Centro Histórico
03
Feb 08
En el Centro Histórico, recuerdos en bronce
10
Jul 07
Un trato, ¿es un trato?
Como cuenta mi amigo Luis Ernesto: Unión Fenosa se queja de que la administración nunca cumplió con el aporte que le correspondía para un fideicomiso para la ampliación de las líneas eléctricas en el interior del país. Y un contrato es un contrato, aunque talvez en Guatemala, no.
A los comerciantes de la 6a. Avenida de la zona 1 (los formales que tienen locales) Tu Muni los obligó a quitar los rótulos que tenían sobre aquella arteria (bajo el concepto de Centro Histórico); y a cambio el ayuntamiento se comprometió a quitar a los vendedores informales de las banquetas (que de hecho tapan a los locales formales). El resultado: fuera rótulos y quedan los informales…
Ahora la víctima es el ferrocarril, según esta historia publicada por el Los Angeles Times:
The Pittsburgh millionaire who spent $15 million to revive Guatemala’s once-defunct railroad said Monday that the freight trains would stop rolling Oct. 1.
His company, Railroad Development Corp., is locked in a legal battle with the Central American nation’s government, which Posner said has made it impossible to keep operating the money-losing service.
“Enough is enough,” Posner said. “It’s clear that at every level of Guatemalan society there is, at best, a lack of respect and, at worst, an outright hostility to everything that we have been trying to accomplish.”
Posner said the company would continue running trains to the end of September to meet previous commitments to freight customers.
The company will also press ahead, he said, with a legal action seeking $65 million in compensation from the government for allegedly damaging its business. Guatemalan officials did not respond to a request for comment.
Posner, 51, was the subject of a Times profile last month that chronicled his efforts to restore rail service to Guatemala, whose national railroad ceased functioning in 1996.
Posner’s railroad firm in 1998 won a 50-year concession to get the freight trains rolling again. It reopened a 200-mile stretch of track running from the capital of Guatemala City to the Atlantic port of Puerto Barrios, a feat hailed by train buffs but which never turned a profit.
Posner has made a career out of salvaging troubled railways in far-flung parts of the globe, including Malawi, Mozambique and Estonia.
But Guatemala has proved a tougher haul than any of them. Scrap metal thieves routinely plunder the tracks. Thousands of squatters have taken up residence in the right of way. Washouts ravage the rails during the rainy season.
But Posner said his biggest stumbling block in Guatemala had been the government. He claims that it failed to honor its agreement to contribute $3 million for track improvement and to evict squatters from the most potentially profitable lines.
When the company pressured the government to live up to its end of the bargain, Posner said, it retaliated with a rare and powerful legal maneuver to repossess its locomotives and rail cars.
That 2006 action is still tied up in court. But Posner said the threat alone scared off customers, sending his firm into a downward spiral.
In its suit against Guatemala, the company is invoking an investor protection clause in the Central American Free Trade Agreement, which includes the U.S. and Guatemala.
That pact forbids governments from expropriating assets of foreign investors. The railroad firm filed a claim in Washington last month before a special international dispute panel. A decision could take two years.
Posner said he finally concluded that nine years of spinning his wheels in Guatemala was enough.
“We can’t succeed in a country that doesn’t want us there,” Posner said.
Some say Guatemala might end up the real loser.
“The implications for foreign investors are not good,” said Carlisle Johnson, a political analyst and host of a popular radio program called “Good Morning Guatemala.” “Who is going to come in after this fiasco?”
marla.dickerson@latimes.com
15
May 07
Buche y moronga
El sábado fui con mis amigos Raúl y María Dolores a almorzar donde doña Mela, en el Mercado Central.
Lo que a mi me gusta son las tortillas con buche y chicharrón, y las tortillas con moronga. Las tortillas son de maíz; el buche es un ensanchamiento en el esófago de las aves y ahí almacenan sus alimentos antes de que pasen a la molleja; el chicharrón es piel de cerdo y las morongas se hacen con la sangre del mismo animal (y recuerdan un poco a las morcillas).
De postre me gustan las tortitas de yuca con miel de abejas, pero en esta ocasión, como llegamos tarde, tuve que conformarme con rellenitos de plátano. Esas son como croquetas de plátano rellenas con frijoles negros dulces.
Cuando voy allá me gusta acompañar mi almuerzo con una Nesbitt´s, no se por qué. El de doña Mela es uno de los comedores más tradicionales del Mercado Central. Por supuesto que sirven tacos, frijoles, guacamol, chojín (picado de rábano), chiles rellenos, plátanos fritos, enchiladas y otras delicias locales.
Les cuento esto porque, como este espacio es visitado por personas de otras latitudes, a lo mejor les llama la atención conocer algo sobre la comida típica chapina.
21
Abr 07
Los pobres ¡al colegio!
Que el hijo del más alto dirigente de los maestros-burócratas chapines, estudiara en !tres colegios privados! no me sorprendió. Y ya va a ver usted por qué.
A finales de los años 80, ¿dónde cree usted que estudiaban los retoños de varios dirigentes guerrilleros? No en la universidad cuyas paredes estaban llenas de pintas del Ché Guevara y de hoces y martillos; sino que en una universidad privada y de origen religioso. Se los cuento como lo vi.
Por eso es que no me pareció una inconsistencia particularmente rara que el hijo del enemigo número uno de la educación privada, y defensor número uno de la educación estatal, estudie en colegios privados. Es más, ¿cuántos altos dirigentes populares toman decisiones parecidas para sus vástagos? Y, ¿por qué?
Inconsistencias aparte, hay motivos de fondo para que aquello ocurra: normalmente la gente quiere lo mejor para sus hijos; y por eso es que a la primera oportunidad, los padres buscan las mejores opciones de educación para sus herederos.
Usted no ve que, en condiciones normales, un padre saque a sus hijos de un colegio privado y lo pase a una escuela pública. Aquí, y en la Cochinchina, lo que ocurre es al revés.
Pauline Dixon y James Tooley realizaron un estudio sobre las escuelas privadas para los pobres en países de ingresos bajos. El estudio se llama La educación privada es beneficiosa para los pobres; y está disponible en el Centro de Estudios Económico-Sociales.
Dixon y Tooley descubrieron que en India, Ghana, Nigeria y Kenya los colegios privados son una solución importante –aunque subterránea– para satisfacer las necesidades educacionales de los pobres. A las autoridades no les gusta y uno puede suponer que a los sindicatos de maestros-burócratas tampoco; pero, qué importa eso si los estudiantes y sus padres están satisfechos con los resultados.
En los barrios marginales de Hyderabad, India, de las 918 escuelas encontradas, sólo 35% eran públicas. En total, el 65 por ciento de los estudiantes en aquellas áreas de bajos ingresos asistían a escuelas privadas.
Hay que admitir, claro, que muchos de aquellos planteles privados no son ni siquiera colegios de garage y que aún así son relativamente caros; empero, con todo y sus limitaciones, son preferidos a las escuelas gratuitas que ofrece el gobierno.
En tres distritos de Lagos, Nigeria, sólo 34% de las escuelas eran públicas y 75% de los estudiantes asistían a colegios privados.
Si uno va al Centro Histórico de Guatemala, a muchos barrios y colonias, y a muchos departamentos del país, seguramente encontrará docenas de colegios privados que no son la gran cosa; pero, aún así, los padres prefieren que sus hijos estudien ahí. Con todo y las posibles carencias del sector privado, como en India, o en Nigeria, los padres guatemaltecos –aunque sean sindicalistas y revolucionarios– no eligen que sus hijos estudien en el sector público. Prefieren que sus hijos estudien en el sector privado.
Aquello no es casualidad, Dixon y Tooley encontraron que las evaluaciones realizadas a los estudiantes mostraron logros mucho más elevados en los colegios privados, que en las escuelas públicas. En Hyderabad, por ejemplo, los puntajes promedios en matemáticas fueron aproximadamente 22 y 23 puntos porcentuales más en los colegios privados e informales, que en las escuelas estatales. ¡No es cuestión de status!, por imperfectos que sean los resultados en los planteles privados, son mejores que los de los planteles estatales.
Para la privilegiada dirigencia sindical chapina, igual que para miles y miles de personas alrededor del mundo, los colegios privados son la mejor opción. ¿Por qué? Pues porque quieren lo mejor para sus hijos y es evidente que lo mejor no está en las escuelas estatales. Como dicen Dixon y Tooley: la existencia de colegios privados y su contribución a la educación para todos son motivos de celebración.
Publicada en Prensa Libre el sábado 21 de abril de 2007
07
Abr 07
¿Dignidad rebelde?
A la dirigencia popular chapina le da por ensuciar paredes y propiedad ajena, dizque para expresarse.
Ayer, en mi visita al Centro Histórico encontré esta pinta; y me pregunto: Dignidad rebelde, ¿es una “nueva” organización popular? o ¿Será que hay mujeres que tienen su dignidad rebelde?
A ver si alguien me explica.
09
Feb 07
Doña Mela: tortitas de yuca y tortillas con buche
¡Buenas noticias!, el comedor de doña Mela, en el Mercado Central, ya tiene servicio a domicilio. En mi emoción se me olvidó anotar el número de teléfono; pero bueno, tan pronto como regrese lo copio y lo comparto.
Donde doña Mela, mis comidas favoritas son las tortitas de yuca, las tortillas con buche, y por supuesto que chicharrones con picado de rábano, tortillas con guacamol, y tortillas con moronga.
04
Feb 07
En el tunel del tiempo
Ella es doña Gloria y prepara las tortillas en el viejo Hotel Pan American. Ahí almorcé hoy y me sorprendió que el lugar guarda el aroma que tenía cuando yo llegaba ahí a tomar algo al bar con mi abuela, o con mis padres, después de un día de hacer compras en la Sexta Avenida. Yo tomaba alguna gaseosa, Grapette, o Coca-Cola, claro. La comida estuvo estupenda y el servicio fue extraordinariamente atento y agradable.
01
Ene 07
¡Que asco!
Así quedan, después de las fiestas, la 18 calle de la zona 1 de Guatemala y muchas otras calles del Centro.
Por supuesto que para esta hora la Municipalidad ya ha limpiado la inmundicia que deja la gente; pero no se trata de eso. Se trata de esa cultura infame que nos permite, a los chapines, dejar todo sucio y esperar que otros vengan a limpiar.
Eso me lleva a pensar en la razón por la cual los japoneses se quitan los zapatos al entrar a sus casas. Mientras que los chapines nos preocupammos por cómo limpiar la casa, los japoneses empiezan por no ensuciarla.