20
Mar 08

Efectos de los monopolios del transporte

En Guatemala, la Dirección General de Transporte garantiza los monopolios de las rutas del transporte colectivo extraurbano. Como consecuencia, la falta de buses no autorizados por la DGT se hizo sentir ayer cuando la demanda superó por mucho a la oferta.

Esto es natural porque el Miércoles Santo es el día en que muchas personas abandonan la ciudad de Guatemala para ir a vacacionar. Era de prever que eso ocurriera; sin embargo la DGT -la misma que normalmente permite que circulen buses autorizados, pero con llantas lisas, sin seguro, y conducidas por pilotos borrachos- ha perseguido a quienes quieren prestar el servicio sin estar registrados.

Por supuesto que los cándidos suponen que el transporte registrado es más seguro que el no registrado; pero en realidad no existe una relación causal entre el registro y la seguridad. Y la gente de todos modos sale fregada porque ayer debe haber sido espantoso encontrar buses porque, encima de todo, la DGT controla los precios, de modo que todos pierden.

Excepto los que tienen el monopolio y los que lo protegen.


19
Mar 08

Autobuses sin seguro

Uno de los peores efectos del estado benefactor es el de retirarle a los individuos la responsabilidad. Esto ocurre naturalmente porque siento la responsabilidad y la libertad dos caras de la misma moneda, cuando el gobierno restringe la libertad de las personas, también les limita su reponsabilidad, y con ello, les limita su capacidad de ser responsables.

Claro que el niño es llorón y la nana lo pellizca; porque muchas personas prefieren que sea así. Por ejemplo: muchos prefieren un monopolio del seguro social, aunque sea una cueva de ladrones y una inutilidad; porque así no tienen que responsabilizarse de elegir bien dónde guardar fondos para su vejez, o para casos de emergencia. Muchos prefieren una Superintendencia de Bancos que, aunque sea tapadera de banqueros, le evite a la gente la responsabilidad de elegir dónde guardar sus ahorros.

Mucha gente prefiere que otros los cuiden, antes que asumir la responsabilidad de ser protagonistas en su propia vida.

Por eso me llamó la atención que en las noticias hoy se diga que “los usuarios del transporte extraurbano deben ser prudentes al abordar estas unidades, y únicamente utilizar aquellas que tienen seguro vigente, no estén sobrecargadas y se encuentren en buenas condiciones mecánicas”. Es obvio que los primeros obligados a no encaramarse en un autobus recargado, conducido por un piloto ebrio, y sin seguro, son los usuarios potenciales de ese bus.

Lo que me da rabia es que lo diga el subjefe de la Dirección General de Transporte. Esta es la burocracia que se supone que tiene la harta obligación de relevar a las personas de la molesta responsabilidad de cuidar sus vidas. Partida de burócratas inútiles y venales. No sólo dan la falsa impresión de que cuidan de la gente, sino que, a la hora de la hora, le devuelven la responsabilidad a gente que no está acostumbrada a ella.

Los pipoldermos no están en capacidad de cumplir sus funciones; y mientras más pronto se entere la gente, mejor. Que las policías de tránsito y vial se encarguen de verificar que las licencias de conducir sean legales y que se cumpla con la Ley de Tránsito. Que se desmonopolicen las rutas y que los buses anuncien quienes transportan gente con seguro y quienes no. Que los tribunales sean severos con los pilotos y con los propietarios irresponsables de buses. Y que manden a sus casas a los ineptos de la Dirección General de Transporte.


10
Mar 08

Después del trueno…

Después del trueno: Jesús María, dice un dicho que se aplica muy bien al desorden, caos y corrupción que reina en la entidad reguladora del transporte colectivo en Guatemala. Ahora resulta, también, que la Policía Municipal de Tránsito ha reportado 350 sanciones contra pilotos del servicio extraurbano.

Sin embargo, la solución para evitar los accidentes y la irresponsabilidad en el transporte colectivo extraurbano no es la de señalar la ineptitud de la administración para supervisar todos los servicios que debe supervisar. De hecho, cuando otra noticia u otra tragedia ocupen nuestra atención, los ojos del público y de la Prensa se volverán hacia otro escándalo y todo pasará sin que haya pasado nada.

La verdadera solución para evitar los accidentes y la irresponsabilidad en el transporte colectivo extraurbano pasa por eliminar los monopolios de las rutas, de modo que los usuarios puedan elegir entre quienes prestan el servicio de forma segura y responsable y eliminar a quienes no lo hacen así. La segunda parte de la solución pasa por los tribunales de justicia: si alguien viola la ley, debe tener la certeza de que será perseguido, juzgado y castigado si fuera hallado culpable.

Lo demás, todo eso de endurecer controles y aplicar multas, es sólo para tranquilizar conciencias y para aliviar la presión de la opinión pública.

En la calle donde vivo, por ejemplo, todos los días y principalmente los viernes en la tarde, docenas de personas (incluyendo pilotos de autobuses extraurbanos) “se meten contra la vía” y ponen en peligro la vida de los que circulamos correctamente. El año pasado, durante un par de semanas, hubo policías municipales poniendo mutas; y deben haber hecho una pequeña fortuna para la Municipalidad. Sin embargo, una vez que se retiran los PMT, la gente irresponsable vuelve a las andadas. Y así la vamos pasando.

Esta discusión es consecuencia del accidente de la semana pasada, en la carretera a El Salvador, que dejó más de 50 muertos.


03
Mar 08

Hipocresía y demagogia: 53 muertos

Un total de 53 muertos y 24 heridos fue el saldo de busazo del jueves pasado en la curva El Chilero, a 33.5 kilómetros de la ciudad de Guatemala rumbo a El Salvador.

Hasta ahora se ha comprobado que:

El autobús de La Cubanita, empresa que es propiedad de Héctor Ovidio González no tenía seguro vigente
El piloto, Robin Mauricio Chacón, no tenía licencia profesional
El bus no tenía equipo de emergencia
El bus iba a velocidad excesiva
El vehículo llevaba sobrepeso
La camioneta llevaba llantas reencauchadas
La empresa ya había sido multada por exceso de velocidad y por llevar sobrepeso

Este es un sólo caso y no es el único. Un accidente similar en 2002, dejó 32 muertos; otro, parecido pero en 2006, dejó 23 fallecidos; y uno más, en 2007 tuvo un saldo de 10 muertos. Sólo en 2006 murieron 191 personas en accidentes de vehículos del transporte colectivo extraurbano.

Ahora bien…la de la prestación del servicio del transporte extraurbano es una actividad altamente regulada y supervisada por la Administración por medio del Ministerio de Comunicaciones y su Dirección General de Transportes. Ellos, por ejemplo, conceden el monopolio de las rutas y deberían registrar y supervisar directamente a las empresas que prestan los servicios de transporte. La Administración, por medio del Ejecutivo, se responsabiliza de esos asuntos y claro, se “responsabiliza” tan mal como siempre.

Esto del transporte colectivo urbano no sólo está en manos del Ministerio de Comunicaciones; también se involucran Provial, las policías nacional y municipales, el Consejo Nacional de Prevención de Accidentes de Tránsito y Educación Vial (Hágame usted el favor) y quién sabe qué organizaciones más.

¿Qué le dice aquello a usted? El Banco de Guatemala debería velar por el valor de la moneda, y resulta que el metal del que están hechas las fichas vale más que la moneda en sí; el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social debería velar por la salud de los que cotizan en él y por los viejitos, las viudas y los huerfanos, y el IGSS es la cueva de Alí Babá; la Superintendencia de Bancos debería velar por los ahorros de los chapines; y cuando hay problemas reales, o ficticios en el sistema financiero, lo menos creíble entre el público es lo que diga el Superintendente. Uno puede seguir y seguir dando ejemplos; pero el punto es que ¿por qué es que la gente sigue creyendo que la Administración debe ocuparse de cuidar a la gente?

Lo que hace, en cambio, es quitarle la responsabilidad a la gente. Muchas personas creen que como la Administración vela por su seguridad ellos no tienen necesidad de hacerlo individualmente. ¡Y ese es un error grave, que muchas veces se cuantifica en número de cadáveres!

Por eso es que es hipócrita y demagógico que la administración socialdemócrata ponga la bandera nacional a media hasta por las víctimas del busazo de El Chilero; y por eso es algo cursi que el vicepresidente Espada visita a los deudos y a las víctimas.

Cuando se persiga y se castigue a los empresarios, pilotos y funcionarios responsables de las irresponsabilidades citadas arriba, ¡entonces! la Administración estará cumpliendoles a los que perdieron la vida o ahora lloran a causa del busazo. Lo demás es pura hipocresía y pura demagogia.


08
Feb 08

Abandone la esperanza, todo aquel que entre aquí

El Transmetro de la ciudad de Guatemala pierde dinero en canastos, a razón de unos $650 mil mensuales. Pero eso no detendrá al alcalde, Alvaro Arzú. El Transmetro Norte costará más $15 millones. ¿A cuánto ascenderán las pérdidas de esta necedad cuando esé lista la nueva rama del Transmetro?

Pero eso no es lo importante, claro. Total, el dinero de los tributarios es un recurso inagotable para los políticos. Lo importante es si la paciencia de los habitantes del Norte de la ciudad será igual a la de los del Sur.

La foto es de Nuestro Diario y muestra las atorazones en la Calzada Aguilar Batres a causa del Transmetro.
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Parafraseando al letrero que había en la puerta del Infierno de Dante: Bienvenidos, habitantes del Norte de Guatemala: abandone la esperanza todo aquel que entre aquí.

07
Mar 07

La maquinita de cash

A finales de enero el concejal Enrique Godoy dijo que el objetivo principal del Transmetro es el de desincentivar el uso de vehículos en la ciudad de Guatemala; y yo le creo. Sin embargo, hoy hay una nueva luz para entender mejor el empecinamiento edilicio y por qué es que a los dioses del Palacio de la Loba no les importa perjudicar a miles y miles de personas a lo largo y lo ancho de la ciudad capital y sus alrededores: ¡En 31 días de servicio, el Transmetro ha recaudado cerca de Q3.5 millones; o sea, Q121 mil diarios!

El Transmetro no sólo contribuirá a cumplir los afanes constructivistas de los funcionarios de la comuna; sino que es una maquinita de cash para el ayuntamiento. Follow the money, aconseja con sabiduría un dicho.


09
Feb 07

¡Cualquier cosa, menos el mercado!

Leo que los planificadores del Palacio de la Loba “tienen ideas, pero están frustrados por la falta de dinero, incluso para comenzar a estudiarlas”. Leo que los jefes de las policías municipales de tránsito de todo el país se reunieron para buscar paliativos con qué desfogar el tránsito, que tienen planificado usar carriles reversibles, separar los autos livianos de los pesados, y otras ideas más para que el tráfico fluya con rapidez. Veo que los arrogantes planificadores están dispuestos a probar ¡cualquier cosa!, excepto lo único que verdaderamente resolvería el problema a largo plazo y sin acudir a la coerción: que el precio regule la circulación de vehículos por calles y avenidas. ¿Qué tal si usted pudiera decidir cuánto está dispuesto pagar por transitar en las calles? ¿Qué tal si el cobro se hiciera de forma electrónica en su tarjeta de crédito, o en una tarjeta de débito? ¿Qué tal si dependiendo de la hora en que usted se mueve, así fuera su opción de pago? ¿Qué tal si viajar en transporte colectivo costara menos, por cabeza, que hacerlo en automóvil individual? ¿Qué tal si los servicios de calles y avenidas fueran como los de los celulares: con opciones para todos los gustos y todos los presupuestos? Si el estado niñera dejara de tratarnos como ineptos, todos estaríamos mejor.

Para más información sobre aquellas posibilidades de verdad recomiendo: Street Smart, por Gabriel Roth.

La caricatura es por Fo, caricaturista extraordinaire de Prensa Libre.