Un total de 53 muertos y 24 heridos fue el saldo de busazo del jueves pasado en la curva El Chilero, a 33.5 kilómetros de la ciudad de Guatemala rumbo a El Salvador.
Hasta ahora se ha comprobado que:
El autobús de La Cubanita, empresa que es propiedad de Héctor Ovidio González no tenía seguro vigente
El piloto, Robin Mauricio Chacón, no tenía licencia profesional
El bus no tenía equipo de emergencia
El bus iba a velocidad excesiva
El vehículo llevaba sobrepeso
La camioneta llevaba llantas reencauchadas
La empresa ya había sido multada por exceso de velocidad y por llevar sobrepeso
Este es un sólo caso y no es el único. Un accidente similar en 2002, dejó 32 muertos; otro, parecido pero en 2006, dejó 23 fallecidos; y uno más, en 2007 tuvo un saldo de 10 muertos. Sólo en 2006 murieron 191 personas en accidentes de vehículos del transporte colectivo extraurbano.
Ahora bien…la de la prestación del servicio del transporte extraurbano es una actividad altamente regulada y supervisada por la Administración por medio del Ministerio de Comunicaciones y su Dirección General de Transportes. Ellos, por ejemplo, conceden el monopolio de las rutas y deberían registrar y supervisar directamente a las empresas que prestan los servicios de transporte. La Administración, por medio del Ejecutivo, se responsabiliza de esos asuntos y claro, se “responsabiliza” tan mal como siempre.
Esto del transporte colectivo urbano no sólo está en manos del Ministerio de Comunicaciones; también se involucran Provial, las policías nacional y municipales, el Consejo Nacional de Prevención de Accidentes de Tránsito y Educación Vial (Hágame usted el favor) y quién sabe qué organizaciones más.
¿Qué le dice aquello a usted? El Banco de Guatemala debería velar por el valor de la moneda, y resulta que el metal del que están hechas las fichas vale más que la moneda en sí; el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social debería velar por la salud de los que cotizan en él y por los viejitos, las viudas y los huerfanos, y el IGSS es la cueva de Alí Babá; la Superintendencia de Bancos debería velar por los ahorros de los chapines; y cuando hay problemas reales, o ficticios en el sistema financiero, lo menos creíble entre el público es lo que diga el Superintendente. Uno puede seguir y seguir dando ejemplos; pero el punto es que ¿por qué es que la gente sigue creyendo que la Administración debe ocuparse de cuidar a la gente?
Lo que hace, en cambio, es quitarle la responsabilidad a la gente. Muchas personas creen que como la Administración vela por su seguridad ellos no tienen necesidad de hacerlo individualmente. ¡Y ese es un error grave, que muchas veces se cuantifica en número de cadáveres!
Por eso es que es hipócrita y demagógico que la administración socialdemócrata ponga la bandera nacional a media hasta por las víctimas del busazo de El Chilero; y por eso es algo cursi que el vicepresidente Espada visita a los deudos y a las víctimas.
Cuando se persiga y se castigue a los empresarios, pilotos y funcionarios responsables de las irresponsabilidades citadas arriba, ¡entonces! la Administración estará cumpliendoles a los que perdieron la vida o ahora lloran a causa del busazo. Lo demás es pura hipocresía y pura demagogia.