sin educación y sin experiencia adquiría destrezas y aprendía oficios han ido desapareciendo porque se han vuelto muy costosos. El salario mímino hace que sea muy caro ofrecerles oportunidades de trabajo a los jóvenes inexpertos. Miles de empresas, que podrían entrenar y ocupar patojos, los han sustituido por nuevos procesos que no necesitan de esa mano de obra costosa. Un ejemplo de ellos son las gasolineras de autoservicio. No se necesita mucho para ser despachador de gasolina; pero para muchos jóvenes es un buen lugar para tener el primer empleo, adquirir conocimientos, obtener experiencia y disciplina laborales y para conseguir la primera carta de recomendación. Lo malo es que cuando contratarlos se hace muy caro, lo que queda es eliminar las plazas y cambiar los procesos.

Cuando yo era productor de un noticiario me opuse formal y judicialmente al salario mínimo para los periodistas. Esto es porque yo era testigo de cómo era que patojos chispudos, pero sin entrenamiento, entraban a trabajar como camarógrafos y hasta como editores e iban aprendiendo, entrenándose y creciendo mientras iba mejorando su situación salarial. En el momento en el que el salario mínimo hacía muy costos ese proceso educativo que les daba la empresa, en ese momento ya no era rentable contratar patojos inexpertos y había que contratar camarógrafos y editores en los que no hubiera que invertir, sino que ya vinieran entrenados. ¿Quiénes perdían? Los jóvenes que nunca tendrían la oportunidad de aprender aquellos oficios y educarse mientras trabajaban.

En tiempos de crisis, cuando las plazas de trabajo no sólo no están siendo creadas, sino que están siendo cerradas, ¿qué puede ser peor que encarecer artificialmente las pocas oportunidades que van quedando? Quienes defienden el salario mínimo ya tienen empleo, y me pregunto si harían lo mismo en el caso de que tuvieran la necesidad de encontrar uno.

En lugar de reconocer la realidad, quienes se aferran a aquellos prejuicios disfrutan con sinvergüenzadas como la de los empresaurios maquileros, que claman por el privilegio de no pagar el salario mínimo, sin que aparentemente les importe el daño de fondo que este le hace a los más pobres, y sin importarles el daño evidente que sus pretensiones le hacen al ideal de igualdad de todos ante la ley.

Yo estoy de acuerdo con que la mejor política social es un buen empleo; y entiendo que la única forma de elevar los salarios sanamente es elevando la productividad del trabajo. Cuanto más y mejor se produzca, más crecerá la riqueza de todos. Cuanto más productivo sea un individuo, tanto más valdrá su trabajo para los que ofrecen empleos. Si estas realidades no son reconocidas, y si seguimos haciendo lo mismo con la esperanza de obtener resultados distintos, seguiremos condenando a la pobreza y a la indignidad a todos esos miles de patojos inexpertos y ansiosos que quisieran trabajar, pero que no encuentran donde…porque es muy caro darles empleo.

Resumen publicado en Prensa Libre y en Siglo Veintiuno.


28
Dic 08

El ponche, otra delicia de la temporada

El ponche navideño es otra de las delicias propias de la temporada, en Guatemala. En casa de mis padres se preparaba con cáscara de piña y frutas secas como manzanas, peras, piña y melocotones, así como con ciruelas y pasas.

Pero igual que como ocurre con otras comidas típicas chapinas, en cada región del país y en cada familia, se le pone lo suyo. Hay lugares en el que se le pone papaya; y el de la foto, que es el que generosamente me obsequieron mis amigas doña Lucy y Elsa, lleva coco. A mí me gusta mucho el toque de coco, como me gusta tomarlo frío y con un toque de ron.

En casa de mis padres y en las de mis abuelas, el ponche no se hacía para la Navidad, ni para el Año Nuevo propiamente, sino para el acabo de novena; o sea, para el fin de los rezos que se le hacían al Niño Jesús, cosa que generalmente ocurría hacia mediados de enero. En esa ocasión también se hacían buñuelos (como para La quema del diablo) y se juntaba toda la familia.

El ponche tiene un subproducto porque aveces sucede que el líquido se acaba antes que las frutas, de modo que estas sobran. En casa, lo que hacemos es remover los huesos de las ciruelas y licuar las frutas que quedan. Luego eso se pasa por un colador y con un poco de agua y quizás azúcar extra queda un refresco muy sabroso.


27
Dic 08

¿Por qué chingados, por qué jodidos?

Hoy amanecimos con la novedad de que en 2008, en Guatemala, hubo denunciados unos 5,834 homicidios, 6,468 lesionados por la delincuencia, 183 secuestros, 350 violaciones, 1,250 desaparecidos, 4,515 vehículos robados y 78 asaltos a turistas.

Y si a mí me dieran esas cifras, pero me dijeran que el 90% de los casos se halla en alguna etapa avanzada del proceso judicial, no me preocuparía mucho. De hecho, no me preocuparía mucho si 60% de ellos estuvieran a punto de ser esclarecidos y si sus responsables estuvieran presos, o en camino directo a la cárcel. Y por eso es que a mí, me gustaría saber en qué etapas de investigación, de proceso judicial o de condena, se hallan los responsables de aquel tanatal de delitos. ¡Esa es la investigación periodística que yo quisiera ver!

Pero vaya usted y pregunte y seguramente nadie puede (o nadie quiere) darle las cifras; y sin duda, la excusa que darán para la inexistencia de datos (o para su precariedad) es que no hay suficientes fondos para la seguridad y la justicia. Pero usted sabe que eso no es cierto. Por ejemplo, seguramente que ha leído, hoy, que el Organismo Judicial tiene un mínimo de Q500 millones que nadie sabe cómo se manejan. Están ahí…o deberían de estar ahí…y nadie da razón acerca de cómo se invierten…si es que se invierten.

Otro ejemplo de que lo que abunda es plata, y de que lo que falta es compromiso con lo que es importante, es que el Organismo Legislativo -que en enero pasado gastó casi Q171 mil en una alfombra nueva- está cotizando otra para estrenar en 2009. ¿Alfombra nueva por año, en tiempos de crisis?

Permítanme unas preguntas: ¿Por qué chingados hace falta una nueva alfombra en el Congreso cuando supuestamente es necesario elevar impuestos para que la administración cumpla con sus deberes mínimos como son seguridad y justicia? ¿Por qué jodidos no se usan los Q500 millones del OJ para mejorar la calidad de la impartición de justicia?

Yo entiendo que a los contribuyentes no les moleste pagar impuestos para este tipo de cosas; pero, ¿y los tributarios? ¿Quién respeta a los tributarios? ¿Por qué es que un padre de familia tiene que verse en penas para juntar para la inscripción de su hijo en el colegio, o para amortizar su casa, debido a que tuvo que pagar impuestos para que haya alfombra nueva en el Congreso, o para que el OJ pueda mantener escondidos Q500 millones?


27
Dic 08

¿El último meón de 2008?

La de orinar en la calle es una de las peores costumbres chapinas. Se compara a la impuntualidad y a la costumbre de no confirmar invitaciones. He aquí a este meón que caché, luego de que, en las ultimas semanas, se me han escapado.

Claro que los mingitorios públicos no abundan; y los que hay son una inmundicia. Sin embargo, como les digo a mis sobrinos: Antes de salir vas y meas, no vaya a ser que te agarre con mi móvil y te ponga en Carpe Diem.


26
Dic 08

Meditaciones sobre la disciplina de partido

Ahora que leo que el partido oficial de la administración socialdemócrata expulsó de sus filas al diputado Manuel Baldizón, por indisciplina , creo que es oportuno hacer unas meditaciones sobre la disciplina partidaria.

A mí, ese concepto no me termina de convencer. Los partidos políticos deberían ser organizaciones intermediarias entre quienes ejercen el poder y los que los eligen y los que pagan las cuentas. Una mejor intermediación se haría efectiva si los partidos fueran comunidades de principios y valores, con plataformas programáticas en las que los distintos liderazgos compitieran por su idoneidad para realizar aquellas plataformas y sostener aquellos principios y valores.

Pero los partidos no son eso, ni están cerca de serlo. En realidad son roscas de amigos y clientes diseñadas para funcionar como maquinas electorales que lleven a personas determinadas al poder. Independientemente de sus principios y valores (por buenos que sean) e independientemente de sus plataformas programáticas (si las tuvieran). En esas condiciones, la llamada disciplina partidaria es imposible porque entre las dirigencias partidarias no existen suficientes elementos vinculantes más allá del momento electoral. Una vez alcanzado el poder, las razones para que las dirigencias permenazcan vincluadas se desgastan y se debilitan y lo que pasa a ser importante es conservar el poder y la influencia.

La competencia dirigencial que sería sana en un partido político de principios se convierte, entonces, en pelea de perros para conservar, o para adquirir el control la maquinaria. ¿A qué se puede apelar para la disciplina en esas condiciones?

Estoy de acuerdo con que un partido de principios les reclame, a sus miembros, coherencia y lealtad a los principios fundacionales de la organización; pero aún así, -y sobre todo de forma transparente- un dirigente partidario tiene más compromisos morales con su conciencia y con los compromisos de principios que tenga con sus electores, que con las pretensiones de disciplina partidaria.

La disciplina es propia de un ejército, de una clase de gimnasia, y hasta de un músico; pero cuando se trata de enfrentar los principios y valores personales, con las pretensiones de un grupo como un partido político, es impropio hablar de disciplina.

Celebro que la Unidad Nacional de la Esperanza se esté desmoronando (del mismo modo en que se han desmoronado sus predecesores en el poder); y celebro que Baldizón se quede sin máquina electoral. Pero si los chapines hemos de construir una república en democracia, sana, es bueno meditar sobre qué bases lo vamos a hacer, y es bueno usar el lenguaje apropiado.


26
Dic 08

¿Para esto quieren más impuestos?

Los funcionarios y empleados de cinco dependencias del Organismo Ejecutivo, incluida la Presidencia de la República, se incrementaron sus sueldos durante 2008, y gastaron en sus nuevos altos salarios Q132 millones en conjunto.

¡¿Con razón no les alcanzan los ingresos fiscales?! ¡Con razón es que los burócratas no se dan cuenta de las penas que pasan los guatemaltecos que no pueden autorecetarse aumentos salariales! ¡Con razón creen que pueden seguir cargando y cargando con impuestos, a los tributarios!


26
Dic 08

Recuerdos de "pies"

La parte más difícil de hacer un buen pie es la pasta. Esto es porque debe salir dorada, crocante y suelta. La mayor parte de la gente (incluido yo) amasa demasiado la pasta y por eso le sale aplastada. Eso aprendí, ¡por fin!, el miércoles termprano mientras veía a mi madre hacer el San Isidro Pecan Pie para la cena de la Nochebuena.

Mi madre hace los mejores pies del mundo (sin chauvinismo), no sólo porque sus rellenos son magníficos, sino porque domina perfectamente el arte de la masa. Este arte se lo aprendió a mi abuela, Frances, cuyos pies eran memorables. Muchos de los pies que hacemos en casa son con recetas de cuatro generaciones atrás. El hula pie, y el pie de ruibarbo, por ejemplo, son recetas de la abuela de mi abuela.

Entre los pies dulces que se hacen en casa, mis favoritos son los siguientes: mincemeat pie, de manzanas, de limón, Barbara Fritchie, San Isidro y de ruibarbo. También el de queso, pero este no lleva la pasta normal y es receta de mi tía Rita. Entre los salados, mis favoritos son: el de pollo con tomate, el de pollo con hongos y el de cebolla. Otros pies van y vienen, pero estos son mis favoritos.

El pie de pecanas y el Barbara Fritchie me gustan fríos; pero si hay helado, son mejores calientes. El pie de manzana es delicioso si se le añade queso; y mi abuela decía que apple pie withouth cheese is like a hug without a kiss.

Los pies de mi madre y de mi abuela tienen otras características clásicas: el modo en que le dan forma al borde del pie; y la decoración de hojas que le ponen a la pasta que cubre los pies tapados como el mincemeat y los de pollo. Cuando era niño, recuerdo que siempre le pedía a mi abuela que cambiara la decoración; y ella se rehusaba por que esa era la que le había enseñado a ella, su abuela, cuando ella era niña.

Cuando eramos niños mi madre y mi abuela solían dejarnos los recortes de masa para que hiciéramos palitos de queso. A la masa le añadíamos quesos parmesano, o cheddar y un poco de sal. Los amasabamos debidamente y los cortábamos en forma de palitos para luego hornearlos y comerlos.


25
Dic 08

¿Cohetes sin cigarrillos?

A las 0 horas del 25 de diciembre, para celebrar la Navidad, los chapines quemamos cohetes. Y a la ensordecedora y luminosa quemazón de las 12 de la noche, le sigue el ritual de despenicar una ametralladora y de quemar uno por uno cada cohetillo.

Debido a que en Prensa Libre leí que “El Congreso aprobó ayer una ley que prohíbe fumar en lugares públicos —sean abiertos o cerrados—, y fija sanciones para las personas y establecimientos que incumplan esa disposición”, pensé que aquella práctica tan chapina iba a ser muy difícil cuando entrara en vigor la fascista ley antitabaco que nos recetó el Congreso. Esto es porque quemar cohetes con cigarrillos es muy práctico. En cambio, hacerlo con una candela, un encendedor, una brasa, o con un ocote, por ejemplo, resulta muy impráctico. Ya sea porque el viento apaga las llamas, o porque es más complicado conseguir y hacer brasas, que encender un chancoaco.

Yo no fumo, ni me gusta. Fumé, y no me gustó. Pero hice mis primeros tanes…para aprender que no me iba a gustar fumar, cuando mis padres me daban cigarrillos para quemar cohetillos. Y más tarde traté de fumar en serio…pero igual no le agarré el gusto.

Y bueno, sip. Confieso que yo era de esos chicos desesperantes que quemaban cohetillos uno por uno. Por eso es que anoche disfruté mucho viendo a mi sobrino cómo quemaba los suyos…y pensé mucho en cómo vamos a solucionar lo del cigarrillo sin correr el riesgo de ser multados. Claro que anoche no pasó ni un policía por la calle mientras quemabamos cohetes; ya me imaginaba yo que, si la ley hubiera sido como decía el reportaje, ¿habría patrulleros en busca de patojos delincuentes que, cigarro en mano, quemen petardos y violen la ley? Y si un chico es inimputable porque es menor de edad, ¿se lo llevarían a un tribunal de menores, o multarían a los padres…o a los tíos?

Si no se aplican la ley anticapuchas, ni la pena de muerte, ¿el estado niñera aplicaría las multas contra los niños que quemen cohetes y los encendieran con cigarrillos? ¿Cuánto costaría perseguir fumadores de Nochebuena? Una vez más, ¿quedaría en ridículo el estado niñera?

Menos mal que la prohibición no es tan absurda como decía el reportaje en cuestión; pero…¿cuánto falta para que fumar sea absoluta y totalmente prohibido? Quizás hasta dentro de la propiedad de uno. La realidad, siempre puede superar a la ficción.


25
Dic 08

Dicen que ha nacido un Niño

De mi amigo Amable Sánchez Torres, en Navidad:

¡Flor de Pascua, Flor de Pascua!
Toda mi Pascua florece
en tu corazón de Pascua,
Flor de Pascua…
Por la nieve
ronda el fuego de puntillas
con sueños de adolescente.
Entre la nieve y el fuego
el alma es un barrilete
de ilusiones que se apagan
y esperanzas que se encienden.

Sobre una tela de araña
danzan la vida y la muerte,
pascuales de lentejulas
e insomnes de cascabeles.

Va por el pinar la luna…

Por los carámbanos vienen
nostalgias de antiguos valles
alucinados de fuentes.

El silencio se levanta.
La noche dulce se tiende.

Dicen que ha nacido un Niño
tibio de musgo y relente.

Al son de liras y flautas
cunas y estrellas se mecen.


24
Dic 08

December boys, una peli de Navidad

Lástima que no la ví hasta hoy; porque de verdad me hubiera gustado recomendárselas antes. December boys es la mejor peli de Navidad que he visto en años. Esta historia, de cuatro chicos huérfanos que compiten por ser adoptados por una familia, se desarrolla en una hermosa playa de Australia; y no es la historia corriente de Navidad que acude a lugares comunes para despertar sentimientos de a diez la docena. December boys es una peli que se deja disfrutar y me alegra mucho haberla visto hoy, que es la Nochebuena.

La peli, por cierto, está disponible en Take One, la tienda de vídeos de Plaza Futeca, en la zona 14.