18
Nov 08

Señales de alarma: censura y uso de muchedumbres

Hay dos acciones de la administración socialdemócrata que deberían encender la alarma entre los electores y los tributarios; sobre todo entre aquellos que entienden el valor de la libertad; el primero es el movimiento legislativo contra la libertad de expresión; y el segundo es el uso de acarreados para organizar manifestaciones de apoyo.

Ambas acciones las hemos visto en los regímenes de Hugo Chávez, Daniel Ortega, y otros de esa misma calaña.  Ahora, las vemos en en la administración de Alvaro San Nicolás Colóm.  
La primera consite en hacer uso de la legislación penal para inhibir a la ciudadanía y para neutralizar la libertad de expresión, misma que está garantizada en la Constitución en los siguientes términos:  Es libre la emisión del pensamiento por cualesquiera medios de difusión, sin censura ni licencia previa.  Este derecho no podrá ser restringido por la ley o disposición gubernamental alguna.  La Carta Magna prevé los casos de calumnia y de injuria; pero añade claramente que no constituyen delito o falta las publicaciones que contengan denuncias, críticas e imputaciones contra funcionarios o empleados públicos por actos efectuados en el ejercicio de sus cargos.

San Nicolás ha ido tan lejos como para pretender que las empresas proveedoras de Internet censuren los correos electrónicos; y como para promover el delito de desacato, que es un instrumento típico de regímenes autoritarios.   
La segunda acción es la de promover manifestaciones de acarreados para aparentar que sus pretensiones presupuestarias e impositivas gozan de algún apoyo popular.  Juan Alberto Fuentes Light, es el ministro que ha dado la cara en este asunto.  Ayer les dijo a los periodistas que si querían más información sobre esas manifestaciones deberían acudir a La Presidencia; pero negó que la administración las estuviera impulsando.  Eso sí, admitió que simpatiza con ellas y que si ha tenido contacto con ciertos sectores que las están haciendo posibles.
Yo no le creo a Fuentes. ¿Y usted?
Otro detalle importante sobre esas supuestas manifestaciones populares, es que los acarreados que sirven para llevarlas a cabo, no tienen ni idea de en qué es que los están metiendo.  Me pidieron que reuniera a unas 700 personas, pero sólo logré unas 300.  No nos dijeron el motivo de la protesta, comentó Pedrina Alvarado, víctima del conflicto armado, que recibió la instrucción de parte del Programa Nacional de Resarcimiento.    A nosotros nos dijeron que si no íbamos a apoyar la manifestación, ya no habrá bolsa solidaria, comentaron vecinos de la colonia El Amparo, de la zona 7 capitalina.   Esa bolsa, por cierto, es parte de un programa que coordina Sandra Evita Torres, la esposa de San Nicolás.  La dirigencia de la Unidad de Acción Sindical y Popular, cuyas bases les están reclamando su pancismo, hizo una publicación en apoyo a las pretensiones expoliadoras de la administración Colom.
A mí, que Fuentes no me venga con cuentos.
Ahora bien…es evidente que la administración socialdemócrata ha descubierto que no puede llevar a cabo sus designios sin controlar la libertad de expresión y sin controlar a al Prensa independiente; y es evidente que se ha dado cuenta de que puede usar a las masas de acarreados para asustar a la ciudadanía.  
Sin libertad de expresión y sin Prensa independiente el camino estaría allanado para que los Colom y su Unidad Nacional de la Esperanza se afiancen en el poder y hagan piñata con el Presupuesto del estado.  Y con una ciudadanía atemorizada por eventuales, chiquilines, como los de La Primavera Chapina; por posibles  turbas divinas, a lo sandinista; o por potenciales bochincheros a lo Jueves Negro del eferregismo, ¿qué detendrá a San Nicolás y a Evita?
Estamos frente a dos señales de alarma que indican, claramente, por dónde está agarrando esta administración.  Yo digo que los Colom están aprendiendo de Hugo Chávez y de Daniel Ortega. Es oportuno que las dirigencias responsables de este país se den cuenta…y de que usted, se de cuenta.

19
Ago 08

Martín y los libertarios: No más corrupción

“Los neoliberales están convocando a unas manifestaciones por la libertad, en contra de la tibia reforma fiscal que impulsa el Gobierno. No más impuestos, no más corrupción, es el lema”, así anuncia hoy, Martín Rodríguez, la gesta cívica que muchos ciudadanos estamos planeando para este viernes 29 y sábado 30.

Le agradezco a Martín su aporte; pero aprovecho para aclarar algo importante porque soy de los que está convocando y no me siento cómodo con la etiqueta de neoliberal. No porque no me gusten las etiquetas, como está de moda decir; sino porque creo que es inapropiada. En todo caso, prefiero la de libertario, liberal clásico, o incluso liberal (en español).

¿Y cuál es la diferencia?, dirá usted. Pongámoslo en ejemplos, digo yo; y sugiero usar libertario para referirme a cualquiera de las tres posibilidades citadas.

Un neoliberal favorece los tratados de comercio como el DR-CAFTA y otros; pero un libertario prefiere la eliminacion unilateral de aduanas y tarifas.

Un neoliberal favorece la dolarización como la que hubo en El Salvador y en Ecuador; pero un libertario prefiere la libre contratación y libre eleccion de monedas, como ocurre en Guatemala.

Un neoliberal favorece la privatización de las empresas estatales (incluso en condiciones monopólicas) como ocurrió en México, Argentina, y Perú, entre otros; pero un libertario prefiere la desmonopolización y la liberalización como ocurrió en Guatemala.

Un neoliberal favorece el flat tax; pero un libertario prefiere el poll tax. Un neoliberal prefiere eliminar las exenciones del Impuesto sobre la Renta; pero un libertario prefiere eliminar totalmente ese impuesto a los rendimientos del capital.

Un neoliberal sigue las directrices de organizaciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; pero un libertario prefiere que ambas sean cerradas.

¿Por qué? Porque el libertario tiene como principios el respeto de los derechos individuales de todos, y la igualdad de todos ante la ley. No por cuestiones utilitaristas, sino por razones éticas.


16
Abr 08

¿Qué quiere la dirigencia popular?

“Después de cuatro días de recorrer 127 kilómetros, desde Los Encuentros, Sololá, la marcha de campesinos, para conmemorar los 30 años de fundación del Comité de Unidad Campesina (CUC), llegó ayer a la capital”.

A su llegada, los manifestantes estropearon más el ya difícil tránsito en la ciudad de Guatemala. Como es su costumbre, la dirigencia popular ensució cuanto pudo: paredes, edificios, monumentos y demás quedaron llenos de pintas alusivas al CUC, el Ché, y la revolución, entre otras. La celebración fue una demostración más (por si hacía falta) de que a esta gente los derechos ajenos “les vienen del norte” y de que la inmundicia no les incomoda.

Mi amiga, Lucía, vio banderas de Cuba y de Venezuela entre los manifestantes; y llamó la atención sobre las capuchas “huelgueras” que portaban muchos de los que pintaban paredes.

En 2001 tuve la oportunidad de participar en aquellas demostraciones que se conocían como Viernes de Luto. Para los que no las conocieron, estas fueron una serie de manifestaciones contra los abusos de la administración de Alfonso Portillo. Durante casi 3 meses, cada viernes a las 6:00 p.m., centenares de ciudadanos nos reuníamos en el Monumento a los Próceres.

Cantábamos el Himno nacional, algunas personas decían unas palabras, llevábamos candelas y le dábamos una vuelta al monumento. Y la plaza quedaba límpia.

Nunca faltaron los audaces que proponían cosas como detener el tránsito en los alrededores del monumento: “Vas a ver cómo así llamamos más la atención de los medios”, me dijo uno, una vez. Otro, estaba bajando la bandera gigante que orna aquel espacio y fue difícil convencerlo de que dejara de hacerlo.

Yo me pregunto, cuando la dirigencia popular fastidia a la ciudad entera y la deja inmunda, ¿qué pretende? ¿De dónde sale el manual que recomienda esos abusos? ¿Cuál es su experiencia en cuanto a resultados? ¿Vale la pena todo el daño causado a otros? A esa dirigencia, ¿le importa?


15
Mar 07

Se acumulan las mucadas

La dirigencia magisterial guatemalteca da grima. Da desazón saber que la niñez y la juventud chapinas están en manos de maestros de tan baja calaña, ¡y tan mucos!, que son capaces de usar la pancarta que ilustra esta entrada y que fue dada a conocer por El Periódico.

Mis respetos para Rosa Anabela Palacios, dirigente que se dió cuenta de la falta de respeto y de la indignidad que estaban cometiendo sus compañeros y pidió que aquel esperpento fuera retirado.


13
Mar 07

Una de estas cosas es como las otras…

Una de estas cosas es como las otras, no es diferente de todas las demás. Adivina cuál no es diferente de las otras, antes que termina de cantar.
¿Se acuerda, usted, de esta canción de Plaza Sésamo? La he parafraseado porque viene al caso de las fotos que acompañan esta entrada.
La foto de arriba fue tomada en Guatemala y publicada por Prensa Libre (de Guatemala). Vemos a un manifestante enfrentandose violentamente a la policía. El manifestante lleva su playera roja, con el Ché Guevara. La foto de abajo fue tomada en Bogotá y publicada por La Prensa Libre (de Costa Rica). Vemos un manifestante enfrentándose violentamente a la policía. El manifestante lleva su bandera roja, con su hoz y su martillo. La ocasión es la visita de George W. Bush.
Gracias a Juan Carlos por la pista.

12
Mar 07

El que pinta pared y mesa…

Cuando estaba como en Segundo año de primaria escuché por primera vez la frase que dice “El que pinta pared y mesa, demuestra su bajeza”. Pues bien, con motivo de la visita del presidente George W. Bush, los mucos de siempre (a menos que haya mucos nuevos) pintaron paredes y monumentos públicos y privados.

Las pintas contrastan con el ingenio que mostraron las señoras que manifestaron frente a la Corte Suprema de Justicia, con motivo del Día Internacional de la Mujer; y cuya foto, de El Periódico, acompaña esta entrada.

La primera forma de expresión es ramplona, baja, destructiva, y cholera; por no decir otra cosa. En tanto que la segunda demuestra creatividad, inteligencia y determinación proactiva.

Yo no digo que no haya que expresarse. Y estoy seguro de que cada quien tiene sus motivos para estar molesto con Bush. Yo, por ejemplo, estoy en desacuerdo con la guerra contra las drogas, creo que la CICIG es una idea mala; creo que la apetura unilateral es mejor que el TLC; creo que la forma en que estan tratando el tema de las adopciones va a perjudicar a los potenciales adoptados; creo que trade es mejor que aid; y creo EUA hace muy mal en ser el policía del mundo; pero, ¿es necesario ensuciar, destruir y perjudicar para expresar uno sus descontentos?

De verdad estoy seguro de que no. Cuando yo participaba en la organización de los Viernes de Luto, junto a un montón de gente extraordinaria y buenísima onda, nunca permitimos que se ensuciara, o se perjudicara a terceros. No faltaron quienes querían que bajaramos la bandera que ondea en el Obelisco, o que paráramos el tráfico en esa importante intersección. Y sin embargo, jamás ocurrieron tales desatinos. Un principio de aquellas expresiones era respetar los derechos ajenos y no causar daños. Nunca pintamos el Obelisco y nunca ensuciamos esa plaza.

Ojalá que algún día la dirigencia popular madure y entienda que “mis derechos terminan donde empiezan los de los demás”, que “el que pinta pared y mesa, demuestra su bajeza” y que la destrucción y la suciedad no benefician a nadie.