21
Sep 11

El sorpresivo persimón de anoche

Anoche hubo un sorpresivo persimón en casa y como yo tenía como 12 años de no comer uno me emocionó mucho.  Ahora son bastante comunes; pero antes no lo eran.  Mi abuelita, Frances, compartía conmigo los suyos que le llevaba su comadre, Queta, cosechados del jardín de su suegro don Manuel, en Panajachel.  La Abui, como le decíamos a mi abuela los comía crudos disfrutando de su dulzura y de su textura peculiar; o preparaba un puding que sacaba las lágrimas de lo delicioso que era.

Mi abuela, que tenía un green thumb casi infalible, nunca logró que las semillas delos persimones que comía germinaran y produjeran el ansiado arbolito.

La última vez que vi a alguien comiendo persimones, con gusto y placer extremo, fue a a don Franco en La Antigua.  Don Franco era el propietario de un célebre restaurante llamado El Capuccino y uno de tantos días que llegué a almorzar él estaba disfrutando los suyos.  Por más miradas que le eché, y a pesar de que me acerqué a elogiar sus persimones, no se le ocurrió ofrecerme.  Y no es que fuera tacaño, porque él y su esposa, doña María, solían alegrar mi mesa con abundantes chiles jalapeños preparados en la casa para que yo comiera con panecillos horneados ahí.

En fin…tantos recuerdos buenos vinieron acompañando a este solitario persimón que me alegró mucho la noche.


11
Jun 11

Pitayas, frutas de leyenda, de color y de sabor

¡Ya es temporada de pitayas!, y en casa hubo pitayas de postre hoy.  A las pitayas se las conoce, en el Oriente lejano, como frutas dragón, y en alguna parte de Centroamérica -posiblemente en Honduras- hay una cueva, habitada por murciélagos, de la cual salen ríos de sangre.  Sangre que no es otra cosa que los excrementos de aquellos animalitos alimentados con estas frutas maravillosas.

Lo que destaca de las pitayas que conocemos es su color extraordinario; porque, para ser justos, su sabor no es la gran cosa.  Eso lo resolvemos en casa añadiéndoles azúcar y un toque de Triple-sec.


16
Abr 11

¡Hicimos mangos en dulce!

El primer postre de temporada que hicimos en casa, hoy, es el de mangos en dulce.   La casa se llenó de su aroma y a mí me gusta mucho su color, aparte de su sabor.

La receta original es con miel de azúcar y canela; pero en casa nos gusta darle un toque con pimienta negra, pimienta gorda y clavo, especias que resaltan el sabor natural de la fruta.  Ahora se están enfriando y mañana me los gozaré en el desayuno.


22
Ago 10

Fruta de pan y recuerdos de la Bounty

Hoy hicimos fruta de pan en casa; y me encanta frita, crujiente y calientita. Aparte de eso, esta fruta siempre me recuerda la historia de William Blight, Fletcher Christian y la aventura del HMAV Bounty.

Vi Motín en el Bounty cuando tenía unos 10 años y desde ese momento tuve curiosidad de probar la fruta de pan, vegetal que tiene un papel importante en aquella película. Empero, como esa fruta no se consume mucho en la ciudad de Guatemala, aunque sí es muy apreciada tanto en la Costa Sur como en la del Atlántico y sus inmediaciones, no me topé con ella en los mercados hasta ca. 2005 cuando compré una en el Mercado Central de la ciudad y de verdad me gustó mucho. Al año siguiente, quizás, leí La Bounty, obra de Caroline Alexander acerca de aquella nave y sus tripulantes, y la fruta de pan.

Hoy, esta delicia de fruta nos sirvió para acompañar un trozo de cordero que preparamos con ajo y romero, y que servimos con una mayonesa hecha en casa, sazonada con alcaparras, mostaza en polvo y chiles pimientos asados.

Debe ser su temporada, porque no es usual que haya de esta fruta en el mercado y hoy en la mañana había dos.

29
Mar 10

Mangos en dulce, sabor y color

¡Ya hay mangos en dulce, en la casa! De los mangos en dulce, que son típicos de esta temporada chapina, no sólo me gusta su sabor, sino su color.
Estos los preparamos en casa con una miel de azúcar. Aunque la receta original lleva sólo canela, a mí me gusta ponerle clavo, pimienta negra y pimienta gorda. Cuando están hirviendo, toda la casa se llena de un exquisito aroma a mangos y a especias. Aroma que a mí me llena de alegría y de buenos recuerdos.

28
Mar 10

Las granadas, herencia de los fenicios

Las granadas no se cuentan entre mis frutas favoritas para comer; pero sí para verlas y olerlas y para disfrutar del hermoso arbolito que las produce. Sus flores, ciertamente, tienen un color rojo muy atractivo.

En coctelería, esta fruta se usa para hacer sirope de granadina; y en la cocina mexicana es imprescindible para preparar los magníficos chiles en nogada.
Las granadas de la foto están en el jardín de uno de mis vecinos y aunque todavía les falta madurar, ya se notan su forma inconfundible y se asoman sus colores brillantes. Estas frutas tienen su origen en el Oriente Medio y se supone que los fenicios tuvieron mucho que ver con su diseminación en el Mediterráneo.

15
Mar 10

En plena temporada de jocotes marañones

¡Como me he estado disfrutando el tiempo de jocotes marañones! Yo diría que estas son las frutas más características de la temporada calurosa y seca en Guatemala.

Yo me los gozo mucho en refresco y también en helados. Me gustan su textura y su sabor; pero sobre todo su aroma. Durante la Semana Mayor, además de ser consumidos como frutas, la gente los usa para adornar altares y andas propios de la festividad.

09
Mar 10

Recuerdos del morro

El del centro es el fruto del árbol del morro. Su uso más conocido es el que se le da para hacer los chinchines navideños tradicionales de Guatemala. Empero, también tiene usos medicinales.

Mi bisabuela, Adela (Mami), hacía jarabe de morro para curarnos de la tos a los niños; y la leyenda decía que la receta se la había dado un brujo de la Boca del Monte. Aquel remedio -que es muy sabroso- se preparaba con morros, cañafístulas, guarumo, buganvílea morada, candelas de izote, y rapadura. Además, se le ponía brandy para conservarlo. Y a los niños nos los servían en un copitas.

Yo tengo desde 1974 de no probarlo; y esa última vez lo preparamos en casa, más como golosina que como remedio. Y a la hora de ponerle el licor vi que en el bar de mi padre había un par de brandys importados; de modo que tomé una botella de ron local -de la cual había oído a mi padre decir que era como tomar brandy.

Lo divertido es que cuando les conté a mis padres que había hecho jarabe de morro me preguntaron que qué licor le había echado; y yo, muy listo, les dije que había tomado un ron nacional para no usar los importados. Y resultó que esa era una botella muy especial que la Licorera le había obsequiado a mi padre, en aquellos tiempos en el que el Ron Zacapa no se comercializaba como ahora y era algo muy, muy preciado.


27
Feb 10

Las deliciosas ciruelas

Con las ciruelas he cometido alguna injusticia. Cuando alguien me pregunta que cuál es mi fruta favorita, nunca, nunca, tengo a las ciruelas en mente. Los chicos son top of mind; y luego puedo hablar de las uvas, las manzanas, las papayas, las peras, los jocotes marañones, las fresas y las moras, los melones, los zapotes, los bananos, las mandarinas, las sandías y de otras frutas. Empero, hoy que estuve gozándome a las de la foto me dí cuenta de que las únicas dos frutas que me hacen aplaudir de gusto cuando me las ofrecen son los chicos y las ciruelas.

Adoro lo dulce y jugoso de las ciruelas. Me seducen sus sabores y aromas. Me encanta su color oscuro y profundo. Y recuerdo, con mucho placer, el plum pudding que hacía mi abuela, Frances.
Atribuyo mi descuido con las ciruelas al hecho de que son muy de temporada. De las otras frutas hay casi todo el año, pero las ciruelas, como los membrillos, sólo hay cuando debe haber.

17
Feb 10

¡Ya es temporada de jocotes marañones!

No están muy galanes que digamos, pero estos son los primeros jocotes marañones o anacardos que veo en la temporada. Su inconfundible aroma es propio de la temporada de calor en Guatemala; y trae recuerdos de playa, de celebraciones callejeras y de fiesta.

A mí no me gustan vivos por lo astringente; pero el refresco y los helados de marañones de verdad me parecen deliciosos a más no poder. Y, por supuesto, también me gustan las semillas asadas. Recuerdo que mi tía abuela La Mamita las ponía a asar entre las cenizas del carbón, o bien, las secaba y pintaba caritas de mono en las semillas. Ella tenía mucha habilidad para esas cosas y, por ejemplo, también hacía peces son las semillas de los mangos de pita.
Estos marañones están muy bien acompañados por kiwis, mangos verdes y aguacates.