Q300 mil quetzales del dinero que la administración semillera/raicera les quita a los tributarios fueron a parar a manos de creadores de contenido que están al servicio del gobierno, según un reportaje de Soy502. Los pagos se hacen por medio del Ministerio de Cultura y Deportes (de la Administración Arévalo). Ese dinero, por supuesto, no se usa para seguridad ni para justicia, sino para propaganda…ni para cultura, ni para deportes.
La Administración trata estos pagos como pauta publicitaria; y, la verdad sea dicha, la Administración Arévalo no es la primera en manipular la opinión pública mediante creadores de contenido a sueldo o simples reproductores de contenido pagados. De hecho, en el estado actual de cosas, tirios y troyanos hacen uso de netcenters y prácticas parecidas, como las granjas de bots.
Esa práctica pudo haber comenzado ca. 2015, pero… ¿no que el movimiento Semilla/Raíces iba a ser diferente? ¿No es que mucha gente les dio el poder porque prometieron no practicar los vicios del pasado? ¿Es corrupción tomar dinero de los tributarios para apuntalar —de forma manipuladora y engañosa— la imagen del gobierno? Si esto se hace ahora y tiene efectos en la opinión pública, ¿te imaginas cómo será en temporada electoral? La lista que conocemos, ¿es la única lista de esa naturaleza?
Los pagos de miles de quetzales que dan origen a estas meditaciones ni siquiera son por generar contenido, sino por colgar fotos y reproducir material generado por otras personas que… ¿también reciben pagos? Hay gente a la que la Administración semillera/raicera le paga Q12 mil (del dinero que toma de tu bolsillo) por subir 12 fotos a una red social, por ejemplo. Todos los casos documentados son en ese estilo. ¿Cuánto ganan los fotógrafos que toman las fotos? ¿Cuánto ganan los que hacen los banners, los spots, los cintillos y anuncios que cuelgan los creadores de contenido? ¿Las personas que reciben ese dinero son los últimos beneficiados, o hay una organización más compleja que cosecha entre estos pagos?
¿Cuál es el costo total de la maquinaria de manipulación y engaño de la opinión pública que tiene montada la Administración que iba a ser diferente?

Este es un ejemplo bonito. ¿La señora López asegura que el Ministerio de Cultura de la Administración Arévalo no es de Semilla?
Un subproducto de aquellas prácticas es el deseo estatista de controlar y regular la participación en redes sociales y el contenido digital por medio del registro…en alguna entidad estatal. ¿Ves el peligro de la censura? ¿Ves lo absurdo de la situación? Quienes ejercen el poder tendrían la facultad de decidir qué es noticia falsa y qué no; y quién es un interlocutor válido y quién no. Escondida detrás del nombre mercadológico y aparentemente inocente de Iniciativa que dispone aprobar ley contra la violencia sexual digital, 6280, se esconde una potencial ley mordaza que prohíbe la creación de perfiles en redes sociales y plataformas digitales de manera anónima, debiendo reportar las direcciones IP y los perfiles en redes y plataformas sociales de los que se haga uso.
Es cierto que los anónimos, los perfiles falsos, los mercenarios y los bots son plagas; pero la forma de tratar con esa peste, en medios digitales, es la misma con la que la humanidad pensante ha tratado con ellos desde siempre: se les ignora. A veces uno puede caer en sus trampas, pero una vez que se los identifica, se les ignora como ignoras una mala novela, una mala peícula, una mála técnica, o una mala junta. Por eso es importante desarrollar pensamiento crítico, no solo para redes sociales virtuales, sino para libros, artículos de journals científicos, revistas, periódicos y chismes de cuchubal. Sin que políticos y burócratas te digan qué música no puedes oír, ni qué amigos no debes tener.
La nueva estatua de Pasquino son los medios digitales y las redes sociales virtuales; pero hay una gran diferencia -grande, enorme- entre publicaciones pagadas con dinero privado, y publicaciones pagadas con dinero tomado de los tributarios bajo amenaza del uso de la fuerza. Hay una gran diferencia -grande y enorme- entre las publicaciones pagadas por los vatiopintos intereses que hay en la sociedad (unos más legítimos que otros) y el interés de manipular la opinión pública en favor de quienes ejercen el poder político y quieren conservarlo en elecciones manipuladas por politokers, mercenarios y bots, para que parezcan legítimas.
No podemos ser cómplices de esta manipulación. Desarrollemos nuestro pensamiento crítico y exijamos transparencia en el uso de nuestro dinero. La libertad de expresión y la verdad no tienen precio, pero sí un costo: nuestra responsabilidad y vigilancia constante. Ojo, que están pasando cositas.





















