15
Jun 12

Inflación y peligrosa reforma constitucional

Tal vez no te acuerdes, pero para ponerlo en perspectiva… si ahora que la inflación cerró a 6.20 por ciento en 2011 cuesta llegar a fin de mes, ¡imagínate cómo era cuando la inflación llegó a 60 por ciento en tiempos de la Democracia Cristiana! Era desesperante para miles de familias.

Cuando hay muchos billetes circulando, sin que haya demanda de ellos, a los billetes les pasa lo que les ocurre a los aguacates cuando hay muchas de esas frutas y poca demanda de ellas. Los billetes, como los aguacates, pierden valor. Y por eso es que necesitas más billetes, para comprar las mismas cosas.

La inflación no es el alza de los precios; sino que esta es una consecuencia de aquella. La inflación es todo aumento en la cantidad de dinero, que no es compensado por un aumento correspondiente en la demanda del dinero, de modo que hay una caída en el poder adquisitivo del mismo.

Hay muchos aguacates en el mercado cuando los productores de aguacates llevan muchos de ellos a la plaza; y hay muchos billetes en el mercado cuando el productor de billetes lleva muchos de ellos a la plaza. ¿Quién es el productor de billetes? El Gobierno, por medio del Banco de Guatemala, que es estatal; y en su directiva hay un presidente, electo por el Presidente de la República; tres ministros del Ejecutivo, un miembro por el Legislativo, uno por la Universidad estatal, y uno por los bancos (que desde muchas perspectivas son agencias del banco estatal, en manos privadas); y un miembro por las asociaciones empresariales.

La actual administración está por presentar un presupuesto que es 13 por ciento mayor que el actual; y para el cual no tiene dinero. El alza de impuestos con la que acaba de castigar a los tributarios no le va a alcanzar. Los políticos y funcionarios que manejan ese presupuesto –del que se benefician muchos grupos de interés– necesitan, desesperadamente, más dinero. ¿Y cuál es la solución más sencilla? Imprimirlo. ¿Qué los detiene? No los detiene el respeto por los votantes y los tributarios. Los detiene el Artículo 133 de la Constitución que impide que el Presidente le ordene a la junta directiva del banco central que eche a andar la maquinita productora de billetes. Y tú ya sabes qué pasa cuando eso ocurre: tus billetes valen menos, las cosas se encarecen, y tu calidad de vida se desploma.

Esta columna fue publicada en El Periódico.


28
Sep 10

Víctimas de la inflación: se van las fichas de un centavo

Cuando yo era niño, un centavo compraba cuatro bolitas de miel, o un pan frances; y se dice que cuando alguien tiene aliento de borracho, huele a centavo.  El colmo de un forzudo es apretar un centavo hasta que Bartolomé de las Casas (en su anverso) saque la lengua.  Los más gandallas del colegio pintaban monedas grandes de un centavo con mercurio y las hacían pasar por de a 10 centavos en las camionetas; con ello compraban su pasaje y les daban 5 centavos vueltos.

La pérdida del valor adquisitivo de el quetzal a causa de la inflación ha hecho necesario el nuevo billete de Q200.  Esto es porque como los quetzales valen cada día menos (porque el Banco de Guatemala imprime muchos), entonces cada vez se necesitan más quetzales para comprar lo mismo.  Por eso es que suben los precios.  Si le dicen otra cosa, se lo están cuenteando; y allá usted si les cree.

A todo esto, la inflación producirá una baja en  el sistema monetario.  Así como a mediados del siglo XX la inflación acabó con la moneda de medio centavo; ahora la víctima será la moneda de un centavo.  La misma, sin embargo, ha sufrido una larga agonía.  Primero fue reducida de tamaño, luego le fue cambiada la aleación, y por último como la ficha en sí resulta insosteniblemente más cara que el valor que representaba, tuvo que ser eliminada.  Uno de estos días ya no circularán los centavos.  (suspiro)


23
Jun 10

¿Será desempolvada "La Maquinita"?

En los años 80 se conocía como La Maquinita al fenómeno inflacionario que culminó con un 60% de inflación al final de la administración socialcristiana, de Vinicio Cerezo. El mote viene de una alusión a la imprenta o maquinita, con la que se producen billetes sin respaldo, mismos que causan la inflación, misma que deviene en una alza generalizada en el nivel de precios.

Allá por 1993, La Maquinita fue desconectada y refundida gracias al artículo constitucional que dice que la Junta Monetaria no podrá autorizar que el Banco de Guatemala otorgue financiamiento directo o indirecto; garantía o aval al Estado, a sus entidades descentralizadas o autónomas ni a las entidades privadas no bancarias. Ese artículo 133 fue determinante para dificultarles, a los políticos socialistas y manirrotos y a sus funcionarios, imprimir billetes sin valor para financiar sus proyectos de gasto.
El artículo, sin embargo, tiene una excepción -quizás porque el que hace la ley, hace la trampa-; y esa excepción dice que se exceptúa de estas prohibiciones el financiamiento que pueda concederse en casos de catástrofes o desastres públicos, siempre y cuando el mismo sea aprobado por las dos terceras partes del número total de diputados que integran el Congreso, a solicitud del Presidente de la República.
Luego de la tormenta Agatha, y de la arena expelida por el Volcán de Pacaya, la administración socialdemócrata de Los Colom ha visto el cielo abierto para abrir esa Caja de Pandora que es el crédito del banco central al gobierno. Ya se habla, por ejemplo, de socializar las pérdidas en el agro, sin contar con que no se piensa más que en el sector público para reparar la infraestructura destruida.
Si La Maquinita es desempolvada, durante esta administración -que es increíblemente inepta y corrupta- no es difícil anticipar que ¡por supuesto que habrá inflación!; pero no sólo eso. No es difícil anticipar que habrá mucho desperdicio, mucha mala administración y muchos nuevos ricos. No es por nada -aún fuera de este contexto particular- que P.J. O´Rurke dijo que darle poder y dinero al gobierno es como darle whisky y las llaves del automóvil a un adolescente.

16
Jun 10

La inflación se hace evidente a Q200

La inflación no es el alza generalizada en el nivel de precios, como generalmente malinforman los medios de comunicación masivos, la mayoría políticos, y muchos técnicos y burócratas. El alza generalizada en el nivel de precios es una consecuencia de la inflación; y esta, propiamente dicha, es la abundancia de dinero sin respaldo. Y esa abundancia de dinero sin respaldo ocurre generalmente porque el monopolio de la emisión de dinero emite muchos billetes y los mete en el mercado por medio de salarios, papeles y compras para satisfacer los intereses de quienes controlan el presupuesto del estado.


Al final de las cansadas resulta que usted necesita cada vez más billetes, para comprar exactamente las mismas cosas que antes, porque aquellos billetes -por abundantes- valen cada vez menos. Es como con los aguacates: cuando hay muchos aguacates, estos están baratos; pero cuando los aguacates escasean, estos se ponen caros. Visto desde otra perspectiva, cuando hay inflación (o abundancia) de aguacates, el vendedor de aguacates tiene que dar muchos más de estos para conseguir quetzales, que cuando los aguacates son escasos. Entonces, al aguacatero le basta dar unos pocos, para conseguir quetzales.

Por eso es que el billete de Q200 que empezará a circular en agosto es como un ave de mal agüero. El billete de Q200 es la confirmación material de que el quetzal ha perdido tanto valor que se hace necesario imprimir billetes de mayor denominación. Por supuesto que las autoridades del monopolio emisor dicen que no habrá inflación a causa del nuevo billete; lo cual es cierto porque el asunto es al revés. La necesidad del nuevo billete es consecuencia de la inflación. El billete no la ocasiona, porque es una necesidad resultante de aquella. Se necesitan billetes de Q200 porque con los billetes de Q100 ya no se puede comprar todo lo que se compraba antes.

La inflación es un impuesto oculto, silencioso e injusto que les roba el valor al dinero y a los ahorros de la gente. Empieza de a poquito, pero puede convertirse en una locura. A principios de los años 90, en Guatemala llegamos a tener una inflación 60% y ese fue uno de los Waterloos de la administración socialcristiana. En Zimbabue, la dictadura de Robert Mugabe imprimió billetes de 1,000 millones de dólares zimbabuenses, con los que sólo se podían comprar una hogaza de pan, o cuatro naranjas. La ilustración de esta entrada, muestra un billete de 50 millones de marcos, de la hiperinflación alemana.

La inflación y sus peligros deben ser tomados en serio.

28
Dic 09

Por arrogantes y por inocentes

Los principales aspectos de la política monetaria, cambiaria y crediticia que regirá durante el 2010 fueron aprobados el 23 de diciembre pasado por la Junta Monetaria. María Antonieta Del Cid de Bonilla, presidenta del monopolio emisor de moneda y de la Junta, indicó que la política aprobada establece que la inflación para 2010 podría ser de 5 % +/- 1 %, lo que significa que cerraría entre 4 y 6 por ciento.


Eso me recordó algo que escribió Henry Hazlitt en The Inflation Crisis & How to Resolve It y que encontré en el Facebook de mi amigo Cris: The central flaw of the Monetarist proposal is its extreme political naiveté. It puts the power of controlling the quantity, the quality, and purchasing power of money entirely in the hands of the State, that is, of the politicians and bureaucrats in office.

14
Dic 09

Indexación de salarios: una siembra de vientos

Propondrán indexar los salarios mínimos, es el titular de una noticia que que me paró los pelos.

Aunque a algunos no les guste, por las razones que sea, los salarios son precios; y como son precios, actúan de acuerdo con la naturaleza de los precios. Aunque a algunos no les guste, todos los precios, en todo el mundo y en todas las épocas se forman como consecuencia de la interacción de la oferta y de la demanda. Por eso es que si la oferta de aguacates es mucha y la demanda poca, los precios de los aguacates, en el mercado, son bajos; pero si la oferta de aguacates es poca y la demanda mucha, los precios de los aguacates, en el mercado, son altos.
Así: cuando la oferta de trabajadores es mucha, y la demanda de trabajadores es baja, entonces el salario (qua precio) es bajo; pero si la oferta de trabajadores es poca, y la demanda de trabajadores es mucha, entonces el salario (qua precio) es alto. ¡Por eso es que a los trabajadores les conviene que haya muchas fábricas, comercios y fincas compitiendo por ellos!; y por eso es que no les conviene que cierren las fábricas, los comercios y las fincas.
En un mercado, los salarios suben por la misma razón que suben los precios de los aguacates, de los tomates, y de los huevos: Porque hay mucha gente compitiendo por los trabajadores, los aguacates, los tomates y los huevos.
Dicho lo anterior, ¿qué tiene que ver eso con la indexación?
La inflación no es el alza generalizada en el nivel de precios, como generalmente malinforman los medios de comunicación, los políticos, y muchos técnicos y burócratas. El alza generalizada en el nivel de precios es una consecuencia de la inflación; y esta, propiamente dicha, es la abundancia de dinero sin respaldo. Y esa abundancia de dinero sin respaldo puede ocurrir por muchas razones: puede que el monopolio de la emisión de dinero emita muchos billetes y los meta en el mercado por medio de salarios, o de compras, por ejemplo; o puede que se indexen la inflación y los salarios.
De acuerdo con esta política, cada vez que suba la inflación, deben subir los salarios nominalmente. Y como en esas condiciones la gente tendrá más dinero para gastar, pues gastará más y demandará más bienes con lo que empujará los precios para arriba. Usted ya empieza a intuir qué es lo que ocurrirá, ¿o no? Sabe que así se generará una espiral casi incontenible en la cual la demanda empuja los precios hacia arriba, los precios halan los salarios, salarios nominales más altos permiten que la gente demande más bienes, la nueva demanda vuelve a empujar los precios, estos halan los salarios nominales otra vez y así es la de nunca acabar. La indexación y la inflación favorecen momentáneamente a los primero que reciben los billetes; y castiga espantosamente a los últimos en recibirlos.
El día que un aguacate cueste Q500 será porque la gente puede pagar Q500 y los paga. Pero…¿habrán subido los salarios? La respuesta es que no. Claro que la gente recibirá salarios nominales más altos; pero en términos reales, ¿de qué sirve que uno reciba un salario nominal alto, si en términos reales no tiene poder adquisitivo? ¿De qué sirve que parezca que uno gana más, cuando en realidad no está ganando más? Si se siembran los vientos de la indexación, se cosecharán las tempestades de la inflación.
La única forma sana de hacer que suban los salarios es propiciando un ambiente en el que los empresarios compitan por atraer a los trabajadores. Empero, si seguimos con uno en el que la fila de gente necesitada de trabajo es más larga que la fila de gente que lo ofrece, estamos perdidos. Pero más perdidos estamos si a aquella situación lamentable le añadimos la indexación. Dicha política es inmoral no sólo porque engaña a las personas, sino porque las condena a vivir la pesadilla de la inflación y sus consecuencias en los salarios reales y en los precios.
La noticia fue publicada el viernes, en Siglo Veintiuno; pero no puse enlace porque el sitio Web de ese diario no los permite.

11
Sep 09

¿Arrestado por decir la verdad?

Próximamente se cumplirán 400 años del arresto de Juan de Mariana por explicar a la población que la inflación es un latrocinio encubierto. ¡La verdad desestabiliza a los mentirosos!; y los mentirosos con poder, lo usan para perseguir y acallar a quienes los ponen en evidencia.


De las trece acusaciones que el fiscal presentó contra Mariana el 27 de octubre de 1609, seis de ellas –las más importantes– están relacionadas con su idea sobre la inflación mientras que las otras siete se refieren a sus críticas de la mala gestión pública y sus denuncias de corrupción; lea más acerca de esta historia de actualidad, en el artículo por Gabriel Calzada, aquí.


12
Jun 09

Billetes de Q200, y cuento que te meten

En la sección de Opinión de los lectores, en Prensa Libre de ayer, el lector José Emilio Alejos llama la atención, atinadamente, sobre los futuros billetes de Q200 en los siguientes términos:

¿Cómo es posible que, pese a la crítica situación económica del país, el Banco de Guatemala (Banguat) considere la emisión de billetes de Q200? De acuerdo con Óscar Monterroso, gerente de Economía del Banguat, esos billetes son necesarios, debido al crecimiento económico de Guatemala. ¿Cuál crecimiento?

Alejos tiene razón; porque lo que pasa, en realidad, es que los billetes de Q200 no son necesarios debido al supuesto crecimiento económico, sino debido a la inflación. El dinero vale cada vez menos y usted necesita cada vez más quetzales para comprar cosas. Así como cuando hay abundancia de tomates estos bajan de precio, así es como cuando el banco central tiene en circulación abundancia de billetes estos pierden su poder adquisitivo y cada vez se necesitan más de ellos para adquirir bienes y servicios.

Los billetes de Q200 son necesarios porque los de Q100 han perdido su valor. ¡Esa y no otra, es la razón!

12
Mar 09

Lo que pasa cuando no se entiende la inflación

He sido condenado por economistas tradicionales que dicen que la impresión de moneda es responsable de la inflación.  Debido a la necesidad de existir, a la de asegurar que mi gente sobreviva, he tenido que imprimir moneda.  He tenido que hacer cosas extraordinarias que no están en los libros de texto.  Luego, el Fondo Monetario Internacional le pidió a los Estados Unidos de América que por favor imprimiera dinero.  Y empecé a ver a todo el mundo que hacía lo que me decían que yo no tenía que hacer.  Decidí que Dios estaba de mi lado, y que había venido a reivindicarme.

Estas palabras son de Gideon Gono, el presidente del banco central de Zimbabue.  Tomando en cuenta que allá una hogaza de pan puede costar entre 7 y 10 mil dólares zibabuéses, porque la inflación no es de 9, 20, o 500%, sino de 231,000,000%, sus declaraciones en Newsweek son notables.
Notable es que todavía no se ha dado cuenta de que la impresión de moneda es la causa de la inflación.  
Notable es que cree que contribuye al bien de los zimbabueses la destrucción total del poder adquisitivo de su moneda.
Notable es que puede jugarle la vuelta a la ciencia económica.
Notable es que cree que mientras más gente comete los errores que él ha cometido, es más evidente que Dios está de su lado.
Notable es que economistas, políticos, periodistas y expertos de todo el mundo conozcan el caso de Zimbabue y no aprendan de él.
La inflación comienza por poquitos, para resolver problemas urgentes de corto plazo, y crece hasta hacerse inmensa, en perjuicio de la solución de problemas importantes en el largo plazo.  Occidente está cavando su tumba con una megapala llamada inflación…y muchos creen que esa es la mejor opción.
Ese no es el caso de Warren Buffet; y si a usted le interesa conocer la magnitud del peligro inflacionario, seguramente querrá ver esta entrevista.

Digg!


08
Ene 09

Inflación de un dígito es victoria pírrica

Hoy leemos que el poder adquisitivo de los guatemaltecos se vio perjudicado en 2008 debido al encarecimiento del costo de la vida. El Indice de Precios al Consumidor alcanzó 9.4% en su cierre más alto de los últimos 12 años. El que el IPC no haya llegado a dos dígitos, sin embargo, es una victoria pírrica.

Primero, porque no se debe a una política monetaria sana. En realidad la administración sigue inflando y en vez de atacar la raíz del problema, las autoridades monetarias se enfocan en las consecuencias. Por eso es que no les preocupa la inflación propiamente dicha, que es el crecimiento de la masa monetaria sin respaldo; sino el alza generalizada en nivel de los precios relativos.

Segundo, porque el control del alza de precios se hace por medio de la elevación de las tasas de interés. Con el crédito encarecido, se castiga de forma inmisericorde a la clase media que está amortizando su casa, por ejemplo; y se asfixia al sector productivo que necesita del crédito para crecer, para generar riqueza y para ofrecer empleos. Al final, como en una perinola del infierno, todos pierden. Porque sin nuevos y mejores empleos, todos perdemos. Así, no suben los salarios, y así, los jóvenes que quisieran trabajar, siguen en las filas de los desempleados.

Tercero, porque sospecho que a las autoridades monetarias y a la administración socialdemócrata le vienen del Norte los dos puntos anteriores. Sospecho que la razón por la que le tienen pánico al IPC de dos cifras es que si eso ocurre, los organismos financieros dejarán de darles dinero fácil y barato.

Por cierto, una victoria pírrica es aquella que es alcanzada a costos que superan lo razonable. Viene de Pirro, un rey de Epiro que derrotó a los romanos; pero que, al ver el resultado de la batalla comentó: Otra victoria como esta, y estaré vencido.